Antes de empezar este capítulo me gustaría aclarar un par de cosas que he visto en varios reviews y es que algunos/as de ustedes han notado que en esta historia aumque son vampiros, si se reflejan en los espejos o tal vez otras cosas que los hagan diferentes a los vampiros a los que estamos acostumbrados a ver en la televisión o en otros lados. En esta historia quise hacerlos un poco más humanos ya que como fue explicado en la historia, los vampiros se han adaptado a los humanos para poder convivir. Aprecio muchísimo sus opiniones, pero me gustaría aclararles que no voy a seguir con las reglas tradicionales de cómo "supuestamente" deben ser los vampiros porque creo que ya es muy clichè(?) y me gusta la idea de cambiarlos un poco. Espero que entiendan y de ninguna manera estoy tratando de criticar su opiniones o decir que son inválidas! Solo quería explicarles por qué puede que se vean diferentes a los "vampiros originales". Espero que disfruten este capítulo
Capítulo 5
El clima ya estaba cambiando. El otoño ya casi terminaba lo que se veía fácilmente con la falta de hojas en los árboles. El viento soplaba y la noche comenzaba más rápido. Habían pasado ya varias semanas desde que Juvia apareció en la vida de Gray y parecían haberse vuelto más cercanos. -¿Sabes en dónde está?- Gray le preguntó con una mirada curiosa. Juvia observó a su alrededor y rápidamente cambió su dirección hacia el callejón que tenían frente a ellos. La luz del día brillaba en su máxima expresión, pero aún así, no era suficiente para dejar ver el interior de este. El pelinegro dio un pequeño paso con la intención de adentrarse en el pero la mano de Juvia frente a él lo detuvo. En ese momento vio cómo un joven de apróximadamente la misma edad que ellos salía de entre las sombras y para su sorpresa con sangre corriendo por sus labios. -...-
-...-
-¿Oh?- el joven vampiro los notó. Sus ojos eran rojos y su cabello rubio brillaba bajo el sol. El jóven notó a Juvia y rápidamente arremetió contra ella. Ella logró esquivarlo y Gray preparó su arma. Juvia fue atacada una vez más pero esta vez logró detenerlo sujetándolo por sus brazos y lanzándolo contra la pared.
-No dejo de sorprenderme con lo fuerte que son los vampiros-
Juvia se incorporó y sacudió sus manos -Si, bueno... yo tampoco- El vampiro volvió a levantarse pero esta vez fue hasta Gray. El pelinegro apuntó su arma directo a su cabeza y en un instante su cuerpo se convirtió en polvo. -Buena puntería-
-...- Gray dio media vuelta y levemente le sonrió -Vamos- Juvia asintió.
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-Veo que se estan llevando mejor- Erza sonrió mientras secaba un vaso con un repasador.
-...- Gray desvió la mirada avergonzado y Juvia asintió enérgicamente.
-Es bueno por fin llevarme bien con todos ustedes- Ella apretó el vaso entre sus blancas manos y sonrió alegremente, a lo que todos le devolvieron el gesto.
De repente, la puerta del bar se abrió bruscamente. Un joven de cabello negro y largo ingresó a través de ella, llevaba piercings en todo su rostro y sus ojos eran completamente rojos. Pero lo más notable de su apariencia eran sus prominentes colmillos sobresaliendo de su boca. El chico se dirigió a la barra y se sentó frente a Erza -Dame lo más fuerte que tengas- Erza lo miró extrañada y en un minuto le entregó lo que había pedido. No era común ver rostros nuevos a menos que hayan sido encontrados como Juvia o enviados por el consejo y menos a un vampiro mostrando sus colmillos tan libremente. Natsu se acercó a él y comenzó a observarlo. -¿Qué demonios quieres?-
-Tú también eres un clase alta-
-¿Y?-
-¿Acaso fuiste enviado por el consejo?-
-Claro que no. Yo no trabajo para nadie-
Juvia lo observó sorprendida -¡Oh! No conozco a muchos clase alta... ¿Cómo te llamas?-
-Gajeel Redfox-
-¿Y a qué se debe tu repentina visita, Gajeel Redfox?- Lucy se metió en la conversación.
