Disclaimer: La historia es de mi pertenencia, en ella sólo utilizo sin ningún fin de lucro, a los personajes de Naruto, cuyo creador es Masashi Kishimoto. Está prohibido re-suban o adapten esta historia.
Day 11: Safe and Sound
Rated: k+
Summary: blank period [1/2] La suave voz de ella contra su espalda lograba derretir dulcemente toda barrera e inseguridad en él.
NA: Sin trama relevante, pero tiene segunda parte y momentos que les provocaran diabetes.
Inspirado con la canción, Back Hug, de Girls' Generation. Escúchenle, es sumamente hermosa.
Sin betear, disculpen los errores.
Continua en el día 13.
.Back Hug.
.
Sakura tarareaba una melodía para sí, su humor esa mañana era más que excelente. En realidad, se sentía radiar, y la sonrisa en su rostro se desvanecía solo ante una persona.
—Buenos días —masculló una voz masculina. Cierta nota de inseguridad en su tono bajo.
Sakura de inmediato se dio la vuelta, y trató de que su sonrisa no se rompiera por el nerviosismo. Ahí estaba el único que tenía control sobre su alegría ese día.
—Buenos días —replicó ella, demasiado alto. Se aclaró la garganta—. ¿Descansaste bien?
Sasuke asintió, algo cohibido. Él y Sakura evitaron mirarse a la cara por unos instantes, mientras que el silencio y el nerviosismo llenaban la pequeña cocina.
—Puedes tomar asiento y esperar, en un momento preparare el desayuno…
—Puedo ayudarte —dijo, un poco más alto.
—Oh, no hay problema, yo puedo hacer algo rápido.
—Quiero hacerlo —se corrigió. Sin dejar lugar a replica, y se encaminó hasta estar al lado de Sakura, más decidido de lo que ella lo había visto desde ayer en la noche.
Sakura se mordió el labio, intentando detener la sonrisa.
No tuvo éxito.
Entre movimientos torpes debido a la pena, cohibidos y avergonzados, Ambos comenzaron a preparar el desayuno que compartirían.
.
Sasuke había regresado de su viaje el día anterior.
Sakura había sido llamada por Kakashi a su oficina y se había encontrado con él. No estaba del todo sorprendida, porque había sentido su chakra en la aldea, y aun así ella había intentado mantenerse tranquila, aunque su alegría no la había podido detener, sabía que lo vería luego.
Luego lo vio, más maduro que cuando se había ido, con un aura más calma. Estaba ahí, sano y salvo.
Un brote de felicidad se instaló en su pecho. Sakura entendía, sin que Sasuke le dijera aun, que su largo viaje había tenido el resultado esperado: encontrar su camino y con este su tranquilidad y hacer las paces consigo mismo.
Ella se había acercado a él con una sonrisa y un cálido "bienvenido a casa", tan feliz, que no notó el ligero sonrojo en él, o como su acompasada tranquilidad se resquebrajaba por unos instantes.
—Sasuke, si no tienes nada más que reportar, deberías ir a descansar —dijo Kakashi, y una sonrisa podía detectarse en su tono. El chico asintió, y antes de poder retirarse, Kakashi lo detuvo—. Sakura, ¿Qué tal si dejas que Sasuke se quede hoy contigo?
Ambos se congelaron en sus lugares, atónitos, procesando la situación en la que eran empujados por su antiguo maestro.
—¿Cómo? ¿Y Naruto…?
—Hey, un recién casado no puede tener a alguien más en su casa. No sería cómodo para ti, eh teme —Naruto rápido se deslindó, y sólo se limitaba a disfrutar de la situación.
Sasuke estuvo a punto de declinar la oferta, pero Sakura se acercó a él.
—Espero que no te moleste —dijo con sinceridad, y algo apenada. Esto era un favor a su amigo. Sólo era debido a las otras dos persona en la oficina que le hacían sentir avergonzada.
Pensó que Sasuke se negaría, y se preparó para eso, pero en cambio él asintió brevemente, y dijo:
—Si para ti no es un inconveniente.
Sakura sonrió, asombrada y encantada. Y era debido a esa misma sonrisa, y honesta muestra de emociones, que Sasuke se había dejado convencer en primer lugar.
.
—¿Tienes trabajo? —Sasuke le preguntó cuando la vio recoger su plato con rapidez.
