Día 5: Coffe shop
Dime Eriol, ¿tú me extrañabas tanto como yo a ti?
A veces creo que era un hechizo, siempre esperaba con ansias nuestros encuentros, iba día a día a esa cafetería con el corazón latiendo desbocado, a veces me sentía tonta, ya no era una quinceañera, sin embargo la emoción que sentía por verte era así de grande.
Recuerdo un día que tuviste que ensayar hasta tarde ya que pronto tendrías un concierto, de todas maneras fui a nuestro lugar favorito, la mesera era una muchacha rubia de ojos miel, era muy simpática, tengo muy presente su sonrisa amable.
-¿Hoy estás sola? -me preguntó ese día
-Sí, mi novio está ocupado hoy, así que vine sola
-Menos mal, te ves tan triste que pensé que habían terminado, las chicas y yo estábamos preocupadas por ti
-Lo siento, que pena, ¿Qué van a pensar de mí? Que tengo esta cara solo porque hoy no pude ver a mi novio
-No te preocupes, acá entre nos, ustedes son nuestra pareja favorita, te traeré lo de siempre, si necesitas algo más solo avísame
Definitivamente, esa cafetería siempre será nuestro lugar, han pasado ya varios años que no vivimos en Londres, me pregunto si aún seguirá ahí, si aún habrá alguna constancia de los días que pasamos juntos, hablando de todo y de nada. Me habría gustado que fuéramos juntos una última vez.
