RinMakoto. Un nuevo fic y una nueva aventura. Las intenciones de Koga y la forma en la que se comporta poco a poco se irá descubriendo.

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Jinzo Lord. Compartimos el mismo dolor, ese fic de Senran Kagura me encantaba y que un buen fic sea abandonado cae mal y hasta te llena de pensamientos. Me alegra que te gustara, no abandono un fic, me tardo en actualizar, pero no lo abandono.

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Sin más, comencemos…

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Ese día pasó totalmente normal, luego de toda la batalla de la mañana, aunque estaba claro que las shinobis no se quitaban del todo la idea de que hubiera alguien así de fuerte.

Cuando el periodo escolar de ese día acabó, las 5 alumnas de la academia Hanzou salieron a caminar un poco por la ciudad.

- ¿Qué me dicen? Ese tipo realmente era muy fuerte – decía Katsuragi – ya me imagino como es que debió haber entrenado con su madre, debió ser un entrenamiento muy fuerte para que llegara a detener mis patadas, normalmente nadie lo hace con tanta facilidad.

- A mí me sorprendió mucho que fuera así de fuerte, pero hay algo que no me quito de la cabeza – Ikaruga pensaba un poco - ¿Cómo activó un Arte Shinobi si no se transformó? Es más, ¿Por qué no usó un arma?

- Sí, en la pelea contra Asuka pude notar eso – Yagyu fue la siguiente – es extraño.

- ¿Crees que sea alguien de temer Yagyu-chan?

- Hibari-san, no creo que sea alguien de quien temer, se mira que no quiere ser un shinobi, pero tiene madera para ser uno – dijo la peli negra del grupo.

- Puede que tengas razón, sería algo aterrador enfrentar a alguien como él – la peli rosa miró de reojo a la castaña la cual iba algo callada - ¿Asuka-chan?

- ¿Eh? ¿Qué ocurre Hibari-chan?

- Te noto muy preocupada.

- Ya sé cuál puede ser un método que la ayude – Katsuragi se acercó por atrás y comenzó a tocarle los pechos.

- E-Espera… Katsu-nee, estamos en público.

- Katsuragi-san, Asuka-san tiene razón, estamos en público.

- Vamos Ikaruga, no seas aguafiestas, a lo mejor quieres que te dé un masaje a ti también ¿no?

- Me haces eso y te parto a la mitad con mi Hien.

- Vamos, que aguafiestas eres.

- Chicas – la peli rosa miró a su grupo - ¿Qué no es Koga-san el que va allá?

- ¿Eh? – las demás miraron como es que el peliazul estaba caminando luego de haber estado en el templo de la localidad, pero solo ellas miraron cuando se fue corriendo rápidamente hacia otro sitio.

- ¿A dónde irá?

- No iba con su uniforme escolar, aparte que creo que mencionó Kiriya-Sensei que se quedaría en los dormitorios de la academia.

- ¿Iremos a buscarlo? Pero si pasarán el adelanto de la película de Dragon Ball – Katsuragi habló algo decaída.

- Katsu-nee.

- Bien, vamos, al final de todo lo puedo buscar después – con eso, las 5 shinobis fueron en busca del chico el cual había tomado camino hacia el bosque próximo la ciudad. Unos minutos de estarlo siguiendo en sigilo, este pasó por bastantes árboles, incluso Asuka sabía por dónde pasaría.

- Si seguimos así, creo que terminaríamos pasando por la antigua casa de Yumi-chan y las demás.

- ¿A dónde ellas irá?

- Ni idea – Koga se desvió del camino y llegó a un área apartada la cual tenía un pequeño lago y sin pensarlo dos veces, se puso en posición de loto para meditar un poco.

- Por el amor de Buda, ¿Qué demonios hacen siguiéndome? – exclamó el peliazul con los ojos cerrados – y no se hagan que sé que me venían siguiendo todo el camino.

- ¿T-Te enteraste?

- Sí – Koga miró a donde estaban escondidas - ¿Por qué ms siguen? Creo que quedamos que no seré shinobi, tampoco hablaré sobre esto.

- Es que no tiene sentido – dijo Ikaruga - ¿Cómo es que eres tan poderoso? ¿Por qué usaste una técnica shinobi sin transformarte?

- No me interesa eso, además, tampoco es que como que tenga que decirles mis técnicas, como dije, no soy un shinobi por lo que no estoy obligado a decirles algo.

- Vamos, no seas reservado, al menos comparte algo de tu genio – Katsuragi habló – si quieres como recompensa te puedo dar un masaje, y como tienes pechos, te lo puedo dar en donde quieras si sabes a lo que me refiero.

- ¡No seas pervertida!

- No me interesa eso, no es como que esté interesada en chicas – dijo el chico.

- ¿No te gustan las chicas? ¿A poco eres…?

- No, si me gustan las chicas, pero no estoy interesado en esas cosas – dijo el chico de cabello azul continuando con su meditación.

