Disclaimer: La historia es de mi pertenencia, en ella sólo utilizo sin ningún fin de lucro, a los personajes de Naruto, cuyo creador es Masashi Kishimoto. Está prohibido re-suban o adapten esta historia.

Day 15: childhood.

Rated: k+

Summary: Au moderno, amigos de la infancia. "¿Qué es el amor? Es cuando tu corazón se acelera y tu respiración se detiene", había dicho Sakura. "Eso suena peligroso" dijo Sasuke. Entonces, ¿Qué era el amor? Es muchos años después, que él logra entender la respuesta.

NA: ¡Se me fue de las manos esta situación llamada "sólo escribiré un os de mil palabras" ayuda!

Canción que inspiró: what is love?, de twice.

sin betear, disculpen.


What is love?

.

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—Ne, Sasuke-kun, ¿sabes qué es el amor?

El niño parpadeó, sus ojos negros mostraban confusión. Miró a la niña a su lado, quien le observaba con demasiada atención. De inmediato, algo en Sasuke le puso alerta. Con algo de recelo, habló.

—Cuando… te casas con alguien —ofreció lentamente. Supo que estaba equivocado cuando la sonrisa en Sakura se ensanchó, mirándole como si fuera tonto.

—Te equivocas —dijo, petulante.

Sasuke frunció el ceño. Itachi le había dicho eso. ¿Qué iba a saber más Sakura que su hermano mayor? Antes de que pudiera refutar, la pelirrosa ofreció lo que según ella, era la respuesta correcta.

—El amor es cuando sientes muchas cosquillas en tu estómago y tu corazón hace bump-bump, como cuando corres mucho.

—Suena a algo peligroso.

—El amor es peligroso —dijo Sakura, con un aire de madurez.

Su tono tampoco le gustó al niño, y con la voz algo desdeñosa, fue su turno de preguntar.

—¿Y tú como sabes eso?

¿Acaso ella había experimentado el amor?

—Lo aprendí de una novela —luego suspiró, y sus ojos verdes de volvieron soñadores.

Sasuke siguió mirándole mal, incrédulo de sus palabras. Según ella, su hermano mayor estaba mal, ¿pero la televisión tenía razón? Era justo lo contrario a lo que su madre le había dicho.

—Eso es tonto —enfurruñado, porque ella no prestaba atención a sus palabras y seguía describiendo lo que era el amor, Sasuke se sintió molesto. Ella fue la primera en irrumpir su concentración en su coloreo, y ahora le ignoraba—. Eres una boba.

—Sasuke-kun aún es un niño —canturreó Sakura.

Él entrecerró los ojos. Desde que Sakura cumplió siete años el mes pasado, se creía una adulta.

Sasuke se levantó del piso, tomó su libro de dibujos junto a sus crayolas, y se encaminó a su habitación. Que Sakura siguiera con sus boberías.

—¿A dónde vas? —Sakura le gritó desde la sala —, tu mama dijo que debíamos quedarnos aquí. ¡Sasuke-kun!


—Sasuke-kun~.

—Hm —murmuró, medio distraído. Pasaron unos minutos, pero Sakura no respondía. Movió la vista de la televisión, y miró a Sakura. Ella ya le miraba, con un gesto pensativo en su cara— ¿Qué?

—¿Sabes que hacen las personas que se aman?

No esperaba esa pregunta. Luego recordó lo que había pasado hace días. Ella seguía hablando de eso.

—¿Se… casan? —ofreció, dudoso. Parecía que Sakura era una experta en ese tema que a él nunca le interesó.

—¿Y qué más? —ella le urgió.

El empezaba a sospechar que esa conversación no iba en buena dirección. Trató de estrujar su cerebro para obtener una respuesta. ¿Qué hacían las personas que se amaban y se casaban? Intentó recordar a sus propios padres. Ellos se sonreía, su madre hacia la comida favorita de su padre, y su padre era amble con su madre. A veces salían a cenar.

Parecía que le estaba tomando más tiempo del que Sakura era capaz de esperar. Así que se apresuró, y con una voz cantarina, dijo:

—¡Tienen bebés!

