Disclaimer: Naruto y todos sus personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto, yo solamente los tomo prestados para desarrollar este mundo distópico.

Las luces del amor

Capítulo 2: El recién llegado.

Naruto regresó al refugio pasado el medio día. Al parecer, en esa ocasión no tuvo inconvenientes con los matones del sector, lo cual era una suerte.

Bajó su mochila y se dirigió hacia Kakashi para darle un pequeño informe de lo que había descubierto ese día.

—Ya veo. Así que los helicópteros están sobrevolando el norte. Esto no es bueno.

—¿Cree que debemos abandonar este lugar?

—Creo que aún es demasiado precipitado. Deberíamos primero repasar el plan de escape, contactarnos con el refugio femenino, hacer los preparativos para la mudanza y… —Kakashi se quedó en silencio por algunos minutos, como tratando de pensar en alguna solución rápida, pero lo cierto era que no tenían un lugar seguro al cual escapar por si al gobierno se le ocurría reventar la ciudad. —. Creo que lo mejor es quedarnos aquí por algún tiempo más.

—Pero Kakashi… ¿Qué haremos si atacan la ciudad?

—Corremos el mismo peligro sea donde sea que vayamos. Creo que lo mejor será analizar las posibilidades y encontrar algún lugar fuera de las ciudades en donde podamos estar. Mientras tanto, deberemos prepararnos. Gaara, ¿Crees poder mudar los sembríos?

—Es difícil, pero no imposible. Necesitaré la ayuda de Shikamaru para construir un pequeño huerto que podamos llevar a otros lados.

—Ya veo. Entonces se pondrán a trabajar en eso mañana. Por hoy todos han hecho demasiado. Por cierto, ¿cómo sigue el nuevo?

—Sigue inconsciente profesor. —respondió Neiji mientras se acercaba al grupo.

—¿Cuál nuevo? —preguntó Naruto con cierta emoción.

—Esta mañana llegó un muchacho nuevo. Mejor dicho, quedó inconsciente fuera del refugio y lo trajimos adentro.

—¿Está bien? —El rubio recordó la lamentable situación de algunos de sus compañeros cuando recién habían ingresado al refugio y se preocupó.

—Al parecer solamente está débil, supongo que no ha comido en días. También tiene algunas heridas recientes. De ahí en adelante no pude encontrar nada más, así que supongo que con algunas horas de sueño estará mejor y podremos conocer su historia.

El grupo entero asintió mientras cada uno se perdía en sus propios recuerdos y reflexiones. Era imposible no pensar en días mejores, cuando el amor era amor y no un arma mortal capaz de destruir a familias enteras.

Uno a uno los jóvenes se fueron dispersando sin hablar mucho más y en la estancia solamente quedaron Kakashi y Naruto.

—¿Cree que alguna vez podamos volver a la normalidad? —El joven aún guardaba una ligera esperanza.

—Es difícil decirlo. Este virus es netamente destructivo. Hace que las personas enamoradas se destruyan entre ellas. Se me ocurre un mundo sin amor. Un mundo en donde tengamos que vivir separados por géneros, pero no creo que podamos vivir tanto tiempo así. La raza humana se extinguiría de inmediato.

—Profesor, ¿a qué se refería cuando anoche mencionó que el amor no discrimina? —Naruto estaba inquieto, como si algo lo estuviese preocupando desde hace algún tiempo.

—Eras muy pequeño cuando esto sucedió, así que no debes saber casi nada de la realidad en la que vivíamos antes.

—Tenía nueve años y nunca fui un niño estúpido. —Se molestó ligeramente.

—Eres inteligente, quizás el más inteligente de todos los que viven aquí. Sabes que me refiero a otras cosas.

Naruto deshizo el puchero. Tenía que admitir que lo que le decía Kakashi era verdad.

—¿A qué se refiere?

—No me siento tan cómodo diciéndote esto, pero creo que ya es hora de que debas saberlo. ¿Recuerdas la noche en la que te encontré?

