I knew you'd come back to me…"

Lily se había levantado muy temprano esa mañana, había pasado una semana desde aquél primero de septiembre, siempre le había parecido que en Hogwarts el otoño llegaba antes que en cualquier parte del mundo, le gustaba ir a la buhonera y ver el amanecer, parecía que en Hogwarts los colores eran siempre melancólicos y anaranjados, en los suburbios los cielos siempre eran azules, brillantes y las nubes te invitaban a pasar la tarde tirada en el césped con limonada fresca, pero cuando llegaba a Hogwarts en Septiembre los cielos ya nunca eran azules, siempre parecían anaranjados, como si un gigante les escupiera fuego durante el día, y por la noche cuando las estrellas salían todo parecía azul marino, no negro, si no refulgente mar nocturno sobre sus cabezas. Estaba tan inmersa en sus pensamientos y en las pinceladas que adquiría el horizonte que se sobresaltó al escuchar los pasos apresurados de alguien subir por los escalones de piedra, se arregló un poco el cardigan blanco que llevaba e hizo el aman de salir sin intentar espantar a la persona que llevaba, acción en la que fracasó estrepitosamente.

- ¡Santo cielo! –Gritó un acalorado Remus Lupin al ver a la chica caminar lento desde la esquina más oscura. - Lily, casi me matas de un susto. –Dijo sin resuello, pasándose la mano blanca por la frente sudada. -

-No era mi intención, lo siento. –Dijo la chica encogiéndose de hombros. - Creí que solo yo madrugaba los sábados. –Comentó señalando con la mirada la carta que llevaba su amigo entre las manos. - ¿Escribes a tu padre? –Preguntó casualmente, sin querer sonar entrometida. - Remus negó ligeramente, acercándose a la lechuza que ella sabía le pertenecía a Sirius Black. -

-James me pidió el favor de mandar esta carta a su casa. –Dijo rehuyendo la mirada de la chica, que asentía mirando las manos trémulas del joven mientras ataba la carta a la pata del animal, que miraba hacia todos lados expectante. - Es para sus padres, no ha tenido noticias desde que llegó y bueno…está preocupado. –Respondió mientras acariciaba el lomo del ave la cual agradeció con un graznido y emprendió el vuelo después de que Remus le susurrara un ligero "Con los Potter, Ilargi, ve."

Lily siguió el vuelo del ave caminando hasta el descanso de las escaleras que daba una vista completa hacia los terrenos del castillo, Remus la acompañó en silencio quedándose de pie en el marco de la entrada, cruzándose de brazos, admirando los últimos minutos que le quedaban al amanecer.

- ¿Por qué no ha venido a dejarla él? –Inquirió la pelirroja expectante. - ¿Se ha quedado dormido con Black por haber hecho alguna trastada ayer en la noche? –Resopló y un soplo de aire helado le cruzó la mejilla con violencia. -

-No, en realidad. –Respondió Remus en un suspiro y Lily se volteó para mirarlo a la cara. - Se quedó estudiando hasta tarde con Sirius y conmigo. –La pelirroja se lamió los labios apretándolos en un mordisco sin saber muy bien qué responder. - Les prometió a sus padres que le nombrarían Premio Anual, que estarían orgullosos y que iba a traerles esa placa costara lo que costara. –Lily sintió como a Remus se le quebraba la voz al decir esa última palabra. - Euphemia y Fleamont fueron prefectos en su época, ¿sabías? –Dijo el chico sonriendo con tristeza. - James quiere ser lo más parecido a ellos, ahora que…-Carraspeo encogiéndose de hombros. - Es una tontería, si me lo preguntas, los Potter no podrían querer más a James, pero él no lo sabe, ¿es curioso, no crees?

Lily sintió sus ojos empañarse y le miro confundida.

- ¿El qué?

