Hanna Solo se había escapado. Esa era las noticias por los intercomunicadores, nadie sabía quién era ella hasta que alguien les dijo que se trataba de la Senadora. El destructor estaba en caos, mientras que la joven se infiltraba en la zona de comando como lo había planeado todo ese tiempo. Sus manos le temblaban, pero las puertas cedieron a sus pinzas. Parecía una ebria, de hecho los guardias se le rieron en la cara al verla.
-¿Quién eres tú?
-Es bella, mírala.
-Pareces tener buen gusto -murmuró lo suficientemente alto -, pero eres débil y tú también eres débil -provocó. No tardarán en sacar sus blásters -. Oh, ¿también son sensibles? -extendió su mano derecha y la fue cerrando con dolorosa lentitud, el tipo a su derecha soltó el bláster y llevó sus manos al rededor de su cuello; Hanna no lo liberó, en su lugar lo levantó por los aires y lo tiró contra el segundo guardia -. Fue un gusto charlar con ustedes -susurró para luego encaminarse a la consola. Necesitaba sólo una cosa, a parte de volar en mil pedazos a ese destructor.
- Aquí Halcón azul alfa, estamos en posición - escuchó la voz de Dameron desde el bolsillo de su pantalón.
Tecleó rápidamente y sólo después de haber terminado llevó una de sus manos para sacar el intercomunicador.
-Halcón rojo uno, estoy en el centro de comando. Ya tengo el paquete -murmuró cuando vio que la información salió exitosamente -. Listo, está hecho.
- Halcón rojo uno, tiene que salir de ahí de forma inmediata -apenas aquel mensaje llegó por su intercomunicador, las puertas se abrieron detrás de ella. Miró la pantalla, ya había cumplido con su palabra, era libre -. ¿No me escucha, Halcón rojo uno? ¡Tiene que salir de ahí!
-Aquí ... Aquí Halcón Rojo uno, estoy en una nave de escape - mintió cerrando sus ojos -. Estoy a salvo -añadió dejando salir una de las cápsulas.
-¿Crees que ellos te perdonarán por mentirles? -abrió sus ojos gradualmente, aún le daba la espalda, pero sabía de quién se trataba.
-A diferencia de ti, lo har.
-Yo puedo ayudarte.
-Agradezco su gran misericordia, Líder Supremo -dijo por lo bajo, estaba exhausta, entre más hablaba su vitalidad la abandonaba; tuvo que sostenerse con fuerza del tablero -. Verá, no le temo a la muerte -dijo girándose hacia Kylo Ren -. Para un Jedi la Muerte no es el final.
-¿Por qué? ¿Por qué tanto sacrificio por nada?
-¿Nada? -preguntó, sus piernas comenzaron a ceder. Ya no podía seguir sosteniéndose y en su lugar, se dejó caer suavemente al suelo -. Espero que pueda reflexionar mejor lo implica el nada, padre ... -susurró -. Con la información que filtré, no sólo caerá tu liderazgo, lo hará también Él en manos de la persona correcta. Lo sé -sus ojos ya no miraban absolutamente nada. Kylo Ren lo supo cuando al llegar acercado rápidamente a ella no hubo una sola reacción de su parte. Hanna estaba a un suspiro de marcharse -, yo lo vi.
-No dejes de hablar.
-Lo lamento.
-Aún eres joven, puedes luchar contra la enfermedad.
-No fui una gran Jedi -su mano izquierda se aferró a su capa -, fallé -se desvaneció y Kylo Ren la sostuvo a tiempo.
El primer impacto del ataque de las naves de la Resistencia llegó. Hanna no sólo se las había apañado para desactivar los escudos sino también las armas. Cualquier intento de protección era inútil y Kylo Ren no pudo más que soltar una risa amarga. Su primera intención fue dejarla allí, sin embargo, no tuvo el corazón para hacerlo.
Probablemente se arrepentiría de aquella decisión, pero no lo dudó. La tomó en brazos y corrió por los pasillos abarrotados de soldados que ya nada podría hacer más que correr. tenía que llegar al hangar, el cual no estaba lejos de allí. Bajó rápidamente por uno de los ascensores que todavía estaba en función hasta llegar finalmente al lugar. Las naves salían una tras de otra, ya no quedaban muchas y las explosiones acababan con la mayoría. Mirando hacia todas las direcciones logró avistar a Hux intentando que Temiri Blagg subiera a la nave con la ayuda del droide 969-C.
Estaba fuera de sí en medio de aquel ataque, pero dejó de luchar una vez los vio. Magullado e irreconocible este se hizo lugar hasta llegar a él, sintió la mirada del muchacho y sin quejarse dejó que le quitase a Hanna de sus brazos. No tuvo que decirle ni un sola palabra para que Temiri comprendiera la situación.
