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NejiTen month día 12

Agosto 12/2021

Prompt: Circo / Encuentro lindo

Universo alterno

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Disclaimer: Naruto no me pertenece, de lo contrario el NejiTen sería oficial.

Disfruten la lectura.

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Día 12. Circo

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Estaba trotando aprisa entre la cantidad de gente que había en las zonas aledañas a la enorme carpa que se veía a la distancia. Su smartwatch vibró y giró la muñeca de una vez para ver de qué se trataba, era un mensaje de su prima, preguntándole en dónde estaba y si iba a faltar a la promesa que le había hecho, o si es que ya no le importaba la tradición familiar. Rodó los ojos, no quería pensar que Hanabi a veces era demasiado apegada a él y que trataba de manipularlo sabiendo que él no podía decirle que no, porque esa era la verdad.

En el momento que sacó su teléfono para contestarle, un nuevo mensaje entró y él abrió de una vez la aplicación sin dejar de andar rápido, no había sido su culpa llegar tarde, había sido cosa del tráfico que estaba peor que de costumbre por una obra justo en la vía que iba hacia el circo.

Hanabi:
¿Ya casi llegas?
...
¡Estás en línea!

Neji:
Ya llegué, 2 minutos

Hanabi:
¿Traes palomitas?

Neji:
Ok

Volvió a guardar el aparato, dejando la prisa ya que su prima sabía que había llegado y ahora que además debía comprar lo que le había sido encargado. Se acercó al puesto de palomitas y cuando estaba a punto de ordenar dos bolsas vio de reojo a alguien que se le hizo familiar, por eso giró la cabeza, notando que efectivamente era ella. Ella por su parte al sentirse observada por una mirada que se le hacía de cierta forma familiar buscó la procedencia, sonriendo en su dirección al reconocerlo.

Olvidó las palomitas mientras avanzaba los pasos que los separaban, deteniendo frente a la castaña que no había borrado la sonrisa, de hecho la agrandó antes de saludarlo.

- Tú de nuevo — fueron sus palabras y ahora él sonrió de lado — creí que no te vería este año, Neji

- Es algo así como una tradición familiar, Tenten — se quedaron un momento en silencio, o sin decir nada, porque había un sinfín de ruidos y voces alrededor de ellos, ella masticando su infaltable chicle antes de una presentación — es un lindo traje el de este año

- Este año estaré en un dueto, según la noche incluso tengo un acto como solista

- Tu primer año como solista — ella asintió

- Sí… y la primera presentación será aquí

- ¿Hoy?

- No, es un acto nuevo que no hemos probado en otras ciudades y el director quiere esperar a la función del sábado que es cuando más asistentes se esperan… — pausó un momento como asustada — así de paso se evaluará su reacción y si se repite… o no

- Te irá bien

- Eso espero, he entrenado fuertemente — nuevamente se quedaron en silencio, él pensando si ese año sería capaz por fin de dar el paso que no se había atrevido el año anterior, ni el anterior a ese.

- Tenten…

- Neji… — pronunciaron los dos a la vez y ella dejó salir una risa suave — habla tú

- No, adelante — le cedió en un acto de caballerosidad

- Me preguntaba si… — se quedó callada, la melodía que anunciaba que todos los artistas debían presentarse de inmediato a sus lugares acababa de sonar — ya debo irme

- Vendré el sábado a verte — fue su despedida en voz alta pues ella se empezaba a alejar y le pareció ver que se sonrojaba antes de volver a sonreír, andando a pasos saltarines hacia la carpa.

Iba a ir también hacia el lugar en donde su prima lo esperaba cuando recordó que debía comprar las palomitas o Hanabi lo haría volver a salir. Dio el par de pasos que lo separaban del puesto para ordenar los dos paquetes, y una sentado en su lugar dejó que su mente se fuera a esa primera vez que había visto a Tenten.