-James cree que si es premio anual va a tener algo con lo que relacionarse a ellos cuando mueran, cree que se sentirán orgullosos por ser un buen estudiante. –Negó con la cabeza y sorbió con la nariz, roja por el frio. - No sabe que ya lo están porque James simplemente…es él. La señora Potter no podía tener hijos. Lo buscaron por mucho tiempo y cuando perdieron las esperanzas llegó, milagroso, dice ella, como nunca antes había presenciado la magia. Siempre le recuerda que él es su hijo y que el mejor obsequio que él le ha dado es su título. Ser una madre.

-Pero no morirán…-Dijo en un susurro Lily. - Digo, no puede, James es muy joven…

-La viruela de dragón no es una enfermedad fácil de sobrellevar, Lily, ellos están muy avanzados de edad y las predicciones no son buenas.

Para ese punto, Lily tenía los ojos rojos de aguantarse las ganas de llorar y Remus parecía ir por el mismo camino, ella no conocía a los Potter, ni un poco de la historia de James pero con lo que le contaba su amigo y por lo que había escuchado de muchas otras personas sabía que James tenía una buena familia, sabía que era feliz, no podía imaginarse mucho de qué sentiría él ahora que estaba tan cerca de perderlos.

-Lo siento mucho… -Susurró la chica acercándose a Remus para abrazarlo por la cintura, el chico rio y le acarició el cabello. -

-No te disculpes conmigo, yo…solo soy un tonto sensible. –Tomo la cara enrojecida de Lily entre sus manos y le limpió las lágrimas. - Quien creo que merece una disculpa es James, Lily. –Dijo frunciendo el ceño mientras vio como los ojos verdes de Lily le miraban atemorizada.

-No puedo, no sé cómo hacerlo, no sé por dónde empezar.

-Por el principio siempre es buena idea. –Dijo volviéndola a abrazar. - James te lo perdonaría todo, creo que eso es seguro. Tiene un corazón más grande de lo que deja notar.

Lily asintió por primera vez de acuerdo sobre él, se lo repetía constantemente, sus prejuicios y la inmadurez de James al ser un niño de 11 años habían hecho que su relación tomara un camino lleno de equivocaciones, pero no tenía por qué ser así, James la había defendido, a su manera pero se aseguraba siempre de ser ese escudo en la guerra en contra de todo aquel que intentaba hacerla sentir inferior, no era un modelo a seguir porque su coraje de Gryffindor lo orillaban a siempre utilizar la fuerza antes que la cabeza y aunque ella no estaba de acuerdo, creía muy en el fondo que a veces, solo a veces, era una solución.

Lily se separó de Remus con el rostro rojo y manchado de lágrimas, se pasó la manga del cárdigan sobre la nariz y Remus hizo una cara de asco divertida, suspiró y se encogió de hombros.

-Si me prometes ayudarme a tener una audiencia con él sin que Sirius Black se ponga en el medio, prometo hablar con él largo y tendido.

-Cuenta con ello.

Los dos se miraron cómplices y escucharon las campanas del pueblo de Hogsmeade, ahogadas por los kilómetros de diferencia que había entre el pueblo y el castillo y tomaron su camino de vuelta al castillo, Remus contento de haber logrado su propósito para con James y Lily sintiendo un vacío en el estómago sobre la expectativa de lo que pasaría en cuanto tuviera a James frente a frente y no pudiera seguir evitando el doloroso tema de lo que pasaría con él cuando sus padres ya no estuvieran. No era una cita romántica, y aun así Lily prefería tenerla con el calamar gigante antes que enfrentarse a los ojos marrones de James Potter surcados por las lágrimas que hacían que su corazón latiera alocadamente y lo único que escuchara en su cabeza fuera un constante: "Bésalo, bésalo, bésalo…"

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Habían llegado al Gran Comedor juntos, sin embargo, Lily se había separado de Remus cuando Elio y Mary alzaron las manos para saludarla, indicándole que querían que se acercara, Lily se despidió de Remus y él le recordó que James iba a estar esperándola al final del día en la Sala Común para que pudieran charlar.

Mientras Lily se acercaba al sitio que sus dos amigos habían guardado para ella no pudo evitar sentir un deje de arrepentimiento por haberse comportado como lo había hecho durante el verano, y al ver la cara de Elio éste enarcó una ceja como preguntándole si todo estaba bien.

