Harry se encontraba escribiendo en hojas recicladas algunos fragmentos de libros que había leído, a su lado se encontraba Hermione, una chica con la que se encontró más de una vez en la biblioteca.
La chica le pregunto que para que era aquello y Harry le respondió con un sonrrojo que era para un amigo, ella sin preguntar más asintió y continuo ayudándolo
Pasaron la tarde entre risas hasta que la castaña le pregunto
-harry, ¿y quién es ese amigo?
-bueno, lo conocí en la cafetería donde voy a diario- contesto rascando su nuca apenado
-oh, ya veo, ¿y estás seguro que solo quieres ayudarlo porque te lo pidió?
-claro, ¿Porque otra razón sería?
-no lo sé, puede que estés enamorado- el moreno soltó una carcajada.
¿El enamorado? De los únicos hombres que se ha enamorado son de los que estás detrás de las páginas de sus libros.
Aunque, puede ser que si le guste el rubio, nunca había intimado con alguien para decirle lo que le gustaba leer, y esa sonrisa que siempre le daba lo hacía derretirse, sonrió entre pensamientos ganándose un empujón de la castaña
-no lo sé, puede que tengas razón, nunca me había enamorado, tampoco nunca nadie me había gustado, ¡es que es tan lindo!- cubrió su cara con sus manos y se recargo en el hombro de la chica haciendola reír
-¿Porque no se lo dices? Puede que el se sienta igual
-no lo sé, no soy bueno hablando- se levantó del hombro de su amiga para seguir escribiendo
-entonces hazlo como tú sabes hacerlo, escríbelo- Harry se lo pensó y creyó que era buena idea, vaya que le gustaba aquel chico, así que el no dejaría pasar la oportunidad, ambos tenían cosas en común y puede que lo suyo funcionase
-lo haré, le diré todo lo que siento- la chica le sonrió y se levantó
-debo irme, los vemos luego- Hermione le dejo un beso en la mejilla y se retiró
Harry miro su lápiz y lo tomo para después empezar a escribir en una hoja en blanco.
Mientras escribía escuchaba "i do it for You" y sin poder evitarlo imaginaba escenarios con aquel rubio que ocupaba un espacio en su mente noche y día.
Mientras escribía pensaba como sería besar aquellos labios que cada que Harry hacia una tontería se curveaban hacia arriba formando una hermosa sonrisa.
Cómo sería despertar al lado de aquel chico embriagandose de su aroma cada mañana.
Cómo sería tomar su mano, abrazarlo, llenarlo de mimos y de versos que solo a él se le ocurrían para hacerlo sonrrojar.
Y sin siquiera pensarlo toda la tarde se le fue en aquella carta de amor que escribió desde el fondo de su corazón.
El esperaba que al entregarsela pudiera corresponder a sus sentimientos y poco a poco conocerse mejor.
No podía esperar a entregarsela al rubio y ver su reacción, se emocionaria, se enojaría, se ofenderia, solo mañana podría saberlo.
Guardo todas sus cosas y se retiró del parque donde estaba.
