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NejiTen month día 6
Agosto 06/2021
Prompt: Destino / Guerra
Mundo ninja
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Disclaimer: Naruto no me pertenece, de lo contrario el NejiTen sería oficial.
Disfruten la lectura.
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Saga "Destino"
Parte 1 de 3
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Día 06. Destino - Guerra
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Guerra, eso era todo lo que se escuchaba por un lado y otro. La cuarta guerra ninja había sido declarada y era solo cuestión de días para que todos tuvieran que dirigirse a la zona que había elegido para ser el campo de batalla. Era lo único en lo que todos pensaban, hablaban y hasta soñaban, todos menos ella.
O no del todo, claro que la perspectiva de la guerra que se acercaba cada vez más la tenía perturbada y dedicaba gran parte de su tiempo a asistir a las reuniones con los escuadrones para escuchar la estrategia, y en su propio departamento limpiaba y sacaba filo a sus armas para tener todo preparado para el momento de partir. Pero no era eso en lo que su mente se enfocaba ni lo que llevaba rumiando más de un mes desde que había pasado. No, definitivamente no.
Lo que surcaba su mente era un recuerdo que de alguna forma trataba de bloquear, o por lo menos no pasársela pensando en lo ocurrido. Pero la realidad es que muchas veces se encontraba a sí misma tratando de rememorar en medio de la marea etílica que la había acompañado esa noche cómo es que había pasado, el segundo a segundo de esa ocasión y el estúpido error que había cometido. Bueno, que HABÍAN cometido, porque no había sido ella sola y entre más lo analizaba más le parecía algo descabellado que fue desencadenado por el estado alcoholizado de los dos.
Respiró profundo mientras caminaba por la aldea con la bolsa de víveres, tenía que hacer píldoras del soldado. Giró en una esquina y en ese momento pudo ver a Neji del otro lado de la calle. Los dos se quedaron viéndose por una fracción de segundo y él apartó la mirada primero, así que ella solamente retomó su trayecto a su hogar a pasos rápidos. Cerrando la puerta con fuerza una vez estuvo adentro y se recostó contra la pared para deslizarse lentamente hasta quedar sentada en el suelo y maldecir en voz alta mientras su mente iba a mil por hora.
¿Qué había pasado? ¿Cuál era ese error que habían cometido los dos y por el cual ahora actuaban de esa forma? Era muy sencillo, o muy complicado según el punto de vista con el que se evaluara, se habían acostado juntos. Pero no en el sentido figurado de compartir un futón por la falta de otro disponible durante la misión como podía llegar a pasar según el lugar donde se pasara la noche No, definitivamente no había sido eso, ellos habían tenido sexo en su última misión juntos y eso destruyó todos sus años de amistad.
Era algo extraño pues alguna vez había llegado a imaginar cómo sería un escenario en el que algo así pasara, después de todo Neji le había empezado a gustar desde que ella tenía quince o dieciséis años. Pero no había hecho nada por tratar de llamar su atención o nada así, el Hyūga era un hombre que no dejaba ver lo que pensaba y ella no quería que el ambiente en el equipo cambiara. Por eso nunca había hecho nada, más que disfrutar su compañía. Le gustaba saber que él confiaba en ella y ella a su vez sabía que él la defendería si llegase a ser el caso.
Era algo netamente platónico que dudosamente se haría realidad y por eso mismo cuando Kankuro la invitó a salir ella aceptó, y fue su novia por alrededor de siete meses. Las relaciones a distancia eran complicadas, les era dificultoso estar viajando para verse pues al menos ella pensaba que perdía valioso tiempo que podría haber dedicado a entrenar o algo más útil que solo estar compartir por un día o dos, siendo además que el marionetista solo quería que hicieran una cosa al verse, y la hacía sentir casi un objeto.
No es que le gustara realmente el tipo de noviazgo que tenían y en el momento que escuchó un par de rumores acerca que la fidelidad no era una palabra con la cual describirlo, decidió romper con él. Así que esa relación terminó casi con la misma simpleza que inició y sin que ella sintiera ningún tipo de remordimiento o lo llegara a extrañar.
Mientras tanto las cosas con el Hyūga siguieron tal y como siempre, aunque si algo le había dado su fugaz noviazgo era una mejor idea de cómo interpretar a los hombres. Por momentos le empezaba a parecer que él también la veía como algo más, que tenía ciertas actitudes hacia ella que antes le habían pasado desapercibidas y que no mostraba con otras mujeres, partiendo de la base que era extraño que Neji hablara con otras mujeres o que permitiera que alguien más que sus primas y ella invadieran su espacio personal. Que esa confianza no era solamente por ser compañeros de equipo.