—Lo recuerdo. —Naruto dejó escapar un suspiro pesado. No le gustaba recordar los sucesos de esa noche.

—Preguntaste por qué la gente estaba peleando y solamente pude responderte que peleaban por las luces del amor. ¿Recuerdas que vimos a una pareja de hombres?

Naruto solamente asintió mientras sentía un nudo en la garganta y, en el estómago una incomodidad, como si fuese a vomitar.

—¿Qué hay con ellos?

—Eran amigos míos y antes de contraer el virus se amaban locamente —suspiró pesadamente al traer esos recuerdos a colación. —. Fue muy triste, habían logrado estar juntos después de tantos obstáculos por parte de la familia de ambos y por parte de la sociedad. Terminaron matándose por culpa del maldito virus que vino a despojarnos de toda calma. —El ojo visible de Kakashi se tornó triste.

Naruto por su parte se quedó en silencio, reflexionando en las palabras de Kakashi y empezando a reafirmar algo que empezaba a descubrir.

—Quizás… —el joven no pudo seguir hablando debido a una tos proveniente del otro extremo del pasillo que interrumpió la plática.

El adulto corrió hacia el lugar en donde había dejado al recién llegado.

Era un muchacho de no más de catorce años de edad. Su tez blanca resaltaba gracias a un frondoso cabello negro. La vestimenta del muchacho que constaba de un saco en tonos morados y un jean azul, si bien no eran nuevos, tampoco se veían desgastados como sería lo normal de ver en la actualidad.

—Trae una botella de agua —le ordenó a Naruto quien con rapidez acató el mandato. —. ¿Estás bien?, ¿te duele algo? —Extendió hacia el muchacho la botella que había tomado de la mano de Naruto.

El nuevo le arrebató la botella y bebió desesperado. Kakashi estaba en lo cierto, el pobre muchacho debió haber estado días y días sin probar un solo bocado de agua. Esperaron a que el joven terminara de beber antes de hacer cualquier cosa.

—¿Cómo te llamas? —Naruto, en un intento de ser amable, se acercó más, pero a cambio solamente recibió una mirada fría y amenazante. Los ojos negros del recién llegado se clavaron en la figura del rubio, haciéndole sentir incómodo.

—Creo que es mejor que lo dejemos a solas por el momento.

Naruto asintió un tanto triste y siguió al profesor hacia el otro extremo del pasillo mientras el recién llegado no dejaba de mirarlos con cierto recelo.

—¿Qué haremos, profesor?

Kakashi se relajó al notar el semblante más calmado del muchacho. Lo miró con un tanto de ternura, una similar a la que un padre le dedicaría a su hijo.

—Sobrevivir, como lo hemos hecho todos estos años.

—Me refería al nuevo. —Naruto susurró mientras dirigía su mirada hacia el otro extremo, escudriñando minuciosamente al que no los había dejado de observar.

—Creo que lo mejor será mantenerlo vigilado, no sabemos nada de él y debemos ser cuidadosos, ¿de acuerdo?

Esa noche como de costumbre, todos se reunieron en torno a la fogata para charlar acerca de su día, del resultado de sus exploraciones y quizás de algunos rumores que cada vez cobraban más fuerza con respecto a la banda de Kabuto o de los helicópteros que sobrevolaban las ciudades cada vez con más frecuencia.

—Les digo que lo vi con mis propios ojos. —Un Lee mucho más calmado comía de una pequeña lata de atún mientras trataba de explicar lo que días atrás había presenciado. —¿Verdad, Neiji?

El mencionado se limitó a asentir mientras cazaba la última arveja de su lata.

—¿Fue demasiado feo? —preguntó Choji mientras apartaba el recipiente vacío.

—No fue feo… ¡Fue horrible! —Lee terminó su porción de comida.

—Bueno, no vamos a seguir hablando de eso. Lo más importante ahora es prepararnos para cualquier suceso —Kakashi se puso de pie para que todos le prestaran atención. —. Estoy pensando en salir algunos días de excursión y así poder encontrar un lugar alejado de la ciudad en donde podamos armar un nuevo refugio.

