Capítulo IV: Idiota
Lo que pasó después casi le hizo llorar.
Quinn estaba sobre ella sonriendo de la forma más linda que podía y que estaba destinado sólo para ella, con la luz del sol bañando su cabello.
Quinn al verla emotiva, se recostó en el suelo y cogió a Rachel para hacerle girar y que ella esté recostada sobre ella, acurrucada en su abrazo.
Quinn quería contenerla, abrazarle, sintiendo lo intenso que sintió Rachel, todo.
Quinn sabía que momentos así eran sagrados y que Rachel le daba mayor importancia, por lo que la contuvo con todo el amor que tenía, y justo cuando iba a hablar, Rachel se levantó con el entrecejo fruncido, cosa que confundió a Quinn, diciendo – eres una idiota.
- ¿Qué? – preguntó Quinn, Rachel no le respondió, ella se levantó y se echó a correr hacia el lado opuesto, en dirección a su novio.
Quinn se quedó ahí, muy confundida y hasta herida.
- Hey, hey, está bien – dijo Santana intentando abrazarle mientras Quinn se sacudía sollozando, ella no supo en qué momento había llegado ante ella.
Sintiendo su enorme confusión Santana se explicó – con Britt las vimos, Quinn jadeó indicio que iba a empezar a llorar – y pues que me he dado cuenta, tú la quieres como yo quiero a mi novia.
Quinn intentó correr de ahí, más Santana la tenía bien agarrada – Berry tiene miedo, es todo, nada de esto es tu culpa – le dijo abrazándole con Quinn cediendo y dejándose abrazar.
- Sé que soy una perra, pero no lo sería contigo en éste contexto, Berry está asustada.
- ¿Cómo lo sabes? – preguntó Quinn con una voz tan pequeñita, que Santana a pesar de ambas ser muy competitivas, sintió las ganas enormes de destrozar a Rachel por reducir a la poderosa Quinn Fabray a apenas un susurro poco elaborado.
- Porque ella te miró como yo lo hacía con Britt en sus inicios, y no digo que hemos visto todo, sólo el final, por lo que no tienes nada de qué avergonzarte ¿entiendes?
- Entiendo – dijo ella un poco más calmada, Santana limpió sus lágrimas con la manga de su remera.
- No insistas, ese es mi consejo, sé que tú lo tienes claro, pero parece que Berry no, así que no insistas y más al estar todos encerrados en la puta cueva.
- Vale – replicó ella y con ello Santana le besó y Quinn le empujó quejándose – Santana ¡
- ¿Te gustó?
- No.
- Bueno, está claro entonces, eres Berry sexual, felicitaciones mi querida torta – dijo sonriente como si fuera la mayor conclusión de la historia poniéndose de pie, estirando una mano para que ella lo tome.
- "Berry sexual" – pensó Quinn, no estaba mal, ella sonrió por ello, dejándose levantar por Santana, ambas regresaron hacia dónde estaban todos.
Brittany corrió a por Rachel al verla escapar, pero no tuvo tiempo de consolarla, ya que Rachel había corrido hacia su novio, al que estaba besando con mucha intensidad.
Brittany las vió, varios las vieron y más importante, Santana que venía con Quinn, ambas cogidas del brazo, también las vieron, Quinn sintiendose como si le hubieran dado un puñetazo sobre el corazón, sintiendo un dolor sordo y punzante.
Brittany volteó a ver a Quinn a quién abrazó susurrando para que sólo ella y su novia pudieran oír – Rachel está confusa, dale su espacio y no te atormentes por lo que pase entre ella y su novio. Dale su espacio – le repitió – y tú toma el tuyo para serenarte, tranquilizarte, que todo va bien, ¿vale?
- Vale – replicó Quinn con una pequeñita sonrisa razonando su situación: Rachel tenía novio, ella le había besado y Rachel había tenido un orgasmo sólo por su estimulación, Quinn sonrió aquello era genial, Rachel se había asustado por lo que sintió, ya sea por besar a una mujer, por ser ella, o por no ser su novio, el engañar no estaba en su código y Quinn lo comprendía, aquello le quitó la sonrisa.