-Qué temprano te has levantado, Lils, un perro estaba ladrándole al sauce boxeador por la mañana y me despertó, eran las 7 de la mañana y no estabas. –Dijo Mary hablando mientras masticaba en la mejilla derecha una combinación de waffles con tocino. - ¿Por qué tienes que torturarte de esa manera?

-Debía mandarle una lechuza a mi madre, ya sabes que siempre le gusta saber lo que pasa en los primeros días del colegio, y me he encontrado a Remus, estuvimos platicando un poco. –Respondió la pelirroja, pinchando con un tenedor una salchicha rebozada en puré de papa y salsa de tomate. -

- ¿Sobre quién? –Inquirió de pronto Elio interesado.

-Nadie en particular. –Mintió encogiéndose de hombros. - Sobre cómo habían estado las clases y sobre los horarios de las rondas que haremos. Nada en especial.

Elio le miró con sus enormes ojos grises y asintió pasándose la lengua por los labios.

-Ayer tuve Cuidado de Criaturas con Potter y Black. –Comentó despreocupadamente, expectante a la reacción de Lily.

-No empieces con eso, Elio, eres insufrible con Lily, si tanto te molesta nuestra compañía porque no mejor simplemente te unes a esa banda de bobos babuinos y dejas de intentar hacernos sentir mal porque no son santos de nuestra devoción, ¿eh? –Espeto Mary furiosa, escupiéndole las palabras al moreno que la miraba con el ceño fruncido y Lily asintió contenta por la defensa de su amiga. -

-Relájate, duende maligno, fue un comentario espontaneo, creí que, aunque estaba vetado de nuestro triangulo amistoso aún se podía hablar de él. –Lily le miro con el gesto relajado mientras que Mary parecía querer clavarle el tenedor en la yugular. La pelirroja suspiró y miró a su amigo con gesto apaciguador.

-Se puede hablar de él, sí, no somos niños inmaduros.

-En tu cara, duende.

-Me refiero a ti, Elio, porque cada vez que lo sacas a tema es como si quisieras provocarme de alguna forma.

- ¡Ja! Cómete esa.

-Paren los dos. –Exclamo Lily en un tono ligeramente más alto, Elio y Mary eran como la pólvora y el fuego, tarde o temprano estallaban y Lily se quedaba en medio intentando apagar el fuego con un cantarito de agua.- Tú. –Señaló a Elio. - Quiero que dejes de hablar de él como si hubiera algún problema entre nosotros. Y tú. –Señaló a Mary. - Debes dejar tu fijación de él porque hoy voy a hablar con James para arreglar las cosas.

Elio y Mary habían abierto la boca tanto que Lily se preguntaba si habría algún hechizo que lograría hacerlas cerrar de nuevo, rodó los ojos ante esa expresión en sus amigos y se metió un buen pedazo de panqueque en la boca.

-Espera, espera, espera. –Chilló Mary apartando su plato del todo. - ¿Tú y Potter van a hablar? ¿Cómo, de verdad hablar, sin liarse a encantamientos, y con tu disposición para hacerlo?

-No la culpo, desde que lo vimos en los carruajes al llegar a la escuela me di cuenta que Potter se puso guapetón. –Murmuró Elio quien veía metros allá a los tres merodeadores que faltaban llegar al comedor. - Le ha crecido el musculo.

Lily se sonrojó violentamente mientras veía como Mary y Elio inspeccionaban a James de la cabeza a los pies, Mary hizo una mueca asintiendo, como aprobando lo que veía, pero sin emocionarse mucho por ello.

-No es por eso, idiota. –Susurro Lily y le dio un manotazo a Elio y a Mary para que dejaran de ver en aquella dirección. - Y ya basta, sabrán que hablamos de ellos.

-Como si le importara. –Murmuró Elio regresando su mirada hacia ella. - ¿Entonces por qué es?

