—Serás...

—¿Papá? -preguntó bastante confundida al ver que no término su frase, pero luego abrió la boca sorprendida- ¡Papá! creo que no debo de ser tan directa en decir que estoy embarazada -contesto muy nerviosa al ver que se desmayo.

—Creo que no debiste serlo -mencionó Rini mirando a Ikuko y Sammy lo levantaron del piso colocándolo en el sillón- puede que él despierte mas tarde.

—¿Es en verdad eso cariño? -preguntó emocionada y Serena asintió con felicidad Ikuko le abrazo contenta- muchas felicidades cariño.

(...)

Después de todo lo sucedido en la sala, las dos ya se encontraban en la habitación de la Serena.

—Serena -le llamó nerviosa y la rubia le miro bastante curiosa- ¿crees que pueda ser como tu de grande? ya sabes ser una pandillera.

—No lo se Rini -respondió Serena quien suspiro al ver que quería ser como ella y eso no le agradaba en nada, más bien le desagradaba la idea- el proceso de aceptación es muy peligroso y a la vez no lo es, pero no fue tanto para mí -murmuro con melancolía y nuevamente suspiro- pero mejor ve a dormir, mañana te tendré una sorpresa así que hasta mañana...

—¿En serio? entonces me voy a dormir -dijo y se despido dándole un beso en la mejilla a Serena que se sonrojo- adiós Serena.

Cuando Rini se fue dejo algo sorprendida a la rubia por el repentino gesto cariñoso hacia ella, cuando se quedó sola Serena miro su cuarto con una cara de asco y decepción pronto con algo de su poder, arreglo su cuarto que quedo satisfecha la cama ya no tenía la sabana de conejos, ahora era de seda negra las paredes pintadas de morado con blanco entre las dos tonalidades, todos los peluches desaparecieron y eran libros de un grosor bastante grueso, un tocador, un closet grande, su mesita seguía ahí aunque con un adorno de flores habían algunas fotografías de Rini y ella, cuando termino se cruzo de brazos y se acerco a su closet se coloco un camisón delgado negro de encaje y se acostó a dormir para la escuela.

—Mañana... -murmuró con el ceño fruncido- mañana será un día completamente difícil.

Al día siguiente

Serena dormía con bastante tranquilidad los primeros rayos del sol hacia su aparición por la ventana de ella dándole un toque tranquilo, pero fue despertada por un torbellino rosa que azotó su puerta.

—¡Serena! -grito emocionada y se subió a la cama saltando sobre el cuerpo de la mayor aunque no con fuerza para evitar lastimarla- ¡despierta ya mismo!

—¿Qué pasa Rini? -preguntó gruñendo levantándose de la cama hacia su reloj y se dio cuenta que aun era bastante temprano- es muy temprano para despertar a las personas y hacer mucho ruido.

—Lo se, pero ¿cual es mi sorpresa? -preguntó emocionada y Serena sonrió rendida- dime por favor que es.

—Bien lo que te diré es que si eres mi hija, yo también era un dolor de cabeza... Primero te llevaré a la escuela en la motocicleta y dos ¿ya viste el cuarto cuando entraste? -le comento así que Rini le miro confundida el cuarto y quedo impresionada porque así no estaba el cuarto cuando se retiró en la noche- es muy lindo el cuarto ¿verdad?

—¡Esta muy lindo! -exclamó asombrada por la combinación de colores en aquella habitación que antes era color de rosa- así no estaba ayer, cuando me fui a dormir.

—Esto es un secreto y ya que me levantaste bastante temprano -mencionó dando un bostezo y revolvió su cabello en el proceso- por saber cual era la sorpresa, que te tenía mejor vamos a bañarnos para llevarte a la escuela e irme a la mía.

Ambas fueron por sus cosas para darse un baño y cuando estuvieron listas, se adentraron a la bañera.

—Serena -le llamó curiosa en la bañera- ¿a los cuantos años te metiste a la pandilla?

