Voy publicando los capítulos conforme los voy terminando. La historia ha ido escribiéndose de forma fluida. Espero traer otro capítulo el sábado, sino será hasta la próxima semana.

Espero les este gustando :)


Capítulo 2.

Confianza

Ino Yamanaka había dejado caer su taza de té aquella mañana cuando una noticia en el periódico en la sección de sociales la había tomado totalmente por sorpresa, pues en ese texto se afirmaba que hace una semana Uchiha Sasuke y Hyuga Hinata habían contraído matrimonio, al sentir la mirada confusa de varios de sus clientes no tuvo otra opción más que sonreír y anunciar que por un imprevisto la florería cerraría temprano, apenas hubo despachado al último cliente, tomo su bolsa y se apresuro a la dirección del departamento de su mejor amiga, Haruno Sakura, mientras manejaba a toda prisa le envió un audio donde le informaba que en pocos minutos arribaría a su hogar para superar aquella situación juntas y claro también le reclamaba el no haber hablado con ella para desahogarse, ¡eran amigas desde los seis años!, la vida las había distanciado un poco pero no había persona en la que ella confiara tanto como lo hacía con Sakura, y quería que ella sintiera lo mismo, no la dejaría sola en aquella situación, sabía muy bien que su amiga amaba en demasía al Uchiha.

Al ver una despeinada y adormilada Sakura salir de su habitación,Sasuke colocó en la mesa un vaso de jugo de naranja a un lado del plato de frutas y del plato de hotcakes que recién había cocinado, le preocupaba que su novia no comiera bien debido a sus largos turnos en el hospital "ven a comer" mencionó al ver como se había quedado parada en el pasillo observando su celular, arqueó una ceja al ver como ella arrojaba el celular al sillón con expresión malhumorada "¿ha pasado algo?" preguntó tomando asiento enfrente de ella.

"Parece que publicaron tu matrimonio en el periódico…" Respondió ella antes de tomar el primer bocado de su desayuno, él simplemente bebió de su café, suponía que el malhumor se debía a que ahora tendría que dar explicaciones a sus conocidos, sabía que los padres de Sakura no se enterarían tan fácil dado que vivían fuera de la ciudad, daba gracias a ello dado que no necesitaban escalar la crisis que vivía su relación, le dio un sorbo a su café, le molestaba que su noviazgo se hubiera vuelto más complicado. "Regresaré de Konoha mañana por la noche, no olvides hacer tus comidas" Informó rompiendo el silencio que había predominado en el desayuno, el mohín de molestia en el rostro de Sakura le pareció divertido.

"Ya han pasado dos años desde que me desmayé en un turno y no me dejas olvidarlo" Se quejó ella clavando el tenedor con más fuerza de la necesaria sobre la última fresa que quedaba en su plato. "Espero que sea un bonito pueblo, me hubiera gustado poder ir a conocerlo contigo, pero estamos escasos de personal…" agregó ellacon una ligera sonrisa, él podía notar la tristeza oculta en el semblante de su novia, dejar toda su vida atrás para comenzar de nuevo no era algo fácil.

Al terminar el desayuno Sasuke tomó los platos y los llevó a la cocina mientras que Sakura aprovechó para ir a arreglarse. Konoha era un pueblo pequeño al que su hermano Itachi le había encantado visitar varias veces al año tras que el estrés del trabajo lo superase, tras su muerte Itachi le había dejado una casa en aquel pueblo, cuando el accidente que le arrebató a su hermano ocurrió él apenas tenía 22 años y no le había interesado ir a pararse a Konoha, en su lugar había preferido encerrarse en el estudio y el trabajo para lidiar con la perdida, aquel regalo de su hermano ahora parecía ser la solución a sus problemas, parecía ser que Itachi como siempre lo había hecho en el pasado estaba ahí para cuidarlo. Los repentinos e insistentes golpeteos en la puerta del departamento provocaron que el vaso que se encontraba lavando terminara estrellándose, frunció el ceño y se apresuro a abrir la puerta. "Ino…" soltó molesto al ver a la rubia frente a la puerta, parecía estar sosteniendo una bolsa llena de alcohol y comida chatarra, ella en respuesta lo barrió con la mirada.

