Los veo abajo


*Animacity, cooperativa*

"Vamos Kuro, no es tan malo" La corneja se dio la vuelta renuentemente en su percha negándose a mirar al peli níveo.

Viéndose rechazado por su fiel compañero no pudo si no suspirar derrotado.

"Es increíble lo expresivo que es…" En su mas reciente invasión, Nazuna opinó divertida desde la comodidad del sofá de la oficina, nunca había visto a un pájaro tan enfadado.

El porque de su reciente visita, finalmente haber liberado su agenda le permitio darse un respiro, en cuanto a su trabajo, a Marie casi había tenido un ataque cuando le anuncio que saldría de la ciudad, no podía decir que no estuviese dándose gusto al respecto, trabajar como mula para la visón le dejo algo de rencor al respecto.

Se estiro a sus anchas en el sofá mientras tomaba un refrigerio de papas fritas, la oficina de Shirou era cómoda y espaciosa, lo suficiente como para parecerle preferible a su departamento.

El mayor permaneció insistente ante el renuente cuervo, que últimamente se negaba a comer o a obedecer al lobo.

"Melissa cuidara bien de ti, volveremos tan pronto como pueda" Se excuso de nuevo ante su viejo amigo, dejarlo atrás parecía algo que el avecilla consideraba inaceptable.

Mirando al lobo tan preocupado por lo que opinara su mascota al respecto le pareció enternecedor, se puso de pie y camino a espaldas del mayor.

"Sabes, si fueras así de amable siempre tendrías muchos mas amigos" Le fastidio con un gesto burlón asomándose por uno de sus costados.

En respuesta a esa afrenta solo vocifero y siguió mirando a Kuro.

"No necesito mas amigos…" Recitó rápido y cortante, su tono de voz volvió a ser el de siempre, algo no le hacia gracia de que señalaran su limitada lista de personas a las que llamar "Amigos", no admitiría que eso era una fibra sensible.

"Bueno, es tu elección, tienes suerte de que no odie a los gruñones" Encogiéndose de hombros hizo un ademan antes de envolver la cintura del hombre de negros ropajes con sus brazos, ante la mirada fastidiada del albino se reservo solo a sacarle la lengua.

El mayor se limito a rodar los ojos, era bastante obvio que había venido a verlo a él, Michiru aún tenia las manos llenas de encargos, pues al ausentarse tenia que dejar todo en su lugar antes de dejar la ciudad.

Kuro repentinamente pareció enormemente irritado, inadvertidamente alzo el vuelo y salió por la puerta de la oficina.

Ambos presentes miraron la puerta por donde Kuro había salido en una especie de rabieta con cierta interrogante en mente.

"¿… Que fue eso?" Nazuna se dirigió al mayor, este medito su respuesta antes de recordar cierto detalle…

"… Michiru le enseño a salir de las habitaciones para darnos privacidad" Rememoro no poniendo alguna emoción en particular al recordarlo.

"Oh…" Se sonrojo levemente al recibir dicha información, realmente era un truco útil.


*Reiwa, Actualidad*

"HAHAHAHA!" La jocosa risa de su vecino de cubículo resonó en lo mas profundo de sus tímpanos, un oficinista joven de cabello rubio castaño, ojos marrones y una escaza barba en el rostro le dio varias palmadas en la espalda a un angustiado Ichiro Kagemori "Te felicito Ichiro, te convertiste en un anciano"

(Masao, Compañero de oficina de Ichiro)

"Me arrepiento de haberte contado…" Ichiro intento hacer distancia de su molesto compañero de asiento, sabia que era mala idea buscar desahogo con Masao de todas las personas.

"Es que no puedo creerlo, el maduro y compuesto Ichiro quiso golpear a su yerno, hombre, usualmente no le subes la voz a nadie ni en la oficina" La mano de Masao en su hombro se le hizo pesada, el recuerdo solo le hizo sentir mas miserable.