—Oh, ya lo sabía.

—¿Quieres saber cómo?

—¿Eh? No —dijo de inmediato. No le gustaban mucho los bebés. Recordaba a su pequeño primo, que aún no tenía un año, y se la pasaba llorando y ensuciado sus pañales.

—Vamos, yo te diré —Sakura se acercó más a él, mientras Sasuke se inclinaba hacia atrás—. Te puedo demostrar cómo.

De pronto, se sintió muy aterrado. Se removió hacia atrás, pero Sakura fue más rápida.

Lo primero que registró su mente fue el toque húmedo contra su mejilla. Aterrado, Sasuke se quedó congelado en su lugar, con Sakura tan cerca de su rostro, y su boca aplastada contra su mejilla.

—¡Ah!

Exclamó horrorizado. Cubriendo su mejilla asaltada. Con una mirada de suma traición hacia la pelirrosa -quien sonreía con suficiencia-, Sasuke corrió por la casa, mientras en sollozos llamaba por su hermano.

¡No! ¡Era demasiado joven para tener bebés!

...

—¡¿Es cierto que tendrás un bebé con Sakura-chan?! —la traición en la voz de Naruto le aturdió un poco.

Mirándole enojado, Sasuke reprendió a Naruto. Pero era demasiado tarde, todos a su alrededor voltearon a verles. Algunos niños comenzaron a canturrear, mientras otras niñas lloraban.

—¡No es así! —se defendió Sasuke, malhumorado—. Sakura es una mentirosa. ¡Mi hermano me dijo que los bebés no se hacen así!

—¿Entonces cómo? —ella le peguntó, dolida porque le dijera mentirosa.

Sasuke se sonrojó un poco, y con sus palabras atropelladas habló, para su mala suerte, todos le ponían atención.

—Deben estar casados, tomarse de la mano y besarse de noche.

Un coro de "aaah" se escuchó, pero Sasuke no hizo caso. Solo miraba a Sakura con recelo. La niña fruncía los labios, en un gesto pensativo. De pronto, sonrió un poco y se acercó a él.

—Entonces, quieres…

—¡No! —Sasuke le cortó de inmediato.

No se dejaría, nunca más, ser acorralado por Sakura. Se levantó de su asiento, decidido a salir del salón. Ni siquiera le dio una mirada a Sakura, quien se había quedado algo aturdida por su fuerte rechazo. Apenas había dado unos pasos, cuando escuchó la sonora voz de Naruto.

—¡Yo sí quiero, Sakura-chan!

Y Sasuke regresó rápidamente para llevarse a Naruto consigo.


—¿Qué haces? —Naruto le preguntó con curiosidad, inclinándose un poco a Sakura.

Él y Sasuke habían sido llevados por sus madres al parque cercano a su casa. No tardaron en encontrar a Sakura sentada en el pequeño campo de flores que ahí había.

La pelirrosa le echó una mirada rápida a Sasuke, detrás de Naruto, antes de responderle al rubio.

—Una corona de flores. Ino-chan me enseñó cómo hacerlas. ¿Quieres una?

Naruto asintió rápidamente, y se sentó junto a ella, muy animado mirando sus manos trabajar. Mientras, Sakura comenzó a hablarle de Ino.

Sasuke imitó a Naruto, solo que no se sentó tan cerca como el rubio. Escuchó con algo de desagrado lo que Sakura contaba. Desde el incidente en el salón sobre besos y bebés, Sasuke había estado reacio a convivir con Sakura como antes. Un berrinche, su madre había dicho, pero pasó medio año y sin duda se había distanciado de la pelirrosa. Quizá por eso sus madres se habían puesto de acuerdo para verse ese día.

De cualquier manera, durante ese tiempo, Sakura hizo una nueva amiga, y para total desagrado de Sasuke. Porque Ino Yamanaka era incluso más ruidosa y descarada, que Sakura.

Sasuke frunció los labios, en desagrado. Solo se imaginaba que Ino sería peor influencia para Sakura.

