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NejiTen month día 25

Agosto 25/2021

Prompt: Amor / Furia

Mundo ninja

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Disclaimer: Naruto no me pertenece, de lo contrario el NejiTen sería oficial.

Disfruten la lectura.

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Día 25. Amor

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Giró cuando llegó al final del pasillo, era el momento de hacer el camino de regreso por enésima vez. Si seguía caminando de esa forma de lado a lado iba a hacer un hueco en el suelo, o a dejar marcas en la madera del piso. Pero simplemente no podía quedarse quieto mientras esperaba que fuera la hora en que lo dejarían pasar. El sonido de la puerta que era deslizada hizo presencia y se detuvo de inmediato, dirigiendo su atención al otro miembro de la rama secundaria que estaba allí y que solo le hizo una seña para que entrara.

Los tres ancianos del consejo del Clan estaban allí y en la mitad de ellos se encontraba Hiashi, quien con la mano le señaló que se sentara frente a ellos. Respiró profundo para mantener la compostura mientras iba al lugar designado, él había pedido esa cita y la había estado esperando toda la semana, no podía dejar que los nervios tiraran todo por la borda.

- Señores del consejo — saludó al sentarse

- Neji — fue Hiashi quien contestó mientras que los ancianos solamente asintieron — ¿a qué debemos que hayas pedido esta reunión?

- Es — carraspeó su garganta — estoy pensando en pedirle matrimonio a mi novia – varios murmullos se escucharon — ella es la mujer con quien quiero pasar el resto de mi vida

- Esto es — Hiashi pareció pensar un momento las palabras — ¿a tu edad? ¿estás seguro?

- Sí – su cumpleaños veinticinco acababa de pasar

- Ella será evaluada ¿estás al tanto de eso? — él asintió, por eso había pedido la reunión — bien, definiremos una fecha para que la hagas venir y te avisaremos

- Gracias — inclinó la cabeza antes de levantarse y salir.

No podía cantar victoria ni nada que se le pareciera de momento, ese era apenas el primer paso. Si bien las cosas habían cambiado dentro del Clan en los últimos años y la división entre las dos ramas era casi inexistente en la actualidad, no estaba del todo seguro de cómo funcionaba el tema de casarse con alguien externo al Clan al ser él el representante de la rama seundaria. Sabía que el consejo tenía que estar al tanto y que la evaluarían, pero no en qué consistiría tal evaluación.

En la soledad de su habitación estuvo meditando un rato, pensando en todas las posibles pruebas a las que podrían someterla, desde juzgar su procedencia hasta su posible desempeño como futura esposa. Se levantó para abrir el cajón de su mesa de noche, sacando de allí la pequeña caja en la que reposaba el anillo, viéndolo una y otra vez mientras imaginaba cómo se vería en su mano.

Porque de algo estaba seguro, no pensaba aceptar un "no" por respuesta. Amaba a Tenten y si no aprobaban que le pidiera matrimonio su siguiente plan era fugarse de la aldea a algún lugar remoto, fin.

Dos días tardaron en darle la fecha, era miércoles y la citaban para el sábado. El consejo no solía irse con prisas y de hecho era una cita pronta dadas las circunstancias, la de él solo para exponer su caso había tardado una semana completa. Cualquiera pensaría que eran unos ancianos ocupados o con vidas ajetreadas cuando la realidad era que muchas veces los veía simplemente sentados luchando por no quedarse dormidos en cualquier parte.

La duda ahora era cómo decirle a Tenten de la cita, y exactamente qué decirle que esperara. ¿Pedirle que llevara todas sus armas? ¿Sugerirle que se ataviara en un elaborado kimono? ¿Mencionarle sutilmente que sin importar que escuchara sonriera todo el tiempo? ¿Tal vez advertirle que cualquier cosa podría pasar?

- Tenten… — empezó mientras estaban en el campo de entrenamiento, ella estaba recogiendo varias armas del suelo — ¿Tienes planes para el sábado?