Los acontecimientos de esa tarde se reprodujeron rápida e incesantemente en su cabeza, entre ellos la mirada horrorizada de su única hija mientras él estaba en el suelo.

"Perdí el control… y ahora Michiru me odia" No podía refrescar las emociones que lo habían llevado a tal desenlace, pero ahora estaba atorado con las consecuencias.

Masao noto la decaída de humor en su senior… realmente esto era un peso sobre Ichiro, le dio una sonrisa de apoyo mientras hablaba.

"No puede ser tan malo, es imposible que esa chica te odie, además, aunque no conozco tanto a Michiru, por lo que sé, no creo que haya escogido a un mal chico…" Masao intento suavizar el panorama tanto como pudo, su mano sobre el hombro de Ichiro se torno molesta, el mayor se la sacudió de encima para mirar a su compañero.

"No es un chico, es mas alto que yo…" Ichiro le comunicó como si fuese algo que se tuviese que saber.

"…" el rostro de Masao se torno en una cara incrédula, lento y con duda tomo la altura de Ichiro con una mano y la llevo a su propia cabeza, luego tomo unos centímetros mas… también seria mas alto que él "¿Que edad tenia?"

"Veinticinco… o eso dice" Intento llevar la molesta charla mientras llenaba las líneas en su computador.

"¿….. Es de Siberia o algo así? Escuche que los tipos ahí son gigantes" Pregunto coloquialmente aun intimidado por el solo pensamiento.

"No se… no hemos tenido una charla civilizada aun" Y sabia que eso era en mayor parte su culpa…

"Tal vez solo debas conocerlo un poco… aunque… también podríamos llamar a la policía…" Masao gesticulo con dos dedos proyectando ambas ideas.

"Michiru tiene diecinueve… probablemente eso no traería nada bueno" Además, no quería a Shirou en prisión, su mayor problema solo seguía siendo que Michiru hubiese decidido emanciparse de su guardia… para estar con "El".

Tampoco cometería la indiscreción de fichar a Shirou como un beastman.

"¿Crees que él y ella…? " Masao junto dos de sus dedos ante la vista de Ichiro, la sola sugestión lo abofeteo en lo mas profundo de su conciencia.

"Masao…!" Ichiro sonó completamente mortificado.

"Okay, ya lo dejo… suerte" Masao volvió a su propia estación, dejando al agobiado Ichiro terminar su jornada.

El tiempo era despiadado, las horas pasaron a una velocidad nefasta que a Ichiro solo anunciaban la hora de volver a su hogar, después su numerito en la mañana, ¿como podría pararse en sus dos pies frente a su familia?

Un viaje prolongado e incomodo por el metro y una caminata desde la estación después, el panorama se volvió familiar al estar en su vecindario.

El camino de vuelta le dio tiempo de sobra para planificar sus posibles escenarios, podría encontrarse con el novio de su hija y finalmente dejar claros sus puntos, podría ser atosigado por Minorin, quien solo le diría lo que ya era evidente con respecto a su actitud de esta mañana…

Pero por alguna razón temía mas encontrarse con Michiru… y como era usual su suerte parecía estar en su contra.

Michiru aun en su forma humana lo miro fijamente sentada en el escalón de la entrada, para calmar sus temores, no parecía guardarle algún sentimiento turbio vestigio de esta mañana.

Le sonrió simplemente para respaldar aquello.

"Hola" Saludo ella simple y cordial.

"Hola… " Respondió el saludo aun con cierta inseguridad.

"¿Sigues molesto?" Fue el turno de Michiru de sentirse insegura.

"No…¿y tu?" Un alivió incontenible se filtro en su voz al verse en una atmosfera tan relajada.

"No tanto…" Rodo los ojos mientras anunciaba con cierto tono burlón.