Quinn sabía lo que sentía y desde Beth, ella se había hecho un juramento firme, ser real, ser ella al 100%, ser feliz, estar bien, para poder estar en la vida de su nenita, Quinn no se iba a ocultar. Así era su situación.
En cambio, para Rachel, la situación era otra. Ella quería la fantasía de novio quarterback, el romance de Hollywood, su carrera, su éxito y más. Por lo que "engañar a su novio con su exnovia" no entraba en su panorama.
Quinn así entendió que Rachel estaba muy confundida, por lo que hizo un juramento con ella para no presionarle.
Todos tenían distinto ritmo, ella iba a esperar, ya que la recompensa era muy buena, Rachel en todo su esplendor.
Ese pensamiento le hizo sonreír, así durase un segundo su sonrisa.
Quinn llegó de la mano de Santana y Brittany, intentando ocuparse para no pensar o ver a Rachel, de ese modo ella dándole espacio.
En cambio, Rachel interpretó todo lo opuesto, Quinn le ignoraba, eso le causó un dolor sordo en su pecho.
Dolor que le hizo ser impetuosa.
De camino a ordenar todo en los carros y subirse para continuar su camino, Quinn pisó barro, estancándose y hundiendo su pierna, al momento de ella esforzarse y liberar su pierna se estancó la otra, Quinn se siguió esforzando y con ello se cayó de cara al barro, todos rieron, incluida ella, Puck y Matt le ayudaron a sacarle del barro.
…
Mr Schuester subió a la miniban con Artie, Mercedes, Kurt, Blaine, Tina y Mike y continuaron su camino, detrás venía el resto repartidos en dos autos, Quinn iba a manejar el suyo con Santana y Brittany en él, cuándo llegó muy enojada Rachel.
- Déjenme con Quinn ahora ¡ - exigió Rachel dando una pisotada al suelo.
Santana estaba lista para mandarle a la mierda, pero su novia decidió llevarle – tienen que hablar amor – le pidió y viendo tan cabreada a Rachel y tan confundida a Quinn, al menos supo que algo sí que tenía que decirse.
Quinn se subió al lugar del conductor y Rachel al del copiloto.
Ella empezó a conducir y aunque Rachel lucía muy enojada, por cinco minutos todo fue bien hasta que Rachel inició – para el carro ¡ - gritó y Quinn se sobresaltó del susto deteniendo el carro a un lado de la carretera. Finn que iba delante, también se detuvo al ver a Quinn detenerse.
- ¿En serio quieres ir ahí? – preguntó Santana al verle querer descender del auto.
- Claro, es mi novia – refutó él.
- Berry está enojada – observó Santana que le veía agitar los brazos y divagar.
Finn se detuvo de ir allá, no quería ser parte de eso – será que Quinn se lo merece – dijo desestimando el tema.
- Hey, ¿por qué se detuvieron? – preguntó Mr Schuester a cien metros de ellos, también deteniendo el auto, comunicándose con Finn por medio de una llamada celular.
- Algo con Rachel y Quinn profe.
- Oh vaya.
- Yeahhh parece que va a demorar.
- Casi son las 11 am, chicos no demoren mucho, debemos aprovechar el tiempo, para salir de la cueva máximo por la tarde, me voy adelantando.
- Ok profe.
- Al bifurcar el camino, hacia la derecha Finn.
- Listo profe – replicó cortando la llamada, casi todos ellos mirando hacia dónde estaban las chicas discutiendo.
Santana iba a decir algo ingenioso y sarcástico, su novia le pidió que no, con la mirada y ella asintió besándola, Santana con una gran sonrisa embobada de lo enamorada que estaba, sus amigos sonrieron, ambas habían pasado por mucho antes de llegar a ese punto.
Rachel y Quinn seguían discutiendo, Finn decidió esperarles, ya que se podían perder y aún viendo a su novia con gestos enojados, agitando los brazos, supuso que estaba gritando, desde esa distancia no podía escuchar nada.
- Con verla así tengo suficiente, mejor Quinn que yo – se dijo a sí mismo, pensando que, si su novia iba a regañar a alguien, mejor que fuera a Quinn qué él.
