Harry despertó al día siguiente sin la ayuda de nadie. Sintió la necesidad de levantarse y caminar, así que, se levantó rápidamente de la cama y comenzó a pasearse de un lado a otro por la habitación. Le pareció sumamente raro que después de casi dos semanas de casi no caminar por lo débil que tenía el cuerpo, de la noche a la mañana sus piernas habían vuelto a funcionar. había estado caminando un poco los últimos dos días, pero hasta hace meno de 24 horas sus piernas se tambaleaban y se iban al diablo. Según lo que había dicho el medimago y según la lógica misma, tendría que empezar a caminar de a poco, que era lo más común que podía llegar a sucederle a alguien que vivió tanto en menos de un año como a Harry.

Se puso las primeras zapatillas que encontró, a las cuales tuvo que agrandar con un hechizo ya que no sabía a quien pertenecían ni de que talle eran. Agarró la campera negra que le había lavado Molly la noche anterior y se la puso con cuidado por las dudas de que sus piernas faltarán nuevamente

La casa estaba sumida en un silencio sepulcral, cosa que le parecería extraño a cualquier persona que este en una casa con más de 6 habitantes a las 12 del mediodía, y mas si se trataba de los Weasley y la Madriguera. Bajo las escaleras, nuevamente con cuidado y agarrándose de la baranda, y sonrió al ver que Percy estaba parado frente al hogar, contemplando las fotos que yacían arriba de la chimenea

-buenos días Percy-saludo Harry con una sonrisa

El tercer pelirrojo de la familia se dio vuelta lentamente y se quedó viendo al azabache como si fuera un espejismo. Parecía que intentaba esbozar una sonrisa, pero no del todo. Volvió a girarse y siguió viendo las fotos. Harry lo miro extrañado y bufo por lo bajo, al fin y al cabo, era Percy y podía estar en uno de sus días de mal humor. Camino marcha atrás y dirigió a la cocina en busca de alguna persona.

Cuando paso la puerta que separaba la sala de la cocina, se encontró con la señora Weasley de pie junto al lavaplatos, de espaldas a Harry. Estaba secando un vaso, pero lo secaba de una forma extraña: repasaba el mismo lugar una y otra vez como si estuviera sucio y lo hacía muy lentamente, como si estuviera en cámara lenta.

-buen día señora Weasley-dijo Harry mirando la espalda de su suegra-¿ya comieron?

Pero no hubo respuesta. La pelirroja de más de 50 años sólo prestaba atención al mismo vaso que secaba hace 1 minuto. Harry se acercó lentamente a ella, temiendo que estuviera llorando o que algo pasara

-¿señora Weasley?-pregunto Harry y toco suavemente el hombro de la mujer-¿esta bien?

La mujer se limitó a asentir, pero no lo vio, no se dio vuelta, ni siquiera pareció enterarse de que Harry estaba apretando su hombro más fuerte para ver si ella reaccionaba. Parecía que estaba ahí pero al mismo tiempo no estaba. Harry se dio media vuelta, asustado, y se fue derecho al patio. Seguro que Hermione, Ginny y Ron le explicarían que pasaba.

Volvió a ver a Percy cuando salió, que ahora estaba sentado en el sillón, rígido como una estatua. Lo vio extrañado como si fuera un desconocido, haciendo que Harry saliera más rápido de la casa. Camino un par de metros hacia adelante y vio la enmarañada cabellera castaña que conocía a la perfección desde sus 11 años. Se dirigió hasta la Hermione sentada en un banco que miraba a la nada con los ojos desorbitados.

-¡Hermione!-grito Harry comenzando a correr hacia ella para llegar más rápido. Cuando llegó hacia ella y vio que la chica no lo miraba volvió a hablar-Herms, que suerte que te encuentro, no sabes lo raros que están Molly y Percy. No se que... Hermione, ¿todo bien?