Gajeel tomó un sorbo de su bebida y lo apoyó bruscamente contra la mesa llamando la atención de los otros clientes. -¿Por qué son tan chismosos?-
-Porque en esta tienda no es común ver caras nuevas- Le respondió Erza un poco molesta por su actitud.
Gajeel suspiró. -¿No saben lo que está ocurriendo?- su mirada se volvió oscura. Ninguno de los del grupo respondió, lo único que podían hacer era observarlo expectantes. -Vine en busca de refugio-
-¿Refugio? ¿A qué te refieres?- Preguntó Erza confundida.
-...- Gajeel se tomó un segundo -Durante las últimas semanas ha habido un aumento en la muerte de vampiros. No solamente de clase baja sino que también entre los de clase alta- su mirada era seria y aterradora.
-Los cazadores solo tenemos permitido eliminar a aquellos que pierden el control y son reportados por el consejo- explicó Gray.
-No lo entiendes. Generalmente entre dos y tres vampiros son eliminados por semana. Pero en estas últimas dos semanas más de diez vampiros fueron asesinados- los integrantes del grupo se mostraron sorprendidos ante tales palabras.
-¡¿Más de diez?!- Gray repitió -Eso es imposible... ¿el consejo ha dado la órden?-
-El consejo no ha emitido ningún comunicado, lo que me da a entender que están de acuerdo con lo que está sucediendo-
-¿Cómo es posible que en dos semanas hayan aumentado tantos los casos?- cuestionó Natsu.
-No lo sé aún. Pero me resulta extraño-
-¿Por qué de todos los lugares viniste aquí sabiendo que somos un bar con cazadores?- le preguntó Erza con sospecha mientras cruzaba sus brazos y lo observaba con una ceja levantada.
-Porque aquí es el único lugar en el que se sabe que ayudan a vampiros en necesidad y además quería advertirles- Gajeel se mantuvo en silencio y luego observó a Juvia y a Natsu -Ustedes dos también so vampiros- afirmó sin duda alguna.
-¿Hm?- Juvia lo obeservó.
-Deben tener cuidado o pronto ustedes también desaparecerán- Gray frunció el ceño ante tales palabras.
-Juvia y Natsu saben cómo defenderse. También estamos Lucy, Erza y yo para protegerlos-
Gajeel rió -¿Estás seguro de ir contra las reglas del consejo? Podrías terminar igual que ellos-
-...-
-Escuchen... No sé qué demonios está sucediendo, pero algo me dice que no es nada bueno y que él, ella y yo estamos en peligro. Pueden pensar lo que quieran, pero si fuera ustedes andaría con cuidado- el chico bebió de su vaso -Mi novia, Levy, ella también es un vampiro. La última vez que la vi fue hace una semana y de un día para el otro dejé de tener contacto con ella. Fui a su casa y no había nadie- Gajeel bebió una vez más y se puso de pie y los observó por última vez antes de irse -Tengan cuidado-
-...- el grupo lo vio irse por la gran puerta de madera que rechinó al cerrarse.
-Bueno... ¿quién quiere salir a pasear?- bromeó el pelirosa.
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Sting abrió el libro que Minerva le había entregado hace unas semanas. Revisó las páginas que ya había revisado antes. Cada una de las fotos estaba marcada con una equis roja. Sting suspiró perezosamente y cambió de página. -Oh...- la foto de una chica de cabello azul llamó su atención -Juvia Loxar- siguió leyendo la página y comenzó a buscar la dirección de su hogar en una lista que tenía a su lado. Una vez que la encontró, tomó un marcador de color rojo y subrayó la dirección. Luego, cambió a la siguiente página del libro y observó cuidadosamente la imagen, pero Minerva ingresó repentinamento lo que lo hizo perder la concentración.
