Rose nunca pensó que el castigo llegaría a ser tan malo, hasta que se enteró de que se perdería la fiesta que sus primos y Frank organizarían en la casa de los gritos por el regreso a clases, y el festejo de su primer ultima semana en Hogwarts para ellos. quería terminar todo muy rápido, para poder pasarse un rato por la fiesta de los Merodeadores 2.0. siempre duraban hasta después de la madrugada, así que supuso que estaría bien si llegaba un poco tarde
terminaron de cenar a las 7 y media, por lo que una hora mas tarde, ella se encontraba en el despacho de Horace Slughorn enumerando, etiquetando, anotando, pasando de frasco en frasco, tirando y haciendo pociones con Jennifer mientras su profesor corregía unos ensayos. no miro la chica que estaba a unos metros de ella en toda la noche, y la castaña ni se gasto en burlarla o molestarla con Scorpious, porque su secreto ya había salido a la luz, y sabia perfectamente que tendría que pensar en un mejor plan para que el rubio se "enamorara" nuevamente de ella.
todo fue bien hasta la media noche. Ya habían terminado con el trabajo, y Slughorn les había dicho que podían retirarse. Hasta que con sólo decir una palabra, el profesor destruyó la noche de "paz" entre las dos chicas de 16 años
Ya se habían levantado. Estaban agarrando sus vidas y, cada tanto, las dos se miraban de reojo con ganas de arrancarse los pelos mutuamente
-oigan-las llamo Horace cuando las dos estaban por cruzar la puerta. Ese giraron a verlo confundidas-. ¿no pueden hacer las pases? No me gusta que dos de mis alumnas más inteligentes no se lleven bien
-¿inteligente?-dijo Rose soltando una risotada mientras señalaba a la castaña
-¿disculpa?-pregunto Jennifer cruzándose de brazos mirándola fijamente
-discúlpeme profesor-dijo Rose y volvió a reír-, pero si Finnigan es inteligente entonces yo soy una roba novios
-señoritas...
-¿¡yo una roba novios!?-gritó Jennifer poniéndose histérica
-¡si. Tú!-dijo la pelirroja y Slughorn sólo miraba sin saber que hacer, incomodo y arrepentido por lo que había ocasionado-¡me robaste a mi novio de la manera mas falsa posible!
-¡yo no tengo la culpa de que seas horrible y tu novio no te quie...!
-¡bueno ya basta!-las dos se quedaron en silencio para ver al profesor con la varita en mano, mirándolas fijamente-retírense por favor. en silencio.
-si, profesor-dijeron al unisono sus alumnas sin dejar de mirarse a los ojos con odio y resentimiento.
hubo paz nuevamente por unos... 10 segundos, hasta que Slughorn escucho el golpe de una de las paredes en el pasillo contiguo a la puerta de su despacho
-¡quitame las manos de encima, zorra!-tuvo que tomar la varita nuevamente y apresurarse a salir, para encontrarse a Rose y Jennifer peleándose sin varitas, a la forma muggle.
-¡suéltame!-gritaba Jennifer poniendo sus dos manos en la cara de la pelirroja para intentar que ella se soltara de sus hombros
¡separense ahora!-grito Slughorn, pero no sirvió de nada. tomo su varita e hizo que un balde de agua fría les cayera encima-¡ES SUFICIENTE!
las dos se separaron al instante y miraron a su profesor entre asustadas, por el grito de este ultimo, y frustradas, por estar empapadas y por no dejarlas seguir peleando hasta que una muriera (bueno, tanto no)
-¡por Salazar!-grito el profesor con cólera. se le notaba que estaba hiper enojado-nunca pensé que llegarían tan lejos. nunca me lo espere de usted señorita Weasley-la pelirroja miro el piso apenada-. como soy un buen profesor y ustedes nunca se meten en problemas, no le diré nada de esto a Minerva-dijo y las dos lo miraron a punto de sonreír-, pero les costara caro señoritas-y ahí sus sonrisas se borraron-. le restare 100 puntos a cada casa y ahora, la señorita Finnigan se dirigirá a limpiar los baños de los prefectos y la señorita Weasley a los baños de niñas del primer piso ¿esta claro?
