Bueno, ¡buenos días, tardes o noches! este capítulo lo hice como pago por todo el tiempo que estuve ausente por cosas de la universidad.

Para los que conozcan la historia de Harry Potter, quiero decirles que no seré fiel a la original porque obviamente no estaré utilizando a todos los personajes de J.K. Rowling, sino que serán los personajes de Sailor Moon en su lugar, pero si parecerá que lo que estoy haciendo es un "copiar y pegar" pero eso es porque hay cosas de la historia original que tienen que pasar, más adelante me iré desviando de alguna forma u otra para que las acciones de los personajes se adapten a sus personalidades . Otra cosa, súper importante, nada de esto me pertenece, no soy dueña de nada, todo le pertenece a su correspondiente creador, ya sea Harry Potter a J.K. Rowling u Sailor Moon a Naoko Takeuchi; todo es con fines de diversión, no pienso apropiarme de nada.

Sin más, espero que se encuentren bien y que disfruten el capítulo.

El guardián de las llaves.

BUM.

Golpearon otra vez. Lady se despertó de golpe.

-¿Dónde está el cañón? -pregunto cómo una tonta.

Se oyó un crujido detrás de ellos y el tío Rubeus apareció en la habitación. Llevaba un rifle en sus manos; ahora sabían que había en ese extraño paquete alargado que traía con él.

-¿Quién está ahí? –gritó -. ¡Se lo advierto… estoy armado!

¡ZAS!

La puerta fue tirada con tal fuerza que voló unos centímetros cuando se desprendió de las bisagras.

Un hombre gigantesco apareció en el umbral. Su rostro estaba prácticamente oculto por su cabello y una incipiente barba atormentaba su mentón, bajo todo eso, podían apreciarse unos ojos, brillantes como escarabajos negros.

El gigante se escurrió hacia el interior de la cabaña agachándose para que su cabeza solo rozara el techo. Se agazapó, levanto la puerta y la coloco sin esfuerzo en su lugar. El ruido de la tormenta se atenuó un poco. Volteó para mirarlos.

-Podríamos hacernos una taza de té, ¿no? No ha sido un viaje sencillo…

Se desparramo en el sillón donde Lady estaba petrificada de miedo.

-Levántate, pedazo de bodoque –dijo el desconocido.

Lady grito y corrió a esconderse detrás de su madre, quien estaba agachada detrás de tío Rubeus.

-¡Ah! ¡Aquí esta Rei! –exclamo el gigante.

Rei levanto la vista ante el rostro feroz, salvaje y peludo y vio que le sonreían con una gran sonrisa.

-La última vez que te vi eras solo una bebé –dijo el gigante-. Eres parecida a tu padre, ya sabes, por el cabello salvaje y la palidez, pero tienes los ojos de tu madre, te pareces mucho más a ella.

Tío Rubeus dejo escapar un extraño sonido.

-¡Le exijo que se retire de inmediato, señor! ¡Está violando propiedad privada!

Oh, cierre la boca, Yuho, grandísimo idiota –dijo el gigante, se estiro y arrebató el rifle de las manos temblorosas del tío Rubeus, lo torció como si no fuera nada y lo arrojo a un rincón.

Tío Rubeus volvió a soltar otro peculiar sonido, como de si un ratón siendo pisado fuese.

-De todos modos, Rei –dijo el gigante, dando la espalda a los Yuho-, te deseo un muy feliz cumpleaños. Tengo algo aquí, tal vez lo aplaste un poco, pero tiene buen sabor.

De dentro de su bolsillo interior de su abrigo negro largo saco una caja algo aplastada. Rei la abrió con dedos temblorosos. En el interior había una gran torta de chocolate pegajoso, con un Feliz Cumpleaños Rei escrito en violeta.

Rei miro al gigante. Iba a agradecerle, pero las palabras se perdieron en su garganta y lo único que pudo decir fue:

-¿Quién eres?

El gigante rio entre dientes.

-Es cierto, no me presente. Soy Yuichiro Kumada, Guardián de las Llaves y los Terrenos de Hogwarts.

Extendió una mano enorme y sacudió el pequeño brazo de Rei por completo.