- Koga-kun – Asuka se acercó al chico el cual abrió los ojos para ver a la castaña - ¿en serio… no quieres ser un shinobi? Sé que eres bueno, solo fue una pelea, pero noté que eres bastante bueno y sé que puedes mejorar mucho…

- Asuka-san, no es como que me interese eso y más si solo me dices palabras que son nada más eso, ya elegí mi camino y estaría completamente agradecido que no me molestaran más con eso.

- Está bien, lo entiendo, pero al menos dime ¿Cómo es que tienes esa fuerza? Por favor, solo eso – la mirada ámbar de Asuka por alguna razón hizo que Koga cediera a hablar.

- Bien, te contaré – las demás quedaron confundidas porque el peliazul cediera a la petición de Asuka.

- Vaya, vaya, ¿será que Asuka te hace efecto en el corazón? – mencionó Katsuragi riendo un poco, pero fue callada por un golpe en la parte trasera de su cabeza de parte de su mejor amiga - ¿Por qué fue eso Ikaruga?

- Para que cierres la boca.

- Adelante Koga-kun, cuéntame.

- Verás Asuka-san, tal y como dijo tu abuelo, mi madre fue alumna de él, sin embargo, cuando ella me tuvo se dispuso a entrenarme desde que aprendí a caminar, realmente fue duro ya que no podía a hacer nada, toda mi enseñanza fue en casa, no tuve amigos verdaderos, solo entrenamiento y entrenamiento, tal parece que mi madre quería que fuera fuerte, pero eso mismo fue lo que provocó que odiara todo lo relacionado con los shinobis, hasta que su enfermedad le impidió seguir con los entrenamientos, cosa que me alegró, aun así, le dije que no seguiría su camino como shinobi, tuvimos una pelea de la que no nos reconciliamos, al final de todo ella murió tiempo después, quedé con la espina de no poder disculparme, pero creo que lo superé al tiempo.

- Debió ser triste – dijo Hibari – por mi parte nunca tuve ese problema.

- Perder a alguien es horrible – dijo Yagyu – yo perdí a mi hermana, aun así, logré recuperarme y seguir mi camino.

- Estamos en el mismo camino – dijo Ikaruga sabiendo lo que fue de su vida hasta que fue adoptada por su actual familia.

- Creo que no íbamos lejos – Katsuragi fue la siguiente.

- Koga-kun, entonces la razón por la que eres así de fuerte es porque…

- Los entrenamientos de parte de mi madre fueron algo extremos, sin embargo, me dieron bastante fuerza física, aunque puedo usar las transformaciones shinobis, no me gusta usarlas, así que solo uso mi fuerza física.

- Pero cuando usaste tu técnica para vencerme gritaste…

- Sí, no es una Arte Ninja, solo lo hice para que pareciera eso, pero olvidé que no estaba transformado, así que fue mi error – el peliazul suspiró – aun así, me impresionó que fueran fuertes.

- Bueno, se nota que tú eres fuerte, detuviste mi patada y eso no lo hace cualquiera, aunque… - la rubia fue rápido hacia el chico el cual reaccionó antes que ella, Koga se puso detrás de Katsuragi y este le dio una patada la cual la mandó a volar por el bosque.

- Al menos sé más discreta al atacar, tus movimientos son algo lentos.

- ¿Lentos? – exclamó desde lejos llegando de nuevo a atacar al chico el cual no recibía ningún golpe de parte de Katsuragi, esta siguió intentando batallar contra él, pero Koga tenía más reflejos y velocidad que la rubia, por lo que no le fue difícil al chico dejarla en el suelo – p-pero… ¿Cómo?

- Guau, definitivamente eres fuerte – dijo Hibari aplaudiendo un poco – lograste vencer como si nada a Katsu-nee.

- Increíble – Asuka miró al chico, realmente le había impresionado su fuerza y poder que poseía, pero el momento sería interrumpido por una señal de humo que vieron en el aire, señal que solo shinobis podían ver - ¿eh?

- ¿Y eso?

- ¿Alguna emergencia?

- Ni idea, creo que debemos ir allá, quien sabe que emergencia pueda pasar – las 5 se fueron del sitio, aunque Asuka solo observó a Koga antes de que se fuera junto con sus amigas.

- Realmente no creo que vayan a hacer esas chicas, aunque… - por alguna razón, la imagen de Asuka se le vino a la mente - ¿Por qué ella es tan amable conmigo? A pesar de todo, ella me trata como alguien más… no te hagas falsas ilusiones, es una shinobi, aun así…

El peliazul se levantó y aunque no quería ir, este se fue tras las chicas, aunque de forma más lenta.

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En la ciudad…

- Buena esa Homura-chan – dijo Haruka mirando a su compañera de batalla y amiga la cual había terminado de acabar con algunas criaturas bastante extrañas.

- Gracias, pero no es momento para hablar – la morena alistó sus katanas para un posible ataque – creo que la cagamos esta vez.

- No debimos hacer eso – susurró la castaña claro mientras que sacaba algunas de sus marionetas y la usaba para atacar a las criaturas la cuales parecían pequeños demonios con cuernos y rostros horripilantes.

