Descargo de responsabilidad: Los personajes de Harry Potter no me pertenecen. El universo en propiedad de JK Rowling.
10. Durazno.
Continuación del capítulo Grito.
El día de ayer había sido bastante caótico y retorcido.
Empezando por la dolorosa y vergonzosa humillación que su ex futura esposa había protagonizado y que además… él sabía…. sabía que Astoria algo le estaba ocultando, sólo qué, como un idiota enamorado se dejó llevar por sus engatusadores encantos, porque cuando ella lo tocaba o le hablaba era como subir al cielo, era como si su redención al fin estuviera surtiendo efecto… Un cielo, que él jamás había tenido la oportunidad de experimentar.
Sin embargo, no estaba preparado para el maldito infierno que estaba por venir, a pesar de haber vivido algunos años bajo el yugo de Voldemort cuando el mestizo se instaló y dispuso de la Mansión a su antojo.
Pero, esto… esto era diferente.
¿Un corazón roto? No era la clase de infierno al que estaba acostumbrado, siempre pensó que eso era para débiles, inútiles sin carácter. Fue un pendejo que sin tapujos le abrió las puertas de su magullado corazón. Le dejó ver las heridas de guerra que lo habían hecho sufrir, morir y revivir al mismo tiempo… y, fue demasiado blando con ella, y ella fue lo suficientemente audaz para conseguir de él todo que quería. Abusando de su vulnerabilidad postguerra. Draco no podía creer lo vulnerable y sensible que la guerra lo había vuelto, incluso a veces se preguntaba si valía la maldita pena seguir intentando rescatar la valía de su apellido en el mundo mágico.
Pudo haber sido cualquiera, cualquier mago, algun otro imbecil hubiera sido más decente que el idiota de la comadreja, cualquier otro, demonios inclusive hubiera preferido que fuese Lombottom. Pero no, estaba bien jodido, al tener la desagradable situación de encontrarla en casa del insufrible pobretón de Weasley, porque aunque ahora tuviera una posición muy diferente a la de antaño eso siempre sería para él: un maldito pobreton.
Su constante pensamiento lo hizo desvariar y comenzó a desviarlo de la situación principal, de pronto ya no estaba pensando en cómo se sentía él al ser un imbécil enamorado y con el orgullo arrastrado por por todo el mundo mágico. Se encontró concentrado en unos ojos color marrón llenos de tristeza, dolor y desilusión… esos ojos que lo miraron con terror al momento que intentó disparar un arma, con la que planeaba asesinar a su amada. Su rostro no era el mismo que él recordaba, en sí, toda ella lucía cansada y no pudo evitar que las lágrimas que ella estaba derramando, se asemejaba, o más bien eran las mismas que él tenía atravesadas como una daga filosa y venenosa en la garganta.
...
¡¡PROBLEMAS EN EL PARAÍSO!! Edición matutina de último momento.
Por Rita Skeeter
¡Una bomba! ...Mis queridos lectores...
¡Hermione Weasley de soltera Granger, lo hace de nuevo!
¡El día de ayer fue vista nada más ni nada menos que con Draco Malfoy!
¡Paseándose como dos indecentes en un parque muggle!
... .Sí, así como se lee…
El señor Malfoy, quien fue según mis fuentes
su némesis del colegio cayó… si mis lectores… cayó en las redes de la ahora señora Weasley...
No cabe duda que la heroína de guerra es toda una cazafortunas recordemos que hace apenas cuatro años contrajo nupcias con su mejor amigo y compañero:
Ronald Weasley, mejor amigo del Elegido Harry Potter.. Con quien también protagonizó un triángulo amoroso dejando con el corazón roto al
bombón búlgaro Viktor Krum durante el torneo de los tres magos.
….
Les diré sinceramente que Aún no se sabe con exactitud desde cuándo conllevan este clandestino romance…
Pero, yo apuesto a que lleva tiempo suficiente sucediendo algo entre ellos…
Hermione arrugó el papel con bastante ira, mientras observaba la foto de la mujer rubia arrugarse con él. Skeeter llevaba un ridículo sombrero en un tono parecido al color del durazno a juego con una pluma del.mismo tono, algo que Hermione no pudo encontrar más desagradable.
– Infeliz bruja, cara de escarabajo...– escupió con desdén lanzando un Incendio al pedazo de artículo engañoso – ¿Cómo se atreve esa, esa perra…¡Ah!…. La encerrare… Oh si lo are, pero esta vez será con llave y tiraré la maldita llave por la tuberia….
Mientras la castaña destilaba su coraje y odio por la editora. Harry la miraba expectante desde el otro lado de la oficina de su amiga. – Hermione tienes que...
– No te atrevas a decirme que me calme, Harry – ella volteó a míralo – por lo menos, no ahora.
Hermione no podía dar crédito a lo que acababa de leer. ¿Cómo era posible que esa mujer publicará la situación de esa manera? Así no fueron las cosas. Los únicos afectados eran ella y Malfoy. Ron y Astoria eran los responsables de que huyera de esa manera. ¡No es una maldita relación clandestina! A ambos les habían partido el corazón en mil pedazos y habían cortado con un hacha la cuerda de la indecencia… ¡Eran unos bárbaros sin vergüenza!.
Draco Malfoy y ella eran víctimas de sus clandestinas y pecaminosas aventuras y por lo tanto no podía considerarse tal bajeza de parte de la porquería de editora que era Rita Skeeter...
Y si, claro que caminaron juntos, claro que andaron por un parque muggle durante toda la noche y claro que en ese tipo de situaciones nadie, absolutamente nadie rechaza un abrazo…
– ¿Qué pasó Hermione? – Harry la sacó de su ensimismamiento – Ron fue a verme ayer por la noche diijo que ustedes habían discutido. Y que tu te fuiste a muy altas horas de la noche y que no volviste a casa. Harry se acercó a su amiga con delicadeza, y Hermione se tumbo en la silla detrás de su escritorio abatida.. – ¿Es por el?.
Hermione lo miró perpleja y antes de poder articular alguna palabra, el ojiverde habló en su lugar – ¿Es Malfoy ¿no? ¿esa es la causa?.
Vio como su amiga cambió su semblante a uno de total enfado y Harry nerviosamente se acamodo lo lentes sobre el punte de su nariz y agrego:
– Hablame entonces Hermione…rodeó el escritorio para ponerse en cuclillas y tomar las manos de su amiga entre las suyas...– no puedo simplemente verte así… ¿que sucedió?.
Entre una serie de sentimientos encontrados Hermione, levantó la vista hacia su amigo intentando no sollozar frente sus destellantes ojos verdes. Pero fue imposible, con Harry ocultar lo que sentía siempre lo había sido. Así que se dejó llevar por toda la sensación de dolor y amargura, presionando sus manos temblorosas soltó.– Ron me engaña con Greengrass Harry, eso, eso… es lo que sucedió.