En sus combates cuerpo a cuerpo se daba cuenta que ella misma no había dejado de ser indiferente a él, que de hecho le gustaba más que antes y poco a poco había empezado a intentar acercarse mientras descansaban tras el entrenamiento o simplemente mientras hablaban. Neji no le pedía que se apartara aunque ella no supiera qué más hacer. No era un secreto que lo de usar habilidades específicas de una kunoichi jamás había sido lo suyo y tampoco era tanto lo que había alcanzado a practicar con Kankuro mientras salió con este.
Cuando tenían misiones solos a veces comentaba tener frío a modo de excusa para poner su bolsa de dormir pegada a la de él, o para sentarse mucho más cerca mientras cenaban frente a la fogata. Siendo reconfortante el estar a su lado, sintiéndose muy cómoda en su compañía y eso que por su mente pasaba que sería incluso mejor si compartieran bolsa o si él la abrazara mientras veían las llamas.
Hasta esa misión algo más de un mes atrás, estaban los dos en una aldea muy pequeña en la que solo había un restaurante-taberna-posada, de seguro hasta el centro médico era ahí mismo. El punto es que esa noche ella estaba feliz porque la misión que tenían asignada había sido terminada con éxito en menos tiempo del estipulado lo que les daría un par de días libres cuando volvieran, de hecho haría que no tuvieran que apresurarse en su regreso. Por eso estaban de alguna forma celebrando un trabajo bien hecho por su forma de complementarse mientras cenaban juntos.
Ella había ordenado una botella de sake y a sabiendas que la rechazaría, le ofreció una copa a Neji. Obviamente acertó y él dijo que no, por lo cual empezó a reírse y le dijo que al igual que ella, él también había cumplido ya su mayoría de edad y no había nada malo en hacerlo.
- No le diré a los de tu clan — dijo con una sonrisa al extenderle de nuevo la pequeña copa para ofrecérsela — anda, no creo que tengas otras oportunidades de saber lo que es el alcohol — los Hyūga no bebían, o no a menos que fuera una ocasión muy importante como una boda, nada más.
Neji tenía el ceño fruncido con la mirada fija en la copa y ella la movió en el aire como insistiendo, esperaría un par de segundos y la quitaría para beberla ella pues sabía que el Hyūga jamás aceptaría. Por eso se quedó pasmada cuando él extendió la mano y la tomó, por eso y porque un más que agradable hormigueo la había recorrido en el momento que sus manos se rozaron.
Contuvo la respiración mientras la copa hacía su recorrido hacia los labios de Neji y luego era desocupada de un sorbo, escuchándolo toser ligeramente por el escozor que la sustancia etílica producía en la garganta.
- ¿Qué tal? — preguntó curiosa
- Completamente desagradable — su carcajada se escuchó en todo el lugar y con su mano le frotó el brazo
- ¿Quieres otra? — cuestionó entre risas — después de un rato se te adormece la lengua y es más soportable
- ¿Cómo sabes eso?
- Tal vez he bebido antes... — dijo encogiéndose de hombros, no quería aclarar con quién lo había hecho ni que había sido en Suna — ¿Qué dices?
Movió la botella y ahogó su gritito victorioso al ver que el Hyūga asentía con la cabeza, al parecer contagiado de su alegría o queriendo comprobar si ella mentía en lo de dejar de sentir el escozor a medida que la cantidad de alcohol ingerida aumentaba.
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Cinco botellas vacías estaban sobre la mesa mientras ella reía, ni siquiera sabía de qué. Neji a su lado tenía las mejillas sonrojadas y había movido la silla de modo que estaba mucho más cerca mientras apoyaba la mano en su pierna, algo que le encantaba. El Hyūga borracho de seguro era un recuerdo para enmarcar y algo de lo que debería haber testigos o nadie le creería. Igual no podía decir nada, había prometido guardar silencio para que su estricta familia no se enterara, y planeaba cumplirlo.
Un ligero hipido se le escapó y entonces escuchó a Neji reírse, algo que solo había pasado en contadas ocasiones. Por eso levantó la cabeza, sabía que se veía aún más apuesto de lo normal cuando lo hacía y fue en ese momento que notó que la distancia entre ellos era prácticamente inexistente. Él paró de reírse y bajó la mirada, dejando que ella se perdiera en sus orbes blancos, esos ojos que para muchos eran demasiado inexpresivos pero que para ella eran fascinantes y le encantaban, en especial por lo que estaba expresando su mirada.
