—Mi decisión es que la niña se quede con su madre y el padre solo la vea fines de semana -anunció con seriedad el juez juntando los papeles- y es mi última palabra.
Serena sonrió sentándose nuevamente en su lugar ella había ganado y eso era una carga menos para sus hombros.
—Ganamos señorita... -dijo sonriendo y Serena suspiro con alivio cuando ella abogado se acercó a ella- muchas felicidades.
—Gracias -agradeció mientras le abrazo feliz sintiéndose con un gran alivio, Takeshi se acercó a ella y Serena también le abrazo- ella se queda conmigo y es un alivio que mi niña este conmigo.
—Veo que si es un alivió -dijo sonriendo feliz dándole un beso en la frente- felicidades amor.
—Muchas gracias amor -dijo tomando su sacó y bolso a la vez agarró la mano del pelinegro- vamos a casa, estoy bastante cansada.
—Si, vamos.
—Antes que nada abogado -dijo y se volvió a acerca a él con una gran sonrisa- gracias nuevamente por todo esto.
Después de despedirse se fueron, la rubia iba en el coche de su novio aunque se sorprendió cuando Takeshi le dio una noticia.
—¡¿En serio?!
—Si -respondió sonriendo de oreja a oreja sin dejar de ver el camino- vivirás conmigo y nos iremos juntos a la escuela, como la pareja que somos.
—Pero la niña -dijo preocupada al recordar a Rini- ¿con quien se quedara? Nosotros estaremos la escuela...
—La llevamos con tu mamá por las mañanas y luego la recogemos cuando salgamos.
—Esta bien, así esta muy bien... -aceptó sonriendo emocionada- muchas gracias amor...
~Meses después~
Los meses pasaron muy rápido, la pequeña Rini ya tenía 8 meses en esos meses Darien iba por ella y Serena a mala gana le daba a Rini a él, pero era un acuerdo con el juez así que tenía que respertarlo, en los fines de semana se la pasaba con Takeshi todo el día e iban a la escuela, ese día Serena estaba en el pasillo directo a su salón, pero esa vez tenía un presentimiento y como poco hablaba con las chicas.
—Jefesita -le llamó y la rubia salió de sus pensamientos.
—Dime Esteban -contestó y le miro sería, pero curiosa- ¿sucede algo?
—Estas muy callada desde hace un rato -mencionó muy preocupado observando su rostro- ¿sucede algo?
—No es nada... -respondió y suspiro golpeando levemente el escritorio sintiéndose intrigada- solo quiero hablar bien con mis guardianas... De algo que me inquieta y si tengo una inquietud nuevamente...
La rubia se levantó de su asiento sin esperar respuesta por parte de Esteban y se estiró un poco mirando a las chicas quienes inmediatamente la miraron al sentir su pesada mirada.
—Vengan -murmuró y les hizo señas a las chicas para que la siguieran- ya mismo.
—¿Qué pasa Serena? -preguntó Rei una vez en el patio- sucede algo.
—Bueno Rei -habló directamente a la pelinegra y suspiro- ¿qué has visto en el fuego?
—En el fuego no ha parecido nada anormal -respondió intrigada y confundida por sus palabras- y si hubiera algo ya les hubiera avisado.
—¿En serio? -pregunto suspirando y se recargo en el árbol cercano a ella- tienes que fijarte muy bien, porque mi instinto me advierte algo y siento que algo pasara el día de hoy en la salida.
—¿Qué cosa? -preguntó Mina bastante interesada.
—No se, solo cuidado es un presentimiento -advirtió, pero fruncio el ceño para luego reír burlona al recordar lo que le habían dicho- adiós y no se porque les advierto, si ustedes me dijeron que son suficientes maduras que yo.
Se fue de ahí dejándolas desconcertadas, así terminaron el ciclo escolar para pasar a tercero la rubia se sentía tan feliz ya que pasaría más tiempo con su familia y más con su pequeña hija, todas venían juntas Serena iba con su rostro sereno y pacífico no interesada en la plática de ellas, pudo divisar a Takeshi con su pequeña hija y las demás chicas recargadas en la puerta de la salida.
—Hola amor -le dijo sonriendo y Serena se acercó a besar la frente de Rini- eso dolió amor.
—Hola -saludo sonriendo y luego lo beso a él riendo un poco- Takeshi ¿estas celoso?
—Jamás lo estaré y menos de nuestra pequeña princesa.
La rubia junto al pelinegro voltearon al sentir una presencia muy conocida Takeshi al estar con ella supo diferenciar las energías sin necesidad de tener algún poder en específico, así que ambos fruncieron el ceño y notaron a una pelinegra de la edad de Serena que se les acerco con palos y rodas se pusieron en guardia menos Serena que veía aún con el ceño fruncido sosteniendo el brazo de Takeshi dando a entender que no se acercaría a ella y Takeshi ahora se encontraba furioso.
—¿Que quieres? -preguntó enojada Haruka al ver que se dirigía a ellas- ¿quien eres tu?
—Yo soy Nanami Sara.
—Tu eres la que nos manda las amenazas todo los días -exclamó Rei al reconocer el nombre junto a la iniciales de las cartas y apretó los dientes enojada- ¡¿porque lo haces?!
—Así es, soy yo y ustedes no cumplieron ahora las castigáremos -dijo riendo de forma psicópata y Serena solamente mordió su labio ante eso, ella recordaba esa risa que le daba escalofríos- respondiendo a tu pregunta anterior, lo hago por que ustedes son unos traidores.
Continuará...