"¿Dónde está Sakura?" Soltó ella empujándolo para poder adentrarse en el departamento, le parecía inverosímil que dada la situación el Uchiha estuviera en el departamento de su amiga como si nada, ¿cuándo siquiera se suponía que esos dos habían terminado su relación?, hace tan solo cuatro meses los había visto en una cita por el cumpleaños de Sakura, los había notado muy románticos, claro hasta donde la fría personalidad de Sasuke lo permitía, y ahora ¿ya estaba casado con una mujer que ni figuraba en sus vidas? dio varios pasos ruidosos en el departamento antes de soltar la bolsa que contenía el kit para superar una ruptura en el sillón, se sintió fuera de lugar al toparse con una Sakura sorprendida saliendo de su habitación, parecía estar bien, sin el corazón roto ni sumida en depresión como se la había imaginado durante todo el camino, frunció el ceño y empujó a su amiga de vuelta a su habitación cerrando la puerta tras de sí. "¿¡Qué está sucediendo aquí!?, ¿qué hace el idiota de Sasuke en tu departamento después de atreverse a desposar a otra mujer?" cuestionó la rubia intentando controlar el volumen de su voz y fallando en el intento, ignoró el gesto preocupado de Sakura, poco le importaba que el Uchiha escuchara su reclamo.

"Baja la voz, no necesito que los vecinos se enteren" Pidió Sakura algo molesta, tomó asiento en su cama con una tranquilidad insoportable a la vista de la rubia, Ino arqueó una ceja por la actitud de su amiga y recorrió con la vista el cuarto de Sakura, su molestia aumentó cuando pudo notar la existencia de varias cosas del Uchiha ahí, ropa, colonia, zapatos, ¡Dios! parecía que vivían juntos, intentó respirar para tranquilizarse, no podía creer que Sakura no lo hubiera sacado de su vida después de lo sucedido, posó su crítica mirada sobre su amiga, lucía pensativa, parecía no encontrar las palabras para comenzar a explicarse.

"No necesitas ser la amante, Saku. Eres hermosa, joven y estoy segura de que pretendientes no te hacen falta" Ino tomó asiento a un lado de ella, estaba preocupada por su mejor amiga, de pequeña solía tener baja autoestima, le preocupaba que se atará a una relación tóxica por no poder superar el amor que sentía por el Uchiha.

"No soy la amante" respondió molesta. "Tú sabes que los padres de Sasuke no aceptaron nuestra relación… desde hace meses lo saturaban de trabajo para que dejará de verme, e incluso su padre llegó a ofrecerme dinero para que me alejara de él" el rostro molestó de su rubia amiga no cedió "lo han forzado a casarse con Hinata Hyuga para mejorar la situación de la empresa, tenían varias deudas porque habían sufrido el robo de dinero por parte de un asociado, el que su empresa creciera por la unión con los Hyuga era una oportunidad de oro. Hiashi no confiaba en su hija para tomar el control de la empresa y sabes que Sasuke es excelente en su trabajo, a pesar de la situación de la empresa de los Uchiha, Hiashi puso los ojos en Sasuke para que sostuviera su empresa luego de su retiro".

Ino cruzó sus brazos "Eso solo me explica el repentino matrimonio, ¡pero no explica que haces viviendo con un hombre que ya está casado, Sakura!".

La nombrada desvió la mirada, no podía evitar sentirse pequeña ante la dura mirada de su amiga, un nudo se formó en su garganta "Sólo será un año, Sasuke necesita pagar la deuda con los Hyuga y entonces…" odió cuando su voz sonó temblorosa, era obvio que no estaba cómoda con la situación, la nueva esposa de Sasuke era hermosa, las inseguridades la atacaban cuando sabía que su novio estaba solo en aquella casa con ella.

"¡Y te has tragado el cuento!" Interrumpió Ino, la molestia por la situación la rebasaba. "No puedes ser tan tonta, Sakura".

