Serena despertó gracias por el sonido molesto de su comunicador que sonaba insistentemente y ese sonido hizo que despertara de mal humor.

—¡Ahora que! -exclamó molesta tomando su comunicador y contestó irritada- ¡¿que diablos quieren para despertarme tan temprano?!

—Lo siento mucho princesa -respondió asustada Hotaru y Serena se arrepintió de haber gritado sin antes ver quien era- no quería despertarla...

—Lo siento Hotaru ¿qué pasa pequeña? -preguntó ahora sonriendo nerviosa ya que asustó a Hotaru y se sentó en la cama- ¿pasa algo cariño?

—Le llamaba princesa por que hay reunión en el templo Hikawa porque papá Haruka desconfía de los Kou y por lo que quiere que estemos presentes para hablar.

—¿A que hora es la junta? -preguntó mirando el reloj de su muñeca y suspiro- apenas son las nueve y ya quieren una reunión...

—En diez minutos -mencionó ya más tranquila al escuchar la voz tranquila de la rubia- estamos todos, solo usted y el príncipe faltan aquí.

—Hotaru voy para allá -comentó gruñendo y miró el botón de apagado- adiós.

Se levantó quedando en la orilla de la cama acomodo su cabello, pero sonrió cuando los brazos de Takeshi aparecieron en su vientre.

—¿Iras a la junta? -preguntó adormilado Takeshi dejando recargada su mejilla en la espalda de ella- mejor quedate aquí conmigo.

—No tengo clases por ahora, así que iré -bufo ante la idea de ir a escuchar sus tonterías- tengo tres meses más de reposo y eso aprovecharan ellas para las reuniones.

—Esta bien... Te voy a dejar allá y luego te voy a recoger -dijo levantándose y besándole en la frente- ve a cambiarte.

Serena se cambio por algo más cómodo para su embarazo aunque no dejó de lado su aire de pandillera se colocó una vez cambiado se colocó un poco de labial rojo y pronto Takeshi se acercó a ella también cambiado.

—Te ves hermosa que no puedo definirte en este momento -alago dándole un abrazo y le acaricio el vientre- ¿nos vamos?

—Si vamos.

Bajaron pidiéndole el auto a Kenji para llegar más rápido, no tardaron en llegar Serena antes de que subiera coloco el hechizo sobre su vientre haciéndolo ver plano a los ojos de todos, subió al templo con tranquilidad encontrándose con las chicas y los hermanos que la veían raro por como vestía y la rubia solamente se burlo en su mente luego vio a Lita que tenía un moretón a lado del labio

—Ya estoy aquí -contestó con su típica voz era seria y fría- ¿que quieren ahora?

—¡Hola princesa!

—Hola Hotaru -saludo con un humor totalmente diferente y le sonrió con ternura- ¿como estas pequeña?

—¿Eres bipolar Serena? -preguntó dudosa Luna por su cambio de humor- has cambio de humor muy rápido.

—Puede ser o pueda ser que no, quien sabe -mencionó aunque murmuró al sentir que eso ya lo había dicho- esto es como un deja vú de hace años... Saben que mejor ya hablen tengo cosas que hacer

—Tenemos que esperar a Endimion -comentó Haruka que le empezó a mirar, pero Serena le sostuvo la mirada hasta que esta volteo la cabeza- demonios su mirada es realmente penetrante.

—Yo siempre gano y que se apure que no quiero esperar.

—Antes que llegue Darien, ¿porque golpeaste a Lita? tu no eres así -preguntó Artemis enojado y Serena se soltó a carcajadas por lo dicho- ¿que es lo gracioso?

—En verdad mi querido Artemis ¿crees que yo no soy así? -preguntó con obviedad señalándose a si misma con una sonrisa burlona y luego a Lita quien se encogió asustada- yo soy mucho peor, más de lo que te imaginas y soy peor que Galaxia, pero en términos humanos.

Artemis trago duró cuando la mirada de Serena se ponía más pesada, la rubia miro se reojo a Darien que acababa de llegar y la rubia suspiró.

—Hola chicas, mi amor -saludo con una sonrisa y se acerco a besarla, pero ella le dio una patada en la pantorrilla- ¡ay Serena!

—¡No seas marica! -exclamo viéndole con frialdad y asco- levántate y comportate como un hombre... -ordenó suspirando cruzándose de brazos- ahora que esta Chiba y hablen de una maldita vez.

—Bombón tienes un comportamiento muy fuerte.

—Queremos hablar sobre esto princesa... -Setsuna fue la primera en hablar acercándose y Serena esperaba su reclamo que ya sabia que le daría- tu comportamiento esta muy mal, no es permitido que seas así.

—Dije que no vinieran de chillones por mi comportamiento, ustedes lo decidieron cuando no les gusto la manera en como me comportaba ¿cierto? -contestó moviendo la mano fastidiada e irritada tratando de hacerles entender sus mismas palabras de no hace poco- esa persona no era yo, ustedes mismas lo causaron y no me vengan con estupideces, como me dicen a diario maduren.

—No hables así -regaño Michiru y Serena rodó los ojos, ya estaba a punto de explotar- no es digno de una princesa ese vocabulario.

—¡Yo puedo hablar como quiero Michiru! -grito ya enojada y miro a los hermanos quienes se congelaron ante su mirada- ¿ya decidieron Seiya, Taiki y Yaten? se levantan en mi contra como ellas lo hicieron o seguimos por la paz.

Los tres hermanos se colocaron en su espalda un poco asustados después de mirarse y Serena sonrió ladinamente.