-¿Que tal ese té, entonces? –Dijo frotándose las manos-. Aunque no a algo más fuerte, ¿entienden?

Sus ojos se clavaron en el hogar apagado, con las bolsas de papas fritas arrugadas, y dejo escapar una risa despectiva. Se inclinó sobre la chimenea, los demás no podían ver que estaba haciendo, pero cuando se alejó, un momento después, había un fuego encendido. Inundo una luz cálida y parpadeante a toda la cabaña y Rei sintió que el calor la cubría como si estuviera metida en un baño caliente.

El gigante volvió a sentarse en el sillón, que se hundió con una protesta bajo su peso, y comenzó a sacar toda clase de cosas de los bolsillos de su abrigo: una pava vieja, un paquete de salchichas, un atizador, una tetera, varios jarros y una botella de un líquido color ámbar, de la que tomo un gran trago antes de empezar a preparar el té. Muy pronto la cabaña estaba llena del delicioso aroma de las salchichas calientes. Nadie emitió sonido mientras el gigante trabajaba, pero cuando saco del atizador las primeras seis salchichas jugosas y ligeramente quemadas, Lady comenzó a impacientarse. Tío Rubeus dijo cortante:

-No toques nada que él te dé, Lady.

El gigante lanzó una risa sombría.

-Ese enorme budín con glaseado rosa que es su hija no necesita engordar más, Yuho, no se preocupe.

Le sirvió las salchichas a Rei, quien estaba tan hambrienta que pensó que nunca había probado algo tan delicioso, tan maravilloso, pero todavía no pudo sacar los ojos de encima del gigante. Por último, como nadie estaba dispuesto a explicar algo, dijo:

-Lo siento, pero todavía no sé quién eres.

El gigante tomo un ruidoso trago de té y se secó la boca con el dorso de la mano.

-Llámame Yuichiro –contestó-. Todos lo hacen. Y como te dije soy el Guardián de las Llaves y los Terrenos de Hogwarts, ya sabrás todo sobre Hogwarts, por supuesto.

-Eh… yo no –dijo Rei.

Yuichiro parecía impresionado.

-Lo siento –dijo rápidamente Rei.

-¿Lo lamento? –ladro Yuichiro, volviéndose a mirar a los Yuho, quienes dieron un gran paso atrás-. ¡Ellos son los que tienen que disculparse! Sabía que no estabas recibiendo las cartas, pero nunca pensé que no supieras nada de Hogwarts. ¿Nunca te preguntaste donde habían aprendido todo tus padres?

-¿Todo qué? –preguntó Rei.

-¿Todo QUÉ? –Bramó Yuichiro-. ¡Espera un segundo!

Se puso de pie de un salto. Los Yuho estaban agazapados contra la pared.

-¿Me vas a decir –rugió a los Yuho- que esta muchacha, ¡esta muchacha! No sabe nada… sobre NADA?

Rei pensó que eso era injusto. Después de todo, había ido al colegio y sus notas no eran tan malas.

-Se algunas cosas –dijo-. Se sumar y restar y más.

Pero Yuichiro simplemente agitó su gran mano.

-Me refiero a nuestro mundo. Tu mundo. Mi mundo. El mundo de tus padres.

-¿Qué mundo?

Parecía que Yuichiro iba a explotar.

-¡YUHO! –aulló.

Tío Rubeus, que estaba muy pálido, susurró algo que sonaba como nincasaliyapor. Yuichiro, enfurecido, contemplo a Rei.

-Pero tú tienes que saber sobre tu mamá y tu papá –dijo-. Quiero decir, ellos son famosos. Tú eres famosa.

-¿Cómo? ¿Mi mamá y mi papá eran famosos, en serio?

-No lo sabias… no lo sabias… -Yuichiro se pasó las manos por los pelos ya desordenados, clavándole una mirada de asombro.

-¿De verdad no sabes quién eres? –pregunto por ultimo.

De pronto tío Rubeus recupero la voz.

-¡Deténgase! –ordenó-. ¡Deténgase ahora mismo, señor! ¡Le prohíbo que le diga algo a la muchacha!

Hasta un hombre más valiente que Rubeus Yuho se habría acobardado ante la mirada furiosa que le dirigió Yuichiro, quien, cuando hablo, temblaba de rabia.