"Largo…" La voz de Sasuke desde la entrada de la habitación interrumpió cualquier comentario que estuviera por salir de la boca de Ino. La Yamanaka respiró profundo para conseguir un poco de calma, las silenciosas lagrimas que salían de los ojos de la Haruno la frenaron de alargar aquella discusión.

"Sabes que siempre estaré para ti, Sakura" Mencionó Ino antes de golpear con el hombro al Uchiha cuando pasó a un lado de él al salir de la habitación, necesitaba calmarse antes de seguir hablando con su amiga, no podía pelearse con Sakura cuando lo que ella necesitaba era apoyo para salir de aquello.

Apenas Ino salió del departamento, Sakura descorchó una botella de vino y se sirvió a tope en una copa.

"Sakura…" Sasuke alejo la botella de ella, las palabras no eran lo suyo.

"Confió en ti" Sakura dejó la copa sobre la barra. "Sólo odio que legalmente ella sea tu esposa" al terminar la frase, las lagrimas contenidas adornaron su rostro. Sasuke no pudo más que acercarse a ella y limpiar las lágrimas del rostro de su novia, deposito un corto beso sobre los labios de ella.

"Te amo"

Aquellas palabras calmaron el inquieto corazón de Sakura, pocas veces había escuchado a Sasuke decirlas, él prefería las acciones a las palabras. Se sobresaltó al sentir como él colocaba algo en su dedo, un anillo de compromiso, lo miró mientras su corazón la ensordecía "En un año tú serás mi esposa" Sakura sintió su cara arder y rio al ver como Sasuke apartaba el rostro para ocultar su sonrojo, a él le hubiera gustado entregarle el anillo que llevaba casi un año guardado en su bolsillo en diferentes circunstancias, ella simplemente se abalanzó sobre sus labios.

"¿Ah que es el pastel más delicioso que hayas probado?, Hinata. Y la terraza de este lugar es una vista sumamente romántica" Mencionó alegre Naruto antes de llevarse otro gran bocado del postre, ella asintió y dejo escapar una pequeña risa al ver como el rubio se había manchado la nariz con el betún de chocolate, cogió su servilleta y se apresuró a limpiar aquella mancha del rostro del chico que la había acompañado durante la mayor parte de su estadía en aquel lugar, ante aquel gesto Naruto le regaló una de sus amplias sonrisas, sonrisas que hacían temblar el alma de Hinata, llevaba ya seis días en Paris, mañana partiría de regreso por lo cual el rubio le había insistido en festejar el hecho de haberse conocido yendo a una discoteca y aunque eran escasas las veces en las que ella había ido a uno de esos lugares, más bien obligada que por gusto, la idea de pasar un rato bailando con el rubio de ojos azules la entusiasmaba en demasía. "Espero que cuando regreses a Japón no te vayas a olvidar de mí, estaría encantado de pasar más días junto a ti, Hinata"

Ella no pudo más que ruborizarse, durante sus platicas había omitido completamente mencionar el hecho de que estaba casada, no era esa la forma en la que había sido criada, pero los encantos del rubio la hacían desobedecer sus principios, Naruto aunque era alguien coqueto le parecía sumamente honesto y respetuoso, hasta el momento no había traspasada los limites de la amistad aunque había dejado en claro que le parecía alguien hermosa.

"M-me encantaría conocer el puesto de ramen del que tanto hablas" Respondió sin poder dejar a un lado su timidez, a excepción de Kiba y Shino, sus amigos de infancia, ella no solía platicar mucho con las demás personas.

