Disclaimer: ninguno de los personajes de Harry Potter me pertenece, son de JK a Rowling.
Este fic participa en el Reto #55: "No hay dos sin tres" del Foro "Hogwarts a través de los años".
Con ella
Euphemia Potter se encontraba sentada, tejiendo en su mecedora. Frente a la chimenea las botas navideñas colgaban y el olor del ponche se esparcía deliciosamente por toda la casa. Era una buena forma de esperar la llegada de su marido junto al pequeño Sirius quienes traerían los regalos y los ingredientes para la cena.
Suspiros interrumpieron sus pensamientos.
En el sofá frente a ella, su hijo usaba al revés el sillón, con los pies sobre el respaldo y la cabeza flotando a pocos centímetros del suelo..
— ¿Qué piensas, querido?— le pregunto.
—En la futura madre de mis hijos— contesto, aun atento a la llamas.
La mujer detuvo el maniobrar de sus agujas, dejándolas de lado. Volteo a el, con expresión picara.
—Cariño, a los 15 es complicado que alguien se quiera casar contigo— sugirió, risueña.
James se retorció en el sillón, bajaba al piso y se sentó correctamente en el sillón.
— ¿Enserio?—. Una traviesa mueca le cruzo el rostro—.¿Cuándo se casaron papa y tú, a los 17?
A su pequeño le encantaba tomar el pelo a las personas, estaba orgullosa. Esa parte fue su herencia.
—Cuidado ahí—. Le señalo, usando un amenazante dedo. Claro, fingido — Tu agradable madre tiene cierta intuición para las relaciones.
—Y con ella le confirmaras su futuro a tu guapo hijo—
Ante la respuesta, una suave risilla broto de ella.
Si su descarada forma era herencia de ella, la habilidad de jamás callarse vino como regalo de su padre.
—Parece que aún falta saber la opinión de la muchacha.
—Ella aceptara, sus ojos verdes gritan amor.
—Eres adorable James— comento, provocando un mohín en el pequeño. Después de una breve pausa continuo— Pero preferiría saber sobre lo que dice su boca.
—Que aún no se da cuenta.
La carcajada de su madre se escuchó por toda la casa.
Soltó sus agujas, se levantó y acercándose al sillón extendió largamente sus brazos hasta envolver a su hijo.
—¡Mama! ¡Me aplastas!— expreso el niño fingiendo ahogarse, pero igualmente riéndose.
Ella lo soltó, aun risueña.
—Cuando se entere me mandas una carta, le hare una linda bufanda a tu linda esposa y mamelucos a tus futuros hijos.
James se abrazaba a sí mismo.
Ella le ofreció el ramo de flores que cargaba en el brazo contrario de donde tenía a su hijo, decepcionando al bebe cuando James las alejo. Lily lo arreglo fácilmente, logrando una risa cuando le beso la mejilla.
—Cierto, los encontré hace poco, quería agradecerte por blindarlos contra el frio— dijo colocándolas en el florero sobre la lapida —y reclamarte porque ese no es un mameluco.
El aire era gélido algo normal siendo Inglaterra. Pero Lily con la bufanda rosa tejida y Harry con su suéter y pantaloncitos verdes no mostraban ni rastro de frio. Después de todo, la matriarca Potter era la mejor haciendo ropa.
Y aunque sentía congelarse, hablo con su madre larga y tendidamente.
¡Hola!
Este es el segundo Drabble. Espero que les haya gustado, estaba pensando en la relación de James con su madre. Me imagino era una mujer ingeniosa.
Acepto sugerencias o críticas constructivas en cuanto al escrito, se las agradecería muchísimo.
Sin mas que decir ¡hasta luego!
