Disclaimer: Eichiiro Oda imaginó un universo maravilloso en One Piece, yo solamente soy una ficker que inventó otro universo para esta historia.
Ocean eyes
…
Capítulo 2: La fuerza del océano
Había descubierto que una vez cada seis meses, el acuario hacía un mantenimiento exhaustivo, abrían y cerraban compuertas que daban directamente al mar para abastecer al tanque mayor con agua fresca, además de que aprovechaban esos momentos para incorporar más especies a la gran colección del lugar. Era un sistema complicado que a Sanji le costó muchísimo trabajo comprender, y a pesar de que tenía un millón de dudas, sabía que era la única manera de sacar a su amigo de ese lugar.
Faltaba una semana para el suceso y todo estaba prácticamente planeado. Para un pez común, sería imposible escapar del sitio, sin embargo, dado la velocidad y destreza de Luffy en el agua, confiaban en que podrían lograrlo, todo dependía en coordinarse y ser extremadamente claros en las señales que habían pactado.
Nuevamente se sentó en el lugar de siempre, como cada noche esperó que las luces se apagaran y tras unos minutos, esa preciosa luz de colores fue apareciendo junto al muchacho de cabellos negros y sonrisa encantadora, miró a Sanji y enseguida su expresión cambió a una de preocupación. Esa noche, el joven conserje fue prácticamente obligado a irse a dormir, había pasado dos semanas desde que había conocido al chico y en el transcurso de esos días, apenas había dormido unas cinco horas en total, todo por planificar el escape. Luffy lo había mirado con extrema preocupación, con esos ojos que transmitían toda la fuerza y hermosura del mar, tan transparentes, tan llenos de vida, tan… Simplemente no pudo negarse, no podía…
Sanji giró en su cama sintiendo un gran vacío en su pecho, como si algo le estuviera faltando en ese momento, cerró los ojos y empezó a dormitar sin dejar de pensar en Luffy, guardando dentro de sí un ansia incontrolable por abrazarlo, por poder acariciar su cabello y besar los pequeños surcos que se formaban en el rostro del joven cuando le sonreía. ¿Qué le estaba pasando? En sus veinte años no había conocido a alguien que lo hiciera sentir de esa manera, se vio turbado al sentir como su corazón empezaba a acelerarse y sintió unas ganas irrefrenables de llorar. ¿Estaba enamorado? No podía explicarlo de otra forma, llevaba días sintiéndose de esa manera, deseando que llegase la noche para compartir con el chico, refugiándose en sus cálidas sonrisas y manteniendo conversaciones simplemente con señales. Giró nuevamente tratando de convencerse de que no era cierto lo que estaba sintiendo, sin embargo, se imaginó a sí mismo saltando hacia el mar para nadar junto a Luffy entre los corales, jugando con los peces mientras se veía envuelto en ese brillo que el muchacho emitía cada noche para alumbrarlos en la oscuridad. No supo en que momento, pero se quedó dormido tan profundamente que solamente el sonido de la alarma general lo pudo despertar.
Se sintió extrañado, generalmente solía despertar antes del aviso que daba el acuario a los trabajadores, así que se puso de pie un tanto confundido y se dispuso a trabajar.
Estaba distraído, tratando de poner en orden sus pensamientos, tratando de descifrar lo que en verdad sentía con respecto a Luffy. Quizás solamente estuviera confundido o tal vez sería la emoción por el escape, quizás sería porque desde hace mucho tiempo no se encontraba tan feliz y animado, de hecho, ni siquiera cuando había llegado al "All Blue" pudo experimentar lo que le estaba pasando. Si, solamente estaba confundido por el aura agradable y cálida del muchacho.
Carcajeó sin importarle que los turistas lo miraran extrañados y siguió limpiando con el corazón desbocado, esperando a que la noche cayese, esa vez no se dejaría ganar tan fácil y se quedaría junto al estanque.
La semana pasó rápidamente y estaban a tan solo unas horas de llevar a cabo su plan. Era lunes por la mañana y el personal a cargo del mantenimiento de los tanques estaba realizando todos los preparativos para el gran evento que significaba hacer correr el agua y dado que ese día habían cerrado el acuario para poder realizar todas las tareas sin inconvenientes, la gente encargada del aseo tuvo el día libre. Sanji había dado aviso a las autoridades que debido a su condición de extranjero no tenía a donde ir y tampoco le interesaba salir, así que consiguió un permiso especial para quedarse en el acuario. Tenía todo el día para recuperar fuerzas, esto porque la mejor hora del día para llevar a cabo el plan era al anochecer, cuando todos estuvieran cansados y la luz fuese escaza. Tendrían apenas treinta minutos para el escape, y tanto Luffy como Sanji, estaban confiados en que todo saldría bien.