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Flashback

Había leído el mensaje de su prima varias veces, tentado a ignorarla y decirle que su día en la oficina estaba demasiado ajetreado y por eso no podría hacer lo de salir más temprano para acompañarla al circo tal y como le estaba pidiendo. Pero lo primero era que no le gustaba mentir en general y menos a su prima, lo segundo es que le sentaba aún peor no acceder a su petición cuando su tío había fallecido hacía poco.

Porque desde que Hanabi tenía cinco años se había creado la tradición, el circo chino estaba en la ciudad todos los años hacia finales de julio y Hiashi llevaba a sus hijas año tras año. Era de las pocas ocasiones en que podía ver al hombre realmente compartir con ellas pues ni siquiera le pedía a la niñera que los acompañara.

Cuando él tuvo que ir a vivir con ellos a sus quince años lo invitaron, pero no aceptó. No le gustaban los circos, demasiado ruido, demasiada gente y demasiado… todo. Además era una tradición de ellos, él prefería quedarse en casa haciendo cualquier otra cosa.

Hinata estaba estudiando ese año en el extranjero y Hanabi a pesar de tener ya diecisiete años quería ir al circo. Y obviamente recurría a él que era su único familiar cercano, quería decirle que no y que debía madurar, los circos eran aburridos. Pero entendía lo perdida que podía sentirse su prima, incluso por eso él había pospuesto mudarse de la enorme propiedad a algo por su cuenta, sabía de primera mano lo que era la soledad de perder a un padre.

Pasó en su auto a recogerla y siguió las indicaciones de su prima para llegar al lugar, la menor se sabía el camino de memoria y aunque por momentos parecía taciturna, de repente se emocionaba al hablar sobre los nuevos actos que posiblemente habría ese año y le relataba los de años anteriores. Prácticamente los conocía todos, algunos apenas cambiaban de orden de año a año. ¿Cuál era la gracia de ello? En fin, él no había ido para juzgarla, tan solo para acompañarla.

Entraron a la enorme carpa antes que muchos otros asistentes, tomando sus lugares y él por un momento agradeció que en el interior era ligeramente más silencioso que afuera, aunque no por mucho. La gente fue entrando de a pocos y él frunció el ceño, tenía ganas de ir al baño.

- ¿Cuánto es que dura la función?

- Dos horas — apretó ligeramente los labios, no podía aguantarse por dos horas — ¿Por qué? ¿Ya te quieres ir?

- No, ya regreso — aunque la respuesta a la pregunta de quererse ir era un sí, igual de momento lo único que le quedaba era ir a buscar un baño antes que empezara el show en lugar de tener que salirse a mitad del mismo

- ¡Trae palomitas! — le gritó desde su puesto mientras él iba hacia la salida.

Vio a todas partes tratando de ubicar en dónde quedaban los sanitarios, porque no era lo suficientemente malo estar en un circo rodeado de demasiada gente, también iba a tener que usar un baño público. Lo hacía por su prima se recordó mientras esquivaba a las personas, afortunadamente no había fila y el estado del compartimiento era aceptable, se lavó muy bien las manos para poder ir ahora a conseguir lo que le había sido encargado.

Estaba haciendo la fila en el puesto de comida cuando algo llamó su atención, aunque en un principio no entendió de qué se trataba. Giró la cabeza para entender la imagen y se dio cuenta que era una joven que estaba de pie junto a la carpa, su atuendo era lo que lo había hecho ver, pero no lo que usaba en la parte superior.

La mujer estaba peinada con dos chonguitos, usaba un maquillaje que solo resaltaba el color de ojos y una camiseta blanca. Hasta ahí era normal, lo raro era su pantalón, era un pantalón con lo que parecían ser miles de flecos o plumas de color amarillo, naranja y rojo que ondeaban ligeramente con el viento y con los movimientos que ella hacía, pues no se quedaba del todo quieta.

