Saludos queridos lectores!

Les traigo la continuación de esta historia que espero les sea divertida.

Este capítulo corresponde al Día 29 BDSM Junio 2021. Cabe aclarar que tuve que mover algunos días para el orden de los capítulos, así que no se sorprendan cuando vean que el tema de la continuación de la historia, es de un día anterior al 29.

Sin más, los dejo con la historia n.n


Sasuke había visto muy sospechosa a Karin desde que volvió del llamado de Kakashi, pero no le dió mucha importancia porque ella solía comportarse así cuando tenía un plan que involucraba a los dos. Ella pensaba que él no se daba cuenta, pero el azabache lo notaba porque ella solía comportarse más complaciente de lo habitual con él.

Los planes de la chica no siempre eran de su agrado, pero no tenía caso hacerla hablar porque sin importar si se enteraba o no, cuando ella tenía algo en la cabeza, era muy difícil hacer que lo olvidara. Por otro lado, esa era parte de su personalidad y aunque jamás iba a admitirlo, esa incertidumbre de cuando ella planeaba algo, le gustaba porque le daba misterio a la relación y confiaba en la prudencia de su novia. Eso sí, jamás le haría saber que pensaba eso, porque sería alentarla a un sin fin de planes.

Es decir, si, le gustaba que ella sacara alguna idea alocada de vez en cuando aunque no todas la agradaran, pero animarla a ello desataría su creatividad y el Uchiha también necesitaba tranquilidad. Por eso la relación funcionaba, porque había un equilibrio entre la locura de la chica y el sosiego de él.

Bien, quizá aquella ocasión en el campo de entrenamiento no podía llamarlo prudente ni tampoco que él hubiese sido muy sensato al aceptarlo, pero tampoco podía decirse que fuera tan arriesgado cuando ella percibió los chakras de los genin con demasiada anticipación, de modo que nadie nunca sospechó y el único mal provocado, era que él había tenido que aguantarse la incomodidad que sintió en su entrepierna, hasta que llegaron a casa a concluir la tarea.

—No creo poder venir a comer, hoy tengo que hacer unas pruebas en el hospital —decía Karin mientras la pareja se preparaba para salir a trabajar.

—¿Te llevo algo? —propuso él a pesar de que sabía que aquello era algo que se acababa de inventar, de lo contrario se lo habría dicho desde el día anterior durante la cena.

—¡No! No te molestes… —trató de disimular su alarma— Como es algo planeado, ya se hizo un pedido a domicilio para el equipo —mentía lo mejor que podía tras su arrebato— Estaré bien.

Y Sasuke no insistió. No tenía caso seguir preguntando cuando sabía que ella insistiría en inventarse cualquier débil excusa para seguir guardando sus planes, evadiría las preguntas o terminaría enojada o fingiendo un enfado para librarse del tema.

Por otro lado, Karin creía que él no sospechaba nada, pues su chakra permanecía tranquilo y se fue muy confiada a trabajar. Ella iba a usar su hora de comida para ir a recoger el pedido que tenía para la noche y se las ingenió para que Sasuke, que usualmente llegaba primero a casa cuando no tenía misiones fuera de la aldea, llegara después que ella. Eso último había sido algo difícil, pero logró convencer a Sakura para que la ayudara a entretenerlo un rato a cambio de decirle qué cosa había pedido Naruto que le guardaran cuando ella se mudó con él.

De las tres agrupaciones que Karin hizo de aquellas revistas, ella iba a usar la primera "hombre dominante" esa noche, ya que era algo común que Sasuke aceptara, pero obviamente, esa oportunidad no era para algo común, así que eligió darle un toque diferente con un tema que la revista llamaba "romantic bondage", un concepto que el autor proponía para llamar a una práctica suave del BDSM.

Esa práctica era diferente del BDSM porque era más bien dominación sobre la pareja sin llegar a lastimarla. Era atar al otro sin sadomasoquismo ni bondage, sino exclusivamente para dominar. Se sugería el "romantic bondage" para los principiantes del BDSM y era perfecto como propuesta para que Sasuke no se retractara fácilmente. Una vez introducido, quizá podrían probar algo más atrevido después.