—Profesor Kakashi —Gaara era un muchacho de pocas palabras, pero siempre que tomaba la iniciativa para decir algo, era por un asunto muy importante. —, usted no puede irse en estos momentos. El refugio no puede quedarse sin la supervisión de un adulto, no con todo lo que está sucediendo.

Era verdad. Tenían varios problemas tanto adentro como afuera. Estaban las pandillas que cada tanto trataban de descubrir dónde se encontraba el refugio para robarles las reservas o peor aún, para organizar peleas clandestinas entre infectados y no infectados. También estaba el tema de Sai con el comportamiento extraño que había adoptado desde hace semanas, y ni hablar del chico nuevo, de quién no sabían absolutamente nada, ni siquiera su nombre.

—Lo sé muy bien, pero ¿tenemos otra opción?

Todos se miraron entre sí, tratando de encontrar alguna respuesta en los ojos del otro. Naruto por su parte dirigió su mirada hacia el final del pasillo. Por alguna razón, sentía una responsabilidad inmensa cuando alguien llegaba. Quizás sería porque en parte, él había sido la causa por la que Kakashi decidió hacerse cargo de un montón de niños malcriados.

El recién llegado interpretó la mirada de Naruto de mala manera dada la conversación que estaba manteniendo el grupo. Se puso de pie molesto y habló lo suficientemente fuerte para ser escuchado por todos.

—Si ese es el problema, yo me largo de aquí. No me gusta deberle nada a nadie. —Dio algunos pasos en dirección hacia la puerta, pero ni bien lo hizo, cayó de rodillas en medio de la estancia.

Tanto Naruto como Kakashi corrieron hacia él para comprobar su estado.

—¿Te encuentras bien? Ni siquiera puedes mantenerte en pie y quieres irte en la noche. ¿Tienes algún lugar al que ir? —Kakashi recibió solamente una mirada fría como respuesta y decidió que lo mejor sería dejarlo solo por el momento. —. Te propongo algo. Quédate esta noche, puedes dormir junto a la fogata al igual que nosotros y mañana, si aún tienes deseos de irte, eres libre de hacerlo.

El joven se levantó con dificultad mientras repasaba sus opciones y decidió quedarse, después de todo, tenía que admitir que por lo menos podría dormir en un lugar cálido esa noche a diferencia de anteriores días en los que tuvo que esconderse en lugares fríos y oscuros para no ser presa de los maleantes.

—Me quedaré solamente esta noche. —Naruto sintió un poco de calma al escuchar al nuevo decir esas palabras. Ya vería la manera de convencerlo de que se quedase, o por lo menos, asegurarse de que no era una amenaza.

—Ten, aún no has comido nada —le extendió una lata de comida en conserva que contenía una mezcla de vegetales y arroz preparados en la fogata. —. Por cierto, mi nombre es Naruto. —sonrió tan sinceramente mientras le decía "ven acá" con su mano derecha. —¿Cómo te llamas?

—Sasuke. —Lo menos que podía hacer era darle su nombre a la bola de desconocidos que lo habían acogido, aunque eso para él no significase gran cosa.

—Es un gusto.

Esa noche, Sasuke decidió relajarse un poco y aceptar los gestos de amabilidad de aquellos desconocidos, después de todo, pretendía irse a la madrugada.

Esperó a que todos se hubiesen dormido. Después de asegurarse de que los murmullos hubiesen parado y de que no existiera ningún tipo de movimiento, se arrastró por el suelo, alcanzó una mochila que pudo divisar gracias a la poca luz que se filtraba por los agujeros del techo y la llenó con algunas botellas de agua y algunos vegetales que tenían almacenados en una vieja cajonera gris al otro extremo del pasillo. Le sabía un tanto mal tener que robarles, pero no tenía opción si quería sobrevivir. Amarró una pañoleta azul que sacó de su bolsillo y se la amarró tras de la nuca para formar una especie de mascarilla. Dio un último vistazo hacia atrás y se dirigió hacia la puerta tratando de hacer el menor ruido posible.

