.

NejiTen month día 3

Agosto 03/2021

Prompt: Riesgo / Ocio

Mundo ninja

.

Disclaimer: Naruto no me pertenece, de lo contrario el NejiTen sería oficial.

Disfruten la lectura.

.

.


.

.

Día 03. Riesgo

.

Quería morderse el labio mientras se asomaba ligeramente a través de la cortina para ver la cantidad de gente que había allí reunida. Se mordió el labio al ver que el lugar estaba mucho más lleno que antes y entonces maldijo en su mente antes de ir al espejo y revisar que sus dientes no se hubieran llenado de labial y que este siguiera intacto.

Los iba a matar a todos, si llegaban a sobrevivir a esa misión los iba a matar a todos. Desde el Hokage por asignarle esa misión, pasando por sus compañeros designados y que no vieran problema en lo que proponían, y terminaría con su supuesto amigo y compañero de equipo desde que se graduó de la academia. ¡Oh sí! Para Neji planeaba una muerte lenta y muy dolorosa, posiblemente buscaría algún veneno que lo hiciera sufrir.

Pero para poder llevar a cabo sus planes de venganza y masacre primero tenía que sobrevivir al embrollo en que estaba metida. No podía hiperventilar ni mucho menos tratar de escabullirse o algo parecido, su equipo dependía de ella, la supervivencia de todos dependía de ella. Sin embargo eso no significaba que la situación le pareciera menos mierda y que lo fuera a lograr.

- Cinco minutos, Tami — dijo un hombre y ella asintió a su nombre falso, deseando con toda su alma que esa situación fuera un mal sueño y que la alarma la sacara de ese lugar, despertando en su cama.

- ¿Está lista? — Neji acaba de entrar y ella pensó en gritarlo ¡claro que no estaba lista! — recuerda que...

- Todos moriremos si descubren mi fachada — lo interrumpió, diciendo la frase en voz baja — no lo he olvidado, Neru — dividió el nombre en dos sílabas.

- Ten... — ella frunció el ceño — Tami, no me refería a eso. Confío en ti.

- Gracias, aunque no deberías — definitivamente estaba frustrada — verán la verdad, no puedo hacer esto.

- Claro que puedes — Neji se acercó más a ella y posó la mano en su brazo tratando de ayudarla a calmarse — hablamos de esto, sabes qué debes hacer y lo harás bien

- Ne... — empezó a decir y escuchó pasos — Neru — pronunció completo — gracias por venir, pero los clientes no pueden estar en esta área

- Por favor retírese, la bailarina no puede ser distraída — el Hyūga asintió y solo le dio una significativa mirada antes de irse.

- Es hora de tu show Tami.

- Saldré enseguida.

El hombre la dejó sola y ella frente al espejo respiró profundo, estaba envuelta en una bata y tenía que quitársela para salir, algo que definitivamente no quería hacer. Tampoco quería hacer lo que seguía, pero era su responsabilidad y no podía fallar. Inhaló y antes de perder el impulso abrió la prenda para hacerla a un lado, girándose sin verse en el espejo o sabía que hasta ahí llegaría su convicción.

Varios aplausos sonaron cuando su nombre falso fue anunciado y luego se unieron varios silbidos cuando salió a la tarima y pasó sus ojos por todos los asistentes hasta encontrar en una de las mesas esos ojos que conocía a la perfección, esos ojos temporalmente de otro color que trataban de ocultar la sorpresa y fijarse solo en su rostro, pero alternaban también en su indecente atuendo y eso solo la hizo sentir más sonrojada de lo que ya estaba.

Era perfectamente consciente de la forma en que le había tocado vestirse para esa presentación, se sentía parcialmente desnuda en ese leotardo/vestido de baño de color rojo brillante que se le pegaba como una segunda piel y tenía un escote pronunciado. Además que tenía la mitad de su trasero al aire porque la falda era netamente decorativa y no cubría nada. Cerró sus ojos un segundo, podía escuchar los murmullos de los clientes y sentir la expectación en el aire por lo que estaba a punto de hacer, algo de lo que ni siquiera ella estaba segura.

La música empezó y el lugar se quedó en silencio, todas las miradas estaban clavadas en su ser mientras ella se sentía congelada. Su equipo dependía de ella, ella era la distracción ante esa misión excesivamente riesgosa, si fallaba serían descubierto y todos morirían. Inhaló profundo y exhaló pesado dos veces antes de levantar los brazos y tomar posición, no iba permitir que los mataran, eso lo iba a hacer ella en persona cuando por fin pudieran salir de allí.

.

Le gustaba ver a su madre, le gustaba la gracia con la que se movía por la casa y canturreaba haciendo los quehaceres, la forma en que a veces hacía movimientos fluidos con la escoba haciendo una danza armoniosa. A veces cuando estaba sola en la habitación trataba de imitar los movimientos, sin éxito. Ella no podía fluir de la forma en que su madre lo hacía, era torpe y consideraba que no tenía gracia, ni siquiera era bonita.

Una tarde mientras creyó que su madre dormía estuvo un rato intentándolo, arrojando a un lado molesta la estúpida escoba. Maldiciendo por un rato antes de caminar resignada hacia el objeto para levantarlo y volver a intentarlo. Hizo un par de movimientos y como siempre se sintió ridícula por lo que hizo un puchero, eso de ser grácil no era lo suyo.

- No tienes que pensar en lo que haces la voz suave de su madre la sobresaltó, no había notado que la estaba viendo desde la puerta de la habitación con una sonrisa solamente tienes que dejar salir lo que sientes y los movimientos fluirán.