Estaba segura que fue ella quien empezó a disminuir la distancia entre sus rostros, pausando a solo unos centímetros y Neji hizo que desapareciera por completo besándola, un contacto inicialmente tímido que se fue volviendo algo ávido y agresivo. Si alguien más en ese restaurante-taberna-loquesea se dio cuenta de la forma en que ellos se levantaron de la mesa sin dejar de besarse y se fueron rápidamente a la habitación, la verdad no lo supo. Su mente estaba por completo enfocada en la forma en que las manos de Neji se estaban empezando a mover cada vez con menos torpeza y sin ningún tipo de recato por su cuerpo.
La puerta de la habitación con dos futones individuales se cerró con fuerza y ella tanteó a ciegas la pared para tratar de encender la luz, cosa que no consiguió pues el Hyūga seguía avanzando por el lugar con destino al futón más cercano. Antes que llegaran ella se las arregló para desapuntarle la prenda superior e ir abriendo su propia blusa, arrojándola a un lado y quedando en su sostén deportivo.
En ese momento él se apartó y por su mente pasó que tal vez estaba reconsiderando la situación, que su cabeza fría había regresado y que se excusaría, pero en lugar de eso lo vio terminar de quitarse las prendas superiores para dejar a la vista su trabajado torso. Volviendo a besarla mientras una de sus manos se posaba en sus senos para empezar a masajearlos y ella no se quedó atrás. ¿Cuántas veces había pensado en cómo sería tocar su perfecto pecho sin ropa, deslizar sus manos por toda su anatomía? ¿En qué sentiría al besarlo?
Y por fin lo sabía, y la respuesta era muchísimo mejor de lo esperado. Neji era un poco torpe, delatando su inexperiencia, y si bien ella sabía un poco más pues lo había hecho antes, tampoco es que le llevara mucha ventaja. Lo único que sabía es que le encantaban las mil sensaciones que recorrían su cuerpo. Le encantaba esa faceta del Hyūga que nadie conocía, verlo completamente rojo pero ya no como un efecto del alcohol sino como una consecuencia del ejercicio que estaban haciendo. El desespero que parecía recorrerlo a medida que sus embestidas se volvían cada vez más rápidas y fuertes mientras ella luchaba por no gritar de placer.
Era un futón individual y por ese mismo motivo habían tenido que dormir muy cerca, por eso y porque Neji la había abrazado al terminar, enterrando la nariz en su cabello antes de quedar profundamente dormido, así que ella tan solo se reacomodó sobre su pecho y cerró los ojos para imitarlo.
Su primer pensamiento al despertar es que su cabeza iba a matarla, el segundo es que se sentía extraña y no estaba en la posición que solía dormir. Por lo que abrió los ojos con lentitud, su cuello dolía un poco como clara señal que su almohada era demasiado alta y trató de reconocer el lugar en el que estaba. Podía ver del otro lado de la habitación un futón desocupado y al incorporarse lentamente empezó a ver la ropa regada por el suelo, esa no era solamente su ropa y un movimiento a su lado la hizo darse cuenta que no estaba sola.
El miedo la recorrió por completo a la vez que intentaba recordar qué había pasado, pero su cabeza dolía. Igual al levantar la manta y darse cuenta que los dos estaban desnudos además de la sensación húmeda entre sus piernas no le era muy difícil atar cabos. Era sumar uno y uno, y la respuesta iba a hacer que empezara a hiperventilar. Para peor ni siquiera alcanzó a pensar algo más o cómo reaccionar pues pudo ver a Neji empezar a parpadear lentamente y llevarse la mano a la cabeza, probablemente para detener un martilleo similar al que ella misma padecía.
Ninguno de los dos fue capaz de decir nada, de hecho al principio ni siquiera fueron capaces de moverse o levantarse pues eran muy conscientes que estaban desnudos. Finalmente fue su vejiga la que la hizo decidirse a envolverse en la manta mientras Neji se cubría con una almohada y tras buscar su maleta meterse al baño y luego darse de una vez una ducha, desapareciendo al menos de su cuerpo el rastro de lo que habían hecho.
Desayunaron en completo mutismo y tras pagar la cuenta por la comida, la habitación y el alcohol fue el momento de partir de regreso a su propia aldea. No iban rápido, al menos no esa primera mañana en la que cada uno iba lidiando con su resaca y con sus propios pensamientos al respecto. Cuando el sol empezó a descender se comieron una píldora del soldado para no tener que pasar la noche a la deriva ni tener que hablar y continuaron sin detenerse hasta cruzar las puertas de Konoha y cada uno irse a su respectiva vivienda.
