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NejiTen month día 23
Agosto 23/2021
Prompt: AU moderno / AU histórico
Universo alterno
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Disclaimer: Naruto no me pertenece, de lo contrario el NejiTen sería oficial.
Disfruten la lectura.
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Día 23. AU moderno
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Estaba dirigiéndose hacia la estación del metro cuando a lo lejos pudo ver un objeto que llamó su atención. Lo pensó por un momento, siempre salía con el tiempo necesario para llegar a sus clases, por lo que ese desvío no afectaría mucho su cronograma, pero a la vez se decía que no tenía que ir hacia allí. La cuestión es que ese algo lo llamaba, parecía tener un imán o algo similar para hacerlo ir a esa dirección y en contra del sentido común, decidió dar esos pasos.
Junto a la banqueta y casi escondido por el arbusto se encontraba un objeto en el suelo, él lo recogió y se quedó viéndolo por unos segundos, frunciendo el ceño al verlo. Era un peluche en forma de conejo de color blanco, bastante infantil y horrible a decir verdad, fue a arrojarlo al cesto de la basura que estaba a un lado y se detuvo antes de soltarlo. Dudando ante el nuevo impulso que lo embargó, negando en su mente ante lo que este le decía que hiciera.
Con un bufido guardó en su maleta el estúpido peluche y regresó sus pasos para dirigirse a la estación del metro, no iba a llegar tarde por un motivo tan absurdo. Esa tarde en la soledad de su habitación volvió a sacar el animal de felpa para analizarlo detenidamente y tratar de entender que podía tener de especial para haberlo recogido y ahora tenerlo en su vivienda.
Lo levantó por una de las orejas, girándolo en el aire, estaba bien cuidado, o por lo menos se veía limpio pues el blanco seguía siendo, bueno, blanco. Tenía una etiqueta cerca al trasero, a la bola redonda que se supone era su cola. La estiró y leyó las palabras allí plasmadas
"Señora Nessie
T"
Era todo, ni siquiera un nombre completo. Volvió a alejar el conejo, o coneja por la oreja. Era un completo absurdo haberlo llevado con él y por algún motivo la idea de arrojarlo a la basura le parecía cruel. Observó toda su habitación, levantándose para dejarla en uno de los estantes desde donde no la vería nunca más.
Sintió las manos de la mujer deslizarse por sobre su camisa, lenta y tortuosamente hacia su pantalón en medio del beso. Por lo que se apartó, estaban en la pista de baile y cierta parte de su anatomía estaba reaccionando de más a pesar de estar en público. La sonrisa de ella fue traviesa, obviamente había sido un movimiento intencional buscando desesperarlo cada vez más.
- ¿Quieres algo de tomar? — preguntó buscando mantener la cabeza fría, al menos de momento
- Té — le contestó ella casi gritando por la música excesivamente fuerte y con una sonrisa
- ¿Quieres tomar té? — estaba confundido, no solo por estar en un bar sino porque la castaña empezó a reír a carcajadas, avanzando hacia la barra y él la siguió
- Quiero un mojito
- Un whiskey — ordenó él — ¿no querías un té?
- ¿De verdad no entendiste la broma? — levantó una ceja mientras su mente trabajaba a mil por hora tratando de entender, finalmente negó — ya lo entenderás — las palabras fueron acompañadas por un ligero roce en su pierna que regresaba el hormigueo a su parte baja
Esa noche no había querido quedarse en su departamento, tenía ganas de un trago y porqué no, de algo de acción. Había estado un rato en la barra, bebiendo un par de whiskeys mientras evaluaba el panorama a su alrededor, recibiendo también un par de miradas. Tenten era el nombre de la mujer que ahora estaba a su lado, había sido ella quien se le acercó y empezó la conversación.
La conversación fue banal, sus nombres, algo de sus profesiones mientras la química empezaba a surgir entre ellos, acercándose de a pocos. Tenten le propuso ir a la pista de baile y en un inicio pensó en negarse, no se consideraba un bailarín ni le gustaba hacerlo, pero la perspectiva de ver ese par de caderas menearse de lado a lado sonaba fascinante.
