Saludos queridos lectores!
Lamento mucho la tardanza pero les traigo el nuevo capítulo de esta historia. Este capítulo corresponde al Día 28 Lencería Junio 2021. Espero que les guste y si me es posible, hoy mismo subiré un capítulo más de esta historia. Si no lograra subirlo hoy, lo subiré el fin de semana n.n
Sin más, los dejo con este capítulo. Espero que la historia siga siendo de su agrado n.n
Después del fallido "romantic bondage", Karin estaba frustrada y muy avergonzada, pero no por ello había descartado el resto de sus planes. Claro que no, así tuviera que tragarse su orgullo, iba conseguir sacar el lado pervertido de su novio, así que la noche siguiente preparó la segunda agrupación: mujer dominante.
—En ésta no puedo fallar —se dijo a sí misma, porque la anterior más dependía de que él la sometiera y era algo que, dada la renuencia a las nuevas experiencias de su novio, sería difícil de lograr, pero con esta nueva categoría, ella sería la que dirigiera la orquesta.
Para su cometido, Karin repasó varias opciones, especialmente las de rolplay, porque ella había querido experimentarlo hacía ya un tiempo, el problema era que no se decidía por un tema.
La primera opción de las revistas sobre el rolplay era una foto de un jounin con su alumna genin. Una foto poco creíble a su parecer y no porque ella esperara que pusieran a los dos modelos con las edades que correspondían a la idea, sería absurdo solicitarlo así puesto que no sería rolplay sino pedofilia. Ella más bien pensaba en que entre tantas modelos, no entendía por qué ponían a la que tenía un número de copa difícilmente de alcanzar naturalmente.
Claro, aquella imagen no era precisamente de una mujer dominante, pero la idea de ser ella la jounin y Sasuke el genin era la opción que mejor encajaba. Empero, Karin descartó la idea cuando pensó que no funcionaría porque no creía que su novio fuera a acceder a disfrazarse ni a actuar como un adolescente y por otro lado, no había mucho de disfraz en la idea. Es decir, era un escenario ninja y ellos seguían siendo ninjas, no había mucha fantasía, y para acercarse a esa idea, podría funcionar en el campo de entrenamiento, pero ella no creía que él fuera a aceptar intentarlo de nuevo tan fácilmente.
Dió la vuelta a la hoja y la idea plasmada la descartó al momento porque se trataba de una policía sexy. Es decir, la propuesta era buena porque no tendría que convencer a Sasuke de ponerse un disfraz y aunque alegara, podría jugar a "el criminal está poniendo resistencia" o algo similar, pero sabiendo que en el pasado los Uchiha habían sido los encargados de la policía en Konoha, seguramente le traería malos recuerdos a su novio… o quizá buenos de la infancia, pero definitivamente no era cómodo relacionar nada de la familia como padres y hermanos en algo sexual.
Karin buscó varias propuestas más, pero siempre llegaba a la conclusión de que el Uchiha no aceptaría un disfraz tan fácil y también admitía que había algunos temas que a ella no le inspiraban erotismo.
Por fortuna, ella logró elegir una idea gracias al BDSM. Es decir, definitivamente no iba a usar cuerdas, nudos, látigos ni nada parecido, tampoco creía que Sasuke fuera a gustarle o al menos no en ese intento por darle empujonsitos fuera de lo tradicional, pero la lencería de las dominatrix era muy sexy y encajaba perfecto en "mujer dominante" sin necesidad de que él se disfrazara.
Emocionada, la pelirroja encontró varios modelos a elegir y aunque le gustaba la idea de ponerse un traje de cuero, lo descartó porque esa ropa iba muy ajustada y temió que fuera más difícil entrar en esa ropa de lo que parecía. Ya había aprendido algo con los nudos. Y por otro lado, el cuero facilitaba la sudoración, lo que se traducía en malos olores.
No, definitivamente trajes de cuero no eran una opción en esa ocasión, pero halló algo mejor: un traje con corset. ¡Benditos corsets! Una prenda sexy que podía ayudarla a resaltar sus curvas, y sobre todo, sus senos sin la necesidad de cirugías.
Compró un corset negro, unas medias con liguero, una pantaleta de encaje, unas botas altas de tacón de aguja y unos guantes negros largos. Cada prenda estaba pensada para conseguir una imagen sexy y dominante que pudiera impresionar al Uchiha.
Afortunadamente, aquella noche Karin llegó a la casa antes que Sasuke pues ahora no podría usar ni a Sakura ni a Naruto para entretener a su novio. Ellos parecían seguir peleando por el asunto de la caja, pues Sakura quería saber qué había como para escondérselo y Naruto no quería decirle.
Había que decir que el asunto de la caja despertó la curiosidad de la pelirroja y que Sasuke no estuviera temprano en casa le permitió considerar abrirla, pero Karin sabía que tenía poco tiempo para prepararse, así que decidió enfocarse en vestir su nueva lencería y preparar todo para esa noche antes de que su novio volviera. Ya husmearía la caja en otro momento.
