*** Inocentes ***

Hay un día al año para las bromas.

Por Julien... que fuera el día presente.

La cuestión es: a un rey... ¿cómo lo domas?

¡Qué ganas de fastidiar a la gente!

Los pingüinos siempre acaban cayendo,

por lo que contra las bromas se entregan.

Julien, con Roy, se termina metiendo...

y los que hacen tal cosa se la juegan.

¡Clang! ¡Clang! Su venganza será sonada.

¿Habrá alguien que por el Rey Julien luche?

¡Sí... Skipper! ¡Y se lleva la cornada!

¡...Si sólo era un pingüino de peluche!

¡Tú! Si no son los Inocentes hoy...

¿para qué cuernos te metes con Roy?

*** Muñeca ***

Una Miss Perky nueva que no es muda

gracias a su chip de voz prodigioso.

Rico la quiere, sin ninguna duda...

y encontrar el chip resulta infructuoso.

Private un lunacornio ha conseguido

y le ponen su chip a la muñeca.

Su nuevo discurso, muy colorido,

convierte a Rico en un cabeza hueca.

¡Rico es un hippie! Hasta Private lo enfrenta.

"Sé mi amigo"... ¡No! Su corazón rompe.

Fuera chip sin que Rico se dé cuenta...

¡Mejor la imaginación! No corrompe.

Jugar con la ciencia y los chips de voz

acaba dando un resultado atroz.

*** Imprenta ***

¡Foto incriminatoria! Ahí va una pista:

en plena misión. ¡Es inadmisible!

Van a borrarla a casa del artista...

la agrandan en vez de hacerla invisible.

A la agencia que se van los pingüinos...

los publicistas ya se han dado cuenta:

"Comando de pingüinos asesinos."

Sólo hay una opción: correr a la imprenta.

Caen en cuatro botes de colores:

copia tras copia, sus cuerpos impresos.

¡Pocas cosas pueden pasar peores!

¡Es el fin! ¿Dónde acabarán sus huesos?

La suerte ha enmendado todo el error:

salen... en manchurrón multicolor.

*** Piojos ***

Marlene con hojas empieza a hidratarse

y unos niños juegan a tener piojos.

Tras compartirlas empieza a rascarse.

¡Los piojos! ¡Hay que andarse con mil ojos!

Los pingüinos optan por confinarse.

¿Qué son piojos? Están muy preocupados...

pero no pueden evitar rascarse.

¡A la caja! Están todos contagiados.

Fuera, Marlene suelta un grito primario.

Los pingüinos rompen su cuarentena...

¡también de cabeza al veterinario!

Los calma a todos un baño de avena.

¡Hiedra venenosa! Eso era... ¡qué plan!

Bueno, y al resto... ¡ya se lo dirán!

*** Endemoniado ***

Rico es tan feliz manejando el coche

que no permite un sueño placentero

y vuelve a usarlo en medio de la noche

chocándolo y destruyéndolo entero.

Lo vuelve a montar, le pone una pieza

ajena: es un invento no probado.

Al volverlo a usar, ven con extrañeza

que el coche odia a Rico. ¡Está endemoniado!

Si los fantasmas no existen... ¿qué es esto?

Esquiva al resto y no le pierde comba.

Rico ante él, muy cabreado y dispuesto:

salta sobre él y le lanza una bomba.

"¡Así es! No existen los fantasmas... ¡Siiiiiiiiiiiiiiiiii!"

Rico arregla el coche y, de pronto... ¡piiiiiiiiiiiiiiiiii!