¿Nunca se lo dijo? ¿Nunca le dijo lo que decía la carta que Moon dejo para ella? ¡Yo estaba allí! ¡Vi que Moon la dejaba, Yuho! ¿Y se lo oculto durante todos estos años?

-¿Qué es lo que me ocultaron? –pregunto ansiosa Rei.

-¡DETENGANSE! ¡DETENGANSE! ¡SE LO PROHIBO! –aulló tío Rubeus, aterrado.

Tía Koan dejo escapar un gemido de horror.

-Ah, voy a romperles la cabeza a ustedes dos –dijo Yuichiro-. Rei, tus eres una bruja.

Se produjo un silencio total en la cabaña.

-¿Qué yo soy qué? –jadeo Rei con el ceño fruncido.

-Una bruja, por supuesto –respondió Yuichiro, sentándose otra vez en el sillón, que crujió y se hundió-. Y serás una muy buena, debo añadir, una vez que te hayas entrenado un poco. Con una mamá y un papá como los tuyos, ¿Qué otra cosa podrías ser? Y me doy cuenta que ya es la hora de que leas tu carta.

Rei extendió la mano para tomar, finalmente, el sobre amarillento, dirigido con tinta verde esmeralda a: Señorita R. Hino, el piso de la cabaña en la roca, el mar. Saco la carta y leyó:

COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA Y HECHICERIA

Directora: Serenity Moon

(Orden de Merlín, Primera Clase, Gran Hechicera, Jefa de Magos, Jefa Supremo, Confederación Internacional de Magos y Brujas).

Querida señorita Hino:

Tenemos el placer de informarle de que usted dispone de una vacante en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Adjuntamos una lista con el equipo y los libros necesarios.

Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su búho antes del 31 de julio.

Muy cordialmente,

Haruna Sakurada

Subdirectora.

Las preguntas estallaban en la cabeza de Rei como fuegos artificiales y no podía decidir cuál formular primero. Después de unos minutos, tartamudeó:

-¿Qué quieren decir con que esperan mi búho?

-Gárgolas galopantes, ahora me acuerdo –dijo Yuichiro, golpeándose la frente con tanta fuerza como para derribar a un caballo.

Querida señora Moon:

Entregue a Rei su carta. La llevo mañana a comprar sus cosas. El tiempo es horrible. Espero que usted esté bien.

Yuichiro.

Yuichiro enrollo la nota, se la dio al búho, que la tomo con el pico, fue hasta la puerta y lanzo al búho en la tormenta. Entonces regresó y se sentó, como si fuera tan normal como hablar por teléfono.

-¿En dónde estaba? –dijo Yuichiro.

Pero en ese momento, tío Rubeus, todavía con el rostro color ceniza, pero muy enojado, se acercó a la chimenea.

-Ella no irá –dijo.

Yuichiro gruñó.

-Me gustaría ver a un gran muggle como usted deteniéndola –dijo.

-¿Un qué? –pregunto Rei, interesada.

-Un muggle –respondió Yuichiro-. Es como llamamos a la gente no mágica como ellos. Y tuviste la mala suerte de crecer en una familia de los más horribles muggles que haya visto.

-Cuando la recibimos, juramos que íbamos a detener toda esa basura –dijo tío Rubeus-. ¡Juramos que lo íbamos a sacar de ella! ¡Una bruja, justamente!

-¿Ustedes ya sabían? –Pregunto Rei-. ¿Ustedes sabían que yo era… una bruja?

-¡Saber! –Chilló de pronto tía Koan-. ¡Saber! ¡Por supuesto que sabíamos el monstruo que eras! ¿Cómo no íbamos a saberlo, considerando lo que era mi condenada hermana? Oh, ella recibió una carta como esa de ese… ese colegio… y desapareció y volvía a casa para las vacaciones, con ranas en los bolsillos y convertía las tazas de té en ratas. Yo era la única que veía realmente lo que era: ¡una monstruosidad!, Pero para mi madre y para mi padre, oh no, para ellos era Risa esto y Risa otro. ¡Estaban fascinados con su rareza, tan orgullosos de tener una maldita bruja en la familia!