—Veamos fue... -dijo muy pensativa mientras se tallaba el cabello y se puso a hacer cuentas mentalmente cuando lo hizo siguió hablando- entre los nueve y diez, fue gracias a mi papá que también fue un pandillero muy famoso en Juban y otros estados, pero él se retiro... Este grupo de pandilleros yo los reuní con esfuerzo junto a otros dos grupos que tengo a cargo y cual soy la jefa uno de ellos era de él... -murmuró ahora con la voz quebrada- él...

—Serena -le llamó preocupada al verla querer llorar y hablar así- ¿quien es él?

—No es nadie Rini... -respondió con rapidez mientras suspiraba tratando de tranquilizarse y siguió con su labor- estoy hablando sobre otra cosa no importante, mejor sigamos.

—¿Si claro?

Terminaron de bañarse ambas salieron Serena se colocó su uniforme de siempre aunque no quiso hacerle modificaciones, lo único distinto de su aspecto es que ya no tiene sus chongos se hizo una coleta completa y luego bajaron a desayunar,una vez listas.

—Serena y Rini -les llamó dándoles su almuerzo a cada una- apresuren el paso que se les hará tarde a la escuela.

—Gracias -agradeció tomando el desayuno con una sonrisa- por cierto mamá, hoy iremos en la motocicleta.

Ambas salieron de la casa con todo listo se subieron a la motocicleta con los cascos junto a sus obentos, pero como siempre Serena se le olvido hacer la tarea aunque lo hizo a propósito recordando que no es necesario hacerla y haría que la dejaran pasar hoy, dejo a Rini en su escuela ella se fue a la suya vio en él camino a Lita y Ami.

—Ami -le llamó y la peliazul le miro curiosa- ¿crees que nos pasamos?

—Eso creo Lita, pero... -respondió mordiendo su labio, la culpa le invadía desde el día anterior- sabes que es por su bien todo esto.

—Saben eso no es para mi bien, deben de saber que su actitud es muy egoísta chicas -habló Serena estaba a una distancia considerada de ellas logrando escuchar todo, ellas se asustaron y vieron la motocicleta detenerse junto a ellas- solo por un futuro que no esta escrito en piedra.

—¿Quien eres? -pregunto intrigada y Serena se quito el casco- ¿Serena eres tú?

—La que viste y calza Lita, mira bien esta es la verdadera Serena -mencionó con una sonrisa burlona recargándose un poco en la motocicleta- saben ya no hay marcha atrás en su decisión de ayer.

—¿Qué haces en una motocicleta? -preguntó Ami quien estaba en shock al ver a Serena así e ignoró sus palabras- como es que tu puedes...

—Ami les dejaré algo en claro, esto es -dijo lentamente colocándose el casco nuevamente y suspiro- algo donde no deben poner su maldita nariz.

Se acomodo el casco que ni se dieron cuenta de su cabello y nuevamente acelero el paso hasta llegar a la escuela, en la entrada Rei llegaba al mismo tiempo llegó Serena y se quitó el casco atrayendo miradas de todos los hombres del instituto.

—¿Ella es nueva?

—No se, pero ella es guapa.

—Que linda -dijeron algunos chicos, al momento Rei le vio y la reconoció con solo verla- es muy hermosa la verdad.

—Atraigo miradas de nuevo -murmuró riendo suavemente- no es raro que pase.

Entro a su salón para esperar al profesor para iniciar clases detrás de ella venia Rei se sentó como siempre en su lugar, pero llego Rei colocándose en frente de su mesa y la rubia rodó los ojos molesta.

—¿Serena? -preguntó Rei mirándole bastante curiosa, buscando indicios de su atolondrada amiga- ¿en serio eres Serena Tsukino?

—Claro -aceptó bastante desinteresada- yo soy Serena Tsukino.