- Y ya estaba a punto de hacer una buena cena con los brotes de soja, realmente me enfurece que me hayan interrumpido – dijo Yomi mientras atacaba a varios de estos demonios usando su ballesta.

- Parece que esto no acabará pronto – Hikage fue la siguiente atacando con su cuchillo, destruyendo a algunos demonios con algo de facilidad.

- Ni idea, hay que acabar con esto – dijo Mirai disparando con su arma hacia las malvadas criaturas.

- ¡Homura-chan! – Asuka llegó con las demás de Hanzou.

- Asuka, parece que vieron la señal.

- ¿Qué demonios pasó aquí? – preguntó Ikaruga.

- P-Pues… aparecieron varias criaturas justo cuando pasábamos por aquí – dijo Mirai, aunque las demás notaron que había algo de nerviosismo, pero se enfocaron más en las criaturas que salían de la nada.

- ¡Transfórmense! – Asuka dio la orden haciendo que ella y sus compañeras activaran sus transformaciones shinobis.

- ¡Cuidado Asuka-chan! – una figura apareció de la nada detrás de Asuka apuntándola con sus garras afiladas por lo que la castaña no tuvo tiempo de reaccionar, pero antes de que el demonio dañara a la castaña…

- ¡Patada de Pegaso! – gritó una voz masculina pateando al demonio y mandándolo a volar - ¡Asuka-san!

- S-Sí – la castaña usó sus dos espadas para cortar al demonio que la quiso atacar, luego de derrotarlo se dio cuenta de que se trataba del peliazul – gracias Koga-kun.

- ¿Y él quién es?

- ¿Un shinobi?

- No soy shinobi – dijo el chico – solo vine porque pensé que tendrías algún problema, además, fuiste amable conmigo, con esto quedamos a mano.

- ¿Cómo es que posees esa fuerza?

- No hablaré más de lo que ya hice – el chico miró a los demás demonios – si van a batallar háganlo de una vez.

- B-Bien – la castaña miró a sus compañeras y a las shinobis renegadas – ataquemos chicas.

- ¡Sí!

- ¡Barrera Shinobi! – la barrera se puso alrededor del sitio mientras estas atacaban a los demonios, realmente no entendían las de Hanzou de dónde salían. Para las de Hebijo, fue impresionante ver cómo es que el chico peliazul batallaba sin transformarse contra estos demonios.

- ¿Cómo es que él posee esa fuerza? – Homura habló mirando al chico.

- Apenas nos dijo algo, creo que la única que le puede sacar la información es Asuka y como no, si solo mira esos pechos, a lo mejor le encantó como a mí me gusta tocarlos – Katsuragi sonrojó a Asuka la cual casi se tropieza por ese comentario.

- Ten más cuidado con tus movimientos – Koga llegó tomando de la cintura a Asuka y protegiéndola de dos demonios los cuales llegaban a gran velocidad a donde estaba ella y este las eliminó tomando una de las espadas de la chica y solo los partió a la mitad salvándola y dejándola a un lado.

- Creo que los eliminamos a todos – Yagyuu dijo eso mientras que veía a Hibari la cual sonrió – están a salvo.

- No sé cuánto más íbamos a aguantar contra esos tipos – dijo Yomi.

- ¿Y de dónde salieron? – Ikaruga miró de reojo a las de Hebijo las cuales negaron saber algo, pero la expresión de Mirai que notó antes la hizo sospechar que algo sabían.

- Ni idea, pero eran fuertes.

- ¿Eras youmas?

- No, estos son más fuertes que varias youmas.

- Quién sabe que pasará más adelante – susurró la peli blanca en la que la barrera se deshacía y Koga estaba lista para irse.

- Koga-kun, gracias por salvarme.

- Me voy – el peliazul se fue sin más, ni siquiera miró a Asuka a los ojos al irse.

- Koga-kun – las mejillas de la castaña se pusieron rojas, aunque no fue mucho, pues el momento fue interrumpido por Katsuragi que comenzó a masajear los pechos de Asuka.

- Katsu-nee no cambia.

- Yomi-san, ¿de qué se…? – Ikaruga no miró cuando las 5 shinobis renegadas desaparecieron del sitio, dejándola con la duda de que algo hubo detrás de este ataque.

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Escondite del escuadrón Homura.

- Eso estuvo cerca – decía Homura – por poco y descubren todo.

- Lo siento, es que me puse muy nerviosa – dijo Mirari agachando la cabeza, pero fue acariciada por Haruka.

- No te preocupes Mirai-chan, al menos no hicieron más preguntas, pero creo que una de ellas sospecha algo.

- Además, no esperábamos que viniera ese chico – Hikage miraba su cuchillo – definitivamente es fuerte.

- Sí, derrotó a varios de esos demonios sin transformarse – Yomi dijo eso mirando sus plantas de soja.

- Por el momento estamos a salvo – dijo Homura mirando su mano derecha – pero quien sabe hasta cuándo más lo estaremos. Debemos cuidarnos más.

- Sí – las chicas del escuadrón Homura ocultaban algo lo cual parecía ser algo grave según palabras suyas.

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Continuará…