—Sí, tengo turno hasta las seis. ¿No te molesta quedarte solo, cierto?
Él bufó—. No soy un niño.
Ella le respondió con una sonrisa.
—Puedes irte tranquila —dijo él—, yo me haré cargo de los platos.
Creía que era lo mínimo que debía hacer, considerando que ella le había dejado dormir ahí y además alimentarse. Sakura debía estar muy apurada, porque sólo se disculpó con él, se fue a su dormitorio a cambiarse en seguida, y luego salió casi corriendo de la casa entre atropellados "lo siento, gracias, regreso luego".
Sasuke se mantuvo sentado, tomando de su té ya frío. Pensativo, contemplando su nueva situación y los planes que realizaría. A su vez, una parte de él, deseaba que el anochecer cayera con más rapidez.
El resto del día Sakura se había sentido ansiosa. Más de una vez recibió una reprimenda por parte de Shizune, y cuando le contó a Ino sobre su invitado, ésta no paró de hacerle insinuaciones.
—Basta, ¿Cuántas veces debo decirlo? Él durmió en la habitación, y yo en la sala.
—Es para que le hubieras saltado encima. Yo lo habría hecho.
—Por favor –se jactó Sakura, luego de reír amargamente—. Tú misma no le has saltado encima a Sai, y llevan saliendo meses. Solo tu boca es demasiado grande.
Ante eso, Ino se puso roja, y siguió la discusión con Sakura, ya sin menos fuerza.
Saltarle encima, pensó Sakura con ironía. Por favor, tan solo compartir la misma casa me puso tan nerviosa que no pude dormir muy bien. ¿Cómo siquiera Ino podía decir esas cosas?
Además, ya había sido toda una odisea que Sasuke se quedara en su habitación, menos compartir el lecho. Ellos habían discutido por mucho rato, ya que Sasuke no quería despojarle de su cama.
"Mi casa, mis reglas" demandó ella, fingiendo autoridad, mientras rezaba para que él no tomara sus cosas y se fuera.
Se preguntaba cuánto tiempo Sasuke permanecería en la aldea –la idea de que él, inevitablemente, partiría de nuevo era algo que le dolía, pero sabía que era un futuro muy probable. Y en todo caso, Sakura le peguntaría por ello, y si tenía un lugar donde quedarse el resto de los días.
Mi casa es un buen lugar, pensó. Luego se avergonzó. ¿Estaba siendo muy descarada? Después de todo, ellos no eran algo más que amigos y ex compañeros de equipo, ¿cierto?
Sasuke había dejado la aldea hace un par de año, dándole un toque en su frente y la promesa de volver. Y eso hizo. No había más entre ellos, ¿cierto?
Las respuestas a sus preguntas se dejaron de lado, luego les haría frente. Por el momento, Sakura solo trabajaba duro, esperando que las horas pasaran rápido.
Ella abrió la puerta con lentitud, como tanteando el lugar, pensando que quizá él estaba dormido. Caminó con delicadeza -a pesar de que las bolsas en sus manos crujían con cada movimiento. Pero Sasuke no estaba en la pequeña sala. Antes de poder llamarle, un agradable olor llegó hasta ella, y como encantada fue hasta la cocina. No, Sasuke tampoco estaba ahí, pero sí la cena.
Sintió algo derretirse dentro de ella ante esa comida casera. Desde que se mudó de la casa de sus padres, nunca había sido recibida con una cena recién hecha.
—Bienvenida de regreso —la tenue voz de Sasuke le saludó.
Sakura se giró de inmediato.
—Estás aquí.
Él asintió, y ella hizo lo mismo, sintiéndose tonta. Claro que estaba ahí, lo sabía por su chakra. Estaba de pie en el estrecho pasillo, ropa sencilla y una toalla sobre sus hombros, su cabello goteaba un poco.
Así que estaba en el baño.
—Espero que no te importe —mencionó él, y Sakura negó rápidamente.
—Mi casa es tu casa —dijo demasiado rápido, demasiado alto. Se reprendió—. Preparaste la cena —comentó ella, medio perdida en que decir, además de cosas obvias, al parecer. Sasuke asintió—. ¿Fuiste de compras?
—No tenías mucho en tu nevera.