A diferencia de la señora Weasley y su hijo, Hermione se dio vuelta para mirarlo con la misma facilidad que lo hace cualquier persona común y corriente, pero había algo: la castaña tenía los ojos hinchados, con ojeras super violetas, como si no hubiera estado durmiendo por mucho tiempo, y tenía la cara colorada e hinchada, como si hubiera estado llorando. Es más, en ese momento, estaba llorando

-Herms, ¿Qué pasa?-pregunto Harry

Lentamente, su mejor amiga se dio vuelta. Pero en vez de mirar al mismo lugar de antes, miro hacia abajo, al suelo. Y ahí, en ese momento, Harry se dio cuenta de que no eran sólo ellos. Ron estaba ahí, tendido en el suelo, pálido como el marfil, con las manos sobre el pecho, tapando una mancha de sangre que recorría todo su estómago. Harry lo reconoció al instante: una herida de bala

-¡Hermione! ¡hagamos algo!-decía Harry dejándose caer al lado de su amigo, que en ese momento comenzó a moverse de una forma super extraña.

Hermione sólo lloraba, pero en silencio, no se movía, ni respiraba, sólo le caían gruesas lágrimas de los ojos una y otra vez, y no paraban. Harry movía a Ron y le gritaba como si el le fuera a responder. También le hablaba a su amiga, para que hiciera algo, pero ella seguía inmóvil.

Intento sacar su varita del bolsillo y hacer aparecer alguna poción o algo, pero no dio ningún resultado. Ron dejo de moverse unos minutos después de haber comenzado, pero ya no volvió a moverse. Estaba muerto

Hermione giro lentamente la cabeza y fijo su vista en el pelirrojo como si fuera la primera vez que lo hubiera visto. y cuando se dio cuenta de que el chico estaba muerto, puso una mueca de horror, como si quiera gritar, llorar mas y salir corriendo. Harry también lloraba, y seguía sin entender nada de lo que estaba pasando. los dos se asustaron cuando escucharon un ruido entre los arbustos que estaban detrás de ellos. Harry se alivio cuando vio una cabeza pelirroja saliendo de las plantas: era Ginny, y rezaba que ella si estuviera bien y pudiera decirle que sucedía

-¡Har...!-pero la palabra se le esfumo de la boca, porque la pelirroja se tambaleo y cayo al piso boca abajo como una bolsa de papas.

-¡Ginny!-grito Harry.

sin querer dejo caer la cabeza de Ron, la cual hasta ese momento estaba sosteniendo con las manos como si fuera a revivirlo con poderes mágicos. se levanto rápidamente y corrió hacia su novia, que seguía en el piso inmóvil igual que sus dos mejores amigos.

-Ginny, Ginny-dijo Harry poniéndose en cuclillas al lado de la pelirroja-Ginny, ¿Qué tienes Gin?

la agarro por los hombros y la dio vuelta para poder verla a los ojos, pero la soltó rápidamente cuando se dio cuenta de que los ojos de la pelirroja estaban bañados en sangre, y en vez de ser marones eran azules, lo cual no es común a menos que uses lentes de contactos.

-¡Ginny por dios! ¡¿que te paso!?-gritaba Harry todo el tiempo

pero al cabo de unos segundos, todo empezó a darle vueltas. de un momento a otro, el cuerpo de Ginny, Hermione o Ron habían desaparecido, y luego de otros segundos, la madriguera y todo el lugar también. y ahí, de la nada, apareció en el cuartel de misterios en el mismísimo Ministerio de magia. no había estado ahí desde hace bastante, y no le traía ningún recuerdo feliz. recordó a Sirius, a Bellatrix y la cara de Fudge y todos los funcionarios del Ministerio al darse cuenta de que Harry siempre había dicho la verdad, y Voldemort había vuelto. y aunque intentaba pensar que todo había terminado, era como estar volviendo el tiempo atrás. intentaba ver de vuelta el cuerpo de Tom abriendo la boca, como asfixiándose, antes de tambalearse y caer al piso, mientras todos lo veían morir

y cuando menos lo esperaba, y menos lo deseaba, volvió a escucharlo

-Harry...-la voz venia del arco por donde Sirius se había ido la vez que murió

giro la cabeza y enfoco los ojos, bien abiertos, hacia el arco donde corría esa corriente de niebla, o luz, o lo que sea que había entre medio de las dos paredes de piedra. pero no vio nada. no vio nada pero volvió a escucharlo. pero esta vez fue diferente

