Cinco cosas.
Summary: Blaise Zabini es un chico observador. Es enigmático, con un ojo inigualable para la estética y una lengua sarcástica y mordaz que pocos saben apreciar. Él se maneja en terreno neutral, pero es posible que sea quien mejor conoce a sus compañeros de casa. Y en esta ocasión, nos cuenta cinco cosas de cada uno de ellos.
Disclaimer: Todo lo reconocible pertenece a J.K. Rowling.
I.
Theodore Nott es un empollón.
Lo supe desde la primera vez que lo vi, parado entre la multitud de los chicos que comenzábamos el primer año: pequeño para su edad, delgado, mirándonos a todos con el mismo aire de eterno aburrimiento que le ha acompañado todos estos años.
Bastó apenas una semana para catalogarlo como un sabelotodo; no de la clase que entierra la nariz en libros durante horas sino de aquellos a los que les basta interesarse sobre un tema para dominarlo por completo. Es callado, reservado y no considera a algunos profesores dignos de su cargo. Si no viviera empeñado en fastidiar a su padre con sus notas tal vez la sangre sucia de Granger no tendría un primer lugar del qué alardear.
II.
Sus gustos por la música y la estética son bastante cuestionables.
Si bien se esfuerza por mantenerlo en secreto, comparte una admiración malsana por Lorcan d'Earth con Pansy Parkinson. Es casi vergonzoso verlo intentar contener los movimientos de su pie cada vez que alguien en la sala común pone alguna de sus canciones y no me sorprendería que entre las páginas de algún libro escondiera una foto firmada del vampiro.
También tiene una extraña tendencia a pensar que llevar sus rizos sobre la frente le va bien. Aunque estoy seguro que Greengrass le ha dicho que le gusta el aspecto de su cabello así, está claro que es una mentira piadosa entre familia. Nadie que tenga las cejas tan gruesas puede verse bien de esa manera.
III.
El cree que nadie lo sabe, pero se folló durante seis meses a una de Ravenclaw.
Tal vez habría logrado su cometido de ser discreto si la chica no gimiera como si tuviera megáfono. Fue precisamente la intensidad de sus sonidos guturales los que me hicieron esconderme detrás de un pilar para cotillear. Más por morbo que por genuina curiosidad, esperé para enterarme de la identidad de la pareja que era lo suficientemente audaz – o estúpida – como para no silenciar el aula mientras tenían sexo.
No tuve que aguardar demasiado; unos quince minutos después la puerta se abrió y una chica alta y de melena rizada salió ajustándose la corbata. Instantes después le siguió Nott, subiéndose la cremallera de manera descarada.
Durante más o menos seis meses, Theodore continuó llegando a las mazmorras con el mismo sutil aroma a lavanda con el que lo hizo la noche que los descubrí.
IV.
En quinto curso se rompió la nariz.
Fue un accidente, para ser sinceros. Y dicho accidente ocurrió en la comodidad de nuestro dormitorio, justo después de la cena de Halloween de ese año.
Todo comenzó con una botella de Whiskey de Fuego que logré colar a Hogwarts de nuestra última excursión a Hogsmeade. Animados por al ambiente festivo, Malfoy, Nott y yo decidimos dar buena cuenta del alcohol que teníamos a recaudo; no era la primera borrachera que nos pegábamos juntos, pero sí la primera en la que no bebíamos únicamente hidromiel.
Cuando horas después Theodore decidió que necesitaba utilizar el váter, el poste de madera de la cama de Draco se atravesó en su camino. Un hueso facial fracturado y mucha sangre en el suelo es el mejor recuerdo que tenemos de ése momento.
V.
Su lealtad no le pertenece a nadie más que a él mismo.
Tal vez Theodore sea el mejor prototipo de Slytherin de entre nosotros. O tal vez sea simplemente que sí que es el más inteligente.
Firme creyente de la supremacía de los sangre pura, Nott desdeña la idea de tatuarse el brazo para ser uno más en las filas de un mago que, a fin de cuentas, tiene ya un historial de derrotas a cuestas. Tal ideología se intensificó aún más después de la fuga de su padre de Azkaban, cuando mediante cartas éste le pedía que se uniera a la causa.
Rodeado de volutas de humo exhaladas junto al Lago Negro, Nott nos dejó muy en claro su postura a todos: el no moriría por ninguna causa que no fuera la suya.
¡Hola! La cuarta y penúltima viñeta de este pequeño fic. Gracias por llegar hasta acá, besos.