—¡Mira mi corona, Sasukee! —Naruto canturreaba y brincaba, sosteniendo en su cabeza una maltrecha corona de flores.

—¿Quieres una? —Sakura le ofreció, su tono más amable, como antes.

Pero Sasuke levantó la barbilla, y con tono desdeñoso dijo que no.

Estaba algo molestó, porque primero hizo una para Naruto, y ahora le ofrecía una en forma de lastima a él. Y sobre todo, Sasuke no se pondría una tonta corona de flores.

—Eres un envidioso —se burló Naruto, y la molestia en Sasuke se incrementaba aún más. Pero Naruto no le hizo caso, sino que abrazó a Sakura con fuerza, y luego salió corriendo, diciendo que le mostraría a su madre su regalo.

Sasuke se quedó con los brazos cruzados, sentado en el mismo lugar y un puchero en su cara. Pero no tardó mucho en darse cuenta del silencio a su alrededor, ahora sin Naruto. Le echó una ojeada a Sakura, quien miraba su regazo, sus manos nerviosas removían unas cuantas flores.

Un sentimiento de culpa le llegó. Con el enojo yéndose de poco, entendió que sus palabras habían herido a Sakura.

Como no queriendo, se acercó un poco más a ella, y con las mejillas sonrojadas, le dio una flor de las mismas que les rodeaban. Sasuke no sabía, pero esa era una margarita hasta que ella lo mencionó. Para él todas las flores eran iguales.

—Si no es una corona, ¿puedo hacer algo diferente para ti?

—Si no es otra locura como las anteriores —le advirtió con rapidez. Pero ella negó con la cabeza, y tal como decía, tomó más flores de su alrededor y comenzó a trabajar con sus manos las maltrechas ramitas.

Sasuke le observó con mucho interés, más del que aceptaría. ¡Pero es que entrelazaba por aquí y por allá con una habilidad que él no se creía capaz.

—¡Listo! —canturreó, orgullosa. Le entregó dos versiones miniaturas de la corona que le había hecho a Naruto. Sasuke le miró confundido.

Eso no le quedaría. Es más, seguro se perdería entre su cabello. Sobre todo en el ella, cuyo color era bastante aprecio al de muchas flores de ahí.

Pero Sakura rio ante su gestó de confusión.

—No es una corona, bobo —tomó su mano, y Sasuke tuvo la tentación de retirarla de inmediato, pero aun pensando que debía ser amable con ella, le dejó jugar con su mano— ¡ta-dan!

Sasuke levantó su mano, y horrorizado, vio lo que había en uno de sus dedos.

—¡Es un anillo! Mira, yo también tengo uno —dijo la niña, mostrando una réplica en su propio dedo, muy parecida a la de él. Ella sonreía contenta.

Aunque este "regalo", era más pequeño que el que hizo para Naruto, de alguna manera sentía que era mucho, mucho peor.

—¡Hoy yo te he dado un anillo, así que cuando seamos grandes, espero que tú me des uno diferente a mí.

Ella se removía, muy contenta, y reía tras sus palmas. Sasuke miró confundido y alarmado, pero de cierta manera intuía que esa debía de ser otra de sus tonterías de amor y telenovelas.

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—Sasuke-kun~, ¿podrías ayudarme con algo?

El chico levantó lentamente la mirada de su tarea, conociendo muy bien ese tono en Sakura. Receloso, preguntó— ¿Qué?

—Verás, hoy estaba platicando con Ino, y no dejaba de presumir su supuesta madurez. ¡No dejaba de decir que yo seguía siendo una niña! En serio, su sonrisa petulante me molesta tanto, y a veces sólo-

—Sakura, ve al punto —le cortó exasperado. Cuando ella iniciaba, podía abarcar una hora de sus quejas sobre Ino. Y ciertamente, Sasuke quería continuar con su tarea.

Pero se arrepintió de inmediato cuando Sakura acercó su silla más hacia la de él, acortando mucha distancia entre ellos. Por instinto, Sasuke se inclinó hacia atrás.

Ella levantó el dedo índice, y habló muy lento, como si él fuera idiota y necesitara prestar atención ante algo muy importante.