-¡HARRY!-se giro instantáneamente hacia el otro lado, pero tampoco vio a nadie

volvió a escuchar esa voz. y ahora la escuchaba una y otra vez en su cabeza, como le pasaba antes cuando lo escuchaba a el. pero no se trataba de Voldemort. era el. era su voz. Harry Potter gritándole a Harry Potter. y gritaba con necesidad, como si estuviera pidiéndole ayuda a el mismo.

y de repente, todo se volvió negro. y entre medio de lo negro y el viento que había aparecido, Harry comenzó a correr. Corría y corría sin fin.

-Harry Potter-vino un siseo.

-¡No puede estar vivo! ¡No puede!-pensó Harry mientras seguía corriendo por un plano negro. absolutamente negro

-¿El elegido? ¿El chico que vivió?-La criatura silbante se rió. y Harry seguía conociendo esa voz. era la suya, mezclada con la de el.

y del fondo negro, todo se convirtió en otro lugar. pero esta vez, era un lugar que sentía conocer, solo que no podía descifrar cual. El lugar no estaba claro para Harry.Sospechaba que era el Bosque Oscuro pero, todavía recordaba que se había despertado en la habitación de Ron hace menos de 15 minutos. De repente, una rama de un árbol lo hizo tropezar. y cuando se levanto del suelo, tenia la cara cubierta de barro y mugre.

-¡No moriré! ¡No! ¡Hoy no!-grito Harry, el Harry autentico. se giro y vio un espejo frente a el. dentro del mismo, había una sombra

-¿Harry?

Escuchó una voz femenina familiar. y ahí, dentro del espejo, la sombra se transformo en su mejor amiga. y después de otro segundo, la imagen que podía ver dentro del espejo, se convirtió en realidad. Hermione lo ayudó a levantarse y limpiarse. Harry se dio vuelta y vio que seguían en el bosque, pero estaba todo mas claro, como si fuera de día

-¿Que pasó?-pregunto la castaña con preocupación en los ojos. pero hasta Harry, que en ese momento todavía no sabia que estaba pasando, podía darse cuenta de que Hermione estaba rarísima

-no lo se-dijo el y se encogió de hombros intentando descifrar la mirada de su amiga-nada, creo

-¿seguro que no paso nada Harry?-y el negó-dime la verdad

Cuando Harry volvió a negar con la cabeza, el lugar cambió a Grimmauld Place.

-Harry. La comida estaba envenenada, y te llevé al Hospital San Mungo. Te curaron y te hicieron observaciones durante un par de días-dijo la castaña que estaba de espaldas a el. y cuando se dio vuelta para verlo, se convirtió en la pelirroja a la que había visto desangrarse por los ojos hace un rato atrás

-¡Pensé que estábamos en el bosque oscuro!-espeto Harry y comenzó a alejarse de la pelirroja que intentaba tomarlo de las manos para levantarlo del suelo-¡y tu eras Hermione, hace un momento!

-¿Qué? Harry, dejamos Hogwarts hace 19 años, ¿recuerdas?-dijo Ginny con una sonrisa que no partencia a ella-y yo no soy Hermione, tendrías que saberlo si estamos casados hace años

-¿casados?-él frunció el ceño.-¿que esta pasando aquí?

-Veo los efectos del veneno todavía allí. Tengo que volver a darte el antídoto-dijo ella con esa sonrisa, con la cual parecía otra persona-ya regreso

Luego lo besó y se fue a la cocina.