Aun si su cuerpo le gritaba que necesitaba una ducha y algo de comer, no pudo evitar sentarse junto a su hija en la fachada de su hogar, renuente a la escaza comunicación que se debían de el ultimo año, no sabían que decirse, además de…

"Yo… lamento lo que dije esta mañana, ni siquiera yo estoy seguro de lo que dije…" Su mirada se fijo en la extensión de la desierta calle.

"Yo también… lamento haberme puesto a la defensiva" Michiru tenia sus motivos, pero aun así no se sentía bien atacar a su propio padre con su navaja verbal.

"No, tienes razón, en el fondo solo estoy buscando alguna manera de hacer que te quedes, no me sentía preparado para perderte" No se le daba expresarse, mucho menos cuando ahora le debía explicaciones a su propia hija.

"No me perdieron, estoy aquí ahora… aunque si hablamos de quedarme… tuve bastantes problemas para traer a Shirou, obligarlo a abandonar la ciudad no seria justo" Intentando provocar su buen humor, quería disolver la tensión, pero el gesto de su padre aun parecía contrariado

"… C-cierto…" La sola mención de Shirou lo enervo enormemente.

"Enserio no te agrada…" Michiru frunció el ceño delatando una efímera molestia al respecto.

"Solo… es difícil imaginarlo, que en algún momento ya no estarás aquí para estar con él, siento que… el tiempo que tuve para estar contigo fue tan fugaz… hace solo dos años aun usabas un uniforme escolar… y ahora vives lejos de tus padres con un hombre a quien nunca había visto en mi vida, no se si pueda dormir con la idea de no poder protegerte o ayudarte si lo necesitas… " De nuevo su voz se llenaba con sus preocupaciones, la nueva realidad era que su hija solo se comunicaría con él por internet, no desde su habitación al final del pasillo en casa.

Michiru escucho atentamente, pero aun así no sabia como responder a esos sentimientos… así que pensó que lo mejor era expresar los suyos.

"… Yo también tenia miedo… de vivir lejos de casa" Empezó a rememorar mientras hablaba sin mirar a su padre, el cual la miro con especial atención.

"Quería volver a ser humana sin importar que, tanto que empecé a perder de vista el presente, incluso llegue a dudar si hacer lo correcto valía la pena si no podía obtener lo que quería, todo era porque… no entendía a los beastman, llegue a creer que nunca seria feliz siendo una, por mucho que me duela admitirlo… realmente tenia un prejuicio sobre ellos" Rememorar su perspectiva del pasado, aun siendo una relativamente reciente, la hizo sentir bastante insegura "En Animacity, conocí a muchas personas, tanto gente amable como gente mala, incluso a alguien muy parecido a mí, Shirou tuvo una vida muy difícil por culpa de los humanos, en primera impresión… me sentía muy incomoda estando a su alrededor, porque creía que era prejuicioso que no intentara siquiera comprender a los humanos… pero al vivir juntos y al ayudarnos el uno al otro, aprendimos a entendernos y a complementarnos… Shirou me ayudó en la ciudad un montón de veces, de no ser por Shirou creo que no estaría aquí hoy" Sin darse cuenta la comisura de sus labios se volvió una sonrisa melancólica "Fue gracias a Shirou que aprendí a amarme a mi misma aun siendo beastman… también a amar mi presente ya sea como beastman o humana… y por eso….también lo amo a él" Terminó aun mirando el panorama de el escaso sol abandonando el horizonte.

"Shirou puede tener ciertos defectos, pero también es una persona maravillosa, es desinteresado y muy confiable, tenerlo en mi vida y a toda la gente que conocí en Animacity… me hace pensar que todo lo que perdí valió la pena, no me arrepiento de haberme convertido en beastman" Termino con esa declaración en una voz orgullosa y serena.

Obviamente no incluiría los detalles comprometedores que envolvían a Nazuna en ese discurso.

Entre tanto, Ichiro Kagemori permaneció perplejo, antes de encontrar las palabras para expresarse.