Y no se había equivocado, ella se movía al ritmo de la música y sus ojos estaban fijos en cada uno de sus movimientos. La música al principio era algo que se podía bailar cada uno por su lado, por lo que ella estaba suelta y cada tanto le sonreía. En el momento que cambió a algo más lento y que se bailaba en parejas, él la tomó de la cintura, dejando su trasero pegado a su entrepierna y teniendo que enfocar su mente en el fastidio que siempre le había producido la música a excesivo volumen para no pensar en lo mucho que quería levantar esa corta falda.
En un cambio de canción, pero no de ritmo ella se giró, subiendo las manos para dejarlas detrás de su cuello y no mucho después él se inclinó para empezar un beso que hizo que su temperatura subiera cada vez más. Y ahora de regreso a la barra la conversación no era profunda, él tan solo esperaba que Tenten decidiera si quería quedarse y bailar un poco más, lo que llevaría su paciencia al límite. O si quería irse, siendo en ese caso él quien llevaría la paciencia de ella al extremo.
La respuesta fue una mezcla de las dos, excepto que la castaña había empezado a bailar suavemente junto a la barra, pegando de nuevo su trasero a él y le empezaba a ser imposible evitar que su miembro se despertara ante el constante roce. Algo que no le pasaba desapercibido a la mujer que parecía incitarlo más y más.
- Vamos a un hotel — propuso cuando no lo pudo soportar más
- ¿A un hotel? — cuestionó ella sin detener el roce — ¿no tienes tu propio lugar?
- Es… complicado
- ¿Compañero de casa molesto? — hizo un sonido parecido a una afirmación — bien, un hotel será
Había variedad de opciones junto al bar, después de todo ellos no eran la única pareja con un plan similar. Sin embargo prefirió que tomaran un taxi para ir a una mejor zona, una que no estuviera llena de borrachos o gente con resaca en los andenes al día siguiente. Porque definitivamente no pensaba quedarse solo un par de horas.
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A lo lejos escuchó su teléfono sonar, por lo que le dio guardar al informe que estaba terminando antes de levantarse para ir a su abrigo que estaba en el perchero, por lo visto su celular se había quedado allí y no había notado su ausencia hasta el momento. Vio la pantalla y sonrió de una vez al ver que era su novia.
- Hola
- ¡Hola! ¿Qué tal tu día?
- Nada que reportar hasta el momento, iré por un café en un rato o me voy a dormir sobre el informe
- No debiste dormirte tan tarde — en su voz se notaba que se estaba riendo y él sonrió de lado
- Lo tendré en cuenta, aunque tú te verás afectada si decido dormir temprano
- Pero te gusta el té en las noches
- Claro que me gusta tomarte en las noches — esa había sido la broma del bar, la similitud al decir "quiero tomar té" y "quiero tomarte" — pero entonces seguiré con sueño en la oficina
- Agh, mala cosa. Tal vez sea mejor que te tomes un expreso doble
- Eso supuse ¿qué tal tu trabajo hoy?
- Un día de estos voy a matar a mi jefe — de nuevo la escuchó reír — Por cierto, Neji ¿sigue en pie lo de ir a ver departamentos el sábado?
- Si eso quieres, también puedes mudarte a mi departamento y sería más fácil
- En casi tres años nunca me has invitado a tu departamento — podía adivinar que hacía un puchero del otro lado de la línea — ahora soy yo la que no quiere ir a ese lugar
- Está bien, buscaremos un nuevo sitio el sábado
- ¡Perfecto! Hablamos más tarde. Te amo
- Y yo a ti
Guardó el teléfono en el bolsillo de su pantalón para ir a comprar de una vez el café que había mencionado en la llamada. Se había quedado el día anterior en la vivienda de su novia y siempre que eso pasaba, dormir se iba al fondo de su lista de prioridades.
Mientras esperaba en la fila le llegó un mensaje de Tenten, había una feria inmobiliaria ese fin de semana y era ideal pues podrían ver varias opciones en un solo lugar. Él leyó la dirección, también era cerca de su propio departamento y podría ser la ocasión ideal para de una vez por todas llevar a su novia, bueno, eso si es que ella quería ir.