—¿Como es que sabes andar en motocicleta y tu cabello? -preguntó tratando de tocar el cabello de Serena, pero ella se alejó para evitar ser tocada por la pelinegra- si tú no sabes y además ese peinado no te queda en nada.

—Nosotras también queremos saber lo mismo -habló Lita acercándose a ellas y ambas levantaron una ceja- ¿como sabes utilizar una motocicleta?

—¡Oh! por nada -exclamo fingiendo inocencia y colocó sus manos sobre su rostro- ¿porque quieren saber eso?

—Jóvenes tomen asiento, que empezaremos clases -interrumpió la profesora haciendo que todos se sentarán- por favor.

—Si.

La profesora observó a Serena sintiéndose confundida y observó sus documentos, ella no se acordaba si tenía alumna nueva o no.

—Disculpe señorita -le llamó y Serena le miro dejando de sacar su cuaderno de la mochila- ¿quien es usted?

—Disculpe, soy Serena Tsukino.

—Oh lo siento Tsukino no la reconocí por su peinado -respondió sonriendo asombra por el cambio de la rubia- es un buen cambio de look, pero bueno empecemos la clase de hoy.

—Si y gracias por su alago profesora.

—Antes de que se me olvide sus... -dijo, pero se detuvo al escuchar como si viniera un animal corriendo hacia el salón y esa era Mina quien entró al salón- señorita Aino tarde de nuevo, aprenda de la señorita Tsukino que hoy llego temprano.

—Lo siento mucho, pero se me hizo un poco tarde ¿además donde esta Serena? -preguntó buscándola con la mirada y la profesora le señalo a Serena, Mina quedo boca abierta por el cambio- lo siento mucho, no volverá a pasar.

Así estuvieron hasta que fueron interrumpidos por alguien de nuevo, cuando entro Serena lo reconoció inmediatamente era uno de sus pandilleros quien entró golpeando la puerta fuertemente y comenzó a buscar con la mirada.

—Disculpe señora... -dijo a la profesora, todos le veían impresionados y asustados al joven- ¿aquí esta mi jefa?

—Disculpe jovencito, no debe interrumpir la clase además no se a quien busca.

—No moleste señora vine amablemente -dijo mientras se acercaba a ella gruñendo peligrosamente y sonrió de la misma manera- usted no me deja alternativa más que utilizar mi fuerza bruta.

En un rápido movimiento que no se dio cuenta, él estaba acorralado por un brazo estampando contra el pizarron, él en instantes veía con maravilla a Serena cual le observaba con amenaza y todos estaban asombrados mas las chicas por ese invisible movimiento.

—Esteban solo te dijo que no sabia a quien buscaba... ¿que acaso yu temperamento nunca cambia? -cuestionó de forma escalofriante su nombre y suspiro frustrada- has algo en contra de ella y te juro que te mueres en este preciso momento...

—¡Jefesita volvió! -exclamó maravillado dandole un gran abrazo logrando levantarla del suelo- ¿verdad?

—Si... Volví nuevamente -respondió al ser bajada, también se dio cuenta que ya era el centro de atención del salón sentía en su espalda todas las miradas sobre ella, suspiro agotada y con voz cansada contesto- por cierto ¿como encontraste mi salón?

—Contactos querida jefesita y son muchos la verdad.

—Esteban debo seguir con mis clases si no me reprueban -comentó muy cansada y Esteban se sentó a lado de su silla- lo siento profesora ¿se puede quedar? Él es muy terco y no se ira si no termina mis clases.

—Si tranquila, se puede quedar Tsukino solo que no haga nada malo y no habrá problema.

(...)

Solo faltaba poco tiempo para que iniciara receso Serena estaba tranquila ya que Esteban no se había separado de ella ni un momento como hace algunos años y eso le traía recuerdos muy melancólicos, las chicas estaban celosas, pero embelesadas de que tuviera semejante bombón a su lado, ya era hora del receso agarro su obento que la manta ahora era negra con rosas rojas.