"Yo… no lo entiendo del todo, pero es obvio que tienes tus motivos para estar ahí, no puedo protestar después de saber eso" Llevo su mano a su nuca, tener la imagen completa le daba un panorama mucho mas complicado del que tenía, podía estar deacuerdo o no, pero ahora lo sabía, vivir en Animacity no era solo un capricho de su hija

Michiru había madurado enormemente y sin que él formase parte de ello… eso lo entristeció un poco.

"Solo, prométeme que nos visitaras de vez en cuando… " Lo dijo sin mirar a su hija, Michiru se levantó del escalón de la fachada de su hogar y se colocó a la vista de su padre.

"¿Estoy aquí ahora o no?" Le dijo confianzuda y sonriente, como la había visto en muchas ocasiones en sus días en casa, la Michiru de siempre "También traeré a Shirou cada vez que venga, lo quiera él o no" le complementó con las manos en la cintura, aun si no le enloquecía la idea no pudo evitar que una efímera risilla escapara ante la idea.

"Por cierto, ¿donde esta él?" No era mas que mera curiosidad, pues desde su llegada, Shirou no parecía poder separarse de su hija.

"Fue a ayudar a Nazuna a traer sus cosas, los veremos antes de cenar" Explico simplona antes de abrir la puerta de la entrada "dale una oportunidad, ustedes dos se parecen mas de lo que crees"

Sin mas Michiru lo dejo a solas con sus pensamientos, Ichiro no pudo replicar… permaneció en la entrada aun dudoso antes de decidirse a pasar…

No podía decir que estaba convencido del todo, pero era evidente que Michiru estaría bien donde fuese que fuera…


La van de la cooperativa se detuvo justo frente a un modesto, pero bien presentable bloque de departamentos… ambos individuos bajaron para ir a la recepción de los mismos.

Nazuna tuvo un extraño dejavu al pisar la fachada del lugar, recuerdos que parecían tan distantes y a la vez tan vividos.

"Bueno… hogar dulce hogar" Lo dijo con toda la ironía del mundo, mantuvo las manos en los bolsillos de su abrigo abrazando su persona, ahora mismo sentía una ausencia de abrigo sin su usual capa de pelaje.

La mano de Shirou aterrizo suavemente sobre su cabeza, miro al mayor obteniendo algo de confianza, solo la necesaria para abrir la puerta de su viejo hogar….

Piso superior, apartamento 19, ella fue la primera en entrar…

La luz del exterior se abrió paso en la oscuridad del interior.

Como era de esperarse el departamento estaba desierto, el lugar parecía haber acumulado algo de polvo, también había un sutil olor a humedad, Nazuna se vio ampliamente disgustada.

"Hmpphh~ Parece que si yo no limpio ella no lo hará" Murmuró siendo solo escuchada por su lupino acompañante que entro después de ella.

"No esta tan mal…" Expresó plano mirando el techo y las paredes, parecía relativamente pulcro para estar desolado.

"¡Hey! ¡no te pongas de su lado!" Lo tironeo juguetonamente de su chaqueta, luego se adentro en el departamento con mas seguridad, seguida del peli níveo.

Una vez dentro, Shirou cerro la puerta detrás de él.

Minutos después el lupino estaba sentado junto a la mesa del comedor, solo matando el rato mientras Nazuna tomaba todo lo pertinente para su regreso a casa de los Kagemori, le había prohibido al lobo entrar a su habitación mientras empacaba por alguna razón.

No se tomo demasiadas molestias en preguntar el porque.

"¿Tu madre estará en Osaka hasta año nuevo?" Pregunto en voz alta para asegurarse de ser escuchado atraves de la puerta adyacente.

"Es lo ultimo que supe de ella, pero también es lo mas probable, nunca viene al pueblo durante las fiestas" La voz distante de la chica zorro se pudo escuchar a través de la puerta.