—Muy bien chicos -dijo aplaudiendo orgullosa de ellos- tomaron una buena decisión.

—Ella da mas miedo que los enemigos que hemos enfrentado -Yaten les susurro a sus hermanos que les sorprendía su comportamiento, pero viendo sus palabras sabían que ellas lo habían ocasionado- hasta la princesa Kakkyu se queda atrás estando enojada.

—Sacaste las garras bombón.

—No te acerques a ella estrellita, no te lo permito.

—Es mi amigo Chiba -dijo defendiendo al chico de coleta y le miro deteniéndolo a escasos centímetros de ella- tu no tienes derecho a decirme nada además te vuelvo a decir, que vayas consiguiendo a tu abogado que en unos meses te llegara la carta del juez.

—Serena -le llamó incrédula Rei cuando mencionó eso- ¿acaso demandaste a Darien?

—No lo hice por razones que ustedes creen, es por otra cosa -explicó mirándoles con frialdad ¿porque tenía que explicarles?- cual tema que no les interesa.

—Ese tema debemos hablarlo después, ahora queremos que dejes estúpidos tus juegos infantiles -dijo Rei irritada por su contestación dándole una carta ya abierta- que no es nada gracioso tus juegos.

—¿Una carta? que se supone tiene que ver esto conmigo... -comentó muy incrédula abriendo la carta y al momento quedo perpleja, sintiendo como su estómago comenzó revolverse- ¿que demonios? ¡Quien diablos se las dio!

Alejó incrédula la carta de su rostro gritando entre enojada y asustada.

—No grites -pidió Haruka confundida por su ahora actuar- también nos llego a nosotras por eso también te llamamos.

Serena volvió a ver la carta que sostenía, pero ahora mordiendo su labio tembloroso no quería verse débil en ese momento.

~

Estarán muertas si se dirigen otra vez a Serenity plateada o mejor dicho Serena Tsukino, decidan si es que valoran su vida sino lo hacen morirán, ella es lo más valioso que tenemos si una vez le fallamos ahora ya no lo volveremos a hacer.

Atte: S.N

~

Serena por un momento se sostuvo del tronco del árbol que se encontraba cerca se había sentido mareada, asqueada y asustada al ver de quien se trataba, ella reconocía muy bien aquella letra.

—¡Hablen! ¡¿quien fue a hablar con ella?! ¡para que sepa de ustedes! -grito realmente furica tenía ganas de vomitar y no se quería soltar del árbol para no caer sobre sus rodillas- ¡no estoy para juegos estúpidos! ¡¿quien sabe de ella?!

—Debes tranquilizarte -dijo Haruka acercándose a ella al verla temblar con gran intensidad- estas muy alterada.

—¡Por un carajo quien se las mando! -volvio a gritar alejándose de ella impidiendo que ella le tocara, esa carta había alterado sus cinco sentidos- ¡si no me dicen acabaran muy mal esta situación tontas!

Se llevo una mano bastante temblorosa a la frente varios recuerdos enterrados que la hacían sufrir empezaron a atacarle en ese momento se encontraba asustada, aterrada algo que no había sentido desde hace años y con toda esa carga mental cayó desmayada.

—¡Serena! -gritaron todos acercándose.

—Demonios al parecer la conoce muy bien como para ponerse de esa manera -dijo Haruka mientras la cargaba y suspiro asombrada- ella esta muy pesada ¿subió de peso?

La llevaron dentro del templo y la acostaron en la cama de Rei, al cabo de una hora Mina estaba con ella cambiándole los paños húmedos de la frente por la fiebre que le dio cuando Serena empezo a moverse bruscamente entre sueños.

—Takeshi, Takeshi -dijo mientras se removía mucho más y sudaba mucho- por favor no te vayas de mi lado...

—¡Chicas! -grito asustada al verla en tal estado- ¡vengan!

—¿Que pasa? -preguntó Hotaru llegando con las demás y Mina les señaló a Serena preocupada- ella esta teniendo una pesadilla.

—¡No te mueras, no! -grito mientras apretaba sus puños a tal grado que sus uñas se enterraran en sus palmas sacándose sangre- ¡no por favor no Takeshi!

Haruka se acerco a abrirle los puños para que no se lastimará mas, pero Serena ya se había soltado llorar, pero tuvieron que acercarse a la puerta al escuchar el alboroto que se formó y de ahí apareció Takeshi.

—¿Quien eres? -preguntó Haruka lista para atacar al verlo entrar de esa forma- no debes entrar así a casas ajenas.

—Yo soy Takeshi Daigo -se presentó, agachándose preocupado y toma entre brazos a Serena acariciándole el cabello tranquilizándole- amor todo estará bien... Ya estoy aquí.

—Déjala -ordenó Michiru con desconfianza- no la muevas de donde esta.

—¿A ti quien te llamo? -preguntó Mina confundida y enojada.

—Yo lo hice -todos miraron a Hotaru quien le dio la carta a Takeshi que antes había leído Serena- toma, esto llegó.

—Gracias Hotaru... Agradezco tu ayuda hacia ella... -le agradeció con una leve sonrisa y le acarició la cabeza, leyendo la carta al terminar él bufo molesto al ver quien era- alejense de ella, sino lo hacen les saldrá muy caro y si esta amenaza no se cumple, me encargaré de hacerlo yo mismo en hacerlo.

Acomodo más a la rubia en sus brazos y se retiro de ahí dejándolos bastantes sorprendidos a excepción de Hotaru.

Continuará...