-¿Cómo vas Sting?-
-Iba bien hasta que me interrumpiste-
-¿Ya sabes quiénes son los siguientes?-
-Un segundo- el joven rubio volvió a tomar su marcador rojo y subrayó una nueva dirección -Aquí tienes-
-Juvia Loxar, Natsu Dragneel... Ellos parecen ser clases altas-
-Lo son-
-Creo que será más complicado terminar con ellos- Minerva le explicó -Tal vez sea mejor que esta vez seas tú el que vaya-
-¿Acaso te dan miedo unos vampiruchos de clase alta?- la chica enojada por su comentario apoyó el libro violentamente contra el escritorio del chico.
-Claro que no. Solo creo que tú podrías terminar el trabajo más rápido. Por cierto, Rogue y yo fuimos por ese tal Gajeel Redfox, pero no logramos encontrarlo entonces fuimos por su novia, Levy Mcgarden. Puedes tacharla del libro-
-Ya veo- Sting buscó su nombre y siguió las órdenes de la chica -Oh. Ella era de clase baja-
-Si, y aparentemente estaba, ya sabes...-
-...Tú si eres cruel, Minerva-
-Creeme. Yo tampoco quería hacerlo, pero no me quedaba de otra-
-...- La chica lo observó buscar la dirección de Gajeel y marcarla nuevamemte con un marcador rojo. Sring cerró el libro y se puso de pie. -¿A dónde vas?-
-Tú y Rogue si que me hacen hacer horas extras- dijo molesto mientras dejaba la oficina.
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-Gracias por acompañarme- la peliazul volteó hacia Gray mientras le agradecía.
-No puedo dejarte ir sola con lo que Gajeel dijo- Gray caminaba a su lado mientras le sonreía cálidamente. Juvia al verlo le devolvió el gesto. -¿Cómo te vas sintiendo? Me refiero a que ya hace un tiempo desde que bebiste de la sangre de Natsu y creo que últimamente te vez un poco cansada--
-Estaré bien... Lo único que siento es un poco de cansancio pero es algo que las pastillas pueden cubrir-
-Sabes que no lo harán por siempre-
-Pues no tengo otra opción más que aguantar-
-Yo sé, pero--
-¿Acaso me dejarás beber de tu sangre, Gray?- le preguntó mientras bromeaba con emoción -Jamás podría aceptarlo aunque te ofrecieras-
-...- el chico la observó con preocupación -No quiero que desaparezcas, Juvia- le dijo seriamente mientras se detenía. Ella se detuvo al ver el tono serio con el que el chico se había detenido a hablar. Juvia sonrió dulcemente y se acercó a él. Ella estiró su mano y la colocó en la mejilla de él con sumo cuidado. Su rostro era cálido a pesar de mostrarse frío ante los demás. Juvia acarició levemente su rostro y suavemente susurró lo que para ella era una pequeña mentira -Nunca voy a desaparecer, Gray- el mencionado abrió sus ojos levemente sorprendido y lentamente tocó la mano de ella aprentándola un poco más contra su rostro -Siempre estaré contigo- su suave voz resonó en sus oídos y no pudo evitar sonrojarse.
-Gray... tu rostro está muy caliente- bromeó con la intención de hacerlo sentirse más incómodo.
-Cállate- ambos volvieron a caminar en dirección a la casa de la chica cuando Gfay decidió volver a hablar -Oye... no puedo dejar de pensar en lo que dijo Gajeel. Tal vez tú y Natsu si están en peligro y--
-Tal vez-- tal vez solo estaba preocupado por su novia y comemzó a imaginarse cosas...- trató de excusarlo no muy segura de sus propias palabras. Por alguna razón ella también tenía el presentimiento de que algo no estaba bien.
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-Natsu...- Lucy lo jaló del brazo.
-Ya te dije que no sucederá nada, Luce... Puedes estar tranquila-
-¿Cómo puedo quedarme tranquila con lo que ese chico dijo hoy?- Natsu se apoyó en el marco de la puerta de la casa de la chica y le sonrió amorosamente mientras sostenía el mentón de ella entre sus dedos.