Todo en la ropa de la Uzumaki iba bien, sólo tuvo algunos problemas con el corset. Resultaba que no era fácil ponérselo sola y tuvo que ingeniárselas para lograrlo. Eso sí, no podía decirse que quedó lo suficientemente apretado para levantar sus atributos a tope, pero al menos resaltaban más de lo que se verían con un simple sostén.
Para esa noche, Karin preparó la sala con algunas velas, volvió a usar su nuevo perfume en partes clave e hizo una venda para que ponérsela él mismo, fuera su primera orden al Uchiha.
Sintió a Sasuke entrar al barrio donde vivían cuando Karin apenas había logrado encender todas las velas y ella corrió al sillón de una plaza que puso frente a la puerta de la entrada para que lo primero que él viera, fuera a una mujer sexy en un especie de trono. Sin embargo, el chakra del Uchiha se detuvo frente a la puerta cuando un segundo se acercó. Era el chakra de Shikamaru.
La pelirroja podía oír desde el sillón que estaban teniendo alguna conversación, pero no podía distinguir lo que decían. Empero, Karin intuyó que el Nara le daría al azabache algún aviso o advertencia respecto a su estado de ninjas a prueba y después se iría, después de todo Shikamaru no era de los que les gustara hacer visitas sociales. Es más, ni siquiera recordaba que él hubiese pisado su casa desde que tuvo que entrar para analizarla y dejó a un encargado para hacer revisiones periódicas que no correspondían a esa fecha.
No, Shikamaru se iría pronto y… ¡Sería mejor si en lugar de sentarse en el sillón, ella se sentara en el respaldo! Es decir, ella se vería más alta, poderosa e imponente y le ayudaría a la imagen de su papel.
Karin no dudó en poner en marcha su plan mientras Sasuke y Shikamaru seguían hablando. Había sido bastante cuidadosa para no caerse o que los tacones de las botas no fueran a atorarse en el tapiz del sillón provocándole un tropiezo y de hecho, cuando se sentó en el respaldo, ella estaba bastante satisfecha con todo el escenario. Ya sólo faltaba que el Uchiha entrara y hacerlo caer en la tentación.
No habían pasado ni tres minutos desde que Sasuke se había detenido a hablar con Shikamaru, cuando Karin oyó la perilla girar. Ella estaba segura que en cuanto su novio abriera la puerta, el Nara se iría, pero en su lugar, cuando la puerta se abrió, el azabache se hizo a un lado para dejarlo pasar, siendo Shikamaru el primero en verla.
—¡Ah!
Probablemente Karin jamás había gritado tan fuerte como en aquella ocasión, de modo que alertó a Sasuke. Para cuando el azabache entró, había sido suficiente tiempo para que se encontrara con que su novia estaba semidesnuda encima del invitado.
¿Cómo ocurrió? Bueno, cuando Karin se dio cuenta que Shikamaru era quien estaba entrando a la casa, ella quiso correr a ocultarse, pero en la premura, su tacón perforó el tapiz del sillón quedando atorado, así que cuando quiso avanzar, tropezó al frente y aunque su pie no se fracturó porque el tacón se rompió, sí le dolió.
El Nara había quedado confundido con la escena cuando entró, pero al ver a la chica tropezar intentó sostenerla, porque de dejarla caer en esa situación, quizá la fémina habría sufrido un fuerte golpe. El problema con haberla ayudado, era que la fuerza con la que iba cayendo lo empujó hacia atrás cayendo de espaldas con ella encima.
Por desgracia, especialmente para Karin, ese "trágico" evento tuvo como cereza del pastel el hecho de que, cuando Shikamaru intentó detener su caída tomándola de la cintura, el corset no estaba del todo ajustado, algo que Karin ya sabía, y mientras el Nara sostenía con fuerza la prenda rígida, el cuerpo de la pelirroja se deslizó, quedando ella semidesnuda sobre de él.
—¡Karin! —exclamó Sasuke muy sorprendido y en un movimiento rápido se acercó a ella cubriéndola con su capa y ayudándola a levantarse— ¿Qué carajos…?
—¡Idiota! —exclamó ella antes de salir corriendo a su habitación a trompicones por el tacón que se rompió por la caída y sin dejar muy en claro para quién iba el insulto.
—Olvídalo, yo me voy —bufó Shikamaru actuando como si no hubiera visto a la novia del chico en una situación erótica fallida. Él estaba a punto de irse sin decir más, pero no era buena idea que su esposa se enterara del asunto— Yo no ví nada y esto nunca pasó.
El Uchiha entendió la propuesta y era mejor así, aunque no podía quitarse el enojo que le nació cuando vio la escena al entrar.
Shikamaru cerró la puerta al salir, pero Sasuke no le prestó mayor atención porque se daba cuenta del rededor. Si, Karin estaba intentando algo extraño para seducirlo y una vez más había fallado y lo peor, en comparación a la noche anterior, es que un tercero se había llevado un vistazo.
Descontento con la idea, el Uchiha fue a la habitación a buscar a la pelirroja, especialmente para asegurarse que no se había lastimado y cuando entró al cuarto que compartían, la encontró en la cama envuelta de pies a cabeza en su capa.