- ¿El sábado? — él asintió — déjame pensar — se llevó una mano a la barbilla pretendiendo concentrarse — creo que ese día me veré con mi novio, a menos que él tenga otro plan

- A decir verdad tengo un almuerzo en el Clan

- Oh

- Tú también — Tenten se mostró confundida por un momento — los dos estamos invitados

- ¿En los terrenos? — afirmó con la cabeza — ¿Algún motivo en específico?

- Presentarles a mi novia — los ojos de la castaña se abrieron por completo

- Está bien, creo que puedo encontrar un espacio en mi agenda — los dos sonrieron, antes de besarse, si ella podía asumir el motivo de fondo para hacer tal cosa no lo sabía.

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En el momento que Neji dejó la estancia luego de decir que estaba contemplando casarse, todos los ancianos estallaron en comentarios al respecto. Dos de ellos claramente en contra de tal cosa, su sobrino era el heredero del Bouke y como tal debería tener una prometida acorde a su estatus, el restante estaba de su lado, al disminuir las brechas entre las ramas no había motivo para impedirle elegir libremente con quien quería unir su vida.

Otra gran razón que él tenía de fondo para acceder a la petición de Neji sin pensarlo mucho era esa promesa hecha a su hermano tiempo atrás, permitir que fuera feliz. Pero igual quería conocer a la mujer, no porque pensara todavía de la forma arcaica de los ancianos respecto a que ella tuviera que ser también de una gran familia o aportar algún tipo de dote, no. Lo que rondaba su mente es que no fuera alguien que solo estuviera interesada en su sobrino por su apellido.

Estaba al tanto que Neji tenía pareja desde hacía mucho, sabía que era su compañera de equipo y poco más. Nunca se había detenido a fijarse en la mujer ni en su procedencia, tampoco la había visto en los terrenos para saber qué tipo de relación tenían, con la personalidad estoica de su sobrino le era algo difícil imaginarse la personalidad de ella. Bien podría ser alguien igual de seria que él o su completo opuesto, una mujer escandalosa o impulsiva.

El día posterior a la reunión los ancianos estuvieron tratando de decidir cuál iba a ser la forma de abordar esa reunión, posiblemente atosigarla a preguntas sobre la historia de la aldea y de los Hyūga en sí, si pretendía unirse a la familia lo mínimo es que conociera su origen y porqué eran uno de los clanes nobles. Otra sugerencia era hacerla servir el té, evaluando sus dotes para ser una anfitriona y poder atender a su futuro marido y familia. Las dos opciones le parecían ridículas, conocer al pie de la letra que ellos provenían de los Ōtsutsuki no probaba nada, que supiera el orden exacto para poner los cubiertos o la correcta temperatura del agua tampoco.

Podría pensar que sería un poco más útil saber sus aptitudes como guerrera, pero el ser compañera de equipo de Neji significaba que también había sido alumna de Gai, y si algo caracterizaba al hombre además de su ridículo atuendo, es que les había exigido al máximo a sus pupilos. Con todo eso en mente él propuso lo básico, su interés era conocer realmente a la mujer que llevaba varios años siendo la novia de su sobrino.

Un almuerzo y ya. Era algo un poco más extenso que solo compartir el té y durante este podrían hablar un poco con ella, sabía cuales eran las intenciones de Neji hacia ella, por lo que tenían que ver las intenciones de ella hacia él. Sería un buen momento para comprobar que tanto podría cumplir su promesa, porque si veía que no era una buena mujer podría ahí sí hacer valer su posición como líder del Clan y oponerse a la unión.

El sábado en la mañana se paseó por los terrenos, Neji no se veía por ahí lo que significaba que ya debería haberse ido con su novia y regresaría para la cita. Se acercó a las cocinas pues tenía una petición específica para la comida de ese día, una pequeña prueba de la que no le había dicho nada a los ancianos o estos insistirían en meter muchas más y su objetivo tampoco era volver la comida una situación más incómoda de lo que ya iba a ser.

El mediodía apenas había llegado cuando pudo ver a su sobrino ingresar a los terrenos, acompañado por la mujer en cuestión. Recordaba que cuando la había visto antes usaba dos chonguitos, el peinado no había variado mucho, el traje era un vestido tipo qipao debajo de las rodillas de color rojo con varias flores blancas, y unas sandalias baja.