-¡No hay tiempo que perder, maldita sea! ¡Entren ya! -gritó Armitage furioso.
Habían escapado con éxito, las flotas cayeron una a una. La Restaurada Nueva República había ganado y las noticias se han extendido hasta el confín de la galaxia. Pero Kylo Ren sabía que las cosas empeorarían tan pronto la Resistencia se confiara.
Temiri Blagg apoyó su cabeza sobre la frente de ella. Estaba helada, completamente helada. Sus lágrimas cayeron amargamente; de sólo sentir que ya no estaba allí, le quemó por dentro. No la soltó, esas veintiséis horas de viaje espacial, no la abandonó. 969-C había gastado todos los motivos para que la dejase y luego simplemente dejó de insistir.
Sólo cuando Kylo Ren lo trajo nuevamente a la realidad, se dio cuenta que estuvo aterrizado en un planeta desconocido.
-¿Dónde estamos?
-Baja el tono, muchacho -advirtió Hux mirándolo con frialdad.
-¿Para qué? De todas maneras estamos muertos -Kylo Ren sonrió con ironía y abrió la parte trasera de la nave.
-Este sitio le pertenecía a mi abuela -dijo bajando por la rampa. A lo lejos se podía divisar el gran castillo al delicado estilo de Naboo, rodeado de árboles y aguas cristalinas. La brisa, el aroma del valle, era precioso en comparación del lugar donde se encontró que se escapó. Pero el muchacho no entendía qué hacían allí, ni mucho menos el por qué. Estaba enojado, furioso y se comería ese mismo planeta con tal de ver muerto a Kylo Ren -. Sólo es revelado por un familiar directo, después, no hay forma de entrar -lo miró con aquella oscura frialdad -. Podrás venir a visitarla aquí.
-No.
-Tendrás que dejarla.
-Dije que no.
-¿Y qué harás? No estás pensando en frío, sólo dejas que ese mar de sentimientos te controle -lo tomó de las solapas de aquella chaqueta que había encontrado en la nave y loa trajo hacia él violentamente -. No estaban destinados a estar juntos. Eres un Caballero de Ren, le perteneces al Lado Oscuro, eso es lo que debe importarte ahora -lo soltó sin más y miró hacia la camilla flotante en la cual estaba Hanna -. Despídete, ya no nos sirve de esa manera. Las doncellas vendrán pronto por ella.
-Eres una mierda.
-Pues ve acostumbrándote, porque no podrás deshacerte de mí tan fácilmente. Si quieres superarme, haz lo que te digo.
Rey negó con su cabeza cuando aquella punzada atravesó su pecho. La alegría, la esperanza ha sido destruidas junto aquel destructor. Sus ojos inmediatamente buscaron consuelo, pero de todos los que estaban allí ninguno podía sentir lo que ella sí. Su niña, su dulce niña, se había marchado. Tuvo que salir de allí, se ahogaba. Trastabilló por los pasillos y habría caído de no ser por los brazos de Poe que la sostuvieron con fuerza. En su ingenuidad y con aquella sonrisa pícara, no comprendió de inmediato lo que pasaba. Pero aquella mirada por parte de Rey le supo demasiado amarga.
-¿Qué pasa? Rey, ¿qué pasa? -preguntó asustado. Ella balbuceó, buscando las palabras correctas que parecían no querer llegar. Y sólo dijo lo que desde el corazón le pedía a gritos que dijera:
-Ella se fue, no está, Poe. Se nos fue.
-¿Hanna? ¿Se trata de ella? ¿Dónde está? Ella subió a una capsula de escape, ¡lo dijo por el intercomunicador! -Rey no aguantó el llanto que burbujeaba por salir de su boca. Gritó como nunca lo había hecho, su bebé, su hija, su muchacha había muerto, ¡había muerto! ¿Y qué había hecho ella? ¿Dónde había estado? ¿Por qué nunca había podido estar con ella? -. No no no no. Tiene que ser una equivocación, ella debe estar jugando con nosotros. Siempre lo ha hecho. Es Hanna, Hanna Solo...
-Ya es una con la Fuerza -logró decir Rey -, no hay nada que se pueda hacer. Por sus mejillas ya corría un mar de lágrimas que no podía controlar -. Es mi culpa, siempre ha sido mi culpa...
Hasta aquí llega las aventuras de la Gran Hanna Solo, claramente el final abierto es porque tengo toda la intención de seguirla. Pero creí que la muerte de Hanna sería lo más rico para esta historia. Ella logró mandar algo a la Resistencia, pero este no será revelado hasta que el dueño de esa información cumpla la mayoría de edad. Por ahora, sólo revelaré que las siguientes dos partes se llamarán [Paul Dameron] , ¿ya saben de quién hablo? Por si no se lo imaginan, ¡los invito a leer, tan pronto lo tenga, la respuesta!
Mili Riddle
7w7