Santana y Brittany se miraron pensando en aquel comentario, comunicándose en silencio con la mirada.
…
- ¿Y ahora por qué me gritas?
- Porque me has estado ignorando ¿qué sucede? – preguntaba gesticulando mucho.
- No te ignoro, te doy tu espacio.
- Me ignoras ¡ Ahhh ¡ - golpeó con sus manos muy suave el hombro de Quinn.
- Auuuuu, oh para ¡ - pidió ella bloqueándole con sus brazos.
- No vas a regresar a viejos patrones, no puedes ignorarme.
- No te ignoro y ya deja de gritar, que te estoy escuchando.
- Quinn – replicó muy suave y Quinn bufó, verla triste y apagada era peor que verle gritando.
- Rach, yo te hice el amor.
- Tú me diste un orgasmo – refutó muy roja.
- Pues eso, te di un orgasmo y te hice el amor, ambas, y me llamaste idiota y te fuiste – dijo y ambas se quedaron en silencio mirándose - pensé que querías espacio o que se yo – siguió Quinn triste porque Rachel le hizo sentir así al dejarle.
- Lo siento mucho – se disculpó Rachel – sólo…
- ¿Sólo qué? – Quinn esperó un momento y cómo Rachel no habló, ella siguió - vamos, puedes decirme lo que quieras, no debes tener miedo, yo era un idiota en el pasado, ya no lo soy, no hay forma de que te haga daño y ría por ello.
- Me asusté vale. Me asusté – dijo mirándole a los ojos con esa sinceridad abrumadora que aterraba a Quinn, cómo si ella en cualquier instante dijera que no lo quería hacer más y listo, adiós.
- ¿Te asustaste de lo que hicimos? o ¿te asustaste porque era yo?
- Ambas. No quiero que te alejes de mí Quinn, eso me daría miedo.
- No me alejaré de ti – replicó Quinn, ella no podría hacerlo, Rachel significaba todo para ella – sólo quiero señalar, que no soy una idiota.
- No lo eres, lo siento.
- Te hice el amor, aún sin llegar a la tercera base – replicó rojita como tomate y Rachel asintió igualmente – lo sentí, por eso lo hice y te cobijé en mis brazos porque así lo sentí, no por experimentar ni nada de eso.
- Lo sé.
- Bien.
- Bien – replicó Rachel no entendiendo como para Quinn fue tan orgánico hacerle sentir amada y una tremenda intimidad, de lo que había sentido a Finn ya pasado mucho tiempo.
- Si no quieres que lo haga, no lo hago, ya está – añadió Quinn con un gesto nervioso que compartió Rachel.
Quinn entonces dio por zanjado el tema, por ese momento, encendió su carro y le hizo una seña a Finn para que arranque y ella seguirle.
Pasaron entre ambas minutos incómodos, hasta que Rachel puso una canción en la radio y le invitó a cantarla.
Quinn le siguió, decidiendo darle su espacio tal cómo le había pedido Brittany, teniendo ella la enorme esperanza de que Rachel pueda compartir sus sentimientos.
…
Pasado unos quince minutos o poco más, al bifurcar el camino, Finn giró hacia la izquierda y Quinn le siguió, aquello marcó la diferencia.
…
Cumplida la media hora desde el lugar de desayuno en la carretera Mr Schuester llegó a la cueva, él aparcó en el estacionamiento junto a otros autos – llegamos chicos – mencionó, Tina, Mercedes, Kurt, Blaine y Mike ayudaron a Artie a bajar.
- Vamos preparando todo, mientras esperamos a sus compañeros chicos – pidió el profe, pensando que los chicos podían demorarse talvez por lo ocurrido entre Rachel y Quinn y todos asintieron, Kurt y Mercedes yendo a la tienda de recuerdos para comprar un snack y una bebida, el día estaba caluroso.
…
Cumplida la media hora Finn seguía conduciendo y Quinn detrás – ya deberíamos haber llegado o por lo menos estar cerca – musitó Brittany mirando el camino.
- Talvez Mr Schuester midió mal y era más lejos.
