Hola, es bueno verlos de nuevo, dejemos las aclaraciones abajo y vamos con el punto.


Había pasado un tiempo desde que había ido a una catedra, pero aquí estaba, en su estudio, en una de las sillas prestadas del comedor, frente a una pizarra, prestando atención a una charla de mas de treinta minutos autoría de Michiru.

Nunca deseo tanto no estar en su oficina.

"En Reiwa no hay presencia de oposición anti beastman… bueno… mhh aunque… no es que allá muchos beastman por allá… " Se dio cuenta de que había puesto en duda su punto, se apresuro a corregirse convertida en una maraña de pánico "P-pero aun así esta lleno de buenas personas, ellos nunca causarían problemas" Michiru puntualizó en la pizarra de nuevo, escrito en la misma en letras grandes "Razones para ir a Reiwa"

Shirou podría haber reído si no supiera lo mucho que se estaban esforzando.

Bueno… Michiru parecía esforzarse bastante, Nazuna aun estaba tomando el privilegio de hacer el vago en el sofá después de ayudar a Michiru a meter la pizarra.

Al verse observada por el mayor solo atino a bajar su celular y sacarle la lengua divertida al lobo, evito sonreír a toda costa pues eso solo le haría saber que disfrutaba sus juegos.

Miro contrariado la pizarra…

La sola idea de ir al exterior.

Diez años en Animacity lo habían privilegiado de no tener que verse rodeado de humanos por un largo tiempo… los Beastman podían ser revoltosos en gran medida, lo cual era una carga constante para él como su protector.

Pero mentiría si dijera que la idea de volver a mezclarse entre los humanos no le producía un sentimiento desagradable.

Le diría a Michiru mil y un veces que no odiaba mas a los humanos, y que todo era gracias a ella, pero la sombra de la duda siempre estaría en su interior, pues una parte de el se negaría a soltar el pasado.

Pero…

"Reiwa es… bueno… hay un invierno bastante agradable y… la navidad… " Michiru agoto sus puntos, miro la pizarra un tanto afligida al no notar cambios en la postura del lobo.

Era ridículo.

No podía mantener a Michiru alejada de sus raíces por siempre, sería como enjaularla al igual que una avecilla, no quería que ella pensara que estaba intentando enterrar su pasado como humana para su gusto.

Claro, su lado racional podía decirle que ella podía ir a casa sin ninguna preocupación por su cuenta…

Pero su lado racional era ignorante, el solo pensamiento de que algo le ocurriera a la chica en su ausencia le hacia doler el pecho.

Y aun mas… la sola idea de que Michiru se arraigara de nuevo en su antiguo entorno y decidiera no volver… eso lo hacia sentir aun peor.

Además, ella lo había invitado por una razón…

Shirou estaba familiarizado con el ritual, no era la primera vez que conocía a los padres de una chica… De eso una larga historia.

Y ahora tenia que hacerlo de nuevo.

Michiru a este punto revisaba apresurada sus improvisadas notas en su teléfono buscando algo nuevo que decir.

Una negativa no la detuvo la primera vez, otra no haría mas que malograr su relación…

Estas chicas algún día iban a arrastrarlo a un agujero.

"Esta bien, iré…" Uso un tono apenas audible, pero el silencio en la oficina lo hizo resaltar como una anomalía en el vació.

Las miradas incrédulas de ambas se vertieron sobre el… ¿porque el siempre era el cretino inaccesible al que tenían que convencer?

Michiru no le dio mas tiempo para pensárselo, pues lo envolvió en un abrazo que casi lo derriba de la silla, lo siguió de un beso en la mejilla, se noto conmocionado por una muestra de afecto tan impropia de Michiru, pero no podría decir que le había disgustado en absoluto.

"Prohibido retractarse, ¿entendido?" Le advirtió señalándolo acusadoramente, se fastidió un poco al respecto, desviando la mirada y torciendo su mueca.

Michiru sintiéndose victoriosa procedió a retirar la pizarra y arrastrarla fuera de la oficina, al armario de donde había salido.

Shirou se volteo a ver a su otra responsabilidad esperando inconscientemente ver una mirada de aprobación… lejos de eso, Nazuna parecía terriblemente contrariada mientras miraba al vacío.