-Remus me contó lo de sus padres. –Respondió Lily con un deje de tristeza en la voz. –Parece que no les queda mucho tiempo y ambos están enfermos, James no tiene ningún pariente cercano que le quede cuando ellos, bueno…

-Oh, Lily…-Susurro Mary tomando la mano de su amiga y apretándola ligeramente. –Mi madre me contó sobre ellos, la señora y el señor Potter, dice que cuando ella estaba en el colegio él ya era muy famoso, por su empresa de pociones, y ella era una bruja extremadamente buena, según varios miembros del wizengamont, estaba a lado del señor Potter siempre y muchos se preguntaron porque esperaron tanto tiempo para tener un heredero de toda esa fortuna. –Comentó Mary rascándose la barbilla ligeramente inmersa en sus pensamientos. -

- ¿De qué han enfermado? –Inquirió Elio después de escuchar la historia de Mary.

-Viruela de dragón. –Elio se estremeció ligeramente al igual que Mary. - ¿Es muy malo? –Inquirió Lily rascándose la sien.

-Horrible, y muy contagiosa. –Susurró Elio, mirando en ambas direcciones asegurándose de que nadie lo escuchara. –Es casi una suerte que él no esté enfermo también, por eso debieron haberlo enviado al colegio.

Lily asintió mirando a Mary, que la observaba entre seria y preocupada.

-Sé lo que estás pensando y no deberías hacerlo. No lo sabías, estabas enfadada con él por lo que había pasado con Severus, es perfectamente entendible, Lily. –La animo su amiga, pero Elio no parecía estar muy de acuerdo.

-Te dije que debíamos escribirle. Si no querías a él por lo menos a Remus o a Peter. Te agradan ellos. –Dijo Elio negando con la cabeza. –Y ahora me siento peor porque sabía que no era normal de ellos no enviar cartas, debimos haber preguntado.

-Ya basta, Elio, no había manera de saberlo, se han metido a esos suburbios en donde no llega ninguna noticia y todo se puede arreglar. Lily hablará con él y tú tendrás tu turno para disculparte también. –Sentenció la chica desviando la mirada hacia el sitio que ocupaban Los Merodeadores, podía ver el pelo revuelto de James, a quien sus compañeros molestaban intentando hacerle reir. El chico había apoyado su codo en la mesa para así mismo apoyar su cabeza sobre la mano en un gesto de decaimiento, las gafas se le resbalaban por el puente de la nariz y Lily tuvo que dejar de mirarlo cuando sonrío ampliamente, pero con los ojos caídos hacia la mesa. Elio notó ese gesto y suspiro, si esos dos se besaran de una vez esa noche, el mundo y toda esa mierda de guerra fría que estaba por cernirse ante ellos iba a ser más fácil.

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Después de salir de él Gran Comedor esa mañana, Remus estuvo buscando a la manera de hablar con James en privado, situación compleja considerando el hecho de que Peter y Sirius parecían estar empeñados en subirle el ánimo a James a como diera lugar, habían ido a los invernaderos a ver el crecimiento de la Alihotsy de Peter, un encargo que la profesora Pomona había puesto a su cargo por lo dedicado que era el joven en su materia, se habían llenado de dulces y chocolate y para la hora de la comida estaban lo suficientemente nauseabundos de dulce como para querer ingerir algo más, se habían ido a acostar a la sombra del árbol que daba al lago, que ya era prácticamente su propiedad y habían pasado el resto de la ambarina tarde contándose cosas irrelevantes y aburridas. Sirius había amenazado con tirarse al lago, pero el ambiente en los terrenos ya era lo suficientemente frio como para helar las caras de los chicos, así que desistió en bufidos repitiendo constantemente un "me aburro, Potter".

James por su parte leía un ejemplar de Historia de la Magia, su talón de Aquiles debido a la mala memoria del chico, Remus a su lado leía un libro de poesía y subrayaba con un lápiz muggle, regalo de Lily, las frases que más le gustaban, leyó:

"Y yo soy para el secreto lo mismo que es el abeto.