La información no le sentó bien a ninguno… Shirou guardo un solido silencio ante esa frase… Nazuna también estaría sola en estas fechas, tampoco es como si él mismo estuviese muy acompañado en el pasado, pero incluso los Horners no escatimarían en disuadirlo para hacerlo quedarse a cenar antes de salir a patrullar en aquellas noches antes de navidad.

Nazuna probablemente había mordido su propia lengua del otro lado de la habitación por dejar salir otro dato innecesario y lastimero sobre ella misma.

Por respeto a su privacidad Shirou decidió no tocar mas el tema, como resultado se formo un silencio denso en el departamento.

Shirou golpeteo un poco la mesa con sus dedos haciendo un ritmo simple para menguar su impaciencia.

No estaba ayudando….

Se puso de pie para estirar las piernas en un rápido paseo por el área común del departamento, aun siendo para dos personas era bastante espacioso y al igual que en casa de los Kagemori, se sentía ajeno y poco familiar como para tocar cualquier cosa, unas fotografías en un mueble mostraron a la chica en diferentes edades.

Victima de su propia curiosidad se acercó al amueblado para ver mas a detalle.

Nazuna en diversos escenarios, con diferentes atuendos, mentiría si dijera que no estaba demasiado interesado… incluso fascinado.

Siguió fisgoneando de manera discreta, de ser descubierto probablemente seria bombardeado con reclamos de su rosada acompañante, solo seria un vistazo rápido, al final algo mas capto su atención, su gesto se volvió severo de repente, una rara emoción que, sin llegar a rozar en el odio, siendo mas parecido a la indigestión, lo asalto sin poder oponerse a su flujo libre, algunas fotos en el exhibidor incluían la imagen de la madre de la chica, Hiwatashi Shion.

La puerta de la habitación de Nazuna se abrió rápidamente.

"¿No puedes estar quieto unos segundos verdad?" El tono meloso y burlón de la chica peli blanca le dio una reprimenda que lo hizo darse la vuelta rápido.

Antes de poder excusarse pudo sentir las palabras hacer un embotellamiento en su garganta.

La vista si fue inesperada para el mayor.

Nazuna en su forma humana estaba usando un uniforme escolar…

Una camisa blanca con una falda azul celeste y una pajarita del mismo color adornando la corbata, unas calcetas blancas se lucían en ausencia de algún calzado.

"¿Que te parece?" Posó para mostrarse al mayor que tardo en procesar la inusual sorpresa, Nazuna se acerco a él un poco más, volviéndose invasiva "Quería mostrarte mi look de colegiala mientras tuviésemos algo de tiempo a solas" puso un dedo en su abdomen de manera provocativa.

Shirou se tomo su tiempo para darle una respuesta.

"Parece algo aburrido para ser sexy… " Espeto con una innecesaria sinceridad en un tono analítico y sin intenciones de sonar altanero.

Nazuna inmediatamente intento convertir a Shirou en cenizas con la mirada, sin embargo tenia mas ganas de copular que de discutir.

"… Cállate y ven a mi cuarto" Lo tomo del borde del pantalón y lo arrastró antes de que su humor la hiciera cambiar de idea.

No tendrían muchas chances para tener privacidad, tener su vieja habitación en su solitaria residencia era una oportunidad imperdible, aun si alguien llegase a dudarlo, Michiru sabia de antemano que este escenario era posible, aun así, les dio a ambos la oportunidad de estar a solas.

"Muy bien sensei… " De pie frente a la cama donde tomaba asiento su acompañante de pelo blanco, se acomodo la corbata hablando de espaldas en un tono sutilmente provocador.

"Yo no aprobé este tipo de juegos… " Dijo plano intentando eludir la situación.

"Oh, ¿primero saca ventaja de sus estudiantes por sus notas a cambio de favores y ahora piensa hacerse el inocente? " Nazuna le pregunto insistiendo en seguir en personaje, jugando con uno de sus mechones de cabello.

"Paso…" Intento abnegarse viendo la clase de juego que ella quería jugar.