En la soledad de su departamento ella siguió rumiando sobre el asunto, a pesar de todo lo que había tonteado y pensado antes acerca de sentirse atraída por su compañero de equipo, no podía de verdad asegurar que lo que sentía por él iba más allá de la simple atracción física y pensar en algo parecido a algún sentimiento o algo que justificara el haberse acostado con él. O al menos en ese momento era algo que no tenía claro. ¡Ni siquiera tenía claro cómo es que habían resultado en la cama!
No quería hablarlo, no quería pensar en eso y por una vez en su vida elevó una plegaria a la deidad que quisiera escucharla sobre no tener que volver a compartir una misión a solas con el Hyūga pues su actitud dejaba claro que él estaba convencido que había sido un error.
Jamás había contado con el hecho que su única plegaria sería escuchada y contestada, menos aún que dicha respuesta sería el anuncio de una guerra que suspendía absolutamente todas las misiones y que les daba la orden de empezar a prepararse de inmediato para lo que se avecinaba.
Igual la bruma etílica de su mente empezaba a desaparecer y los recuerdos a emerger, creando dentro de ella una confusión pues no siempre estaba segura de no tener sentimientos por Neji, o que esa noche hubiera sido un error en lo absoluto. Pero no importaba, en ese momento nada más que la guerra importaba.
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A medida que los días que faltaban para el inicio de la guerra pasaban el ambiente se volvía cada vez más tenso. Todos en el clan habían definido ya sus estrategias y dejado de lado sus atuendos característicos para empezar a portar el uniforme de chunin y jōnin según correspondiera, listos para marchar al campo de batalla cuando la orden fuera dada.
En el día ocupaba su mente todo lo que podía, bien fuera dentro de los terrenos entrenando o en la aldea hablando con los otros jōnin sobre los combates y puntos importantes que habían sido definidos dentro del terreno que había sido designado para lo que se avecinaba. El problema era en las noches, sus meditaciones eran infructuosas pues ya no conseguía desconectar su mente ni mucho menos acallar la molesta voz de su cabeza que le reprochaba una y otra vez lo que estaba haciendo.
No lo que HABÍA hecho, no, lo que ESTABA haciendo. Y eso era ignorar a Tenten además de no haber hablado con ella ni una sola vez desde lo que habían hecho juntos. De esa noche en que estúpidamente llevado por un impulso inexplicable decidió ceder a lo que ella le decía y tomar sake. Su primer reproche es que era mentira lo referente a que la sensación desagradable en la lengua desaparecía, el segundo no era exactamente un reproche, era más algo fuera de lugar e inentendible.
Él jamás había sido un hombre impulsivo, jamás se había dejado llevar por nada y siempre pensaba muy bien cuál iba a ser su siguiente movimiento... hasta que estuvo completamente borracho.
Le era imposible justificar ese impulso que lo llevó a besarla, ni a todo lo que le hizo después. Algo a lo que por cierto Tenten no se opuso ni un segundo, de hecho sus gemidos decían que lo había disfrutado tanto como él, pero ese no era el punto.
El punto es que se desconocía a sí mismo esa noche, el haber perdido el control de sus acciones por algo como el placer carnal, a pesar de reconocerse a sí mismo que desde hacía un tiempo había empezado a pensar algunas veces que su compañera de equipo podía llegar a ser algo más que eso. Esa había sido su molestia inicial, haberse visto doblegado por sus deseos y peor que hubiese sido mientras estaba completamente ebrio.
Ni siquiera había recordado lo que hicieron al despertar, pero en las noches cuando se sentaba a meditar su mente parecía pensar que era el mejor momento para empezar a despejar la neblina que cubría sus recuerdos de esa ocasión y a veces también reproducía dichos recuerdos mientras dormía, haciéndolo despertar cubierto de sudor y con el pensamiento inicial de necesitar repetirlo. Eso antes de poder enfriar su cabeza y negarlo, el tiempo había ido avanzando y ya había pasado más de un mes desde eso, por lo cual era claro que era un tema que no se tocaría jamás.
Había sido un idiota, siendo incapaz de al menos intentar hablar como personas civilizadas y descubrir exactamente en qué punto había quedado su amistad. Probablemente rota por una mezcla de su estupidez y cobardía, porque ni siquiera sabía que pensaba Tenten al respecto, nunca le preguntó y entre más días pasaban más absurdo le parecía acercarse por eso, menos aun cuando la guerra estaba a punto de empezar.
Y así llegó el día de avanzar al campo de batalla, de organizar las diferentes carpas de acuerdo a los escuadrones en los que estaban. Las reuniones para revisar las tácticas y diferentes estrategias eran constantes, hasta que la fecha apareció en el calendario. La preparación había terminado, la guerra ya no era un murmullo creciente, al día siguiente empezaría el combate.