Se detuvo a tomar aire, respiro profundamente y luego continuo. Parecía que desde hace años deseaba decir esas cosas.

-Luego conoció a ese Hino en el colegio y se fueron y se casaron y te tuvieron a ti y por supuesto, resultaste igual de monstruosa que ellos, lo sabía desde que me entere de ti, supe que ibas a ser igual de rara, una… una anormal. ¡Y luego, como si no fuera suficiente, ocurrió esa explosión y nosotros tuvimos que quedarnos contigo!

Rei se había puesto muy pálida. Tan pronto como recupero la voz, pregunto:

-¿Explosión? ¡Ustedes me dijeron que murieron en un accidente automovilístico!

-¡ACCIDENTE AUTOMOVILISTICO! –Rugió Yuichiro, saltando tan enojado que los Yuho volvieron al rincón-. ¿Cómo iban a morir Risa y Takashi Hino en un accidente de auto? ¡Eso es un ultraje! ¡Un escándalo! ¡Que Rei Hino no conozca su propia historia, cuando cada niño y niña de nuestro mundo sabe quién es!

-¿Pero por qué? ¿Qué sucedió? –pregunto Rei con desesperación.

La furia se desvaneció del rostro de Yuichiro. De pronto parecía ansioso

-Nunca espere esto –dijo, en voz baja y muy preocupada-. Cuando Moon me dijo que podía tener problemas para llegar a ti, no tenía idea, no sabía cuánto ignorabas. Ah, Rei, no sé si soy la persona correcta para decírtelo, pero alguien debe hacerlo. No puedes ir a Hogwarts sin saberlo.

Lanzo una mirada de odio a los Yuho.

-Bueno, es mejor que sepas todo lo que yo puedo decirte… porque no puedo decirte todo; es un gran misterio, al menos una parte…

Se sentó, miró fijamente al fuego durante unos instantes y luego continuó.

-Comienza, supongo, con… con una persona llamada… Pero es imposible que no sepas su nombre, todos en nuestro mundo lo saben…

-¿Quién?

-Bueno… no me gusta decir su nombre si puedo evitarlo. Nadie lo dice.

-¿Por qué no?

-Gárgolas glotonas, Rei, la gente todavía tiene miedo. Caramba, esto es muy difícil. Mira, estaba esta bruja que se volvió… mala. Tan mala como puedas pensar. Peor. Peor que peor. Su nombre era…

Yuichiro trago, pero su voz no salió.

-¿Quieres escribirlo? –sugirió Rei con impaciencia.

-No… no se escribirlo. Está bien… Mistress9.-Yuichiro se estremeció-. No me hagas repetirlo. De todos modos esta… esta bruja, hace veinte años, comenzó a buscar seguidores. Y los consiguió, algunos temían de ella, otros solo querían un poco de su poder, porque ella iba consiguiendo poder. Eran días negros, Rei. No se sabía en quien confiar, uno no se animaba a hacerse amigos de magos o hechiceras desconocidos… sucedían cosas horribles. Se estaba apoderando de todo. Por supuesto, algunos se le opusieron y ella los mato. De una manera espantosa. Uno de los pocos lugares seguros que quedaban era Hogwarts.

Hay que considerar que Moon era la única al que la Innombrable temía. No se atrevía a apoderarse del colegio, no entonces al menos.

Ahora bien, tu madre y tu padre eran la mejor hechicera y el mejor mago que yo jamás haya conocido. ¡En su época en Hogwarts eran los mejores! Supongo que el misterio es porque la Innombrable nunca trato de tenerlos de su lado… probablemente sabía que estaban demasiado cerca de Moon como para querer tener algo que ver con el Lado Oscuro.

Tal vez pensó que podía persuadirlos… Quizá simplemente los quería fuera de su camino. Lo que todos saben es que ella apareció en el pueblo donde ustedes vivían, en el día de Halloween, hace diez años. Tú tenías un año. Ella fue a la casa de ustedes y… y…

De pronto Yuichiro saco un gran pañuelo viejo y sucio, y se sonó ruidosamente la nariz.