-No llegaré tarde, mi amor-dijo ella dándose vuelta para mirarlo, y cuando lo hizo, no se trataba de Ginny, ni de Hermione. esta vez, era Tonks

-¿Mi amor?-pregunto la esposa de Remus Lupin, la cual Harry había visto muerta y enterrada hace menos de un mes. ella alzó las cejas.

Harry cerró los ojos y los abrió.Para su gran temor, estaba de regreso en el bosque a una escena que había soñado antes.

-¡Está muerto! ¡Harry Potter está muerto!. exclamo Voldemort, y las risas maníacas de sus seguidores llenaron el aire.

-Cualquiera que haya dudado de mí antes me seguirá ciegamente si está bien de la cabeza. Al resto los tomaremos por diversión y los mataremos más tarde-continuó-pero antes de esto... ¡Narcissa, tú sabes qué hacer!

Narcissa Malfoy se movió hacia donde estaba Harry y se inclinó hacia él.

-Mírame a los ojos y dímelo-exigió ella mirándolo a los ojos. y Harry ya no entendía nada. nada tenia sentido en todo aquello

-Lo ha hecho magníficamente, mi señor-escucho Harry que alguien le decía al señor tenebroso. probablemente se trataba de Bellatrix

- si, fue estupendo-dijo otro al que no reconocía

-MENTIROSO. ¡Avada Kedavra!- y Harry escucho perfectamente, casi que lo siente, como el cuerpo caía sobre la tierra como una bolsa de papas

y Ahora el cuerpo estaba en el suelo. el cuerpo que Voldemort había matado hace apenas dos segundos, se había convertido en el suyo. y el brillo de sus ojos se fue para siempre.

-¿De verdad pensaste que era tan estúpido como tú, Harry Potter? ¡Descubrí hace mucho tiempo lo que sucedió cuando te ataqué cuando eras un bebé!

-¡Avada Kedavra!-gritó de nuevo.

Una luz verde cruzó el aire y golpeó a Harry.

-Hoy se acaba este juego para siempre Harry-dijo una voz conocida. y antes de cerrar los ojos, vio a Sirius

-¡Harry! ¡Harry!-esa voz volvía a sonar en su cabeza

Sudaba y decía tonterías. la gente desapareció, el dolor de la maldición acabó, y la cicatriz con forma de rallo comenzó a arderle. "no es real" "no es real" se decía todo el tiempo. nuevamente, el escenario comenzó a darle vueltas y vueltas, hasta que volvió al bosque, en donde había estado minutos atrás, y hace unas 2 semanas, cuando Voldemort mato una de sus partes.

estaba en el piso, tendido sobre la hierba muerta que había ahí. no escuchaba nada. y no veía. había perdido sus anteojos. comenzó a pasar sus dos manos por todo el suelo, hasta que por fin los halló junto a un árbol. en cuanto se los puso sobre el tabique de la nariz, levanto la cabeza, y se espanto al verlo. lo vio ahí, parado delante suyo. estaba descalzo, como siempre, con esa capa espantosa y su nariz, que no sabia si llamarla nariz u orificios a medio hacer, pero no se iba a poner a pensar en apodos crueles en ese momento, porque aun no sabia si todo era real o no. no lo sabia, pero se sentía tan real, tan vivo y horrible.

-Potter...-comenzó Tom Riddle- veo que nos volvemos a encontrar después de todo

-esto no es real-dijo Harry cerrando los ojos con fuerza. Voldemort rió

-puede que si... puede que no. pero por el momento, me siento tan real como lo era hace 2 semanas y... te traje una sorpresa

-¿un regalo de despedida?-pregunto Harry mirándolo a los ojos. por primera vez en ese momento, lo miraba a los ojos

-¿despedida para ti o para mi?-pregunto el otro. Harry se encogió de hombros. Tom lo miro sin entender. de todos modos, siguió-bueno, se que te va a encantar

-mi cumpleaños 17 ya paso Tom-dijo Harry y el siniestro hombre que estaba parado frente a el soltó una risa amarga

