Yo maté a Bobby

Por Nochedeinvierno13


Disclaimer: Todo el universo de Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling.

Esta historia participa en el Reto #55: "No hay dos sin tres" del foro "Hogwarts a través de los años".


III

Cállense los dos

Hugo Weasley llegó a Bobby porque era hora de su ración de cochinillas.

Lo había dejado en la antigua habitación de su padre —una habitación que se supone que debería ocupar, pero se había instalado en el cobertizo a los quince años cuando descubrió otra magia llamada internet—, donde nadie lo molestaría.

Bobby era un bowtruckle que su amiga Allie había encontrado cerca de su casa. El árbol en el que vivía fue talado por traficantes de madera para fabricar varitas; lo único que dejaron fue un pequeño brote que, con sumo cuidado, Allie trasladó a la jaula para que el bowtruckle no se sintiera tan despojado de su hogar.

Ella se había mudado a Estados Unidos tiempo atrás y había dejado a Bobby en sus manos. Cada vez que hablaban vía Skype, le preguntaba por él. «Bobby es como si fuera nuestro hijo con tenencia compartida», bromeaba. Y por eso Hugo lo cuidaba con tanto esmero.

Se encontró con Scorpius Malfoy en el pasillo.

—Ey, Hugo. ¿A dónde vas? —le extrañó que le preguntara eso, ya que estaba en su casa.

—Voy a ver a mi bowtruckle.

—¿Tu bowtruckle? —Scorpius palideció de repente.

Hugo lo ignoró y giró el pestillo de la puerta; él intentó detenerlo.

—Aguarda. Hay algo que debo decirte. Yo… maté al bowtruckle... a Bobby.

Cuando la puerta se abrió de par en par, Hugo se encontró con su prima Molly sentada en la cama, muy cerca de la jaula de Bobby. Ella se puso de pie como un acto reflejo y parpadeó confundida.

—¿De qué estás hablando, Malfoy? Yo maté a Bobby —aseguró. Sus ojos azules se clavaron en Hugo—. Pero fue un accidente… Sólo quería tocarlo, no matarlo.

—Eso no es posible —interrumpió el otro chico—. Yo lo maté primero.

Hugo rodó los ojos.

—¡Cállense los dos! —exclamó—. Ninguno de ustedes mató a Bobby. —Se acercó a la jaula y abrió la puerta para demostrárselo. Arrojó un puñado de cochinillas que Bobby atrapó en el aire—. ¿Lo ven? Él está bien.

—Entonces, ¿sólo fingió estar muerto? —preguntó Scorpius, muy confundido—. Pensé que me atacaría, pero lo único que hizo fue rodar hacia el costado.

—Bobby es un bowtruckle que fue despojado a temprana edad de su hogar, por lo que no ha desarrollado su característico modo de defensa. Mientras que un bowtruckle normal, muerde y ataca a quienes se acercan a su árbol, Bobby solamente finge estar muerto para persuadir a los intrusos de su cometido.

—¿Y por qué no nos dijiste que tenías a Bobby? —interrogó Molly.

—No quiero que Lysander sepa que lo tengo. Si ve a Bobby, seguro querrá llevárselo a su hospital de criaturas mágicas, y no puedo permitirlo. Bobby es mi responsabilidad.

El bowtruckle salió de su jaula y trepó por su brazo hasta sentarse en su hombro.

Su prima y el chico suspiraron aliviados al ver que la criatura se movía con tal naturalidad. Después de todo, nadie tendría que lamentar una muerte ese día.