Claro que su mente sí quedó algo ido cuando ella, silaba por silaba, movió su boca con lentitud y las palabras fueron como estática sin sentido en su cerebro.

—¿Qué quieres qué? —preguntó, estúpidamente.

—Un beso.

Incluso si lo volvió a escuchar, tardó en reaccionar. Lo primero que pasó fue sentir el sonrojo en su cara, y luego soltó un "¿estás loca?".

No importaba que ya no fueran unos niños de siete años, crédulos y fantasiosos –al menos él, porque Sakura parecía aun con la mente en las nubes cuando de estos temas se trataba. Incluso si ya estaban en la escuela media, y buena parte de las preguntas y peticiones de Sakura habían cesado, Sasuke se sentía incómodo por dicho tema.

Tenía doce, y ciertamente ya no creía que un beso en la mejilla le haría padre, pero… bien, se avergonzaba un poco con esos temas de besos y chicas.

—No —respondió tajante a su petición.

—¿Por qué? —Sakura renegó, haciendo un puchero, y Sasuke decidió mirar a un punto en la pared. Ahora que ella traía el tema, por alguna curiosa razón, él quería evitar mirar su boca— ¡será breve!

—¿Por qué insistes en molestarme?

—Eres mi amigo. Y además, me gustas.

Sasuke pasó saliva, rogando que el color en su cara se mantuviera tal cual era.

—¿Por favor?

—No.

Ella suspiró con resignación, y se recargó contra el respaldo de su propia silla. Sasuke miró de reojo, desconfiado de que ella se rindiera tan fácil. Sakura miraba hacia el techo y fruncía un poco los labios, con ese gesto de que estaba pensando. Volvió a suspirar.

—Bien. Olvida lo que dije.

Con gusto, pensó. Regresó a su anterior posición, y retomó la escritura de su ensayo. Pero la tranquilidad, cuando tenía a Sakura a un lado, nunca era duradera.

—Se lo pediré a Naruto —dijo en un hilo de voz, como si pensara en voz alta.

Cuando dijo eso, Sasuke hizo un movimiento brusco con su mano -no solo interrumpiendo su escritura, sino dejando un gran rayón en su libreta. A él le tomó unos segundos recordar como respirar. Parpadeó con fuerza, sin captar las palabras frente a él, luego miró a Sakura, que seguía con la vista en el techo.

—¿Qué?

¿Qué cosa con Naruto?

—Oh solo pensaba que podría pedirle a Naruto que fuera mi primer beso. Es algo importante para una chica, ¿sabes?

—No… no lo sabía.

—Bueno, lo es. Ino no dejaba de alardear que ella ya había dado el suyo. Realmente no quiero quedarme atrás. Por eso te lo pedí, pero dado que tú no quieres, entonces debería ir por mi tercera buena opción.

¿Tercera? ¿Entonces, que número había sido él?

—¿Quién es tu primera opción?

—Oh, Chayanne, por supuesto. Pero por obvias razones, no es posible.

¿Sasuke era superado por un cantante que bien les triplicaba la edad, qué?

Cada vez más ofendido, sentía la molestia crecer más y más, amenazando con explotar.

—No deberías jugar con los sentimientos de Naruto solo por tus estúpidas cosas de chicas. Además —sin poder controlarlo, su voz daba a notar mucho su fastidio—, ¿sólo porque Ino hace algo, tú también debes de hacerlo? ¿Si se avienta de un puente, irías tras de ella?

Sakura le miró como si dijera incoherencia.

—Por supuesto —respondió sin ironía ni sarcasmo.

Sasuke quería darse un palmazo en al frente. En tan sólo cinco minutos le habían drenado la energía.

—Bien, entiendo tu punto sobre Naruto —suspiró, con fingida inocencia—, solo quería que fuera con alguien cercano. Supongo que lo haré con alguien más. Quizá si le pregunto a Shikamaru…

Sasuke le oía pero no lo creía.

Loca, se volvió loca.

Y el límite de tolerancia en Sasuke había tocado fin. Como si un globo estallara, Sasuke le interrumpió, harto sin duda alguna.