-ya lo se Harry Potter-dijo el y sonrió de una forma psicópata-, tómalo como un regalo adelantado para el próximo julio

Harry no contesto. esperó hasta que llegara el supuesto regalo. Voldemort, al ver que el niño al que una vez creyó poder matar no se inmutaba, tomo su varita e hizo aparecer a una persona. una mujer de mediana edad. una pelirroja

-¿es mi...? no. no es mi madre...-y se quedo en silencio. la mujer estaba sangrando, lloraba, pero tenia riendas que no la dejaban mover. Voldemort rió con fuerza

-¿reconoces a esta bella mujer?-pregunto el acercándose a la cara de la pelirroja para pasarle la lengua por uno de sus cachetes

-¡suéltala ya!-comenzó a gritar Harry y Voldemort solo reía

-dime quien es-pidió el otro, no muy amablemente, que solo reía

-es Euphemia-dijo Harry e intento correr hacia ellos, pero estaba inmóvil. veía, hablaba y escuchaba. pero no podía moverse-¡suéltala! ¡suelta a mi abuela ya!

-no quiero, pero gracias por la sugerencia-dijo Voldemort y volvió a reir. tomo la mandíbula de la pelirroja mayor, y miro al chico-a ver si esta te gusta Potter

Harry miro atento, quedándose mas quieto de lo que ya estaba, y vio como su abuela, se convertía en su madre. el chi9co se quedo callado. y a los dos segundo, gritó

-¡NO!-intentaba moverse, pero no podía. estaba inmóvil. como si no hubiera sido un hechizo, era su cuerpo que se había quedado estático. mudo. estancado-¡DEJALA EN PAZ! ¡LLEVAME A MI! ¡SUELTALA!

pero Tom solo reía y reía sin parar. las riendas que antes habían elevado a Euphemia Potter en el aire, sin que Harry se diera cuenta, y ahora tenían atrapada a Lily, la soltaron y la dejaron caer al piso. Harry comenzó a sollozar, pero aun no lloraba. llorar. eso quería Voldemort. ver a Harry Potter llorar. frente a el. sufrir por sus seres amados.

-Harry...-susurraba Lily intentando tomar la mano de su hijo, pero estaba muy dolorida, y Harry no podía moverse. Voldemort paso su lengua por su labio inferior y compuso una sonrisa, mientras miraba al azabache a los ojos

-este show esta por acabar Potter-le dijo-, y terminara ahora. de la mejor manera posible

Lilly comenzó a retorcerse, como si estuviera sufriendo mucho mas que antes, mientras Harry solo miraba. nunca espero lo que estaba a punto de pasar. tampoco se lo había puesto a pensar. la primer mujer era su abuela. ella era pelirroja, la segunda fue su mama. también pelirroja. ¿Quién faltaba? pelirroja y de la edad de Harry, de la ultima generación. faltaba ella. su pelirroja favorita después de su madre. la del olor a flores que tanto amaba y la sonrisa mas bella del planeta tierra. ya se esperaba lo peor.

Ginny estaba tendida en el suelo, llorando de dolor. como cuando Hermione estuvo en la mansión Malfoy. así. hasta peor.

en ese momento, Harry comenzó a llorar. comenzó a llorar por primera vez en su vida. si, había llorado por la muerte de Sirius, la de todos sus seres queridos, pero esta vez, Harry se quebró. estaba viendo como la persona a la que mas amaba en el mundo sufría de dolor. la estaba torturando, y no sabía que iba a pasar a continuación

-observa bien Harry Potter-dijo Voldemort acercándose a la pequeña Weasley, indefensa, que estaba casi desmayada del dolor que estaba sintiendo en ese momento-, porque esto es lo que tendría que haber hecho desde el momento en el que volví para matar a ese Diggori que lo único que hizo fue levantar su varita para morir... tendría que haber matado a todos tus amigos, a todo Hogwarts y a tu familia si era posible, solo para verte sufrir-mientras Voldemort hablaba, se escuchaban los gritos desesperados de Harry, rogándole que no le hiciera nada, que lo llevara a el, no a ella, que lo matara a el y la dejara libre.