-si-contestaron ellas en un tono apenas audible por la vergüenza y el remordimiento que sentían
-mas les vale que no se hablen y no vayan por el mismo camino a los baños-dijo el profesor y saco un mapa del bolsillo, lo cual hizo que Rose frunciera el ceño-. si. se lo saque al señor Potter cuando lo descubrí con esto entrando por uno de los túneles para ir a Hogsmade con la señorita Weasley. me dijeron que habían ido a comprar
-si, seguro-dijo Jennifer siendo sarcástica y Rose la miro con ganas de cortarle el cuello
-¿que quiere decir con eso?-pregunto Horace mirándola con el ceño fruncido
-esos dos son novios-dijo Jennifer con una sonrisa satisfecha-, claramente lo engañaron y no fueron a comprar nada
-¿se piensa que no lo sabia?-pregunto Slughorn cruzándose de brazos y Rose reprimió una risa. Jennifer solo hizo una mueca encogiéndose de hombros-. mire señorita Finnigan, no se que tiene usted con los Weasley, seguro rencor, algo que debe de haber heredado de su madre, eso seguro, y mas con las cosas de las que me estoy enterando por otros alumnos, y le diré que no le veo el sentido. pero le aseguro que mandarlos al frente e intentar hacerles de todo no sirve de nada.
-profesor...
-no hablen, ninguna de las dos-corto el profesor suspirando, mientras se masajeaba las cienes, y las miro-ahora váyanse a limpiar los baños y no me importa que estén hasta las 6 de la mañana, total es viernes. y recuerden que, si se desvían, o van juntas y pelean, o nunca llegan a donde les acabo de indicar-señalo el mapa del Merodeador-, lo sabre. buenas noches
en el camino Rose se la paso hablando con sigo misma sobre lo mucho que odiaba a Jennifer y de lo ansiosa que estaba por darle el antídoto a Scorpious y volver a estar con el. mas o menos, suspiro unas 15 veces en el camino al primer piso.
no le llevo mucho tiempo llegar, ya que el despacho de Horace se encontraba en las mazmorras con el aula de pociones, y ella tenia que dirigirse al primer piso, así que tardo unos 5 minutos en llegar. se dio cuenta de que el baño era un desastre, mas de lo que ella esperaba, así que descarto la idea de ir a la fiesta cuando acabara. sabia perfectamente que cuando ella terminara de limpiar los baños, la fiesta seguiría en pie y no terminaría un, pero también se conocía a ella misma, y sabia muy bien que iba a estar super cansada y lo único que querría ir a hacer, era irse a dormir
hizo aparecer un trapeador, un balde con agua y jabón, y un trapo para limpiar las paredes y lo que no perteneciera al piso. se puso unos guantes, porque lo que iba a tener que tocar también era un tanto asqueroso, y al cabo de unos minutos, ya estaba trapeando el baño entero
se percato de que algo, mejor dicho alguien, se reía en uno de los cubículos y ahí lo recordó: era el baño de Myrtle
-¿Myrtle?.pregunto ella y comenzó a abrir las puertas verdes opacas que escondían las "sillitas" donde hacías tus necesidades (jajajaj no se porque puse sillitas, me pinto)
-hola-respondió una voz al fondo de todo el pasillo de puertas, en donde justo Rose estaba en ese momento. la abrió y se encontró a Myrtle "la llorona" Elizabeth Warren apoyada, o como se diga cuando un fantasma esta sentado en algo, en el inodoro que se encontraba allí-¿te diviertes trapeando?
-la verdad que no-respondió Rose cruzándose de brazos-¿como estas Myrtle?
-¿que como es...?-pregunto y sus sonrisa cambio a un llanto, lo cual hizo que Rose rosara los ojos-nadie nunca me había preguntado como estaba excepto... ¡oye!
-¿que?
-eres la hija del pelirrojo y Granger ¿verdad?-pregunto ella dejando de llorar y Rose asintió. Myrtle sonrió picara y se acerco a la que estaba en frente suyo-oh, ya veo... entonces eres la novia de Malfoy
-yo...-en ese momento, Rose no sabia como responder a esa pregunta-si, algo así
-ilgui isi-repitió Myrtle burlándose y Rose frunció el ceño-¿como que "algo así"?
-el me dejo-explico Rose y Myrtle comenzó a reír
-entonces no es "algo así"-dijo cruzándose de brazos-, no son nada
-no pero...
-¿pero que?-pregunto Myrtle y volvió a llorar, asustando a la pelirroja por el ruido desconsolado que hizo. el fantasma de la chica comenzó a hipar-¿intentas... intentas decir que... que esta mal lo que digo?
-no Myrtle... bueno si, pero...-y ella solo lloraba y lloraba. Rose bufo y se dio vuelta para irse hacia el frente del baño para seguir trapeando-bien, llora si quieres
-lo ves-dijo la otra que seguía derramando lagrimas-nadie me quiere... solo ese rubio me quería
Rose volteo rápidamente a verla y frunció el ceño
-¿rubio?-pregunto extrañada-¿que rubio?
-Malfoy-dijo ella como si fuera algo que sabia todo el mundo
-¿Scorpious?-volvió a preguntar la pelirroja
-no, ese no-dijo Myrtle-, su padre
-¿el señor Malfoy?