Nazuna le lanzo una mirada de hartazgo.

"Ten algo de iniciativa, no todos los días me veras como colegiala" Le advirtió señalándolo acusadoramente.

Shirou no era del tipo de juegos de roles, pero, aun así, pensó en seguir la corriente solo esta vez… en efecto tuvo una idea que podría criticar como estúpida.

"Muy bien…" Pareció ceder, solo un gesto y un suspiro cansados.

"Oh, bueno entonces…"

Antes de decir nada mas Shirou estaba detrás de ella, abrazo su cintura por la espalda volviéndose inusualmente invasivo.

"Sh-shirou espera…" La mano de Shirou descendió a su entrepierna por debajo de la falda, su otra mano tomo uno de sus modestos pero atractivos pechos por encima de la tela de la camisa blanca, no tuvo una respuesta apropiada para esto, solo se encorvo mientras Shirou busco su cuello plantando besos en la longitud del mismo.

Nazuna en un tambaleo ante el inesperado toqueteo llego al borde de la cama sentándose en el mismo, Shirou la persiguió hasta llevarla contra el colchón, amenazando con tomar sus labios, se sintió terriblemente vulnerable a su merced.

"Eres mi chica, ¿no es así, Nazuna?" Se acerco a su boca en una posición ventajosa para robar un beso.

"Shirou~…" Suspiro su nombre, por un segundo intento buscar sus labios, pero él se alejó privándola del contacto

"¿Lo eres… ?" Insistió en escuchar una respuesta de sus propios labios, lo supo en ese momento, él realmente estaba metido en el juego.

"… Lo soy" Dio su respuesta en forma de un suspiro, esperando que su posición sumisa le comprara un premio.

"Perfecto…" Sus labios se encontraron por primera vez desde esta mañana.

Los roses delicados y posesivos entre sus labios les permitieron llenarse del otro, era un beso hambriento y cargado de anhelo.

"Shirou~…" Su nombre se escapo de entre su contacto con sus labios.

"¿No era sensei?" Le recordó burlón de su pequeño juego, por él podían dejarlo atrás y solo dedicarse a darse la atención que necesitaban.

"Sensei… nhggg~" Shirou le dio un tentativo beso en el cuello asegurándose de saborear esa piel suave y pálida que llamaba como suya, aun siendo aprisionada contra el colchón y recibiendo mas mimos, empezó a tirar de su polera intentando sacársela.

Shirou la detuvo en seco tomando sus muñecas y llevándolas a ambos lados de su cabeza.

"Aun no" Le reprendió en una voz ronca e impaciente.

Soltó sus muñecas con toda la confianza de que ya no haría nada para frenarlo, tomo el listón que mantenía sujeta la pajarita a su cuello y tiro de él deshaciendo el nudo y lanzando la pajarita a un lado.

Deshizo los botones de su blusa uno por uno hasta revelar su sujetador blanco.

"¿Quieres que…?" Ese ofrecimiento se quedo a medias, pues Shirou solo bajo una de las copas para revelar su sensible pezón.

"No… Quiero follarte con el uniforme" Le gruño respirando sobre su piel ahora desnuda.

"Ekk~ Eres tan pervertido…" De nuevo ese tono empalagoso y acusador.

"Silencio~ Esto fue tu idea…" Tomo uno de sus pezones y le dio una lamida tentativa y lenta, Nazuna mordió sus labios mientras Shirou tomaba probadas de la delicada piel de sus modestos pechos.

Se tomo su tiempo para darles una atención especial a sus senos, no tuvo reparo en lamerlos, besarlos o darles una ocasional mordida juguetona en sus botones rosados, Nazuna no pudo hacer nada mas que no fuese gemir su nombre y encogerse ante la particular atención que estaba recibiendo, acariciar su blanco cabello o tirar de el para apresurarlo.