—Hey Serena -le llamó Mina quien se acerco a ellos con una cara picarona- ¿nos presentas a tu amigo?

—Esteban y Mina, Mina y Esteban -les presentó mientras decía sus nombres y los señalaba con los palillos- ya se conocen por sus nombres, ahora déjeme comer tranquilamente.

—No jefesita, no puede comer eso es malo para usted -le negó Esteban quitándole la comida y Serena bufo irritada- la señora Tsukino debería de saberlo.

—Mamá sabe lo que no y si debo de comer -respondió con un tono bastante filoso- ahora dejame comer tengo mucha hambre.

—Serena ahora que me doy cuenta de algo -dijo algo curiosa por como él la llama desde que apareció- ¿porque te llama así?

—Porque es la jefa de un famoso... -comenzó a decir y Serena le pellizco la pierna por debajo de la mesa- un club de revistas, ¡eso es!

—¿Esta bien? -contestó Rei algo confundida al igual que las otras cuando él cambio de respuestas y hacha muecas- llegando a otro tema Serena, hoy vendrán Haruka y las demás a la hora de la salida, ellas serán las primeras en darte las clases de etiqueta.

—No puedo hacerlo -dijo con simpleza y desinterés, antes hubiera cedido a sus órdenes, pero ahora ya no- y además no tengo ganas de lidiar con estupideces como esas.

—¿Como que no puedes? -cuestionó Ami quien frunció el ceño por su negación tan rápida- ayer lo platicamos y no tienes derecho a decir eso Serena, tu debes de ir a tus clases.

—Ustedes decidieron por mi yo ni siquiera sabia, no me dejaron decidir por mi cuenta, además solo no puedo y no quiero hacerlo, estoy muy ocupada tengo que ir al doctor a un chequeo medico urgente -comentó moviendo con molestia su mano y sentía que no debía enfurecer, porque ellas saldrían perdiendo así que trataba de tranquilizarse para evitar problemas con ellas- pero la verdad a ustedes no les debo explicaciones sobre mi vida personal.

—Esta bien -dijo Lita rindiéndose en que ella vaya a las clases y suspiro- pero ellas te pueden acompañar al médico.

—No se puede Lita y no quiero, mi respuesta definitiva es un no a todo lo que ustedes quieran ordenarme -habló mientras apretó los puños y los dientes su furia estaba por salirse de control- no insistan en que me acompañaran.

—Serena ya lo discutimos ayer así que no hay replicas sobre esto, además si vamos a insistir en esto.

—¡Voy a replicar todo lo que quiera! -grito levantándose muy molesta del asiento, habían dado en su punto de quiebre se había estado controlando durante esos minutos, pero su insistencia no ayudaba en nada- ¡todo lo que yo quiera replicar, porque yo soy la que toma las decisiones de mi propia vida! ¡¿entendieron?!

—Pues no nos importa, Serena es por tu bien -le dijo Rei acercándose para luego darle una abofetada que le volteo la cara y Esteban jadeo de sorpresa- deja de comportarte como una inmadura ante todo.

—¡Como te atreves a golpearla! -grito ahora Esteban levantándose después de salir de la sorpresa, pero Serena le detuvo- ¿jefa?

—¿Es por mi bien? -cuestionó soltando una risa amarga tocando su mejilla adolorida y nadie espero lo que ella hizo a continuación, agarro del cuello a Rei apretándolo con fuerza y alzándola en el aire- ¡no me importa si es por mi bien o no lo es! ¡escuchaste Rei, no tientan mi carácter porque en verdad soy muy peligrosa! -grito bastante enojada y Rei buscaba aire las demás estaban en shock no sabían como reaccionar en ese momento- ¡más peligrosa que un grupo de pandilleros o de todos esos enemigos a los que nos hemos enfrentado estos años! en serio no quiero dañarlas, así que ¡déjenme en paz de una maldita vez!

