De regreso a casa II (Two-shot)

Ran Mouri/Shinichi Kudo/Shiho Miyano/FBI/Yukiko Kudo/Yusaku Kudo.

ACTUALIDAD

Japón, Mansión Kudo.

Shiho.

—Vamos hombre, Que te cuesta hablarle.

—Han pasado años Miyano, no creo que ella está interesada en saber de mí. — dijo Shinichi con cansancio.

—… Sigues siendo un imbécil… lo sabias cierto.

—Oh Vamos Shiho recién regresamos a Japón y ya lo está incordiando ¿? – dijo Shuichi quien se había acercado de la nada.

—Que sabes tú, han pasado años y no has tenido la decencia de hablar con Jodie-san después de todo este tiempo. – si lo admito es un golpe bajo, pero nada quita no sea la realidad —¿Otra vez sin palabras primo?

—Mocosa… — ambos se fulminaban con la mirada.

—Parecen un mal matrimonio sabes – comento Shukichi quien tenía en brazos a unos de los bebes.

—Oh Shukichi no sabes dónde te metes yo que tu no me metería ahí. — dijo Masumi que se encontraba en una esquina de la sala con los ojos en blanco… —Se lo que te digo no intervengas.

Shinichi tenía deseos de verla otra vez aunque fuera por un breve tiempo… a pesar de haber pasado casi siete años desde la ultima vez que la vio, en todo este tiempo no había dejado de amarla, Shiho por su parte había respetado la decisión de Ran al irse d Japón… pero no se sentía a gusto sabiendo que no solo se iba por el hecho de que estudiar en el extranjero fuera una buena oportunidad si no porque, aún seguía dolida… lo que era entendible, no es fácil saber que el chico que amas desaparece de repente de la noche a la mañana dejándote sola, sin ni siquiera tener la oportunidad de comunicarse contigo cuando en a la realidad resulto ser que todo este tiempo estuvo al lado tuyo incluso cuando lo llorabas.

Y en parte ella admitía que parte de la culpa la tenía ella, pero había sido por una buena causa, ambos no se podían arriesgar a salir a la luz provocando que mataran a todos lo que estaban a su alrededor de paso…

Había decidido huir como una cobarde en vez de enfrentar la realidad… pero no pudo hacerlo o al menos en ese momento no se sentía capaz.

Ran encontraba en la entrada de la Mansión Kudo, aunque sabia que estaba mal llegar si avisar, pero había hablado con Shiho unos días antes de que ella tomara la decisión de regresar a Japón, aunque claro primero había visitado a sus padres y a su pequeño hermano asi que decidió deshacerse del miedo por un momento y toco el timbre. Lo vio salir con calma y había notado que en todos estos años no había cambiado.

Shinichi la miro sin poder creer aun que la estaba viendo… después de todos estos años volvía a tenerla frente a sus ojos.

—Shinichi.

—Ran.

Shuichi.

Masumi, se encontraba al lado de Shukichi mientras que yo mantenía por asi decirlo una acalorada discusión con Shiho quien no pensaba ceder hasta que tocaron el timbre y Shinichi había desaparecido de nuestras vistas.

—A donde fue ¿? — pregunto Masumi.

—Estaban tocando el timbre — dije yo mientras notaba que Shiho seguía mirándome fijamente. —¿Asi que tu sabes de que se trata? No es asi Shiho-chan. — ella me miro con molestia.

—No se de que hablas. — respondió ella sin dar mucha importancia a mis palabras ¿Qué tramaba?

Shinichi.

Estaba atónito, no podía dar crédito a lo que mis ojos veían… como era posible que después de todo este tiempo ella decidiera regresar y sobre todo porque creí que no tenia deseos de verme y que no quería saber absolutamente nada de mí.

—Ran.

—Shinichi. — ella me miraba fijamente mientras me regalaba una sonrisa, seguía igual de hermosa que la ultima vez que la vi. —¿Podemos hablar?

—Claro.

Al entrar a la casa Shiho no pudo evitar sorprenderse y acercarse a la chica para darle un abrazo cosa que hizo Masumi igualmente seguida de su hermano mayor que saludo a Ran con un leve asentimiento. Durante un par de horas hablaron de diversos temas hasta que los tres le comentaron a Shinichi que ya se retiraban dejando a solas a Shinichi y a Ran, que miraron fijamente en silencio sin decir nada hasta que Shinichi decidió que era momento de romper el silencio.

—Y bien, de que querías hablar.

—Vine… vine a disculparme, se que me hui como un cobarde Shinichi… pero aún no podía dejar de lado todo lo que había ocurrido.

—No debes preocuparte por esas cosas, yo… lo entiendo Ran, se que para ti no fue fácil enterarte de un secreto de tal magnitud… pero quiero que sepas que mi intención nunca fue lastimarte.

—Shinichi…

—No, Ran déjame terminar; Yo… se que fue demasiado egoísta de mi parte y no negare que en algún momento llegue a evaluar la posibilidad de dejarte ir, sabia lo inmaduro y egoísta que estaba siendo, pero no quería perderte.

—Estuviste todo ese tiempo a mi lado, me visto llorar incontables veces desde tu partida… cuando no me respondías a las llamadas cuando aparecías y desde sin ningún motivo te ibas…

—Mi vida estaba en riesgo Ran… si te decía algo tu vida también estaría en peligro… y no solo la tuya si no, la de todos a nuestro alrededor. — Ella lo miro con lagrimas en sus ojos y su mirada reflejaba una tristeza profunda. —No sabes lo que me dolió estar separado de ti y al mismo tiempo estar cerca y fingir ser alguien que no era.

—Lo sé, y lo entiendo Shinichi… se que solo querías protegerme y no negare que estaba herida, enojado… Shinichi yo siempre te he amado muy en el fondo… y se que lo sabes, si me fui no fue por odiarte. — Le acaricio la mejilla con suavidad —Si lo hice fue porque necesitaba tiempo para mi… para pensar y para dejar todo lo que me estaba ahogando atrás.

Shinichi miro por unos segundos en silencio algo nervioso cosa que Ran no supo cómo descifrar, Shinichi la miro fijamente a los ojos mientras la tomaba de los hombros cosa que asusto un poco a la joven abogada.

—Quédate — susurro el, a lo que ella lo miro con el ceño fruncido aun si entender. —Ran quédate aquí en Japón conmigo.

—Shinichi…

—Si lo sé, sé que es apresurado, pero no me hayo a la idea de perdernos de nuevo el uno al otro, y si se que soy un adicto a los misterios, se que quizás no soy bueno expresando lo que siento con palabras.

—Pero… Shinichi que pasa con tu trabajo…

—Ran soy un detective conseguir un trabajo o abrir una agencia privada será lo de menos, solo quédate a mi lado… y se que aun no hemos resuelto todos nuestros problemas, pero… no soporto la angustia de tenerte lejos de mi…

—Si regrese fue porque quería verte… sabía que te encontrabas aquí… y Shiho había estado hablando conmigo…

—Asi que se mantienen en contacto ¿eh? — se le acerco de manera "amenazadora" —¿Y bien, te vas a quedar a mi lado?

—Por supuesto… mi maniático de los misterios…