A las seis de la tarde, Sanji abandonó el sector de las habitaciones, sabía que el lugar estaba desierto, al menos lo había corroborado decenas de veces ese día, sin embargo, decidió ser lo más cauteloso posible. Mientras caminaba hacia su posición para ayudar a Luffy en el escape, una sensación extraña se anidó en el corazón del rubio, fue como una punzada, un dolor extraño, una inquietud que le robó el aire por algunos segundos. Conocía ese sentimiento a la perfección, era tristeza ante la inminente despedida y por un momento quiso traicionar a su amigo, mentirle, echar a perder el plan y mantenerlo en el acuario hasta la próxima vez, pero sabía que eso era demasiado egoísta, fue en ese preciso momento en el que aceptó sus verdaderos sentimientos, no era normal el desear besar a alguien tan intensamente, tampoco el imaginar una vida bajo el mar, sabía que todo eso era imposible y por más que quiso mantener aunque sea una mínima esperanza, supo que lo único que podía hacer como la mayor muestra de afecto, era liberarlo. Empezó a correr mientras trataba de tragarse las lágrimas que amenazaban con fluir y quiso, por última vez, ver a su amigo.
Llegó al salón principal, y a pesar de estar desierto, sentía que corría algún tipo de peligro, dio la vuelta resignado, quizás Luffy estaría ya en la compuerta inicial, escondiéndose entre los metales y las rocas del lugar junto a la amiga que en un principio había querido salvar.
Pudo llegar a tiempo a su posición. Era un lugar desolado, pero desde el cual podía tener total control de los movimientos de los encargados. Sabía que Luffy podía solo con el escape, sin embargo, Sanji estaba allí para asegurarse de que nadie descubriese al muchacho ni a la tortuga, sería problemático que alguien pudiera verlo, conociendo a la raza humana, seguramente irían tras él y tratarían de capturarlo, a él y a los de su especie para tenerlos en el acuario, solamente quería ahorrarle ese problema a su amigo.
Se quedó parado al borde del acantilado que se encontraba al otro extremo del acuario, esperando el destello que le daría Luffy para avisarle que estaba listo y él lo iría guiando con respecto a la posición de los guardias y mientras trataba de ajustar su visión a la oscuridad, unas pequeñas gotas de lluvia empezaron a caer para convertirse en el inicio de una tormenta. El viento, la lluvia y las olas empezaron a desestabilizar al rubio, y precisamente en ese momento, unas luces de colores empezaron a titilar a la distancia, era Luffy, quien al notar que Sanji corría peligro, trataba de comunicarle que se apartara del lugar.
Una serie de eventos desafortunados tuvieron lugar aquella noche. Sanji creyó que esa era la señal que estaba esperando y empezó a prender una pequeña linterna apuntando hacia el lugar al cual debería dirigirse Luffy, sin embargo, una ola gigante alcanzó al rubio haciendo que cayese directamente hacia las rocas del peñasco y luego al mar, tragó una gran cantidad de agua salada, tanto que su garganta empezó a doler, el malestar punzante en su cabeza se fue agravando y poco a poco fue perdiendo las fuerzas que tenía para empezar a ahogarse.
El joven de cabellos negros ahogó un grito de desesperación al ver al rubio caer, se sintió impotente, las compuertas aún no estaban abiertas y temió no ser capaz de llegar a tiempo, miró a su amiga, y con un gesto, la misma le hizo entender que no era necesario que la sacara del lugar.
La desesperación estaba llegando a su fin, quizás era como un mecanismo de defensa desarrollado por el cerebro, pero el dolor ya no existía, era como si de pronto hubiese encontrado una paz infinita y todos los problemas hubiesen desaparecido para siempre. Los cabellos rubios bailaban de un lado a otro siguiendo el movimiento del agua y la sangre mientras sus ojos, poco a poco se iban apagando. Solo le quedaban segundos de consciencia antes de ceder ante la muerte y en lo único que pudo pensar antes de que las profundidades del mar lo engulleran, fue en los momentos que había vivido en el gran acuario de la ciudad.