Karin llegó a su casa dispuesta a atarse ella misma con unas cuerdas especiales que había comprado. Eran resistentes pero suaves al tacto y eligió unos nudos que jugaban con su cuerpo haciendo formas complejas en él que si bien no era un diseño sugerido para principiantes, ella se sentía con suficiente confianza para intentarlo. Después de todo, ella había sido seguidora de Orochimaru y carcelera, así que tenía algunas experiencias con nudos.

Si, ella podría atarse a sí misma y si bien quizá no podría lograrlo al punto de inmovilizarse por completo como era el objetivo del romantic bondage, si podría lograrlo lo suficiente para darle la idea a su novio y que él terminara el trabajo cuando la viera en la cama.

Para el gran momento, ella ambientó la habitación con algunas velas y se perfumó con el regalo que él le había dado, también le dejó a la vista algunos artículos para que experimentara con ella como hielo, plumas y esas cosas. Sólo tenía que atarse a sí misma para esperarlo en la cama y tuvo que apresurarse a ello cuando sintió su chakra dirigirse a la casa.

Karin dio una última y rápida leída a la revista con instrucciones de los nudos y la guardó debajo de la cama para aplicárselo ella misma. No quería que Sasuke viera la revista y ya había estudiado los nudos un par de veces.

Una de las cosas que Sasuke odiaba, era que tanto Naruto como Sakura lo metieran en medio de su relación, es decir, él no tenía por qué explicarles por qué el otro hacía estupideces o por qué no les decía cuando el otro cometía alguna falta si él lo sabía. Como aquella ocasión en que Sakura lo entretuvo preguntando por qué no le dijo a ella que Naruto le había pedido guardar una caja cuando se mudó con él y le suplicaba saber lo que contenía.

Cuando Sasuke mintió, porque al menos podía mentirle a todos los demás, que no sabía lo que había, ella insistió para que la dejara ver la caja y parecía que ella no se le despegaría hasta que aceptara. Por fortuna, y quizá por primera vez, se sintió aliviado cuando Naruto llegó y supo lo que Sakura quería saber y si bien el rubio le reclamó al azabache por dejar que la pelirosa se enterara del favor, él pudo librarse con algo muy simple "la vio Karin y no había manera de ocultarle una caja tan grande".

Naruto quiso recordarle su trato, pero Sakura se lo llevó para pedirle explicaciones a lo que Sasuke aprovechó para ir a su casa. Además, él ya había dejado las cosas claras con Karin y el Uzumaki ya no tenía armas en su contra… bueno, aún seguía siendo su supervisor, pero mientras las misiones fueran dentro de la aldea, sería manejable.

Irritado por haber sido involucrado en la disputa de sus amigos, Sasuke olvidó que su novia maquinaba algo y aunque desde el principio él desconocía cuándo era que ella lo revelaría, no pensó en ello mientras caminaba a casa y al llegar, se dirigió a la habitación para tomar un baño.

—¡No! —chilló Karin y el azabache se puso en alerta por lo que vio.

Al abrir la puerta, encontró a su novia enredada en una cuerda extraña. Ella estaba sobre la cama como peleándose con la soga y pensó que el grito era una advertencia de peligro, antes de actuar notó que ella... ¿estaba desnuda?

—¿Qué demonios…?

El nudo que la pelirroja había elegido había resultado más complicado de lo que esperaba y sin darse cuenta había quedado atrapada. Cuando sintió a su novio entrar a la habitación, ella gritó aterrada de que él la viera así, pues aunque esa práctica debía tenerla a ella inmovilizada, tal y como lo estaba, no era nada estético, por lo que era evidente que ella estaba más bien atorada y no quería que él la viera en un fallo como ese.

—No pasa nada —contestó Karin tratando de encontrar una excusa a esa extraña situación mientras veía a Sasuke acercarse con premura para ayudarla a librarse.