-¿quien mas si no?-dijo la chica bufando-en su sexto año venia aquí a llorar y hablar conmigo, porque nadie lo escuchaba
-en su sexto año...-repitió Rose intentando atar los cabos y ahí recordó la historia del sexto año de sus padres y el cambio de su suegro y la muerte de Dumbledore- ya entendí
-bien, me contabas...-dijo Myrtle volviendo al tema anterior
-¿no que no querías escucharme mas?-pregunto ella volviendo a trapear
-pero estoy aburrida y tu al parecer también, así que te hago un poco de compañía... o lo que sea que pueda hacer un fantasma-dijo Myrtle y a los pocos segundos su voz volvió a romperse, haciendo que Rose pegue un saltito nuevamente-¿o acaso... acaso no quieres que te haga compañía porque... soy un fantasma y estoy muerta?
-¡no! Myrtle no, si quiero que me hagas compañía-dijo ella rápidamente y la aludida dejo de llorar instantáneamente y la miro para que le cuente todo-pues... una Gryffindor de sexto año, como yo y Scorpious, esta detrás de el desde que entramos a Hogwarts básicamente y le dio una poción de amor para que me dejara y se vaya con ella
-que zorra-dijo Myrtle asintiendo como si fuera una de las mejores amigas de la pelirroja y hablaron todos los días. Rose comenzó a reír y asintió, pero no duro mucho porque la otra comenzó a llorar por millonésima vez-por Merlín, ¿ahora que hice?
-¿te ríes de mi verdad? ¿tan graciosa es mi cara? ¿o te ríes de que estoy muerta y tu viva?
-no Myrtle, yo...
-no me hables mas-dijo ella llorando desconsoladamente-me voy
y desapareció por uno de los lava manos.
-ay por favor-dijo ella bufando y siguió con su trabajo
termino de limpiar el baño como a las 2 y media de la mañana. fue mucho mas rápido de lo que pensó, y claramente la fiesta de sus primos ni había llegado a la mitad, pero ya no tenia ganas de hacer nada, por lo que se dirigió directamente a su cuarto.
le llevo unos minutos mas llegar hasta la torre de Ravenclaw, ya que esta se encontraba en el séptimo piso, y Rose acababa de limpiar los baños el primer piso. cuando llego, claramente, no había nadie en la Sala Común, y supuso que tampoco habría nadie en las habitaciones, ya que, a las fiestas de los merodeadores, iba casi todo el colegio, hasta los Ravenclaw. bufo al imaginar como a la mañana siguiente le contarían todo lo que se había perdido en la fiesta y demás.
subió hasta las habitaciones y de vuelta se encontró con el silencio mismo. todos los viernes a esa hora había, al menos, una o dos voces de chicos o alguna chica hablando hasta tarde. todos los viernes era así. excepto, claro, ese viernes, en el cual todo el mundo, menos ella, se encontraba en la fiesta de bienvenida en la casa de los gritos.
llego a su puerta, y se percato de que había un papel que se encontraba enganchado ahí, como con un ganchito, o una pincita. sin siquiera leerlo se dio cuenta que lo había escrito Albus. reconocía perfectamente esa letra chueca en cursiva. "lo siento Rosie, pero no pude aguantar otro segundo escuchando como hablaba de ella. disfruta tu noche. te quiere, Al".
fruncióel ceño al leer eso, porque claramente noentendía. no entendió nada hasta que entro en la habitación. lo primero que vio fueron las camas de sus amigas vacías, y ahí fue cuando supo que no volverían hasta pasadas las 5, como en todas las fiestas clandestinas de Hogwarts a las que asistían. volteo para poder quedar en frente de su cama y lo vio. el estaba parado ahí. Scorpious Malfoy, el hurón junior, el rubio que tanto la volvía loca y la había dejado por una zorra la cual lo había "envenenado", estaba parado frente a ella con una ramo gigante de rosas y los ojos llenos de lagrimas, como si hubiera estado llorando desde hacia tiempo.
-¿Scorpious, que haces aquí?-pregunto ella intentando descifrar el estado de su ex, o lo que sea que fuere, en ese momento. Scorpious sonrió de lado y una lagrima cayo por su mejilla. dejo las flores en la cama y corrió a abrazar a la pelirroja, lo cual la tomo por sorpresa, pero a los pocos segundos le devolvió el abrazo
-lo siento Rosie... lo siento tanto-decía el entre sollozo y sollozo mientras enterraba su cabeza en el cuello de la pelirroja-. yo... no lo sabia Rose, no podía darme cuenta que estaba bajo una poción y...
-espera-dijo ella separándose rápidamente de el y lo miro-¿Albus te dio el antídoto?