Entre el asalto a su busto, pudo ver como el pantalón de Shirou se abultaba en la entrepierna con una dolorosa erección, directa y sin rodeos llevo su mano al bulto en sus pantalones y empezó a acariciarlo llamando la atención del lobo.

"¿… Quieres que te ayude a desahogarte un poco?" Exhibió en su rostro ese gesto presumido y altanero que lo volvía loco.

Shirou gruño de pura expectación, quería seguir en control, pero la promesa de tener algo de alivio lo tentó a dejarse a merced de la chica zorro.

En un cambio de eventos ahora Shirou estaba sentado en la cama con los pantalones abajo, Nazuna aun con su camisa abierta se colocó de rodillas frente a él.

En un juguetón y atrevido movimiento soplo suavemente sobre la punta de su irritado y despierto miembro de su amante, el lupino hizo un extremo esfuerzo por no reaccionar aun temblando un poco, la chica peliblanca ahogo una risita antes de besar la punta delicadamente, después de tener una reacción lo suficientemente satisfactoria le dio un alojo a su pene en su cálida y húmeda boca, el lobo siseo de un primer y embriagante placer lo que le dio una señal a Nazuna, esta empezó a mover su cabeza de arriba a bajo mientras usaba su lengua para envolver y saborear la punta.

La mano de Shirou aterrizo en su cabeza haciéndola mirar hacia arriba, no tenia la mínima intención de tratar de forzarla o apresurarla, fue solo un instinto para asegurarse de que ella seguía ahí con él.

No paso mucho mas tiempo antes de que el practicado juego de lengua de Nazuna empezara a llevarlo al climax, su respiración se agito mientras su miembro empezaba a entumirse por el placer.

"Hahh~ Nazuna~ voy a venirme…" Aun advertida ella no flaqueo, intento recibir toda la carga dentro de su boca, sin embargo, debido a la falta de experiencia, termino soltando a su compañero en busca de aire, el resto del líquido blanco disparado llego a salpicar su rostro y pecho, ante su posición Nazuna se quedo en blanco.

"¿… Todo bien?" Verla tan conmocionada le decía que ella no había estado lista para un facial.

"Heh… no importa" Disolvió la tensión de la situación con una risita simplista, Shirou se sintió parcialmente aliviado.

"Lo lamento…" Se puso de pie antes de dar una búsqueda rápida con su visión por los alrededores.

"¿Como Michiru es tan buena en esto?" Aun inmóvil se negó a tocar su ropa o cualquier parte de su habitación mientras estuviese así, Shirou rebusco raudamente en la habitación finalmente encontrando una caja de pañuelos de papel en una de las cajoneras de la chica.

"Hemos tenido tiempo para practicar, creo…" Tomo uno de los pañuelos de papel y ayudo a la chica a limpiarse, Nazuna pareció reacia al minucioso tacto del pañuelo, pero al final termino emitiendo una risita por lo cuidadoso que era Shirou para algo tan trivial.

Ella quería seguir adelante, no dejaría que algo tan estúpido los detuviera ahora, aun con todas las cuestiones que podía levantar se lanzo a atrapar sus labios, Shirou no tuvo protesta alguna, la levanto con un escaso esfuerzo y la llevo a la cama para consumar el resto del acto.

Sus bragas blancas a juego con su bra, ahora húmedas, bajaron por sus piernas, pero la falda permaneció para preservar el fetichismo que querían capturar… Shirou se había desecho del resto de su ropa exponiendo su piel pálida junto con su compacto y bien esculpido físico.

Estando entre sus piernas y con una falta enorme de paciencia por tomarla se deslizo entre sus delicados y sensibles pliegues, al lugar que para él ya era familiar, encontró en su interior un espacio agradable y cálido que le decía que había sido extrañado dentro de ella.

"Nghhh~ Ah~! Shirou~…." Su nombre dicho por esa voz tan dulce lo ponía como ella no podía imaginarlo, quería marcarla como su propiedad y llenarla de él tanto como pudiese.