Su noviazgo había empezado la mañana siguiente a esa vez que se conocieron en el bar, después de una más que fantástica noche juntos en la que no habían dormido mucho, decidieron que definitivamente querían seguirse viendo. Los primeros meses pasaban la noche en un hotel o en el departamento de Tenten, pues él evitaba a toda costa mencionar su hogar como una opción. La castaña se había enojado al enterarse que vivía solo y no había ningún compañero de piso que fuera la razón para no invitarla.
Estuvieron a punto de terminar pues la sospecha de ella es que era la amante y en realidad vivía con su novia oficial. La sospecha se disipó pues él la invitó a irse de vacaciones juntos, dejando su teléfono sin bloquear ni nada para comprobar que nadie lo buscaba, o no de esa forma. Un par de amigos le escribieron para verse y así al regresar de su viaje la presentó con sus escasos amigos, todos alabando que por fin tuviera novia.
Tenten entonces bromeó que debería vivir en un chiquero, lleno de basura y trastes sin lavar por doquier, pero eso ni ella misma se lo creía pues él siempre estaba impecable. Estaban a dos meses de cumplir tres años juntos y el tema se había ido desvaneciendo sin invitarla jamás, y por el mismo motivo del tiempo que llevaban poco atrás había surgido el tema de irse a vivir juntos. La castaña vivía en un lugar rentado mientras que su departamento era propio, así que él sugirió que ella mudara sus cosas allí, tenía espacio más que suficiente para los dos.
Y ahora era ella quien no quería ir ni oír hablar del sitio, no la culpaba, era su propia culpa. Lo peor es que la razón para no haberla invitado, al menos el primer año, era tan estúpido que por eso mismo no lo admitía en voz alta. De hecho dicha razón le había costado un noviazgo varios años atrás. Respiró profundo, pensando que mudarse de paso significaba tener que decidir qué iba a hacer con los objetos en cuestión. Ya lo pensaría posteriormente.
El viernes se quedó en el departamento de Tenten y salieron juntos hacia la feria, viendo varios de los proyectos que exhibían y tratando de encontrar la mejor opción para ellos tanto en presupuesto como en sus planes a futuro. No habían hablado de hijos, o sí, y estaban de acuerdo que era algo en lo que pensarían después. Ella quería que hubiera un balcón o al menos un ventanal grande para algunas plantas que tenía actualmente, él quería que pudieran tener un estudio u oficina en casa.
Así que el elegido por ubicación, tamaño y precio fue un departamento de tres habitaciones y dos baños, además de balcón. Estaba apenas sobre planos y tomaría alrededor de un año para que lo entregaran, pero los trámites financieros podían empezar hacerlos de una vez. Vio a la castaña de reojo, estaba completamente segura y él estaba seguro de amarla y querer pasar su vida con ella. Por eso hablaron con el asesor, recibiendo un largo listado de documentos que tendrían que entregar lo antes posible para asegurar su futuro hogar.
- Estamos cerca de mi departamento — comentó cuando salieron — podemos pasar y…
- No quiero — el puchero telefónico ahora estaba en vivo y en directo
- ¿Segura? Porque ya elegimos el nuevo lugar, así que ahora debemos decidir que muebles y objetos conservaremos… — la vio morderse el labio y él sonrió, estaba dudando
- ¿Por qué de repente insistes en el tema?
- Porque no hay mayor diferencia entre el que elegimos y el mío, dale un vistazo hoy, si definitivamente no te gusta el lunes empezaremos a alistar la documentación
- ¿Lo prometes? — él levantó su mano derecha
- Lo prometo
- Bien, pero si es un chiquero o me encuentro con una esposa de la que no sabía tendrás problemas — los dos sonrieron.
Tenten se había quedado inmóvil junto a la puerta al entrar, viendo todo a su alrededor asombrada. Había una gran diferencia entre su departamento y el otro, el suyo era más grande e incluso tenía una habitación más. Ocupaba todo el piso así que era iluminado pues tenía dos enormes ventanales por el oriente y el occidente, garantizando luz natural todo el día. La castaña avanzó despacio, viendo cada detalle, él no era gran fanático de los cuadros o la decoración excesiva, tenía lo que le parecía lo necesario y ya. Escuchó que contenía un grito al ver el balcón, sin plantas, no eran lo suyo.