-Lo siento –dijo-. Pero es tan triste… saber que tu madre y tu padre, las mejores personas que podrías conocer en el mundo…

La Innombrable los mató. Y entonces… y ese es el verdadero misterio del asunto… también trato de matarte a ti. Supongo que quería terminar el trabajo entero, o tal vez para ese entonces, le gustaba matar. Pero no pudo hacerlo. ¿Nunca te preguntaste como te hiciste esa marca en la frente? Ese no es un corte común. Eso sucedió cuando una poderosa maldición enferma te tocó. La que termino con la vida de tu mamá, de tu papá y la que destruyo la casa, pero no funcionó contigo y por eso eres famosa Rei. Nadie que ella decidiera matar, podría haber sobrevivido, nadie excepto tú, y eso que ella mato a numerosos magos y brujas increíbles de la época (Los McKinnon, los Osaka, los Prewett) y tú eras solo una bebé, pero sobreviviste.

Algo muy doloroso se estaba desarrollando en la mente de Rei. Mientras Yuichiro iba terminando la trágica historia, vio otra vez la enceguecedora luz verde, con más claridad de lo que nunca había recordado y recordó algo más, una risa cruel, aguda y fría.

Yuichiro la observaba con tristeza.

-Yo mismo te saque de la casa en ruinas, por orden de Moon. Te traje con esta gente…

-Un montón de porquerías –dijo tío Rubeus. Rei dio un salto, casi había olvidado que los Yuho estaban ahí. Tío Rubeus parecía haber recuperado la confianza. Miraba furioso a Yuichiro y tenía los puños apretados.

-Ahora, escucha esto, mocosa –gruñó-, acepto que todo en ti es raro, probablemente nada que no pueda curarte con una buena paliza. Y todo eso sobre tus padres; bien, eran monstruos, no lo niego, y en mi opinión, el mundo está mejor sin ellos… Recibieron lo que merecían por ser antinaturales y por mezclarse con otros iguales a ellos… es como esperaba, siempre supe que terminarían mal…

Pero en ese momento Yuichiro se levantó del sillón y saco de su abrigo un paraguas rosado. Apuntando a tío Rubeus, como con una espada, dijo:

-Se lo advierto, Yuho, se lo estoy avisando, una palabra estúpida más y…

Ante el peligro de ser lanceado por la punta del paraguas en las manos del gigante peludo, el valor de tío Rubeus desapareció otra vez; se tiró contra la pared y cerro la boca.

-Eso es mejor –dijo Yuichiro, respirando con dificultad y sentándose otra vez en el pobre mueble, que a cada movimiento estaba más cerca del suelo.

Rei, mientras eso sucedía, se encontró pensando en las miles de preguntas que tenía y en cuales podía decir.

-¿Pero que sucedió con Mis… perdón, quiero decir con la Innombrable?

-Buena pregunta, Rei. Desapareció. Se desvaneció. La misma noche que trato de matarte. Eso te hizo aún más famosa. Ese es el mayor misterio, sabes… se estaba volviendo más y más poderosa… ¿Por qué se fue?

Algunos dicen que murió. En mi opinión, son tonterías. No estoy seguro de que le quedara suficiente humanidad para morir. También dicen que todavía está por ahí, esperando su oportunidad, pero no lo creo. La gente que la seguía regresó con nosotros. Algunos salieron como de un trance. No creo que hubiesen recapacitado si ella no hubiera desaparecido.

la mayoría de nosotros pensamos que ella aún está viva, pero muy débil, sin poderes y sin ellos no puede hacer nada. Porque algo relacionado contigo, Rei, la venció. Algo sucedió esa noche, que ella no imaginaba que sucedería, no sé qué fue, nadie lo sabe… pero algo en ti la confundió.

Yuichiro miro a Rei con afecto y respeto, pero Rei, en lugar de sentirse complacida y orgullosa, se sentía segura de que había un terrible error. ¿Una bruja? ¿Ella? ¿Cómo era posible? Había pasado su vida golpeada por Lady y degradada por su tía Koan y su tío Rubeus. Si realmente era una bruja, ¿Por qué no los había convertido en ratas cada vez que la encerraban en el armario? Si alguna vez derroto a la bruja más poderosa del mundo, ¿Cómo es que Lady siempre podía patearla como si fuera una pelota?