Eso era cierto, por ese motivo Sakura había hecho una parada rápida antes de ir a casa.
—Debí avisarte —comentó Sasuke, notando las bolsas aun colgadas en sus brazos.
Sakura las dejó en la mesa, restándole importancia.
—Está bien, al menos habrá alguien que me ayude a terminar con todo más rápido.
Si es que planea quedarse más tiempo aquí. Quería preguntarle.
—¿Sakura?
—¿Sí? —ella le miró esperanzada, quizá él le diría primero.
—El agua está caliente. Deberías tomar un baño antes de cenar.
—… Buena idea.
.
Usualmente ella pasaba bastante tiempo en la bañera, era su perfecta manera de eliminar parte del cansancio diario, pero esa noche -aunque deseaba mantenerse más tiempo en el agua para poder meditar y acomodar sus sentimientos- se apresuró lo más que pudo, ya que Sasuke le estaba esperando para cenar.
Una risilla salió de sus labios. Él de verdad estaba ahí.
No solo de manera física, sino emocional. Muchos años atrás, Sasuke había estado tan distante; tan lleno de emociones negativas que lo mantenían en el pasado. Pero ahora era diferente, la silenciosa frialdad era remplazada por la apacible tranquilidad.
Eso era lo que ella quería para él, una vida libre de resentimiento y libre de odio. Eso era todo lo que podía pedir, sabía.
Pero un burbujeante sentimiento recorría su pecho, igual que siempre. No desaparecía.
Consciente de eso, no pudo quitarse el anhelo del corazón incluso cuando terminó su baño y luego de vestirse e ir hasta la cocina.
Sasuke le daba la espalda, debía de estar calentado la cena, pero su guardia estaba totalmente baja, estaba relajado y a gusto.
Debía de ser por la calidez que le proporcionó su baño, el delicioso aroma de la cena, o la embriaguez de la felicidad de tenerlo de vuelta, que cuando que ella no pudo detener sus acciones.
Le rodeó con sus brazos, su rostro en su espalda, y sintió -por primea vez, de manera tan certera- la calidez de su cuerpo. Sasuke se quedó inmóvil por unos segundos, y Sakura podía sentir sus latidos bajo sus palmas. A poca distancia de sus manos; su terco y frágil corazón.
Ambos contenían el aliento, pero ella enterró su rostro en su ancha espalda.
—¿Sakura? —preguntó con voz entrecortada, estaba demasiado confundido, sin saber qué hacer.
—Un segundo más —pidió ella. Dame un segundo más antes de romper el sueño y regresar a la realidad.
Y lo hizo.
—Sasuke-kun… —murmuró ella contra su espalda, y le sintió tensarse cuando sus labios se movieron contra su ropa—. ¿Has pensado en marcharte? Si no es urgente, puedes quedarte todo el tiempo que quieras aquí.
Aquí, en la aldea. Aquí, conmigo…
Su pregunta fue opacada por la petición, y Sasuke tardó unos momentos en entender el ruego entre líneas, como si le hubiera escuchado de verdad.
De a poco su cuerpo se fue relajando, ella lo sentía. Sabía que en cualquier momento el enlace entre ellos se rompería. Los brazos de Sakura debilitaron el agarre, estaba por dar un paso atrás cuando él preguntó, con voz insegura:
—¿Está bien que me quede…? —su única mano se posó sobre la derecha de ella. Un toque delicado, casi superficial, pero que detuvo todo el mundo de Sakura.
—Por supuesto —ella dijo, en hilo de voz. Era como si todo el aire se hubiera esfumado de sus pulmones. No se había dado cuenta de que estaba sonriendo, ni de que por sus mejillas bajaban unas cuantas lágrimas—, por supuesto —volvió a repetir, esta vez su rostro volviendo a la espalda de él, tratando de recuperar el aliento.
Sasuke no dijo algo más, sólo entrelazó tímidamente la mano de ella entre la suya. Sakura se mantuvo ahí, oculta entre su calidez y la burbujeante felicidad ante este nuevo comienzo entre ellos.
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Me niego a llevar el orden de las publicaciones ¡!
Bueno, ¿Qué quieren que publique? ¿Ssk de niños, ssk au adultos, ssk blank period, ssk au adolecentes?
Esperaré su respuesta.
Gracias por leer.