Naruto tomó su mano en un gesto galante y deposito un gentil beso sobre su dorso. "Estoy seguro de que quedaras maravillada con su Ramen como yo he quedado encantado con tu persona, Hinata" Hinata sonrió ruborizada al notar en el rostro de Naruto un notorio sonrojo, al parecer aquel gesto también le había avergonzado, suponía con ello que, aunque pareciera tan confiado no estaba acostumbrado a coquetear con las chicas tan abiertamente. Antes de que alguno de los dos pudiera soltar algún otro comentario una repentina lluvia los obligó a apresurarse dentro del restaurante para pagar la cuenta y tomar un taxi a su hotel. "Volveré por ti a las ocho para ir a festejar, Hinata"

Hinata asintió y se despidió del rubio depositando un muy torpe y apresurado beso sobre la mejilla de él, Naruto solo sonrió y se despidió. Hinata llevo sus dedos a sus labios una vez se encontró segura en el elevador del hotel, sabía que su conciencia no le permitiría besarlo en los labios, pero al menos tendría aquel beso, sus labios aún le cosquillaban por la anterior acción, se sintió tan infantil, a pesar de tener ya 26 años acciones tan simples como besar en la mejilla al chico que le gustaba lograban tener un gran efecto en ella. "Si tan solo te hubiera conocido antes…" aquel lamento escapó de sus labios sin darse cuenta, salió del ascensor y se preguntó cual abría sido la reacción de su padre, Naruto amaba su trabajo, le encantaba ayudar a las personas a superar sus problemas, sin embargo, no era alguien con la riqueza esperada por su padre para ser su marido, pero tal vez la abrumadora personalidad del rubio podría haber derrumbado las barreras de su padre.

La última noche de Hinata en Paris había sido encantadora, el haber llegado temprano a la discoteca les había permitido bailar un rato, con pasos torpes, antes de que el lugar se llenará por completo, fue cuando dar dos pasos en la pista de baile se había vuelto toda una odisea que habían decidido tomar una mesa y disfrutar de una amena platica acompañada de tragos que Naruto le había asegurado no eran tan pesados, dado que ella no estaba acostumbrada a beber más que alguna que otra copa de vino o champagne en los eventos sociales a los que asistía junto a su familia.

A Naruto la compañía de una Hinata sonrojada, alegre y más desinhibida por el efecto del alcohol le encantaba, el alto volumen de la música dificultaba entender el alegre parloteo que Hinata protagonizaba, solo sabía que se trataba de un recuerdo bochornoso de su época universitaria, él le sonrió y se acercó aún más a ella para poder entender lo que sea que estaba diciendo, aquel acto había provocado que ella se sonrojara y atropellara sus palabras, simplemente era encantadora. Antes de marcharse había invitado a Hinata a bailar un poco más, aprovechando que la pista se había despejado un poco, ella aunque un poco renuente había terminado por aceptar, posó una mano en su cintura y empezó a dirigir a la poca experimentada pelinegra, quien se avergonzaba cada vez que terminaba por pisar sus pies. Cuando le dio una rápida vuelta sintió su rostro ruborizarse, aquella noche su acompañante había decidido usar un sencillo vestido color perla que se amoldaba muy bien a su figura, el escote no era muy revelador, pero lograba perturbar su autocontrol. Hinata aunque parecía corresponder sus sentimientos se mostraba reacia a cruzar la línea de amistad, el apellido Hyuga no le era desconocido, sabía muy bien que se trataba de una familia con un buen nivel económico, había tenido la oportunidad de conocer al primo de Hinata, Neji, en un evento de beneficencia al que Tsunade lo había obligado a acompañarla, le pareció alguien arrogante y muy estirado por lo cual estaba sorprendido de lo amable y dulce que Hinata era, suponía que debido a su estatus social no se permitía dar rienda suelta a los sentimientos que ambos compartían.