A medida que la noche se acercaba pudo ver a lo lejos a Lee, haciendo aspavientos en su dirección mientras gritaba su nombre. Lo saludó en cuanto estuvo a su lado y escuchó el motivo por el que lo buscaba, Gai había propuesto que todos como equipo fueran por una cerveza, o algo sin alcohol pues nadie podría tener resaca al día siguiente y aunque pensó en rechazar la invitación al final aceptó. Le gustaba el panorama de compartir con su equipo y de ver a Tenten, llevaba más de una semana sin verla y le seguía molestando cómo estaban las cosas entre ellos.
Era casi risible el hecho que se le había pedido a toda la población de esa aldea que abandonaran el lugar pues había sido elegido como el campo de batalla, pero aun así los dueños de las tabernas se habían quedado y estas se encontraban llenas a reventar. Todos los shinobis querían una última noche de juerga antes de la batalla.
Al entrar pudo ver a Tenten vestida en su uniforme pero sin el chaleco, estaba sentada junto a Gai, hablando entre ellos. Con Lee se acercaron y él la saludó a lo que ella contestó sin hacer contacto visual, en cambio su sensei gritó emocionado por tener a todos sus pupilos reunidos. La castaña pidió una cerveza grande para ella, Gai la imitó, se cercioraron que Lee solo ordenara agua al igual que él.
La noche fue avanzando, Rock Lee y Tenten reían de las anécdotas que relataba Gai, el hombre tenía una buena memoria, al menos en lo que se refería a las experiencias embarazosas que ellos habían pasado en su camino a mejorar y obtener su título de chunin. Casi parecía una noche cualquiera de departir con amigos, al punto que ella se había relajado y ya no parecía tan cohibida a su lado.
Ninguno se dio cuenta en qué momento Lee dio un sorbo de una de las cervezas y su jutsu borracho se activó, razón por la cual la otra bestia verde presente lo inmovilizó y dijo que iría a dejarlo a su respectiva carpa, comentando que lamentablemente la reunión llegaba hasta ahí y pidiéndole que escoltara a Tenten a su lugar de descanso.
- N...no hace falta — comentó ella tan pronto estuvieron afuera de la taberna, de nuevo rehuía de su mirada — no me pasará nada
- La zona de tu escuadrón está de camino al mío, puedo acompañarte sin problema — la vio incómoda antes de asentir.
En silencio empezaron a caminar mientras la voz en su cabeza le reclamaba que era el momento de hablar con ella y explicarle que al menos él no consideraba un error ni se arrepentía de lo que habían hecho, pero su lengua parecía haber desaparecido y el hecho que ella tampoco hablara solo reafirmaba para él que por su parte sí quería olvidar el suceso.
- Neji esa noche... — Tenten se detuvo de repente y por primera vez desde el suceso levantó la mirada para verlo directo a los ojos — sé que no es el momento, la guerra empieza mañana pero...
- ¿Pero? — preguntó sin cortar el contacto visual, necesitando saber cuáles eran sus siguientes palabras
- Para mí no fue un error — esas palabras fueron dichas casi en un susurro y luego Tenten se encogió de hombros — solo necesitaba que lo supieras. Si quieres sigue solo, yo voy a...
No la dejó terminar la frase, dio un paso al frente y puso la mano detrás de su cuello para acercarla y besarla. Un roce suave que fue correspondido de la misma forma y del que se apartó porque él también tenía que hablar.
- Para mí tampoco — dijo casi pegado a sus labios sintiendo sus respiraciones entremezcladas, Tenten no había abierto los ojos pero estaba ligeramente sonrojada y esta vez no era culpa del alcohol — debí buscarte y decírtelo antes
Una sonrisa se dibujó en el rostro de Tenten y él la imitó justo antes de volver a buscar sus labios. La carpa de ella había sido la más cercana y esta vez mientras se desvestían uno al otro no era un impulso desencadenado por el exceso de licor y su único arrepentimiento iba a ser no haberlo hecho antes y esperar justo a que la guerra estuviera por empezar.
Hacía mucho había dejado de ser un creyente ciego del destino y sabía que cada quien lo labraba según sus propias decisiones. Iba a sobrevivir esa guerra, los dos iban a conseguirlo y cuando todo terminara iban a estar juntos.
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Capítulo 1 de mi threeshot, la parte siguiente en el día 8 y la final en el 18.
¡Nos leemos mañana!
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Att: Sally K