—¡No digas nada! —exclamó Karin, quien creía que el enojo en el chakra de su novio iba dirigido a ella.
—¿Por qué hiciste eso? —preguntó Sasuke, pues si ella había reaccionado así, no debía estar gravemente lastimada.
—¿De verdad lo preguntas? —la chica asomó el rostro por un hueco de la capa bastante malhumorada.
—Debiste venir a la habitación cuando sentiste que él estaba en la puerta —replicó el joven enfadado.
—¡Tú no debiste invitarlo a pasar! ¡Nunca invitas a nadie a la casa! —exclamó con la cara roja— ¡¿Qué hay si le dice a todo el mundo que me vio?! ¡Es tu culpa!
—No le dirá nada a nadie —contestó Sasuke en un tono que Karin podría jurar que era más una amenaza que una afirmación.
—¡Se supone que es nuestra casa y que puedo hacer lo que quiera! —replicó la pelirroja frustrada.
—¡¿Y qué se supone que querías hacer?! —exclamó Sasuke, quien podía darse una idea, pero había cosas que no encajaban. Es decir ¿Por qué estaba roto el sillón? ¿Por qué había terminado encima de Shikamaru?
—¡Nada! —gritó Karin antes de volverse a cubrir el rostro con la capa porque había vuelto a fallar en verse sexy frente a él y lo peor de todo, no era que un tercero la hubiese visto en esa faceta tan coqueta de ella, no era tan pudorosa para que ello le afectara, sino más bien, porque ese tercero la había visto fallar estrepitosamente.
A Sasuke no le gustó la respuesta porque no aclaraba sus dudas y seguía sintiéndose enojado. Gritarle a su novia no aliviaba el malestar y aunque, lento, se estaba dando cuenta del motivo. La situación le era confusa porque no sabía cómo manejarlo.
Entre la vergüenza de la pelirroja y la ignorancia del azabache, tuvo que pasar un rato de silencio para que alguno de los dos se animara a decir algo, pues sólo se habían quedado allí: Karin en la cama envuelta en la capa y Sasuke parado mirándola pensativo.
—¿Qué quería Shikamaru? —preguntó Karin cuando, a pesar de que podía seguir sintiendo el chakra de su novio enojado, era más apacible. Ella quería desvanecer el ambiente tenso entre ellos y quería intentar dejar en el olvido el asunto de su fallido escenario para seducirlo.
—Quería un sitio donde pasar la noche.
—¿Por qué aquí? —preguntó la chica que intuyó enseguida que Nara se había peleado con su esposa.
—Somos los menos cotillas de la aldea —respondió usando las palabras del propio Shikamaru.
—¿Y por qué accediste? —le cuestionó ella asomando el rostro por un hueco de la capa bastante confundida. Es decir, si, podría decirse que eran las personas que menos difundirían cualquier tipo de habladurías, porque a Sasuke no le interesaba hacerlo y por que ella no tenía muchas amistades, pero no tenía sentido que su novio lo aceptara.
—A cambio, él propondría adelantar la discusión sobre nuestro estatus en la junta de dentro de tres días, usando de argumento que verificó la casa —y pensar en ello le recordó la escena de su novia sobre Nara—. Una vez aprobados, nadie vendrá a la casa.
Hasta ese momento, Karin sólo había sentido en el chakra de su novio enojo e inicialmente había pensado que él estaba enfadado con ella, especialmente por todo lo que había ocurrido en el recibidor, sin embargo, ahora que estaba más calmada y gracias a esa última declaración que sonó a una orden, ella podía discernir mejor lo que ocurría.
—¿Estás celoso? —sonrió bajando más la capa quedando su cabeza fuera con el cabello despeinado.
—No.
—No puedes negarlo —insistió contenta, porque aunque él ya había manifestado celos sutiles a lo largo de su relación, lo de ese día era un nivel diferente.
—No —espetó el chico con dureza y comenzó a caminar hacia al baño. No estaba dispuesto a hablar del tema y prefería escapar con una excusa como querer tomar una ducha, pero antes de cerrar la puerta tras de sí, recordó que su novia había estado planeando locuras para seducirlo y él no quería que ella usara los celos para su cometido.
—Sasuke, si…
—Ni se te ocurra —advirtió el azabache con una mirada dura antes de encerrarse en el baño.
En otro momento, Karin habría insistido con el tema, pero no quería descubrirse frente a él, pues su conjunto representaba otro intento fallido que había que borrar de la memoria del chico y de paso de la de ella.
Aprovechó la ausencia de Sasuke de la habitación y la sala para deshacerse de toda la evidencia, quedando sólo el tapiz del sillón roto al no poder repararlo en ese momento y para cuando él salió de su largo baño, ella decidió no tocar el tema de los celos a cambio de que él no lo hiciera respecto a su intento fallido.
Una vez más ambos fingieron que nada pasó, pero Karin aún tenía otra opción en su repertorio y debía pensar cuidadosamente en su planeación.