Su instinto protector lo llamo a su lado para ver que le ocurría.

Tomo asiento junto a ella, Nazuna no tuvo reacción alguna, en cambio hablo mirando al frente evitando que atrapara su mirada.

"Creí que serias mas difícil de convencer, *Suspiro* siendo sincera… contaba con eso" Su animo parecía desplomarse por segundos, su cabeza cayo en el hombro del mayor.

"¿No quieres ir?" Una escasa consternación en su tono, podía ser una pregunta tonta, pero el asegurarse no estaba de mas para el.

Claro, para Nazuna aun era una pregunta tonta, le dio una mirada que le gritaba que leyera el ambiente, pero se resigno a responder a la interrogante.

"No hay mucho que me haga querer volver" Una imagen mental vino a su cabeza, la hizo desaparecer tan rápido como apareció, dejo una mueca de incomodidad en su cara como recuerdo.

"Además, una navidad los tres solos también hubiese sido linda" Su escenario ideal fue bastante simple, un árbol, una celebración pequeña, un intercambio de regalos, una cena casera o comida rápida, tal vez alguna sorpresa…

"Los Horner estarían aquí también Nazuna" Shirou señalo fugazmente como si fuera obvio, en el proceso destruyo su pequeña fantasía

"Hmmmp cierto…" Inflo las mejillas aun tanto fastidiada por el recordatorio, los Horner no serian un problema en absoluto, son como los abuelos amables y adorables que nunca tuvo.

"Tampoco me enloquece la idea… pero no quiero quitarles su pasado solo para hacer mas cómodo mi presente" Shirou sonó melancólico al respecto, no le sorprendió escucharlo de el mismo, pero estaba algo conmovida por como intentaba darles gusto, aun podría intentar ponerlo de su lado y echar abajo el viaje.

Pero lo que sentía Michiru también le importaba...

"Si no quieres ir…" Se atoro a media frase, no sabia como hacerlo sonar amable, Nazuna no se lo tomo con gracia.

"Oh, ¿entonces me dejarías botada en la ciudad para ir a pasar la navidad solo con Michiru?" Aun si sabia que no era lo que quería decirle, si se aseguraría de que resintiese su falta de tacto.

"¿Entonces quieres ir?" Obviamente Shirou decidió esquivar esa bala, Nazuna aun sentada se cruzo de brazos y cerró los ojos.

"Si insistes" Murmuró lo suficiente mente alto asegurándose de que la escuchara, el sonrió levemente, la despeino un poco con su mano obteniendo un juguetón empujón de la chica zorro.

Antes de ponerse mas amigables Michiru volvió tarareando obviamente alegre por el próximo viaje a Reiwa.

"Hay que verificar las rutas y horarios de los autobuses, también… tienes que pedir un par de días libres a la alcaldesa" Michiru se volvió insegura al mencionar dicho inconveniente, estaba segura de que Shirou tendría un problema al dejar la ciudad sin supervisión, y era cierto, tendría que vérselas con eso, confiaba en el cuerpo de policía, pero seria algo para pensar constantemente, Bárbara no era inepta y probablemente le atusaría por ponerlo en duda.

"Es evidente" Se levanto del sofá, permaneció de pie en medio del estudio pensativo, esto atrajo miradas de ambas féminas "Olvida el autobús, tengo algo en mente, pero tengo que hablar con Jem" Salió de la oficina sin prisa al buscar al mayor.

Michiru y Nazuna permanecieron en la sala, una vez dejaron de ver la puerta por donde salió el mayor estas se miraron entre ellas, un par de risitas se hicieron presentes ante la usual descomunicación del lobo, Michiru parecía mas que alegre de volver a casa.

Nazuna hizo su mejor esfuerzo para fingir que era lo mismo para ella…


Lamento que sea tan corto, pero prometo que luego volveremos a la zona incomoda y caotica.

Si es de su agrado denle todo el apoyo a esta historia y también lean las demás (A Metamorfosis ya le salieron telarañas), cualquier comentario espontaneo o critica es bienvenida, de esa manera se que no escribo para mi mismo.

Los veo luego.