—¿Quién te hizo esto? —preguntó el chico furioso, pensando que la situación era peligrosa, pero mientras sacaba un kunai, porque la espada la había dejado en la sala, para ponerse en guardia y buscar al culpable, notó el extraño ambiente, no sólo por el arreglo de las velas, sino el aroma que la chica despedía.

Le había costado percibir el "ambiente romántico" al entrar a la habitación a causa del grito de la chica, la extraña escena y las luces tenues. Desde un principio sospechó de un secuestro y cuando la notó desnuda su mente pensó en algo aún todavía peor, pero no había nadie más que ellos en la casa y el que ella oliera a perfume, algo que sólo usaba en ciertos momentos especiales, le dió las pistas para entender que se estaba equivocando.

—No preguntes —pidió la chica que no quería admitir su fallo y el chico soltó un suspiro de alivio mientras usaba el kunai para liberar a su novia de las ataduras.

—¿Qué intentabas hacer? —preguntó el azabache, porque aunque era fácil saberlo ahora que había juntando todos los elementos, no se explicaba de dónde había sacado la idea.

—Hacía un experimento, pero olvídalo —suplicó ella tomando una almohada para cubrir su denudez, pues aunque no sentía pudor de su cuerpo frente a él, en ese momento era un reflejo de ocultar lo que verdaderamente le avergonzaba— No preguntes.

—No lo haré, pero no vuelvas a intentarlo —pidió el chico levantándose de la cama— Tomaré una ducha.

Karin asintió y esperó a que él entrara al baño para buscar su ropa y vestirse. Ella estaba avergonzada de no haber logrado verse sexy y principalmente por no haber logrado algo que esperaba que fuera fácil. Jamás iba a decirle a Sasuke lo que ella intentó en ese momento porque su orgullo como una de las mejores carceleras de Orochimaru, se vería afectado.

—¡No volveré a intentarlo! —exclamó frustrada y levantó a prisa todas esas cosas que había preparado para la ocasión para fingir que nada pasó y aunque le dolía que las cuerdas hubiesen sido cortadas, porque realmente habían sido caras, se juró que no volvería a usar algo más largo que una corbata para un juego de ese tipo.

Mientras tanto, Sasuke había decidido ir a ducharse para relajarse después del disgusto por la pelea de sus amigos y ahora la extraña situación con Karin, pero principalmente para darle espacio a su novia. Obviamente estaba muy avergonzada y era mejor dejar que se relajara que insistir en preguntar o se sentiría más incómoda. Además, él ya sabía lo que ella pretendía y se le escapó una sonrisa burlona porque la imagen resultaba graciosa.

A él no le apetecía ese tipo de prácticas y esperaba que ella no volviera a intentarlo, pero ¿Quién diría que una ex carcelera tuviera tantos problemas con unas cuerdas?

—¡No te burles Uchiha! —oyó la voz de Karin desde la habitación que seguramente había estado monitoreando su chakra, pero él no respondió y simplemente fingió que nada había pasado cuando salió de la ducha como forma de apoyo.


Debo confesar que aunque BDSM podría parecer que daría varias ideas, lo cierto es que yo no lograba concretar ninguna; incluso, ya había descartado el tema de mis planes porque nada venía a mi mente. Sin embargo, cuando empecé con nopor, las piezas encajaron solas y debo decir que me gustó mucho la idea de llevarlo a la comedia, especialmente con una Karin enredada pese a haber sido carcelara de Orochimaru. ¡Imagínense la verguenza de la pobre kunoichi!

Espero que esta parte la hayan disfrutado tanto como yo y sin más, los dejo con la respuesta a sus comentarios, los cuales, agradezco, pues anima saber si les divierte n.n

lixy: Linda, gracias por tu comentario. En efecto, NaruHina no daba para que Naruto insistiera en ocultar su pecadora caja y llevándolo a la comedia, las reacciones de Sakura encajan mejor n.n