Disclaimer: Salve J.K. Rowling y su potterico mundo.
Este fic participa en el Reto #55: "No hay dos sin tres" del Foro "Hogwarts a través de los años".
II
Lysander Scamander
"Mi señor, le responderé asombrado:
Medio dormido, medio despierto; pero de momento, lo juro,
no puedo decir con certeza cómo llegué aquí."
…
Contempló sus pies descalzos seguido del clarear de la mañana. Removiendo con los dedos de sus inquietos pies la hierba, pudo percibir la frescura del rocío. Aquello resultaba muy placentero de no ser por el inequívoco hecho de que no tenía idea de donde se encontraba o en qué momento había salido de su cama y atravesado los jardines.
Me he olvidado de dejarme los zapatos encima-pensó quedamente el chico mientras la brisa le revolvía los rubios cabellos. Su madre se lo había recordado depositando un beso sobre su frente al despedirse.
Admiró pues el lugar en el que se encontraba. Un invernadero de cristal se alzaba ante él. Lysander alargó el cuello y pudo apreciar matas de mandrágoras recién trasplantadas, aunque en efecto no eran las únicas especies que habitaban el lugar ciertamente recordaba la primera vez que su padre le había enseñado una.
— Oye tú —. Dijo una voz emergiendo de alguna parte. — Muchacho ¿Qué haces aquí?
El chiquillo pestañó un par de veces antes de responderle con sinceridad.
— Mi señor, le responderé asombrado. Medio dormido, medio despierto; pero de momento, lo juro, no puedo decir con certeza cómo llegué aquí.
El profesor Longbottom casi pareció extrañado.
— ¿Cuál es tu nombre?
El niño pareció meditarlo por un momento evaluando si decirle o no. No recordaba haberlo visto en la selección de casas. Pensó en su abuela diciendo que no se acercará a extraños sin importar lo que sus padres dijeran o las criaturas que siguieran.
Un leve rayo de sol ilumino el rubio cabello del hombre que le preguntaba. Y algo en el tono de su voz le resultaba reconfortante. Quizás solo era producto del frío que comenzaba a pasarle factura. Lysander podía no saber lo que la intuición significaba plenamente pero sabía que podía confiar en la suya.
— Lysander Scamander Lovegood.
Neville se descubrió sonriendo cálidamente mientras observaba al niño de cabello rubio esponjoso, ojos sonrientes y aura tranquila que se encontraba frente a él.
Podía recordar con claridad la última vez que lo había visto, con escasos cuatro meses de existencia junto a su gemelo en brazos de su madre. Aún traía el pijama puesto y desde luego no estaba usando zapatos.
— Llegas un tanto temprano.—. El muchacho lo observaba con curiosidad. —Nuestra primera clase de herbología no será sino hasta mañana y es en el invernadero número uno-dijo señalándolo mientras Lysander lo seguía con la mirada.
Le tendió una mano al mismo tiempo que sus labios deslizaban las palabras profesor Neville Longbottom.
— Vamos Lysander, te conseguiremos unos zapatos.
445 palabras.
Si bien Neville es un buen amigo de Luna y seguramente mantienen esa amistad (Qué incluso extenderían a sus hijos) me apetecía mezclarlo con Lysander y esto ha resultado.
¡Saludos!