-si, Rosie, si-dijo el y ella comenzó a llorar. así. de la nada. comenzó a llorar, y se lanzo a los brazos del rubio-lo siento Rose
-estas... estas aquí-dijo ella hipando a causa de las lagrimas y el nudo en la garganta que tenia. Scorpious también lloraba, hasta un poco mas que ella. la abrazo con mas fuerza y beso su cabeza un millón de veces-creí... creí que te perdía Scorp
-nunca vas a perderme Rose-dijo intentando separarse de ella, pero la pelirroja estaba sumamente aferrada a su pecho, lo cual hizo que el rubio se muriera de ternura, amor y tristeza-Rosie, mírame por favor
la pelirroja subió la cabeza para verlo, pero nunca lo soltó. Scorpious acomodo un mechón de cabello pelirrojo que estaba tapándole un ojo detrás de su oreja
-¿podrías perdonarme?-pregunto el, y una nueva lagrima cayo por su mejilla. Rose, la cual hasta ese momento aun no había dejar de llorar, sonrió y negó con la cabeza
-no hay nada que perdonar Scorp-dijo y se separo de el para verlo mejor y se acerco a el. tanto que sus labios llegaron a rozarse-extraño que me beses
-también yo, créeme-dijo el chico, limpiándose una lagrima con la manga de la remera que traía puesta y corto la poca distancia que había entre ellos dos
hacia mas de una semana que no tenían una conversación decente, una mirada que fuera mas que de reojo o cuando el otro estaba distraído, hacia mas de una semana que ninguno de los dos probaba los besos del otro. y eso, a los dos, los había matado. no importaba que Scorpious hubiera estado besando a otra chica bajo una poción de amor, porque una parte de el siempre iba a amar a Rose. a la pelirroja.SUpelirroja. y esa parte siempre le iba a pertenecer a ella
Más que besos apasionados, fueron salvajes, ya que cada vez querían mas el uno del otro.
nadie sabe como paso pero, tan rápido como a Scorpious le volvió la memoria, tan rápido fue que quedaron los dos tendidos en la cama, con Rose sobre él, al igual que el compartimiento del tren el día en que volvieron a Hogwarts.
cada uno, ademas de besarse desesperadamente, hacia lo suyo. Scorpious recorría la cintura, cadera y muslos de Rose. mientras tanto, ella, hacia exactamente lo mismo, pero por arriba. acariciaba su pecho, hombros, su espalda y cabello. luego de un rato de besos desesperados y jadeos eternos, Scorpious deicidio tomar la iniciativa de la situación. los dio vuelta a ambos, quedando el sobre ella, y comenzó a besarla con mas intensidad. tanta intensidad, que logro que a Rose ya no le importara nada y comenzara a sacarle la camisa al rubio. eso fue lo que hizo que Scorpious recordara como eran las cosas. la ultima vez que esto había pasado, Rose le haba dicho que no estaba lista, y el no quería abusar de la calentura de aquella situación. la pelirroja lo miro confundida cuando el no dejo que terminara de quitarle esa remera gris que hacia juego con sus ojos grises y su cabello platino, que tanto estaba estorbando
-¿estas segura de esto?-pregunto el dejando de besarla y levantándose un poco de encima suyo. ella lo miro fijamente, con esa mirada penetrante que hacia que te derritieras con sólo sentirla. estaba igual de agitada que el. al final, asintió
-te amo Scorpious-dijo ella acariciando el pelo de su novio con una mano, y el comienzo de su pecho con la otra. se la notaba decidida-, y esa es la única razón que necesito para hacer esto contigo. siempre fuiste, y siempre seras tu
-yo te amo mucho mas Rose-dijo el mirando esos ojos azules que tanto le gustaban, para comenzar ese acto de amor que tanto habían esperado que llegara. claramente, ese era el mejor momento, y nadie iba a dejarlo pasar.
no les importo dormir en ropa interior, abrazados el uno al otro, tapados solo con una manta; ni que a la madrugada siguiente, las amigas de Rose los vean juntos, tan juntos que hasta a Lia le agarraba nostalgia; tampoco que al otro día todas las miradas estén dirigidos a ellos, de vuelta, como si fueran dos celebridades a las cuales la gente adora; ni que los primos de Rose casi matan al rubio antes de enterarse que había estado bajo una poción de amor; y menos le importo cuando todos quisieron ahogar a Jennifer en el Lago Negro y dejar que el calamar gigante se la comiera. por que, sin importar que tan grande sea, su vida siempre seria una aventura, y no había nada que pudieran hacer para evitarlo. ese año recién comenzaba, y aun les quedaba otro mas por delante. y sabían muy bien que, como siempre, se les iban a avecinar muchas cosas mas, pero las resolverían juntos, como una pareja, como dos amigos, dos enamorados, y siempre como un equipo