-Yuichiro –dijo con calma-, creo que te equivocaste. No creo que yo pueda ser una bruja.

Para su sorpresa, Yuichiro se rio entre dientes.

-¿No eres una bruja, eh? ¿Nunca haces que sucedan cosas cuando estas asustada o enojada?

Rei contemplo el fuego. Ahora que pensaba en ello… cada cosa rara que enfurecía a su tía y tío sucedían cuando ella, Rei, estaba molesta o enojada… la banda de Lady, de golpe se encontró fuera del alcance de ellas… ante el temor de ir al colegio con ese horrible corte de pelo, lo hizo crecer de nuevo… y la última vez que Lady la golpeó… ¿no tuvo su venganza, sin darse cuenta de que lo estaba haciendo? ¿No soltó a la boa para que la asustara?

Rei miro de nuevo a Yuichiro sonriendo y vio que este la miraba radiante.

-¿Te das cuenta? –Dijo Yuichiro-. Rei Hino, no es cualquier bruja… ya verás que serás muy famosa en Hogwarts.

Pero tío Rubeus no iba a rendirse sin pelear.

-¿No le dijimos que ella no irá? –Dijo con desagrado-.

Ella ira a la secundaria Juban y estará agradecida de ello. Ya leí esas cartas y necesitara toda clase de basuras: libros de hechizos y varitas y…

-Si ella quiere ir, un patético muggle como usted no la detendrá –gruñó Yuichiro-. ¡Detener a la hija de Risa y Takashi Hino para que no vaya a Hogwarts! Está loco. Su nombre esta anotado desde que nació. Va a ir al mejor colegio de magia y hechicería en el mundo entero. Siete años allí y ella no se reconocerá a sí misma. Estará con jóvenes de su misma clase, lo que será algo bueno. Y estará con la más grande de las directoras que Hogwarts haya tenido: Serenity Mo…

-¡NO VOY A PONER DINERO PARA QUE ALGUNA VIEJA LOCA TONTA LE ENSEÑE TRUCOS DE MAGIA! –aulló tío Rubeus.

Pero esta vez se había pasado de la raya. Yuichiro empuñó su paraguas y lo agitó sobre su cabeza.

-¡NUNCA… -bramó- INSULTE A SERENITY MOON EN MI PRESENCIA!

Agitó el paraguas en el aire para apuntar a Lady… hubo un relámpago de luz violeta, un sonido como de un cohete, un chillido agudo y, al momento, Lady bailaba con las manos sobre su rosado trasero, mientras gritaba de dolor. Cuando les dio la espalda, Rei vio una retorcida cola de cerdo saliendo a través de un agujero en sus pantalones.

Tío Rubeus rugió. Empujo a tía Koan y a Lady a la otra habitación, lanzó una última mirada aterrorizada a Yuichiro y cerró de un portazo la puerta.

Yuichiro miro su paraguas y se tiró de los pelos.

-No debería enojarme –dijo con pesar-, pero igual no funcionó. Quería convertirla en una cerda, pero supongo que no se puede convertir una cosa en algo que ya es.

Miro de reojo a Rei, bajo su largo flequillo, que estaba riendo del destino de Lady.

-te agradecería que no menciones esto a nadie de Hogwarts. Yo… bien, no tengo permitido hacer magia, hablando estrictamente. Me dieron permiso para realizar un poquito para que te llegaran las cartas y todo eso… Ése era una de las razones por las que quería encargarme de esto…

-¿Por qué se supone que no debes hacer magia? –pregunto Rei.

-Oh, bien... yo también a Hogwarts y para serte sincero, fui expulsado. En el tercer año. Me rompieron la varita en pedazos. Pero Moon dejó que me quedara como guardabosques. Es una gran mujer, Moon.

-¿Por qué te expulsaron?

-Ya es tarde y tenemos muchas cosas que hacer mañana –dijo Yuichiro en voz alta, cambiando de tema-. Tenemos que ir a la ciudad y conseguirte los libros y todo lo demás.

Se quitó su grueso abrigo negro y se lo entregó a Rei.

-Puedes taparte con esto –dijo- no te preocupes si sientes que algo se mueve, creo que aún tengo un par de escarabajos en uno de los bolsillos.