Quería montarla, tomo una de sus piernas y la guio para darse vuelta, con un gesto confuso que lucia adorable con esa cabellera despeinada no opuso resistencia alguna, sosteniendo su muslo empezó a moverse con embestidas rítmicas y constantes.

No se dio cuenta en que momento ambos se transformaron, pues sus cuerpos humanos no podían suprimir más sus instintos.

Con su otra mano sujeto delicadamente uno de sus pechos mientras acariciaba el pezón con su pulgar e índice.

"Ah~ Nah~ AH~" Los jadeos de Nazuna siguieron constantes a cada movimiento de cadera, sabia que no resistiría mucho mas, el cosquilleo desde lo mas profundo de sus entrañas empezó a anunciar su limite.

Shirou mordió su labio intentando frenar su propio clímax, pero el estimulo de los esponjosos y húmedos interiores de su pareja lo estaban presionando al limite, quería terminar lo antes posible.

"Ngghhhhhaahh~" Nazuna tuvo su propia descarga de placer y éxtasis antes de que los muros mentales de Shirou cedieran, en una avalancha de alivio libero abundante semilla dentro de ella.

Shirou se encorvo sobre su cuerpo cediendo al agotamiento, Nazuna reposo libremente sobre la cama una vez que Shirou abandono su entrada, el líquido que abundaba de su interior empezó a desbordarse.

El ambiente se lleno de respiraciones agitadas, sintió los brazos del peli níveo envolver su cintura atrayéndola hacia él, acepto gustosa estar bajo su refugio.


En su desarreglada camisa blanca y falda se dirigió a la cocina dando pisadas delicadas en calcetines, Shirou insistió en que debían asearse a solas, pues verla tan vulnerable en la ducha podría desafiar su ya de por si dudoso auto control.

Shirou ahora usaba el baño para asearse y limpiar cualquier rastro de su descuidado amorío.

Abrió el refrigerador en busca de algo para rehidratarse, un cartón de leche, otro de jugo… la selección era limitada, esperaba al menos encontrar agua…

Nazuna se sorprendió de sobre manera al encontrar pudin envasado… la marca favorita de…

A toda velocidad, tomo el cartón de leche para revisar la fecha de expiración, todo estaba fresco.

Para que eso fuese posible tendría que…

*Click*

La puerta de la habitación restante se abrió lenta y sin prisa… de ella, emergió una mujer pelirroja en un atuendo bastante suelto para dormir, entro en la sala comedor dando un bostezo largo y lento, Nazuna se mantuvo inerte frente al refrigerador procurando ser invisible… fue inútil.

Hiwatashi Shion cruzo miradas con ella…

"Hola cielo…" Pronuncio en un tono somnoliento y despreocupado, ocultando un atisbo de cariño y sorpresa a la vez, ignorando el desvergonzado atuendo de Nazuna.

Y como no podría ser peor, Shirou salió de la habitación de baño sin algún pudor, la ausencia de su camisa solo empeoro el estado de Nazuna, esta cubrió su rostro enrojecido dándose por vencida en la vida.

Shirou se convirtió en una estatua al notar a la mujer pelirroja, por su parte, Shion se cohibió apenas percatarse de su estado a la presencia de un varón, estiro su camisa de dormir para cubrirse en lo mas posible.

"H-hola señor Ogami, ¡cuanto t-tiempo!" sonrojada, Shion saludo torpemente al hombre de pie al otro lado de la sala, Shirou devolvió el saludo lenta y robóticamente.

Sabia que esto era mala idea, aun así, decidió ignorar su sentido común para variar…


Me tomo mucho tiempo quedar conforme con este, quería que fuera largo y completo.

Todos los comentarios son bienvenidos, incluso los que me digan que era muy temprano para un Lemon.

Si les gustan mis historias pueden ver mi lista para encontrar mas.

Espero verlos pronto.