Finn trató de llamarle o escribirle un mensaje, más ninguno tenía red disponible, ante ellos estando rodeados de un bosque frondoso, pensaron que podía ser por eso el no poder comunicarse.
Finn siguió conduciendo y Quinn también.
…
Cumplida la media hora de esperar a los chicos, ellos no llegaban y Mr Schuester no podía entenderlo - ¿Tanto han discutido las chicas? - se preguntó.
- Chicos, supongo que Finn ya vendrá con todos los chicos, vamos avanzando a por la cueva, ellos al llegar nos darán el alcance, nos llamará al celular seguramente – dijo no entendiendo porque ninguno de los chicos atendía, más al pensar que Finn era responsable, en su mente, equiparando a Rachel, sabía que le darían el alcance.
Todos se pusieron sus mochilas a bordo, y con el guía que les esperaba, Kurt, Blaine y Mike se turnaron para ayudar a Artie a descender con la silla.
La entrada de la cueva era amplia y había pasadizos de igual envergadura para cruzar, al igual que estrechos.
- Disfrutemos de la expedición – pidió el profe, todos con cascos igual, guantes, radios, linternas, sogas, etc.
Su reloj marcaba más del medio día.
…
- Esto es raro – susurró Quinn a Rachel.
- ¿Qué parte? – preguntó divertida y Quinn volteando sus ojos divertida le regaló una pequeñita sonrisa muy linda, una diseñada para Rachel, una que ella amaba.
- Ya pasó más de una hora, debimos llegar ya y nada, eso es lo raro.
- Eso y la señal.
- Yep – el lindo leoncito honorario, suspirando cuando Rachel le acomodó un mechón de cabello detrás de su oreja derecha.
- Eres hermosa – susurró Rachel mirándole como una maravilla mundial.
- Rachhhh – se quejó ella adorablemente y Rachel le arrulló, Quinn era encantadora cuando quería.
Y como Quinn estaba sonriendo tan lindo, ella le besó la mejilla sonriendo enorme, una sonrisa marca Berry antes de acomodarse en su asiento y seguir cantando.
Pasados los quince minutos, Finn se detuvo en una pampa, el resto era lecho rocoso.
Ante ellos a la distancia, se evidenciaba una entrada en la base de una montaña.
Finn, Matt, Sam, Puck, Santana, Brittany, Rachel y Quinn se bajaron de sus autos mirando aquella cueva, algunos intentaron comunicarse con el profe, pero no había señal todavía.
- Parece, mejor dicho, no se parece a lo que decía el profe – dijo Brittany pensando en el viaje idílico, con guía, señalizada, etc, que el profe había dicho, eso más bien parecía algo muy turbio.
- Muchachos, talvez sea una broma y ellos estén dentro, vámonos – pidió Finn y todos razonaron que sí, el profe talvez se las había jugado y estaba dentro.
Todos cargaron sus mochilas, con cosas y lo necesario esperaban, que llegasen a usar para esa tarde.
Finn tomó la mano de su novia y con una sonrisa torcida, se encaminaron hacia la cueva, Quinn recelosa iba detrás, no sólo por su relación, sino porque esa cueva le daba mala vibra y podría apostar su vida que a Santana también, que la miraba preocupada.
- Finn espera – pidió Quinn para que Rachel no entre primera como Finn quería hacer.
Todo era incierto, de ahí el miedo de Quinn, más allá de su claustrofobia misma.
- Espera – insistió Quinn, pero Finn no le hizo caso – Rachel detente ¡ - le gritó al borde de la entrada.
- ¿Pero qué carajo te pasa? – preguntó Finn volteando enojado, pensando que ambas seguirían discutiendo, cuando él sólo quería reunirse con su profe.
Rachel estaba entrando primera, Quinn corrió para alcanzarle, y ni bien ella iba a dar el primer paso, Quinn la cogió con ambos brazos y le giró, para ser ella la primera.
- ¿Qué haces? – preguntó o eso estimó Quinn iba a preguntar Finn, ya que para cuando ella dio el primer paso dentro de esa muy oscura cueva, ella pisó el vacío y cayó por el con un grito que escarapeló a todos?