- ¿Te encuentras bien? — tuvo la necesidad de preguntar y la castaña de una vez buscó la procedencia de la voz, asintiendo

- Sí, gracias — estaba masticando un chicle y movió la boca más rápido

- ¿Segura?

- Sí… — por un momento pareció dudar — es solo que… es mi primer año en este circo, trabajé muy duro para que me contrataran y quiero que todo salga bien — por su cabeza pasaba que nunca se había preguntado qué clase de gente trabajaba en un circo

- ¿Primera función?

- Sí, quiero decir no… — una bomba de chicle apareció en sus labios — vivo en esta ciudad, mi primera función fue hace un par de días cuando empezamos oficialmente la temporada. Hoy es mi primera función de fin de semana.

- ¿Hay algo diferente?

- Los viernes, sábados y domingos se incluyen algunos actos adicionales, de martes a jueves la función es un poco más corta.

- ¿Y los lunes?

- Los lunes es nuestro día interno. El director y el dueño revisan cómo nos fue en la semana, nos dan retroalimentación sobre lo que estamos haciendo bien y lo que debemos mejorar para la nueva semana.

- ¿No tienen un día de descanso? — definitivamente no tenía ni idea de cómo funcionaba un circo y jamás le había llamado la atención aprender al respecto.

- Claro, por eso también los actos pueden variar de un día a otro ¿nunca habías venido a este circo? — él negó con la cabeza — ¿En serio?

- Nunca me ha gustado — admitió y la escuchó reír

- Ella te debe importar demasiado

- Así es — aunque no de la forma en que la mujer planteaba

- Bueno, cuando veas el show de la danza del león — se señaló — yo seré una de las cabezas.

- ¿Una de las cabezas? — preguntó sin entender

- Ya lo verás — en ese momento una melodía sonó por encima de todos los demás ruidos del lugar — esa es mi llamada, espero que tú y tú novia disfruten el show — fue la despedida mientras la mujer corría, haciendo que las plumas del pantalón se movieran de lado a lado.

Compró las palomitas, incluyendo una bolsa para él antojado por el olor a mantequilla y regresó con Hanabi, que sonrió al recibirlas. Por un momento pensó en buscar en su teléfono a qué se había referido la mujer con los de la danza del león y ser la cabeza, pero las luces titilaron, indicando así que la función iba a empezar.

De su infancia recordaba los circos con payasos que se arrojaban pasteles y hacían chistes sin gracia, y los animales forzados a hacer trucos. Pero no era un circo de esos, aunque había escuchado a su prima contarle todo, tenía su toque fascinante al verlo en vivo. Entendiendo de paso lo que le había dicho la mujer sobre haber trabajado duro y reconociendo el pantalón que la había visto usar debajo de uno de los leones danzarines o como sea que se llamaran.

No diría en voz alta que había disfrutado el espectáculo de gimnasia que había visto, porque realmente eso era. No se trataba de artistas propiamente, o bueno sí, pero en sí eran gimnastas expertos que habían decidido mostrar sus habilidades en un circo que era reconocido a nivel mundial, nada mal.

Cuando Hanabi le preguntó si la volvería a llevar el siguiente año, él musitó un sí sin gran emoción, aunque no la había pasado mal, tampoco es como si quisiera volverse asiduo al lugar porque seguía estando el tema del exceso de ruido y gente. Aunque bueno, una vez al año no era tan malo.

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Para el siguiente año el mensaje no lo sorprendió, de hecho seguía viviendo en la propiedad y aunque Hinata ya había regresado, Hanabi quería que él también asistiera. Así que se aseguró de no consumir muchos líquidos esa tarde pues no quería tener que repetir lo de tener que usar un baño público.

Entraron todos juntos y sus primas se sentaron, hablando entre ellas de cómo había cambiado la decoración y que seguro el color elegido ese año le hubiera gustado a su padre. Él tan solo estaba en silencio, a su mente había asistido el recuerdo de la mujer del año anterior y si todavía seguiría trabajando en el lugar.