Árbol cuyos mil deditos señalan mil caminitos.

Nunca te diré, amor mío, por qué corre lento el río.

Pero pondré en mi voz estancada el cielo cenizo de tu mirada…"

Como si de una bombilla se tratara, Remus miró el cenizo tono del lápiz muggle y escribió apresuradamente en la contraportada de su libro.

"Lily quiere hablar contigo, a las seis en la Sala Común, yo me encargo de estos."

Le dio un codazo ligero a James, que parecía perdido entre las líneas de su libro, Sirius estaba acostado con los brazos cruzados detrás de su cabeza y con los ojos cerrados, Peter por su parte lanzaba piedritas hacia el agua, absorto en la actividad. James levantó la mirada confundido y Remus señaló su inscripción, le tomó unos segundos a James entender que aquello era un secreto y que era mejor no decirle a Sirius nada hasta después de que él hablara con ella, pero no pudo evitar disimular una sonrisita de satisfacción. Remus carraspeó y volvieron ambos a sus lecturas antes de que Sirius volteara para mirarlos con desconfianza.

-Es todo, me largo de aquí.

- ¿A dónde vas? –Preguntó Peter, interesado.

-Lejos de este par de maricas, me enferma ver en lo que nos hemos convertido, parecemos Ravenclaws, es horroroso. –Gruño el moreno, levantándose mientras se sacudía los pantalones, James le miró confundido y Remus ni siquiera se molestó en alzar la vista, Peter también se levantó.

-Yo voy contigo. –Dijo muy seguro mientras miraba a los dos jóvenes sentados. –No es nada personal, pero es sábado y no quiero estudiar precisamente… -Murmuró apenado. James asintió y miro a Sirius con una ceja enarcada.

- ¿Nos vemos en la noche?

-Sí como sea. –Murmuro el chico y acto seguido se alejó de ellos, seguido por un Peter que trotaba para seguirle el andar rápido y grácil. Cuando se quedaron solos, James miro a Remus expectante, quería saber qué había pasado esa mañana y cuál había sido el hechizo que Remus había utilizado en Lily Evans para que ella misma pidiera una audiencia con James.

-No seas ridículo por Merlin, hazme un favor y no la adules mientras estás con ella, compórtate normal, como eres con nosotros siempre.

-Si actúo normal con ella. –Dijo el joven compungido. –Solo me pongo un poco nervioso a veces.

-Pues no tienes porque, ella quiere ser tu amiga, lo sé, lo intenta, solo no te comportes como lo has venido haciendo estos últimos cinco años y verás que hasta terminas agradándole.

-Gracias por la motivación. –Dijo James y suspiro mirando a Remus levantarse.

-Hablo en serio, solo imagina que es como charlar con…-Se lo pensó un instante y asintió sonriendo. - Solo imagina que charlas con Marlenne, así de fácil.

James se mordió el labio nervioso y miro hacia el lago asintiendo.

-Marlenne, de acuerdo.

-No pongas esa cara, saldrá bien, estoy seguro. –Le dijo su alto amigo antes de despedirse de él con una ligera sonrisa, estaban por dar las 4 de la tarde y sabía que Remus quedaba con Felicity Kurt los sábados para dar tutorías de DCAO a alumnos más pequeños. El resto de la tarde James la pasó a solas, contemplando el lago negro, preguntándose en si tal vez ese sería el paso que determinaría la relación tan tormentosa que llevaba con Lily Evans.

/Pero bueeeeeeeno, por aqui una actualización antes del primer gran día de James Potter, ¿o no? He estado pensando y me gustaría darles un poco más de imaginación para este FF por lo que me gustaría saber si quieren que les de a mi cast de amigos que eventualmente ¡SPOILER! morirán. El trabajo me trae a tope y espero poder publicar algo mas en la semana, si me extrañan antes mandenme un review diciendo que escenarios les gustaría ver por aquí y tal vez para Navidad se cumplan muchos de ellos, no me queda más que decir que "Travesura Realizada" o alguien podría no leerlo...