Tres Caras un Corazón II (Two-shot)

Rei Furuya/Azusa Enomoto.

ADVERTENCIA CONTENIDO 18

Es mi primera vez escribiendo esta clase de contenido, este capítulo contiene escenas sexuales, si no te gusta puedes simplemente saltar de capitulo o bien no leer esta historia, al igual para los menores de edad. Si accedes a leer ya es bajo criterio propio.


—Necesitamos hablar.

—Lo sé — dijo ella mientras lo encaraba. —Pero no aquí.

—Pasa — ella se hizo a un lado para dejarlo pasar, durante el camino hacia el apartamento de Azusa ambos se mantenían en silencio, mientras que Rei solo se limitaba a manejar… aunque le dedicaba miradas cada vez que tenia oportunidad.

—Gracias.

Pasaron a la sala mientras que Azusa se dirigía a la cocina para preparar te.

—Azusa…

—Amuro-san… — dijo ella mientras se daba la vuelta para mirarlo.

—Ha pasado tiempo… yo — murmuro el sin saber que decirle, Azusa al ver su nerviosismo le sonrió levemente al ver su nerviosismo.

—Ya te había dicho que lo entendía… aunque me dolió tu partida y te extrañaba, entiendo que te tuvieras que ir.

Rei la miro con asombro… se preguntaba que había hecho para haberse ganado el cariño de esta mujer, de quien se había mantenido alejado por tres meses que a su parecer eran como una eternidad.

—Tu…

—Asi es, te lo dije lo entendía a la perfección… sé que quizás no podías decirme o que quizás no puedas decirme a que te dedicas en realidad… pero- — antes de que pudiera terminar Rei la estaba rodeando fuertemente con sus brazos, causando asombro en la joven.

—Gracias… Azusa.

Se encontraban en la sala mirándose en silencio fijamente mientras ella les servía el te —Sabes, por momentos creí que no volverías — murmuro ella pensativamente.

—¿Como podría irme y no volver?

—Yo… Amuro-san…

—Azusa… yo, yo no soy quien tu crees…

Ella lo miro en silencio mientras le daba una leve sonrisa con un asentimiento indicándole que continuara.

—Y en primer lugar si me fui… fue para protegerte. Y se que no me excusa, Azusa yo…

—Te dije que te entendía, y lo hago se que en el fondo eres una gran persona, y que había cosas que no me podrías decir por mi propio bien…

—No me llamo Amuro Tooru… — ella se sentó a su lado tomándole la mano en señal de que lo escucharía atentamente. —No soy un simple aprendiz de detective… he sido discriminado por mi apariencia… por mi color de piel, perdí a quien consideraba mi mejor amigo… la mujer que era como una madre para mi… con quien iba cada vez que me lastimaba Jejej… — Rei sonrío con nostalgia mientras recordaba a esa hermosa mujer —incluso me lastimaba intencionalmente, solo para volverla a ver… — Azusa le acaricio la mejilla levemente secándole las lágrimas que el aun no había notado.

—Estas seguro de seguir… jum, si no te sientes cómodo podemos seguir después… — dijo ella mientras le regalaba un leve beso en su frente.

—Soy Rei Furuya… y trabajo para la PSB… — Azusa lo miro asombrada —Amuro Tooru era solo una tapadera… estaba en medio de una misión, un tanto peligrosa… por eso desaparecí durante estos tres últimos meses…

—Tu…

—Asi es… yo no quería involucrarte por eso me fui. Se acercaba el final de mi trabajo… y justo en ese momento había empezado a sentir cosas por ti…

Ella lo escuchaba atentamente mirándolo con más interés que antes.

—Sabes, ahora que te miro fijamente mientras me hablas… siento como si tuvieras miedo Rei-san — Rei abrió los ojos con asombro al escuchar su verdadero nombre siendo pronunciado por la chica —Yo te amo, y no tengo duda de ello... jamás te rechazaría… por más tormentoso que suene tu pasado. Asi hayas tenido que arrebatarle la vida a alguien en medio de tu misión.

El la miraba sin creer aun lo que ella le estaba diciendo… si bien era cierto que su temor era que ella no lo perdonara por haberse ido asi de la nada sin dejar rastro alguno. Tenia miedo de no ser aceptado… de que esta se alejara de el por haberle omitido tantas cosas… en el fondo sentía que era un monstruo de algún modo recordando sus días oscuros en la organización. Su declaración de amor lo dejo sin palabras…

—Tienes que…

—Estoy segura de lo que digo… ¿por qué negaría sentir amor por ti Rei…?

—Es que… Azusa he matado a personas… — susurro el con desesperación y el dolor reflejado en su mirada.

—Y yo te dije que sin importar lo que hayas hecho en tu pasado no cambia que sienta lo que siento por ti…

El la beso con desesperación… pero con algo de ternura… como si tratara de ser delicado… pero a la vez algo exigente. Ella se separo un momento tratando de tomar aire, y lo miró fijamente mientras que este también la miraba de forma intensa y lo supo entonces… no era un simple desahogo, el necesitaba que ella le profesara su amor al igual que él quería hacerlo… no solo con simples palabras

Sino que también se dieran consuelo mutuo por medio de caricias y besos que goteaban de amor y deseo, como si hubieran pasado décadas antes de volver a sentirse completos… mostrar su amor que era puro de manera física… derramando sus sentimientos.

"Estar en sus brazos es como estar en las nubes…"

"Estar en sus brazos… siento que este es mi refugió"

Ambos eran el refugio del otro… Rei se sentía en paz a tenerla en sus brazos… cada beso… cada caricia.

Sus corazones hablaban por si solos, en medio de la pasión y el deseo… el impulso de ambos era el amor, sus cuerpos se estremecían juntos, sus corazones latían al mismo tiempo como si de uno solo se tratase cada susurro sonaba como una promesa. Esto no era solo un desahogo… era el reflejo de dos personas en plena noche alumbrados bajo la luz de la luna dos amantes se profesaban su amor…

Azusa se recostaba contra el pecho de Rei mientras este le acariciaba la espalda y se miraban fijamente hasta que hablo —Te amo a ti, y cada una de tus facetas… asi hayas tenido dos identidades… tu tienes un solo corazón.

—¡Dios te amo! — alego el mientras los hacia rodar por la cama provocando que esta se riera mientras repartía besos por todo su rostro.

—Te amo por quien eres en verdad, Rei…

—Te amo Azusa…

Paso el tiempo, y el amor de ambos se hacia cada vez mas fuerte. Compartiendo cada momento juntos, amándose hasta el ultimo de sus días…