- Neji — la voz de Hanabi tenía un tono de súplica — ¿Nos traes palomitas?

- ¿Por qué no las compraron antes de entrar?

- Lo olvidé… ¿serás un lindo primo e irás?

Rodó los ojos antes de asentir, debía dejar de ceder tan fácil a las peticiones de su prima menor. Nuevamente mientras esperaba para ordenar la comida pudo ver a la castaña de la anterior vez, vestida de una forma muy similar, aunque el pantalón ahora era de color blanco con dorado.

- Hola — la saludó y ella enarcó los ojos al verlo, abriéndolos muy grande al reconocerlo

- ¡Tú! ¡hola de nuevo! — habló con efusividad — no creí que volvieras a asistir — él se encogió de hombros — bien por ella.

- Es mi prima – sintió la necesidad de aclarar — mis primas, me pidieron que las trajera

- ¿Primas, eh? — dijo con una sonrisa — pues igual tienen mucha suerte, mis primos ni siquiera asisten a verme cuando el circo pasa por sus ciudades

- Que mal

- Ellos se lo pierden, ¿me reconociste en la función el año pasado?

- Sí, ¿otra vez serás la cabeza?

- Sí — hizo algo parecido a un puchero — hice las pruebas y entrené fuertemente para que me dejaran ser la cola esta vez, pero soy de las más livianas así que es más fácil que vaya arriba

- De pronto para el otro año

- Oh no, para el otro año espero ya tener otro acto — cruzó los dedos como reforzando su punto — algo en lo que preferiblemente se me vea la cara

- ¿Por qué aceptaste ser parte del león entonces?

- Es el acto con el que todos los novatos empezamos, nuestro circo no se trata de reconocimiento, se trata de habilidad — había convicción en su voz — una vez demuestras que tienes la destreza necesaria, puedes empezar a tener cierto reconocimiento, antes no.

- Suena justo

- Lo es — solo entonces notó que estaba masticando chicle pues hizo una enorme bomba, justo cuando la explotó la melodía se escuchó — hora de irme

- ¡Espera! — ella ya había dado varios pasos alejándose y él tuvo que subir la voz — soy Neji

- Tenten — le contestó con una sonrisa antes de seguir su camino.

No supo porqué tuvo ese impulso de querer saber su nombre, tal vez había algo interesante en ella. Tenten, repitió el nombre. Mientras esperaba que le entregaran las bolsas de palomitas trataba de paso de ser racional, la mujer era una artista del circo lo que significaba que tan pronto este se fuera de la ciudad, ella lo haría también. Solamente estaba en la ciudad por alrededor de un mes y no regresaba hasta el año siguiente, así que desechó cualquier idea adicional que hubiera podido tener.

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El nuevo año, de la que al parecer ya era una tradición de la que era parte, tuvo como diferencia que Hinata tenía novio y el hombre se unió al plan. Se llamaba Kiba y por momentos lo exasperaba porque era demasiado escandaloso, pero su prima se veía feliz y eso era lo importante.

La rutina de nuevo fue la misma, excepto que esta vez al salir por las palomitas, el Inuzuka lo acompañó. La fila en el puesto de comida era larga y buscó con la mirada el pantalón lleno de plumas y un color vistoso, en lugar de eso encontró a Tenten en un leotardo de color rojo brillante con líneas negras.

- Así que lo conseguiste

- ¡Tú! — pareció quedarse pensando por un momento

- Neji

- ¡Eso era! ¡Neji! — sonrió apenada por haberlo olvidado — Y sí, este año hago parte del grupo de gimnasia — su rostro estaba mucho más maquillado de lo que había estado en los años anteriores.

- Felicitaciones, algo de reconocimiento llegará con eso — suponía

- No realmente, somos 5 gimnastas, vestidas, maquilladas y peinadas exactamente igual mientras hacemos los mismos movimientos…

- ¿No es mejor que el león?