"Me gustas" Soltó casi inaudible la pelinegra después de varios segundos en silencio en aquel elevador, debido al estado de ebriedad en el que se encontraba Naruto había insistido en acompañarla hasta la puerta de su habitación, él la miró sorprendido sin poder ver bien la expresión que ella tenía en su cara dado que su largo cabello negro cubría el cabizbajo rostro de Hinata. No sabía cómo contestar, por primera vez en su vida se había quedado sin palabras, lo único que hacía ruido en Naruto era su corazón y sus insistentes latidos. El silencio perduró hasta el momento en el que la pelinegra se debatía entre despedirse y cerrar la puerta o invitarlo a pasar a su habitación, el rostro de ella estaba más rojo de lo que jamás la había visto sonrojarse Naruto, tomando la iniciativa, reunió el valor que a los dos parecía faltarles y elevo el rostro de la Hyuga con una de sus manos antes de acercar su rostro al de ella, se detuvo a pocos centímetros de sus labios dándole tiempo a la Hyuga de apartarlo si no estaba de acuerdo, sin embargo, al no haber ninguna negativa Naruto procedió a juntar sus labios, pasaron unos segundos antes de que empezara a mover sus labios sobre los de ella, ella tímidamente se abrazo a su cuello, correspondiendo torpemente al beso. Se adentro al departamento y cerró la puerta tras de sí, sintió el cuerpo de ella temblar cuando comenzó a acariciar su cuerpo con sus manos "Me gustas" contestó al fin cuando ambos tuvieron que separarse para tomar aire, Naruto inició de nuevo los besos, aumentando poco a poco la exigencia, subiendo la temperatura de ambos, torpemente deslizo la cremallera del vestido de la ojiperla, provocando que su cuerpo temblara, abandonó sus labios y procedió a repartir besos sobre el delgado cuello de la chica, ella dejo escapar su nombre en un suspiro.

Fue hasta que Hinata sintió como Naruto la recostaba en su cama, que la realidad la golpeó con fuerza, las consecuencias que ese acto traería consigo la hizo sentir un vacío, sintió la mano de Naruto subir por sus piernas y sintió miedo, golpeó sin aviso al rubio con sus piernas provocando que cayera estrepitosamente sobre el suelo, se enderezó rápidamente en la cama bajo la confundida mirada del Uzumaki, quien de forma torpe debido a los efectos del alcohol se puso de pie. "¡Hinata, perdón!" hizo una rápida reverencia "¡Lamento si me he excedido!" ella se sintió terrible, tras unos segundos de silencio donde ninguno sabía que decir ni donde fijar la mirada, Naruto habló más tranquilo "Regresare mañana para llevarte al aeropuerto, descansa"

Tras el ruidoso cierre de su puerta, Hinata no pudo contener las lágrimas, le había faltado el respeto a su matrimonio y había herido Naruto, odio más que nunca no haber tenido el valor de negarse a las exigencias de su padre, realmente se había enamorado del rubio, se recostó en la cama y dejo fluir libremente sus lágrimas.

Al día siguiente unos golpes en la puerta de su dormitorio la despertaron, no supo en que momento se quedo dormida solo sabía que el dolor de cabeza que sentía la estaba matando. "¿Quién es?" Preguntó con una voz demasiado adormilada.

"Buenos días, Hinata…soy Naruto" la voz del rubio la hizo sonrojar, los recuerdos de la noche anterior comenzaron a atormentarla, se fijó por la mirilla el rubio lucía un poco decaído, se apresuró a conseguir una bata con la cual cubrirse antes de abrir. "¿Te has quedado dormida?" Preguntó sonriendo "Ten, estoy seguro de que lo necesitas" Hinata observó la botella de agua y la caja de aspirina que el rubio le ofrecía.

"Gracias" Hinata sonrió tímida, definitivamente Naruto era una persona increíble.

"No volveré a sobrepasar tus limites Hinata, confía en mí. Espero aún poder volver a verte en Japón. Disfruta tu vuelo" Fueron las palabras de despedida que el Uzumaki le dio, definitivamente no había podido enamorarse de una mejor persona, solo el momento era el equivocado, observo el anillo que de nuevo adornaba su dedo, la golpeó una tristeza como nunca, antes de casarse no había conocido a ninguna persona que acelerará su corazón y ahora por su matrimonio estaba condenada a no dar rienda suelta a sus sentimientos.

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¿Qué les ha parecido?

Aunque su matrimonio sea solo de papel, siento que la personalidad de Hinata no le permitiría avanzar más allá con Naruto de forma rápida.

Espero sus reviews :)