—¡Bien, bien! ¡Lo haré! —le molestó tanto ver como el rostro de Sakura parecía iluminarse. Había caído en su trampa, sabía bien. Pero si hacia una comparativa, la sola idea de que ella fuera a besarse con alguien más… le irritaba de sobremanera—. Lo haré si prometes dejar por la paz esta tontería de los besos.

—Prometo no ir con ningún otro chico y pedirle un beso. No te preocupes.

—No es como que me preocupe —mintió. Y Sakura solo sonrió con suficiencia. Pero esa sonrisa se desvaneció cuando Sasuke se acercó a ella.

El chico podía sentir su corazón latir demasiado rápido, y contuvo su aliento. Había una incomodidad en su estómago. Sakura diría una tontería como "son mariposas", pero él creía que debían de ser avispas. Ya fuera uno u otro, él no era muy fan de los insectos.

Sin saber bien qué hacer, cerró sus ojos con fuerza cuando sintió el suave aliento de Sakura cerca de su piel, y luego sus labios se tocaron.

Se retiró de inmediato, tanto que aun logró ver a Sakura con sus ojos cerrados por un momento. Sentía su cara completamente caliente.

Cuando sus ojos se encontró con los ojos verdes de ella, que se veían especialmente as brillantes, la sonrisa en Sakura volvió. Lo veía. Ella estaba a punto de reírse o decir alguna tontería, por lo que, actuando por impulso, volvió a estampar su boca con la de ella. Un poco más fuerte, igual de torpe, pero más duradero, Sasuke pudo interrumpir a Sakura.

Quizá esto de los besos tenía sus ventajas.

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—¿Qué sucede? —preguntó Sasuke, extrañado por el silencio de Sakura.

Ella negó con un movimiento de su cabeza, pero eso no le convenció a él. Se había terminado el primer día de clases y como una vieja costumbre, ellos regresaban juntos a casa.

—¿Estás así por el cambio de clases?

Era el primer día de clases de su tercer año de escuela media, y para sorpresa de ambos (y desagrado de ella), estaban en clases diferentes. Y no solo eso, sino que sus salones estaban bastante retirados el uno del otro.

Sakura suspiró un poco, un deje de tristeza en su tono.

—Hemos estado juntos desde siempre... es tan triste que tengas que estar apartado de nosotros.

—Más como una bendición —masculló Sasuke—, libre de Naruto y-

—… de mí.

—Premio doble — él dijo en tono de alivio.

Pero no obtuvo la respuesta esperada de ella, como "¡eres un insensible!" o algo por el estilo. Por eso, le miró de nuevo, pero Sakura miraba al suelo. Él examinó su rostro, tratando de discernir si estaba fingiendo tristeza. Pero notó que no era así. Ella de verdad estaba preocupada y afligida.

—¿Sakura? —se detuvo en sus pasos y le cuestionó, pero ella seguía sin hablar.

Esto sí es extraño.

—Es… —inició la joven, pero se detuvo. Le miró, mostrándose insegura—. Quisiera pedirte algo…

¿Cuál era la novedad? ya hace dos años le había pedido fuera su primer (segundo y tercer, ejem) beso, ¿acaso ella conocía los límites?

Pero su petición de esta vez fue, por mucho, la menos alocada.

—¿Podríamos tomarnos de la mano?

Sakura se miraba nerviosa, y Sasuke no entendió al principio cual era el gran lio con eso. De niños lo hacían, aunque no siempre era del gusto de él, no era algo nuevo ni extravagante.

Entonces entendió. No era tanto la acción, sino lo que ésta significaba en ese momento. Estaban aún en la escuela, con muchas personas alrededor, y seguramente estaba pidiendo no solo tocar su mano por un instante, sino todo el camino de regreso a casa.

Y quizá, el resto de los días.

Después de todas las cosas que entre ellos experimentaron, esto era algo más íntimo, y de cierta manera, como un nuevo inicio.

No era que él no haya contemplado con anterioridad el rumbo que ambos iban trazando, era solo que… no había tenido aun las agallas para dar el paso.

