Las luces se prendieron iluminando el lugar que momentos antes estaba totalmente oscuro mostraron a un grupo de pandilleros, dando a mostrar a los integrantes que en gran parte eran mujeres y algunos hombres allegados a la edad de Serena, había otros más grandes que ellos, cuando Hotaru término de analizar todo pudo mirar el asombro en todos al ver a la rubia entrar al lugar.
—Serena por lo que veo volviste como nos dijiste hace tiempo... ¿Fue por Traición? -preguntó la pelirroja de ojos verdes de la misma estatura de Serena, mientras se acercaba a ellas- ¿o acaso fue desamor?
—Las dos cosas, como yo mantengo siempre mis promesas, dije que si sufría otra traición... -dijo con un suspiro para luego hablar de forma fría y seca algo que sorprendió bastante a Hotaru- y me conocerán de verdad, sabrán quien es la verdadera Serena Tsukino, pero por ahora eso seria otro tema para hablar... -suspiro señalando a Hotaru- Kaori, ella es Hotaru y Rini
—Hola pequeña Hotaru... -dijo saludándola con una pequeña sonrisa y le observó si bien su sonrisa se agrandó- por tu descripción Serena, tu eres Sailor Saturn ¿verdad?
—Princesa -le llamó, Serena notó como pareciera que le iba a dar infarto a la pelimorada- ella acaso sabe sobre...
—Tranquila -dijo acariciando su cabeza suavemente tratando de tranquilizarla al verla tan nerviosa- todos ellos saben absolutamente todo, aquí nadie guarda nada y por favor alguien traiga un futon para acostar a la niña.
—Yo lo traigo -dijo Rudo apareciendo frente a ellas e hizo una reverencia- y por cierto, es un gusto volver a estar a sus órdenes jefa.
—Te extrañaron -comentó Kaori y les señaló burlona a todos quienes estaban un poco avergonzados por ser cierto- son unos tontos, sino reciben tus regaños.
—Es lo que veo Kaori -contestó con una leve sonrisa a su amiga- prácticamente necesitan que les ordene.
—¿Qué vamos a hacer ahora?
Pregunto Kaori observando a la rubia y más su aspecto infantil, pero su mueca cambio a una de desagrado mirando las coletas que ella portaba.
—Mis chicas, mientras traen el futon, necesitó un cambio de estilo al como era antes de irme... -pidió agarrando su cabello, las chicas asintieron y observó a Hotaru quien aún no se alejaba de ella- Hotaru ¿no te gustaría dar una siesta?
—Pero Princesa... -contestó tragando duro, estaba realmente asustada por aquellas personas intimidantes- ¿no me pasara nada? no confió en ellos, me dan un poco de miedo.
—Confía en mi, si te hacen algo se las verán conmigo, ellos saben que yo soy la líder y jefa de sus vidas -habló con una sonrisa fría que les provocó muchos escalofríos y también a Hotaru- y pasara algo muy malo si hacen algo en contra de mis órdenes ¿quedó entendido?
—Si -todos gritaron al unísono- ¡si señorita!
Hotaru desconfiada aún se acostó en el futon que habían traído, mirando a Serena quien se sentaba en una silla y después de unos minutos se quedó dormida.
—Ya se durmió la niña... -dijo Kaori soltando en cabello de rubia, que abarcaba todo el respaldo y parte del suelo- ¿que tan corto lo quieres?
—Lo suficiente para poder iniciar con algo nuevo -respondió a su amiga con un pequeño hilo de voz- lo suficiente para iniciar y olvidar que mis amigas me traicionaron...
Kaori asintió comenzando a cortar el cabello mientras eso pasaba las demás chicas llegaron hacia la rubia, ellas se encargaban de su maquillaje, un maquillaje muy leve y aunque en el proceso también limpiaban sus lágrimas con ternura.
—Todo estará bien, Serena -mencionó la otra chica sosteniendo su rostro y Serena abrió sus ojos ya rojos por el llanto- ya no estarás sola, nadie más te hará daño... No lo vamos a permitir...
(...)
Rini se despertó encontrándose con Hotaru durmiendo a su lado tranquilamente, se sentó sobre sus piernas y buscó con la mirada encontrándose con una Serena totalmente diferente su cabello corto con algunos rayos plateados y su misma ropa de la mañana aunque esta tenía un logo, ella se encontraba recargada en el respaldo de la silla con los ojos cerrados.
—Ya despertaste cariño... -habló Serena abriendo los ojos y suspiro cansada- pensé que descansarías más tiempo.
—¿Quien eres tú? -pregunto asustada apretando su broche- ¡¿donde esta Serena?!
—Yo soy Serena... -hablo lentamente al ver que no la reconoció por su nuevo cambio de estilo- se que sonará raro, pero Rini esta es... Esta es la verdadera Serena...
—Entonces... ¿La que conocí entonces nunca existió? -pregunto con la voz quebrada ante esa revelación y eso rompió el corazón de Serena- entonces esas veces que estábamos juntas... Su personalidad jamás fue verdadera.
