En el departamento de Takeshi y Serena.
—¿Cuando será la fecha de la boda? -pregunto la rubia acomodando su cabello- espero que sea pronto.
—Cuando terminemos la preparatoria y no estemos tan presionados -respondió tranquilamente y Serena asintió jugando el cepillo- ¿te parece amor?
—Me parece muy bien -contestó con una sonrisa levantándose del tocador y se acomodo la camisa- después de todo lo que pasamos, por fin nos casaremos.
—Lo se, pero si yo hubiera despertado y tu estuvieras casada con ese imbécil -comentó burlón queriendo molestar un poco a la rubia y lo logró al ver que ella hizo una mueca- me hubiera sentido muy solo...
—Takeshi, ni me recuerdes eso por favor... -dijo sintiendo escalofríos con tan solo imaginar eso- me da mucha molestia y asco recordar eso.
—Mejor ven acá, que todavía no termino contigo -dijo agarrándola de la cintura tirándola a la cama y haciéndole cosquillas- no te libras de esto.
—Que bueno que Rini duerme -exclamó riendo tratando de zafarse, pero le era imposible hacerlo- ella ya hubiera llorado asustada por el ruido.
—Esa niña se parece mucho a ti, Serena.
Mencionó con una sonrisa y su momento feliz fue interrumpido cuando tocaron la puerta, Takeshi bufo molesto.
—Tranquilo amor, yo voy -mencionó volviendo a acomodar su ropa nuevamente y se levantó de la cama- ahora vengo.
—Si, amor.
Serena le sonrió acomodo su cabello en una coleta algo despeinada, yendo a abrir la puerta encontrándose con Darien y Serena rodó los ojos mirando el reloj de su muñeca.
—Ya es la hora -murmuró Serena dejando de mirar el reloj y Darien quien no dejaba de mirarle de forma indecente, pero ella ante tal acción lo ignoraba- esta vez ira Rudo, en esta ocasión Micke no puede ir.
—¿Porque no confías en mi princesa? -preguntó tratando de acercarse a ella y Serena lo detuvo tomando sus nudillos que se encontraba en la entrada haciendo que retrocediera un poco- no le haré nada a mi hija
—Ni te acerques Chiba a mi y ahora espera un momento aquí que ahora traigo a Rini -respondió fríamente para desaparecer por unos segundos, pero volvió a aparecer con Rini y sus cosas- ya sabes mañana a primera hora de la tarde ni un minuto más ni un minuto menos o en serio te las veras conmigo.
—No me recuerdes eso Serena -pidió molesto cruzándose de brazos- se ha vuelto algo tedioso.
—Tengo que hacerlo idiota y tu cariño, nos vemos -respondió para luego darle grandes besos a Rini que sonreía entre sueños- nos vemos hija.
—Vamos -dijo ahora Darien cargando a Rini dándole un beso- nos vemos mañana.
—Rudo te espera abajo -repitió y luego cerro la puerta en la cara de Darien- es un completo imbécil.
Se fue de nuevo a la habitación para terminar de arreglarse y seguir platicando con Takeshi.
Más tarde.
Mina se encontraba en su habitación mirando desde la ventana aunque su mirada estuviese fija en la ventana se encontraba bastante ida.
—"Creo que no debimos juzgarla y mejor debimos confiar en ella, pero fuimos unas idiotas al no pedir su opinión" -pensó realmente triste recordando la cara de tristeza de Serena al decirles todo eso en la tarde- "en serio lo siento mucho Serena".
—Mina ¿estas bien? -pregunto muy preocupado Artemis y luego pensó al ver que no le hizo caso- "creo que deberíamos pedirle perdón y eso es lo que piensa ella".
—Artemis daré una vuelta -comentó volviendo en si dando un suspiro levantándose de su lugar y acomodo su ropa- nos vemos en la tarde.
Mina salio de su casa aun pensando camino y camino durante un gran rato, que no se dio cuenta que se había metido en un callejón oscuro hasta que el ruido de pisadas la alertaron y ella se dio vuelta asustada.
—¡Oh! miren quien tenemos aquí, una chica muy bella... -exclamaron cerca de ella y Mina pudo notar que era la voz de una chica joven- además es una rubia.
—¿Quienes son ustedes y que quieren de mi? -cuestionó buscando su pluma de transformación entre su ropa, pero la había olvidado en casa- diablos... Se me olvido mi pluma.
—Será buena para ella -volvió a decir después de analizar a la rubia- podría servir como una sirvienta.
—Cierto muy cierto -exclamó otra chica de un momento a otro la agarraron sometiéndola y amordazandola con una increíble fuerza- vamos rubia, serás alguien muy servible para nuestra Jefa... Ella hará que seas muy respetuosa y mansita.
—¡Sueltenme ahora mismo! -grito enojada tratando de liberarse, pero ahora le habían colocado una cinta en la boca y un trapo en la cabeza para que no viera el camino- "¡no, esto es muy peligroso!".
—Hey -aquella chica la dejo de mover con sus brazos para luego dejarla inmóvil con su pie- ya le marque para que venga y vea a la rubia.
—De acuerdo -respondió la otra con orgullo en su voz- vámonos al cuartel de seguro que irá hacia allá.
—"¡Que alguien me ayude!" -pensó asustada cuando la cargaron y adentraron a un automóvil- "por favor"...
En otro lugar.
Esteban colgó el celular con un suspiro observando a la pareja quienes eran observados con rareza por su vestimenta tan inusual.
—¿Esta ropa utilizabas cuando abandonaste la pandilla? -preguntó Misao observando el short gris y la camisa color crema que vestía Serena en ese momento- es tan raro verte con este tipo de colores que no sean violetas, grises o negro...
—Bueno hay cosas de mi guardarropa de niña inmadura que aún me gusta -respondió inocente observando su ropa y la diadema blanca en su cabello- así que no podía tirarla así como así.
—Ya veo -dijo Kuro sonriendo ahora ya no se veía aniñada a como volvió hace meses atrás- ¿y tu Takeshi?
—Solo quise dar un cambio pequeño hoy, esta ropa la fui a comprar el día de ayer.
Mientras seguía dando explicaciones a todos, Serena se acercó a Esteban que se encontraba pensativo aún con el celular en la mano.
—¿Que sucedió? -preguntó curiosa haciendo saltar al chico del susto y le tocó el hombro- ¿quien te marco?
—Me marco ella -respondió Esteban frunciendo el ceño y suspiro cansado- necesita que vayas, ya que te tiene una sorpresa y dice que te gustara mucho.
—¿Sorpresa?
Preguntó sorprendida y ahora él asintió encogiéndose de hombros, Serena no entendía ¿porque ella le tenía una sorpresa?
Continuará...