Trató de seguir la indicación pero se sintió más torpe que antes, por lo que infló sus cachetes y la risa de la mujer se escuchó por toda la estancia.

- ¿Quieres que te enseñe a bailar?

- Nunca seré tan buena como tú contestó todavía con el puchero

- No digas eso, cariño su madre se le acercó y le hizo cosquillas, consiguiendo que desinflara los cachetes y empezara a reír no tienes que compararte con nadie, tú eres tú

- Pero...

- Todos tenemos habilidades diferentes, el no poder hacer algo específico no significa que seas torpe o que no brillarás en una actividad diferente

Ella sonrió y esa tarde trató de aprender lo que su progenitora le explicaba, siempre maravillándose de la forma en que la mujer se mecía con la música mientras que ella por su parte parecía frenar la música y no acoplarse al ritmo. Lo intentó un par de veces más en diferentes días, pero entonces la academia empezó y su madre enfermó.

Ese primer año de estudio estuvo distraída, solo pensando en salir de la academia para ir al hospital para estar con su madre. Por eso mismo no prestaba atención en algunas clases, le gustaban las armas, pero no le gustaba esa materia que era solo para mujeres, sobretodo porque sus compañeras se burlaban de sus movimientos rígidos y su torpeza.

Después de la muerte de su madre empezó a odiar esa materia, consideraba inútil aprender eso y que su habilidad jamás sería en ese ámbito. En cambio se dio cuenta de su destreza con las armas y su puntería era muy buena, por eso desde sus nueve años se convenció que ese sería su camino y solo haría lo justo para sobrevivir a las clases de kunoichi, pero nunca haría nada de lo que allí explicaban.

.

Y lo había logrado, a sus veinte años jamás había tenido que actuar como "kunoichi". Hasta esa misión en la que estaba y en la que Kotetsu y Shikamaru como líderes del equipo decidieron que era necesario infiltrarse en ese bar/burdel en el que estaba. Ella como la mujer del grupo tendría que usar un poco de sus habilidades para conseguir ser contratada y la fachada propuesta era que ella era una bailarina.

¡Ella una bailarina! Ellos no entendían su renuencia a hacer ese papel, era algo que todas las kunoichis sabían hacer, todas menos ella. Fue Neji quien en privado habló con ella y, aunque había quedado claro, le explicó la importancia de su papel y que era algo que la misión requería. Con un puchero aceptó y tras decidir que su nuevo nombre sería Tami, Kotetsu fue quien consiguió que la contrataran en el lugar sin una prueba sobre su habilidad, logrando además que durante dos semanas no le programaran ninguna función.

Su misión estaba siendo llevadera, solo usar un ajustado vestido que no le permitía esconder ninguna arma debajo mientras trabajaba como mesera. Escuchando todas las conversaciones posibles a la vez que evitaba que los clientes la manosearan y conteniéndose de golpearlos por asquerosos. Pero necesitaban crear una distracción para la misión y empezaba a ser sospechoso que no pidiera bailar pues el pago era mejor. Por eso decidieron el día, al ser su debut los cargos altos del bar estarían atentos a ella y crearía la brecha que necesitaban los demás.

En ese momento frente a todos los clientes empezando a hacer sus movimientos pensaba en su madre y que definitivamente jamás iba a ser tan grácil como ella. Pero su baile no se estaba enfocando en mecerse sensualmente con la música o tratar de fluir con esta, no. Había sido el Hyūga quien le propuso una posible solución y eso era lo que estaba haciendo, porque definitivamente bailar armoniosamente no era una de sus habilidades.

En lugar de eso Neji le propuso imitar los movimientos del taijutsu, suavizar las posturas de combate y tal y como si estuviera entrenando con él, tratara de hacerlo parecer un baile. Porque de alguna forma cuando peleaban cuerpo a cuerpo era una danza, su cuerpo sí sabía fluir, pero no de la forma en que deseó de niña. Ella fluía al pelear, así que eso era lo que estaba haciendo en ese momento frente a todos.

Dio una voltereta en el aire y al aterrizar levantó su pierna para girar como si estuviera dando una patada, pero en lugar de enfocar su fuerza en ello lo que hizo fue alzar sus brazos y por un momento sí pareció una bailarina tradicional. Siguió fluyendo y saltó, aterrizando con una rodilla apoyada en el suelo al tiempo que la canción terminaba, por lo que levantó la mirada para buscar los ojos de Neji que no se había perdido nada y parecía completamente absorto por lo que acababa de ver.

El lugar estalló en aplausos y ella se puso de pie, regulando su respiración que se había acelerado por toda la adrenalina que la había recorrido durante los minutos que duró su presentación. De reojo pudo ver que los jefes estaban complacidos y justo en la entrada del bar Shikamaru y Kotetsu estaban saliendo. Volvió a hacer conexión visual con el Hyūga que hizo un ligero asentimiento para indicarle que la misión había sido satisfactoria, pero sus ojos tenían una expresión que nunca le había visto y no se trataba del hecho de estar camuflados en el jutsu de transformación para hacerlos de otro color y cambiar su identidad.

No, era algo muy diferente que hacía que un hormigueo la recorriera por lo que parecía expresarle esa mirada.

.

.


.

.

¡Nos leemos mañana!

.

Recuerden que sus comentarios son bien recibidos en un review, en mi twitter (idamariakusajis) e instagram (idamariakusajishi) estaré retuiteando y subiendo en historias todo lo que sea publicado sobre este hermoso mes.

.

Att: Sally K