—¿Sasuke? —la voz suave de Naruto proveniente de la puerta llamó su atención —, ¿por qué quieres irte?

¿En qué momento el tal Naruto había ido hacia la puerta sin siquiera haberlo notado? La diferencia de nivel estaba clara, sin embargo, no le dejaría ver el atisbo de nerviosismo que sintió en ese momento.

—No es de tu incumbencia. —respondió Sasuke tratando de no hablar tan fuerte para no despertar a los demás.

Un silencio espeso se instaló en el lugar y Sasuke solamente retomó el camino hacia la salida.

—No puedo dejar que te vayas. —susurró Naruto, pensaba que podía manejar la situación por su cuenta sin tener que molestar a los demás.

—¿Por qué?

—No podemos confiar en nadie que venga de afuera. ¿Te envió Kisame?

—No conozco a ese tal Kisame. Yo me largo. El viejo dijo que podía irme si aún quería hacerlo.

—Ese viejo como tu lo llamas tiene nombre y le debes respeto por haberte salvado la vida. —Naruto se alteró por el insulto hacia su cuidador y alzó un poco la voz.

—¿Y quién les dijo que quería vivir? —Sasuke también alzó la voz dejando en evidencia todas las emociones que en ese momento lo invadían. Una mezcla de miedo y rabia.

—Como sea. No puedes irte hasta no saber bajo las órdenes de quién estás. No voy a permitir que el refugio corra peligro por tu culpa.

Naruto trataba de mantenerse firme sin despegar la mirada de Sasuke y notó por la lejana luz de la fogata que para haber estado deambulando solo por las calles, la ropa del joven estaba casi intacta, es decir, no se podía ver signos de desgaste en las prendas como generalmente sucedía en el caos de mundo en el que vivían. Supuso que quizás hasta hace algunos días se encontraba bajo el cuidado de alguien.

—Me importa una mierda el refugio. —Sasuke no pudo contenerse más y gritó. — ¡Quítate! — Empujó a Naruto hacia un lado para abrirse paso hacia la puerta, lo que no esperó fue que el chico lo agarraría de la manga y por la fuerza ejercida lo arrastraría hasta el suelo.

Sasuke se enfureció y trató de darle un golpe de puño cerrado a Naruto, pero el joven de cabellos rubios esquivó con cierta facilidad el golpe.

—¿Ni siquiera puedes pelear y piensas sobrevivir afuera? No aguantarás dos días.

A Sasuke le bastó eso para sacar fuerzas de donde no tenía y logró asestar un golpe hacia la nariz de Naruto, quien llevó ambas manos al rostro en un acto reflejo, algo que Sasuke aprovechó para levantarse y salir con prisa por la puerta que daba al cajón del camión.

Para ese entonces tanto Kakashi como los demás huérfanos habían despertado por el escándalo provocado por la pelea.

—¿Qué está pasando? —preguntó Kakashi justo en el momento en el que Sasuke desaparecía por detrás de la puerta, sin embargo, no tuvo tiempo de procesar lo sucedido porque Naruto salió tras él, decidido a alcanzarlo. —¡Naruto! —su grito fue en vano. —Muchachos… deberemos salir a buscar a este par de idiotas. Gaara, te quedarás aquí con Shikamaru. Traben la puerta y vigilen las ventanas. No sabemos si la pelea llamó la atención de alguien que estuviera cerca.

Todos asintieron y se alistaron con rapidez para salir tras ellos.

Mientras tanto, Sasuke corría por entre las calles llenas de escombros y basura, tratando de ver en la oscuridad para no tropezar. Las piernas le temblaban anunciando debilidad, aún no había logrado recuperar sus fuerzas y el aliento le faltaba. El terreno no hacía nada fácil su huída.