- Eso sí, además me da menos calor ahora que no tengo que usar ese pantalón ni la cabeza gigante — él asintió, sin saber qué más decir — ¿tus primas de nuevo?

- Así es, les gusta asistir — no estaba seguro de qué más agregar, por su mente pasaba la idea de invitarla a salir pero ese año tenía un motivo adicional para dudar — Tenten…

- ¡Ahí estás! — Kiba llegó a su lado, interrumpiendo lo que estaba a punto de decir — creo que la función ya casi empieza y necesito ayuda con esto — tenía los cuatro paquetes de palomitas en las manos, una maldición surcó su mente, no solo por la aparición del hombre sino porque la melodía que ya reconocía empezó a sonar

- El deber llama, nos veremos después… Neji — él solo asintió con la cabeza sin pronunciar nada

- ¿Interrumpí algo? — él negó con la cabeza — ¿te gusta la chica de circo? — siguió en silencio — ¿tú no tienes novia?

- Sí — ese era el motivo para haber dudado — ¿vamos? — tomó dos de las bolsas de palomitas y se fue hacia sus primas.

Nyoko era una compañera de la oficina, habían empezado a salir tres meses atrás y las cosas iban… bueno, iban y ya. No diría que era exactamente el hombre más feliz o que iba a pasar el resto de su vida con ella, disfrutaba su compañía y podían hablar de varios temas. Y de nuevo, Tenten se iría de la ciudad cuando el circo lo hiciera, por lo tanto seguía sin tener sentido invitarla.

Fin de flashback

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Ese sábado se arregló un poco más de lo usual sin saber exactamente porqué, o sí lo sabía, era la primera vez que iría al circo sin sus primas y lo hacía solamente porque iba a ver a Tenten en su acto de solista.

En el auto pensaba en el año anterior, las cosas con Nyoko terminaron antes que cumplieran los ocho meses, simplemente la relación dejó de funcionar para ambos y prefirieron separar sus caminos. Así que al menos ese motivo para no poder invitar a salir a Tenten ya no estaba.

Se sentía raro llegar al lugar donde estaba la enorme carpa del circo e ir directamente al lugar de las palomitas aunque no tuviera intención de comprar. Sabía que ella solía pararse cerca de ese lugar e iba directamente a buscarla.

- De verdad viniste — Tenten ya estaba ahí, vestida en un elaborado leotardo de color turquesa y maquillada en colores acordes

- Dije que lo haría

- Gracias — los dos se quedaron en silencio.

Era a la vez un silencio cómodo como incómodo, cómodo porque era como si no necesitaran palabras todo el tiempo para entenderse, solo hacerle saber que estaba ahí para apoyarla. E incómodo porque su voz interna le decía que la invitara a salir de una buena vez. Que cuando el circo se fuera ya pensaría en algo, y no estar otra vez lamentándose por no dar ese paso.

- Tenten…

- Neji… — una risa nerviosa salió de los labios de Tenten, masticando el chicle a modo de calmarse un poco — adelante

- Me gustaría saber… — los dos levantaron la mirada, la melodía empezaba a sonar y él podía jurar que acababan de empezar a hablar

- Creo que empieza a ser inoportuna — pronunció ella rodando los ojos — tengo que irme…

- Éxitos en tu presentación

- Gracias, Neji — él asintió y la vio alejarse un par de pasos, deteniéndose de repente — ¡al demonio! — la maldición lo tomó por sorpresa, en especial porque ella se giró en su dirección — ¿Quieres ir a comer algo después de la función? — se quedó atónito por un segundo — o mañana si crees que es muy tarde…

- Te espero — fue lo que atinó a contestar, sonriendo juntos.

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Una parte de mí siente que esto cumple de alguna forma los dos prompts...

¡Nos leemos mañana!

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Att: Sally K