-Porque sé cómo defenderme y ningún cazador se animaría a enfrentarse a un vampiro de clase alta que se ha mantenido a base de sangre humana-
-...Natsu...- ella lo observó temerosa -¿Estás seguro de que no quieres pasar la noche aquí?-
-Seguro-
-...- al ver que ella no respondió, Natsu se acercó a ella y le dió un beso en la frente.
-No te preocupes... Nos vemos mañana- dicho esto, el pelirosa comenzó a caminar en dirección a su casa una vez que Lucy cerró la puerta.
Las calles estaban oscuras y sólamente eran iluminadas por la luz de la luna que se reflejaba en el rio que corría por el medio de la ciudad. En un momento, Natsu se detuvo a observar la luna. Era día de luna llena... Suspiró profundamente y dirigió su mirada al chico rubio que se encontraba parado frente a él -Natsu Dragneel-
-Con que los asesinatos son ciertos- Natsu colocó sus manos en los bolsillos de su pantalón -Antes de matarme, ¿podrías explicarme la razón detrás de todo esto?-
-¿Acaso no lo sabes? Ustedes son muy peligrosos para los humanos-
-Y es por eso que vas a eliminar a uno que se encuentra totalmente saludable solo porque quizás en el futuro pueda convertirme en una amemaza?-
-Es mejor prevenir que lamentar, ¿no lo crees?-
-¿Cuál es tu nombre?-
-Sting Eucliffe-
-Un gusto...- en un parpadear de ojos Natsu se encontraba detrás del chico con una sonrisa y sus colmillos rozando el cuello del chico -...veamos si puedes prevenir y no lamentar tu decisión...- susurró. Sting esbozó una sonrisa y rápidamente logró golpear a Natsu lo suficientemente fuerte como para enviarlo un par de metros lejos de su cuerpo. -Vaya que eres fuerte-
-...- Natsu corrió hacia él y comenzó a atacarlo con sus garras para hacerlo perder el equilibrio y terminar sobre él con la intención de desgarrarlo. -¿Seguro de que quieres matarme?- Sting sonrió -Ya sabes lo que hará el consejo una vez que vean que un vampiro asesinó a un cazador-
-No quiero hacerlo, pero no me dejas otra opción. Asumiré las consecuencias más tarde- Una sonrisa se formó nuevamente en el rostro del rubio. Sting sacó su arma y la apuntó directo a la cabeza de Natsu el cual esquivó el disparo por milímetros. La bala rozó su oído derecho haciéndolo sangrar y perder el sentido por unos segundos. -¡Agh!- llevó sus dos manos a su oído y lo cubrió del dolor. Ya no escuchaba.
-No te hagas el valiente- Sting corrió hacia él, dió un salto y le dio una patada con su pierna izquierda haciendolo caer unos metros de donde estaba. Natsu se puso de pie antes de que Sting pudiese alcanzarlo una vez más y le dio un razguño en el pecho que atravezó sus ropas y el cual comenzó a sangrar inmediatamente. -Sin duda eres un clase alta-
-...- Natsu estaba cansado. Ya no escuchaba de su oído derecho y apenas le quedaban fuerzas para luchar. Pero le había prometido a Lucy que nada malo le sucedería. Vio al rubio caminar hacia él una vez más con su arma mata vampiros en su mano derecha. Sting lo miró. Natsu estaba muy adolorido. Levantó su pierna y fuértemente pisó la rodilla del pelirosa dejándolo así inmobilizado. Con su rodilla fracturada ya no podría moverse.
Era un dolor inaguantable. Algo que no le deseaba ni a su peor enemigo. Natsu levantó la mirada para encontrarse con el arma que tanto temía apuntanda directo a su frente. Desvió una vez más su mirada hacia la luna y sonrió tristemente -Lucy... lo sien-- y en un abrir y cerrar de ojos, lo único que se pudo escuchar fue el sonido del gatillo siendo apretado.
Sting lo observó caer al piso -...Patético- sacó su pequeño libro y un marcador rojo, abrió la página que tenía la foto del pelirosa y dibujo una cruz roja sobre ella.