Dejo de hacer presión en su cuello permitiendo que Rei pudiera respirar al hacerlo dejó caer al suelo y las demás le ayudaron para luego dirigir su mirada al enfrente viendo a todos los estudiantes mirarles.

—¡¿Qué me ven estúpidos?! ¡no han visto a alguien gritarse! -grito fuera de si y ellos se fueron porque Serena les causó mucho miedo- así me gusta, que me teman.

—¿Porque te comportas así con nosotras?

—Creo que deben preguntarse ustedes mismas -escupió con asco mirándoles con soberbia y enojo- ustedes saben la respuesta de mi comportamiento.

Se volvió a sentar ahora bastante enojada que se podía sentir, ella paso la clase tranquila, pero con otras no muy bien con el comportamiento de su amiga... Terminaron las clases, cuando salieron ya estaban las demás y Darien, aunque Haruka admiraba la motocicleta ya que hace tiempo la quería conseguir, pero ya se habían agotado esos modelos ya que las habían comprado pensaba comprársela al dueño, vieron a la entrada venían las cinco y Esteban, se extrañaron sobre los dos todas venían calladas cuando llegaron con ellas.

—Haruka, chicas no podré hacer las clases con ustedes estoy ocupada -anunció con simpleza su enojo se había ido, cuando dijo eso subió a la motocicleta y Esteban a la suya- adiós a todos.

Ella desapareció de su vista en tan solo segundos, dejando a todos sorprendidos.

—No me digan que esa era... -dijo Haruka sorprendida y tartamudeo señalando el camino por donde ella desapareció- era esa Serena...

—Si, era ella -dijo Rei inmediatamente les contó lo que paso en el salón y estaban todos sorprendidos- se comportó muy grosera y agresiva con nosotras.

—Eso lo veremos más tarde -dijo Darien mirando su reloj y suspiro- chicas ¿me acompañan por Rini a la escuela?

Con Serena

Ella había llegado a la escuela de Rini y Hotaru esperando unos minutos arriba de las motocicletas, Darien y las chicas llegarían en poco tiempo.

—¿A que venimos aquí jefa? -preguntó Esteban curioso observando a todos los infantes salir- ¿es algún familiar por el que vendremos?

—Si, espero a mi hija y pequeña guardiana -le dijo con una sonrisa y Esteban solo asintió- mira ahí vienen.

En ese preciso momento llegaron Darien y las demás quienes no se percataron de la presencia de Serena y Esteban hasta que vieron a Rini y Hotaru salir.

—¿Es Serena? no me dijo que vendría por mi -dijo Rini quien le miro sorprendida así que Hotaru y ella se acercaron- no me dijiste que vendrías por mi

—Está era la segunda sorpresa, hoy iremos a un chequeo medico -dijo, pero suspiro al darse cuenta de los chicos y suspiro- creo que iré sin ti, ya vinieron a recogerte.

—No quiero ir con ellos -dijo haciendo un puchero y se cruzó de brazos- yo quiero ir contigo.

—Entonces diles a ellos que iras conmigo -mencionó y les señaló recargándose en su motocicleta- porque Rei, Ami, Mina y Lita ya probaron de mi carácter en la escuela.

—De acuerdo -dijo mirando a Hotaru quien negó- vamos Hotaru.

—No creo me dejen -comentó dando un suspiro, pero sonrió traviesa- pero haré él intento.

—Yo te mando por mensaje, si es que no te dejan cariño -sugirió sonriendo, ella le asintió y fueron con las demás- pero viendo su sonrisa que puso, creó que si vendrá.

—No ire con ustedes, me voy con Serena, adiós.

—Yo igual, adiós -al decir eso se fueron corriendo sin dejar que dijeran una sola palabra, solo Serena se reía por sus caras- listo Serena, vámonos.

—Bien, tu iras conmigo Rini y Hotaru con Esteban -dijo los tres se retiraron de la entrada de la escuela y Serena reía mentalmente- eso fue muy divertido.

Continuará...