y en ese momento, saco la varita que antes había guardado en su manga, y apunto hacia la pelirroja, que ahora no miraba a Harry, tenia los ojos cerrados, los apretaba, con terror

-¡TOM! ¡DEJALA!-gritó Harry. no podía mas. luchaba y luchaba con lo que sea que no dejara moverlo, pero no podía. aunque intentara a morir, no podía. en eso, Voldemort Grito un "¡Cruccio!", mientras Ginny se retorcía en el suelo, con el cuerpo todo contraído-¡POR FAVOR TOM! ¡TE LO SUPLICO!

-vamos Potter-decía Voldemort como si todo eso fuera música para sus oídos-suplícame como suplicaba Lily esa noche en el Valle de Godric

-¡TE ODIO!-seguía el otro mientras lloraba y lloraba-¡DEJALA EN PAZ! ¡POR FAVOR!

-¡Avada Kedavra!-grito en dirección a la pelirroja que ya estaba con los ojos cerraos gracias a la otra maldición imperdonable. en ese momento, mientras la boca de Ginny se entreabría, Harry pudo volver a moverse. en cuanto Ginny dejo de respirar, Harry cayo de rodillas al piso, casi muriéndose también.

como puso, avanzo gateando hacia la pelirroja, que yacía en el suelo, inmóvil, con los ojos un poco desorbitados, mirando a la nada. la tomo de la nuca y la apoyo sobre su regazo, mientras gruesas lagrimas corrían por sus mejillas. intento seguir gritándole a Voldemort, pero cuando lo quiso buscar con la mirada, se dio cuenta de que ya no estaba. solo quedaba el, el bosque, sus gritos secos, y Ginny, que ya no era Ginny.

acaricio sus mejillas, e intento sonreír al ver la cara hermosa de la que hace una noche seguía siendo su Ginny. no esta Ginny pálida, lastimada, desorbitada... esta era una Ginny ida.

-Ginny-susurro Harry entrecortadamente, esperando que mágicamente, esos ojos marrones volvieran a abrirse, a mirarlo, con esa mirada que te dejaba helado, que con solo rozar sus ojos con los tuyos, te dejaban sin aliento-Ginny, mi amor... por favor despierta

pero nada sucedía. ya era demasiado tarde

-¡Ginny!-comenzó a gritar desesperadamente mientras se abrazaba al cuerpo de su, ahora, difunta novia-¡Gin!... Ginny, no me dejes asi... no de esta forma, no aqui...-y mientras lloraba desconsoladamente, acariciaba ese cabello pelirroja que tanto le gustaba tocar mientras ella dormía. era como ahora, solo que esta vez todo era completamente distinto-se suponía que íbamos a casarnos... tu con tu enrome cabellera pelirroja, que te llegaría hasta mas abajo de la cintura, como a Fleur... hasta mejor que a Fleur-y las lagrimas seguían cayendo sobre el pecho de Ginny, que estaba debajo de las mejillas de Harry-, tendríamos tres hijos, o diez si tu quisieras, 9 niños y una niña, así no me pongo tan celoso cuando ella sea grande, con una seria suficiente- el cuerpo de Ginny seguía en el mismo lugar, en la misma posición, y en el mismo estado: muerto-, llegaríamos a ser viejos Gin, moriríamos juntos, durmiendo en la misma habitación, la misma noche... no se suponía que fuera asi... por favor Ginny... vuelve... te lo suplico

y, sin previo aviso, el cuerpo de Ginny desapareció, y Harry comenzó a volverse loco. y mientras sentía que la cabeza le iba a estallar, volvía a escuchar esa voz; su voz. comenzó a gritar, y tras su propio grito escuchaba risas que venían de todos lados. y ahí, se despertó. porque todo había sido una pesadilla