- ¿Por qué nunca me habías invitado a este lugar? Es hermoso — él guardó silencio, mostrándole ahora la habitación principal, su oficina en casa y el cuarto que tenía adecuado para visitas, aunque nunca recibiera a nadie. En el momento que ella giró el pomo para abrir la puerta de la cuarta habitación él la detuvo
- No, esta habitación no — se interpuso de una vez, volviendo a ajustar los pocos centímetros que ella alcanzó a abrir
- ¿Qué pasa? ¿Es tu habitación para matar? ¿Tienes un cadáver ahí escondido? — él negó con la cabeza pero no dijo más — Neji…
- Es… algo difícil de explicar — Tenten enarcó una ceja — no es nada malo, solo… está habitación no
- Si nos mudamos al otro lugar ¿Pretendes seguir teniendo un lugar escondido de mí?
- No, lo resolveré antes de eso
- Está bien — dijo ella, empezando a alejarse — ¿me muestras dónde está el baño?
- Claro, ven — dio un par de pasos hacia el de la sala, Tenten lo dejó avanzar y de repente regresó corriendo hacia la habitación
- ¡Tenten, no! — ella abrió de golpe, quedándose congelada mientras él detrás suyo suspiraba resignado
Esa habitación era algo así como una bodega, pero no le preocupaba que ella viera cajas apiladas con algunos libros que no cabían en su biblioteca, o algunos implementos de otras estaciones como sus esquís. Era esa repisa que estaba en la pared y contenía varios objetos para los que no tenía explicación, más que decir que había tenido la imperiosa necesidad de recogerlos de la calle y llevarlos con él.
Porque la señora Nessie había sido la primera, pero no la única, a su lado se encontraban un par de guantes de invierno de color rosa, otro peluche en forma de oveja sin nombre, una pulsera de amistad con las letras "S, T, I", y lo último que se había añadido a la pequeña colección de objetos de la calle era un collar con un dije en forma de esfera que sonaba similar a un cascabel cuando se movía.
Tenten seguía inmóvil. Sabía lo que seguía, una enorme cantidad de preguntas sobre porqué esos objetos significaban algo para él, si eran de alguna exnovia y en caso tal una insinuación a arrojarlos a la basura, o quemarlos le había dicho una mujer con la que salió. Y lo peor es que él no tenía explicación, todas las veces él se había sentido atraído hacia le lugar en donde estaban y no había podido negarse a levantarlos del suelo y llevárselos. ¡Llevaba quince años con la horrible coneja! Y en todo ese tiempo se había encargado de mantenerla tan blanca como el día que llegó, regresándola después a ese lugar donde nunca la veía.
- ¡Señora Nessie! — Tenten salió del letargo y avanzó por la habitación hacia la repisa, tomando a la coneja y abrazándola con fuerza
- ¿Qué? — ahora era él quien se había congelado
- Mis guantes — fue casi un susurro — mamá me tejió estos guantes – una lágrima se asomó en su rostro — fue lo último que me regaló antes de fallecer en ese accidente, y me odié por ser tan torpe de perderlos — ella limpió las lágrimas — Neji ¿Cómo es que tú tienes todo esto?
- ¿Todo es tuyo? — Tenten asintió
- Sakura nos dio esta pulsera cuando íbamos a mitad de la carrera en la universidad, Sakura, Tenten, Ino — dijo señalando cada letra — y este es mi llama ángeles — movió el collar con la esfera, haciéndolo sonar - este lo perdí justo una semana antes de empezar a salir contigo. Desde entonces no he vuelto a perder nada importante — volvió a hacerlo sonar y sonrió — ¿Cómo? — volvió a preguntar
- No lo sé — admitió — simplemente no lo sé
Podía ver mil preguntas más pasar por los orbes chocolate, mismas preguntas que pasaban también por su cabeza. Sonriendo juntos ante la imposibilidad de la situación.
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Sí, cambié la idea inicial para hoy. Esta me pareció mucho más linda y la amé por completo.
¡Nos leemos mañana!
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Recuerden que sus comentarios son bien recibidos en un review, en mi twitter (idamariakusajis) estaré retuiteando lo que encuentre y comentando cómo voy con el reto, y en mi instagram (idamariakusajishi) en mi perfil hice una historia destacada con todos los fanarts que comparten por allí.
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Att: Sally K
