De vuelta al Gremio
Bien hemos logrado volver, más que logrado simplemente volvimos, ya que nunca se nos impuso alguna dificultad en la Villa, si bien al principio era algo intimidante logramos descubrir que el realidad buscan lo que dicen, gracias a todo esto una pareja decidió unirse a nuestro viaje de regreso, les prometimos que no les harían daño durante nuestra visita, tan pronto como nos separamos directo en la sede del gremio estas fueron llevadas ante los superiores.
Venimos a decirles que durante las dos semanas que estuvimos en dicha aldea, estuvimos ayudando con la construcción de algunas cosas necesarias para una pequeña villa, como lo sería un pub para aventureros, la posible sede del gremio en aquel lugar, hogares y tiendas para los residentes, también lugares para la estadía de futuros mercaderes, claro todo esto fue pensando a futuro lejano, ya que no sabemos cuánto tardara en acostumbrarse la gente si es que lo hace.
Debido la poca gente capacitada no pudimos crear algo más complejo, pero con lo poco que pudimos ayudar dejamos la villa mejor acomodada, si bien los habitantes comenzaron a preguntar que podrían vender o crear, les comentamos que porque no empezar a crear cosas que para ellos serían normales pero sería un suvenir excelente para los que vienen de lejos, cosas como algún colguije hecho de materiales de los alrededores, incluso con materiales de monstruo sirve.
Terminamos dejando a los habitantes en el lugar ya para que ellos pensaran en algo propio, por nuestra parte tomamos rumbo nuevamente hacia el gremio mas cercano, nuestros invitados vinieron a ver como seria las ciudades, todo esto con el plan de mejorar su ciudad, también para hablar con los otros poderes, claro, prometimos su seguridad por lo que fueron enviados un par de eruditos de alto rango para asegurar su supervivencia, ahora todo es cosa de la suerte.
Este mensaje se mantendrá oculto hasta que los tres poderes aprueben dicho trato o entrar en trato de no agresión, tras terminar las juntas serán llevados a los lugares más comunes para los viajeros, esto esperando miren algo que ellos puedan hacer o que piensen en algo que solo ellos puedan hacer, todo esto para que tengan ingresos de otra forma que no sea peleando, si todo se logra hacer podría ser integrada esta raza a la carta de razas aliadas.
Para las personas que no sepan de dicho tratado, esto ya viene de ase años, cuando el primer rey demonio controlo más de medio continente y estuvo al borde de destruir todo, antes de si quiera poder invocar a los héroes, todas la razas tuvieron que unirse, pero solo unas pocas quedaron en una carta como razas aliadas, ya que muchas otras prefirieron seguir por su cuenta, en un principio solo tres razas fueron las que prefirieron quedarse, humanos, elfos y enanos.
Tras dos semanas por fin se dio un veredicto, al parecer el rey y la iglesia darán un tiempo de prueba, mandaran a su gente junto a algunos mercaderes, también mandaran mano de obra para ayudar, según parece se pedirá una cuota cada cierto tiempo como todas las demás villas, todo eso para poder tomarlas como una villa dentro del reino, si todo esto se cumple el rey dará su palabra de que los considerara una pequeña ciudad propia y tendrá la ayuda del rey en problemas.
Por su parte la iglesia igual mandara a su gente, pedimos en favor que si bien metieran una iglesia escogiera ellos si querían o no pertenecer a ella, esto para evitar que sean forzados, todo esto será llevado a cabo dentro del siguiente mes, todo será preparado especialmente por las fuerzas para lograr la colaboración de los tres poderes, con todo esto listo y firmado será enviado cada uno su propia gente para verificar las cosas dichas en papel.
Con esto se termina el archivo, nuevamente decimos que si todo esto realmente llega a un punto bueno y la villa se vuelve algo legal, la gente podrá empezar a viajar, quizás con todo eso una nueva unión podría nacer entre las personas, desde aquí la erudita espera que todo esto termine bien y podremos ver la unión de humanos con los licántropos, eso incluye elfos y enanos 3.