—Son verdaderos, contigo siempre fueron verdaderos... -dijo levantándose de la silla para acercarse a ella y le acaricio la mejilla suavemente- yo cambie mucho al conocerlos, cambie lo que en verdad era, pero si había una traición más de parte de alguien cercano a mi, sacarían lo que llevo dentro.
Rini solo se lanzó a los brazos de Serena empezó a sollozar durante un rato hasta que se quedó callada en él regazo de la rubia y ella le acariciaba él cabello suavemente.
—Todo estará bien no me importa pasar mi vida sola con tal de tu vivas bien Rini -murmuro en su oído y Rini solo asintió aún abrazándola- "si tan sólo estuviera él aquí... Nada de esto hubiera pasado" es hora de volver a casa y dejar a Hotaru a la suya.
—Si claro, Hotaru levántate -dijo acercándose y movió a otra infante cuando ella despertó, también le explico lo sucedido al verla de esa manera- bueno eso es todo Hotaru.
—No sabía que tenía ese secreto princesa.
—Si corazón, aunque lo demás lo sabrás ahora... Kaori necesito la motocicleta -ordenó colocándose unos guantes negros que estaba en una mesita a un lado de su silla- ¿donde esta mi motocicleta?
—Esta guardada -contestó bastante orgullosa señalando atrás de ella- te la mantuvimos siempre en mantenimiento y no tiene ni solo un rasguño.
—Gracias solamente la ocuparé... -dijo observando por donde vendría motocicleta- durante unas semanas.
—Eres inseparable de ella y ahora que vuelves a tu lugar como jefa, solo lo ocuparas unas semanas -mencionó Rudo muy confundido al igual que todos en el lugar y Serena soltó una leve risa- ¿por que?
—¡Por que ella esta embarazada! -gritaron Hotaru y Rini al mismo tiempo.
Todos tardaron un rato en procesar las palabras de ambas niñas y cuando lo hicieron gritaron maravillados.
—¡Yo seré la tía! -grito una chica que acaba de aparecer en el lugar- ¡siempre quise ser tía!
—Misao tu te postulas para todo -comentó Kaori quien negó divertida, al ver las bolsas de las compras tiradas- cuando será el día que no lo hagas.
—No me importa, además jamás lo dejaré de hacer -dijo Misao quien se burlo de forma infantil- tu porque nunca te apuntas a algo así.
—Eres muy infantil -dijo riendo a su amiga y todas se unieron en un abrazo felicitando a Serena- muchas felicidades Serena.
—Cariño ¿no podrás hacer lo que hacíamos antes? -pregunto desanimada Kaori y Serena negó levemente- creo será después que des a luz.
—Jamás Kaori... -negó nuevamente dando un suspiro sabiendo todas las cosas que dejara de hacer cuando nazca la niña aunque en parte estaba bien- no lo volveré a hacer, por que seré madre y estaré al cien por ciento con mi pequeña princesa... Pero bueno vamos tenemos que volver a casa.
Todas voltearon al sonido de un motor dándose cuenta que trajeron una motocicleta Yamaha roja muy cuidada, como si fuera nueva la rubia la acaricio con melancolía y una pequeña sonrisa Serena fue la primera en subir, después Rini al final fue Hotaru les coloco el cascos emprendiendo el viaje, después Serena la dejo cerca de la puerta esperó a que se adentrara una vez que Hotaru desapareció de su vista se retiraron el trayecto media hora, llegaron a la casa Tsukino Serena estacionó la motocicleta bajaron ella y Rini.
—Rini no quiero que te acostumbres a esto -advirtió gruñendo un poco ante la idea de que la pelirosa se acostumbre a su vida- ¿de acuerdo?
—Si te lo prometo Serena -prometió a la chica, ambas entraron y vieron a todos comer, los Tsukino se sorprendieron al ver a su hija así de nuevo- ¡estamos de vuelta!
—Papá y mamá por su cara veo que no lo esperaban, pero... -habló suspirando se sentía muy agobiada por dar explicaciones a cada momento y explico nuevamente- como dije hace tiempo atrás, una promesa es una promesa y saben que yo siempre las cumplo...
—No pensé que llegaría de nuevo este día -dijo con un suspiro melancólico Kenji, observó a su hija bastante feliz y a la vez triste- pero me alegro que vuelvas a lo que amas cariño.
—Me alegro mucho hija que ya no tendrás esa fachada -mencionó Ikuko y aunque sonará feliz, estaba muy preocupada por su hija- pero aun no me siguen gustando que estés en pandillas.
—No me pasara nada y lo sabes ya que soy muy resistente a todo, se los he demostrado cuando ingresé a la pandilla de papá -comentó dándoles una sonrisa de confianza y suspiro para decir la segunda noticia que a lo mejor su padre no tomará bien- aunque mamá, papá tengo otra cosa que decirles y algo muy importante.
—¿Qué es? -preguntó curioso Sammy asomando su cabeza por el sillón- hermana cuenta y no nos dejes con la duda.
—¡Estoy embarazada! -grito con alegría mientras se tocaba el vientre- ¡pronto seré mamá!
—Serás...
Continuará...