Extendió su mano hacia arriba mientras su cuerpo se iba hundiendo, y antes de su muerte, pudo ver esos hermosos ojos brillantes que le recordaban al mar.
…
El aroma exquisito del restaurante despertaba el interés de turistas y locales, y aunque no era demasiado grande, podía notarse la dedicación y empeño que le había puesto su dueño. Claro, como en todo negocio exitoso, corrían rumores turbios, y más aún cuando se trataba de un extranjero que de la noche a la mañana había conseguido lo que muchos hubiesen querido.
Habían pasado seis meses desde el incidente, y los periódicos de la ciudad se habían interesado inmensamente en la noticia:
Joven trabajador del "All Blue" casi muere ahogado por la negligencia del acuario.
Según los informes dados a la policía, el acuario, a pesar de ser el más grande del continente, podría estar siendo demandado por la falta de organización y medidas de seguridad ante un innecesario acto de vanidad al momento de reabastecer de agua los inmensos tanques en donde se albergan a las más variadas especies marinas de todo el mundo…
Se sacó el mandil de chef y le encargó el lugar a uno de sus mejores trabajadores. Salió del restaurante y caminó por el puerto mientras recordaba que había despertado en la camilla de un hospital, con uno de los gerentes rogándole que no interpusiera una demanda y a cambio le daría lo necesario para que pudiese vivir cómodo el resto de su vida, después de todo, no podía permitir que alguien quisiera tomar ventaja debido a un mísero accidente. Prendió un cigarrillo mientras miraba a lo lejos al acuario en donde había empezado todo, llegó a una de las bancas del gran malecón de la ciudad para sentarse, miró hacia el horizonte y se preguntó si esa conversación que recordaba había sido real.
—¿Lo puedes salvar?
—Creo que sí, aún no es demasiado tarde ¿En verdad quieres eso? ¿No preferirías que venga con nosotros al fondo del mar?
—Tiene un sueño que cumplir, y lo amo demasiado como para actuar solo por egoísmo.
Le pareció ver a un pulpo antropomórfico de tentáculos negros conversando con un Luffy que brillaba muchísimo más que cualquier otra noche, las voces de ambos llegaban directamente a su cerebro, y aunque pudo haber pensado que todo lo que había visto esa noche se debía a que estaba a punto de morir, prefería pensar que Luffy había priorizado los sueños de Sanji antes que su propia felicidad.
Si hubiese podido le habría dicho que su sueño era quedarse junto a él, pero las cosas no habían resultado de esa manera, así que lo mínimo que podía hacer era vivir su vida como lo hubiese querido Luffy, eso sí, cada dieciocho de cada mes, iba a ese lugar, le parecía sentir a lo lejos una presencia que lo observaba con esos ojos que le recordaban al mar.
FIN
Estoy llorando maldi-tasea XD.
Dita me va a matar por haber hecho un final de este estilo, sin embargo, tengo muy buenas noticias.
Vamos por partes. Generalmente hay historias que concibo de mil maneras dentro de mi cabeza, a veces tardo días en decidir qué rumbo, de los miles que he planeado, va a seguir el escrito y al final, logro escribir algo que me deja satisfecha, pero con este fic fue muy diferente, quería que tenga diversos finales, quería que tomase varias rutas al mismo tiempo, pero es imposible ¿o no?
Recientemente descubrí la manera de hacer historias interactivas, es decir, puedes tomar diferentes caminos conforme vas leyendo el fic, eso depende de las decisiones de cada persona y creo que en parte, mi mente no pudo aceptar que esta historia solamente tuviese un final.
Estuve conversando con Kummy sobre todas las variantes del fic, sobre todos los caminos que podría tomar y le dije que no sabía que final elegir para plasmarlo como el principal y me dijo "haz algo diferente, tus historias terminan muy bien o muy mal, dale un final abierto" y eso es exactamente lo que traté de hacer (Así que toda la culpa es de él que me hizo inclinarme por esta última parte).
Y bueno, como dije antes, este fic va a tener su versión interactiva, calculo que podré estarla subiendo para la siguiente semana de haberse publicado este fic, todos los links van a estar en mi página de Facebook "Chisheccid fanfics", aprovecho a decir que el sorteo que estoy organizando por los 100 seguidores va a estar abierto unas semanas más, hasta finales de julio.
Si llegaste hasta acá, mil y un gracias por haberte comido las notas finales más largas en la vida del fanfiction (exagerada me dicen) y bueno, nos vemos en un siguiente proyecto.