Por otro lado, Naruto estaba tras él y debido a su experiencia y agilidad, la distancia entre ellos cada vez era más corta. "imbécil, idiota, estúpido" se repetía constantemente en la cabeza. Algunos insultos los dirigía a la cabellera negra que estaba por delante suyo, y otros tantos se los dedicaba a sí mismo por haber salido a perseguirlo a pesar de que sabía que eso era demasiado riesgoso.

—¡Sasuke, detente! —Trataba de no alzar demasiado la voz para no llamar la atención de los vándalos que solían aprovechar las noches y las madrugadas para detectar los lugares en donde se hallaba gente infectada, después de todo, las luces eran más visibles en la oscuridad. —¿Por qué huyes? ¿no confías en nosotros?

A estas alturas, Naruto estaba prácticamente detrás de Sasuke y aprovechó un pequeño tropiezo del otro para abalanzarse sobre él y tirarlo al piso. Agradeció haber podido alcanzarlo a tiempo, después de todo, había detectado el peligro aproximarse.

—¡Quítate idiota! —gritó Sasuke, pero la palma de la mano de Naruto se posó con fuerza sobre sus labios para no permitirle seguir hablando.

—Shhh… baja la voz o nos van a descubrir. —susurró de manera muy baja. Naruto se acostó sobre Sasuke y tapó sus cuerpos con un costal que encontró a un lado. — Voy a soltarte solo si me prometes quedarte aquí en silencio.

Sasuke lo miró a los ojos, o al menos, en donde supuso que estarían. El rubio imbécil estaba cerca, demasiado cerca, tanto que podía sentir el aire caliente que emanaba de manera rápida sobre su rostro. Tragó saliva y asintió. Pudo respirar con mayor libertad al dejar de sentir el peso de Naruto contra él. Se acomodaron con el pecho hacia el suelo y optaron por alzar un poco el costal para ver lo que sucedía afuera. En un principio, parecía que nada fuera de lo normal sucedía, sin embargo, unos pasos casi inaudibles fueron aproximándose.

—¿Seguro que estaban por aquí?

Las voces estaban cada vez más cerca.

—Si, si… Estaban hace nada, corriendo por aquí.

—Kabuto nos va a obligar a pelear a nosotros en el ring si no le llevamos nada, así que más te vale que los encontremos.

— Creo que no será necesario, mira hacia allá.

—Eso se ve muy interesante.

Los pasos se alejaron al igual que los murmullos, y cuando por fin supieron que estaban a salvo, apartaron el costal solamente para encontrar un cielo que dejaba ver a lo lejos una serie de luces que subían cada vez más alto, como si se tratasen de luciérnagas coloridas.

Las luces del amor.

Los dos muchachos se quedaron en un silencio espeso durante varios minutos hasta que Sasuke por fin habló en cuanto pensó que los maleantes estarían lo suficientemente lejos.

—¿Qué fue todo eso?

—¿En verdad no sabes nada? No me sorprende que hayas estado a punto de morirte cuando te encontró Kakashi.

—No imbécil, no me refería a eso… —respiró profundo, no le debía explicaciones. —. Como sea, yo me largo. No pienso quedarme mucho más tiempo con ustedes.

—¿Pretendes morir?

—Lo prefiero mil veces a ser traicionado.

Esas palabras resonaron en la mente de Naruto y por alguna razón recogió una piedra de tamaño considerable y la lanzó directamente hacia la cabeza del joven.

Sasuke cayó inconsciente debido al impacto.

Continuará

El arte de este capítulo fue cortesía de la talentosa Andrecatt45 (síganla en Instagram por favor). Amo a Sasuke con su carita toda concentrada, sabiendo que no debería estar robando pero haciéndolo de todos modos porque, hay que sobrevivir de cualquier manera ¿no? la iluminación también está preciosa, me gustaría decir que es lo que más me gusta de la ilustración, pero en realidad me encanta todo (Todas las ilustraciones estarán en su Instagram "Andrecatt45" y en un album especial en mi fanpage de facebook "Chisheccid Fanfics").