Y de nuevo, era Sakura quien, tentativamente -en esta ocasión-, brindaba la posibilidad de eso que estuvo anhelando por un tiempo. Después de todo, el siguiente año irían a institutos diferentes, ¿podrían ambos seguir en este limbo entre amistad y algo más?

Por eso, Sasuke tomó su mano, con la promesa silenciosa de "a partir de hoy".

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Aww, ¿recuerdas nuestro primer beso? La vez que lloraste tanto porque pensabas que- Sasuke le tapó la boca con su mano, definitivamente no quería escuchar, pero Sakura rio tras la palma de su mano

¿Cómo podría olvidar los traumas de su infancia?

—Eras tan tierno e ingenuo. Adorable, sin duda —Sakura continuó cuando él dejó caer su mano.

—Y tú eras demasiado precoz.

—Los niños son curiosos por naturaleza —ella simplemente hizo de menos su comentario—. La verdad es que me divertía mucho ver tu cara de terror y desesperación. Lo siento.

Aunque se disculpaba, la risa adornaba sus palabras. Claro, él ya sospechaba que ese era uno de sus grandes motivos.

Sakura siguió repasando las fotos. Se suponía que le ayudaría a limpiar la habitación y decidir que iría a la basura y que iría al ático, pero ahí estaban, sentados en el suelo, con tantos álbumes esparcidos.

—Pero debes saber, que incluso desde el principio, me gustabas.

—Claro, claro —dijo como si no fuera gran lio, pero ambos sabían que ese tono era de fingido desinterés. Aun luego de tanto, ella podía avergonzarle con unas simples palabras.

Eso no era justo, pensaba él. De pronto, una idea cruzó por su mente.

—Hey, Sasuke, sabes qué es-

Sakura no pudo formular su pregunta, porque Sasuke se inclinó sobre ella, tomándole desprevenida. De pronto, el ambiente a su alrededor se convirtió en uno más tenso, y no mejoraba para nada ante esa mirada pesada sobre ella. Sakura sintió su corazón comenzar a latir muy rápido. El sonrojo coloreaba sus mejillas, y su respiración se detuvo. Ese era un preludio que ya conocía muy bien.

Así, su cuerpo acostumbrado a la situación, se inclinó un poco ante Sasuke, quien no dejaba de observarle. Sakura sintió su aliento en su piel con cada palabra de él, más no sus labios sobre los de ella.

—¿Ya puedes explicarme que es el amor? ¿Es todo ese sonrojo en tu cara y el abandono de tu mente ante la expectativa de mi acercamiento?

—¿Uh? —Sakura parpadeó, confundida.

Sasuke rio antes de que ella pudiera recuperar la compostura.

Ah, conque tratas de vengarte, pensó ella, sólo un poquito fastidiada. Cuando él comenzó a retirarse de ella, Sakura no dudó y pasó sus brazos por el cuello de hombre, atrayéndole con mucha fuerza hacia ella, que casi cayeron de no ser por los propios brazos de Sasuke, haciendo de soporte contra el piso.

—Sakura, qué dem-

Pero Sakura le robó las palabras, y se atrevía a decir que hasta la cordura, pues le besó con tanto apremio, que Sasuke fue rápido en devolverle el gesto. Sentía la temperatura aumentar, y sus alientos laboriosos debido a los movimientos de sus bocas un poco más frenéticas. La expectativa de avanzar más iba estableciéndose. Pero antes de siquiera continuar, ella rompió el enlace, y rio con gusto ante la desconcierto de su pareja.

—Eso, querido Sasuke-kun, debe ser respuesta suficiente —dijo, y le dio un beso rápido, casi superficial.

Sakura volvió a reír ante la mirada atónita y luego el sonrojo que mostraba en la cara de él.

Sasuke miró de mala gana a la mujer, pero ese gesto fue remplazado por una pequeña sonrisa cuando ella tomó de su mano, esa que era adornada por una delicada sortija.

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Dijeron ssk de niños, y aquí está. Espero sea del agrado, que a mi sinceramente me divirtió mucho.

Gracias por leer.