- Buenas tardes Hiashi-sama — lo saludó Neji en cuanto estuvo frente a él — ella es Tenten, mi novia

- Buenas tardes — habló ella

- Bienvenida Tenten-san — respondió - por favor pónganse cómodos, en un momento estará servida la comida

La pareja intercambió una mirada y volvieron a caminar, probablemente Neji le mostraría los terrenos mientras esperaban. No necesitaba encender su byakugan para ver que los tres ancianos estaban a sus espaldas con la mirada fija también en los dos jóvenes, probablemente frunciendo el ceño por el llamativo color del vestido.

- La comida está lista — se anunció y él asintió, en ese momento Neji también había visto hacia ellos así que le hizo una seña con la mano para que pasaran al comedor.

Los ancianos no se hicieron esperar para empezar a hacer preguntas, desde el lugar de nacimiento de Tenten, a que se dedicaban sus padres, callándose por unos minutos cuando supieron que era huérfana desde niña. Él estaba en silencio, dedicado solamente a ver cada una de las reacciones de la mujer y de su sobrino, los ligeros roces de manos que tenían, la forma en que ella se anticipaba a lo que él iba a servir y le acercaba la fuente. Sonrió en su mente antes de destapar esa salsera que había pedido específicamente.

- Deberían probar esta salsa, va muy bien con las papas — la extendió hacia ellos y por un momento le pareció que Neji dudaba, asintiendo levemente al recibirla y agregar un poco sobre una de las papas. La castaña por su parte lo imitó y fue ella quien la probó primero, por escasos segundos

- Neji, no la comas — se había cubierto la boca pues apenas si había dado un par de mordiscos, pero fue tarde, su sobrino ya tenía también la papa en la boca y se estaba empezando a poner rojo — toma

Ella había agarrado un vaso de agua y lo acercó a su sobrino, quien había bebido casi todo el contenido en un solo sorbo y luego pareció agradecerle con la mirada a la mujer. Pero no lo vio a él ni le reprochó nada, claro que él como su tío sabía perfectamente que Neji no tenía tolerancia a la comida picante, no era un secreto para nadie en los terrenos y en las cocinas siempre cuidaban no servirle tales alimentos.

- ¿Alguien quiere postre? — los platos ya habían sido levantados y los ancianos no habían terminado de preguntar cuanta nimiedad se les ocurriera.

Curiosamente Tenten sí conocía la historia de la familia, también la de la aldea, era maestra de la academia por lo tanto estaba acostumbrada a contestar preguntas de sus estudiantes. De ahí que sin importar que tan inquisitivo fuera el cuestionamiento, ella sonriera y mantuviera calmada todo el tiempo.

Cuando el postre del almuerzo terminó, Neji pidió permiso para retirarse a seguirle mostrando el lugar a Tenten. Él asintió y los jóvenes se retiraron, los ancianos estaban en silencio lo cual no estaba seguro si era una buena o mala señal.

- ¿Y bien? – preguntó finalmente, él había tomado su decisión y quería saber si estaban de acuerdo o si debería usar su posición como patriarca para imponerse sobre el consejo

- No proviene de una familia importante, ni siquiera tiene apellido propio

- No, no lo tiene — aceptó

- No sabe usar los tenedores, confundió dos de ellos — él cerró los ojos para que no se dieran cuenta que los rodaba, no era algo de vida o muerte saber diferenciar los tipos de cubiertos

- ¿Algo más?

- Tiene una gran paciencia — dijo el anciano que previamente también había estado de su lado — y un trabajo respetable, no cualquiera elige ser maestro — él asintió

- ¿Tienen un veredicto?

- Tú ya tienes el tuyo — lo acusó uno de ellos

- Sí, así es ¿Cuál es el de ustedes?

- Seguramente con algo de tiempo podríamos conseguir una candidata mucho más apropiada — él tan solo guardó silencio — pero difícilmente Neji aceptará a alguien que no sea ella

- ¿La aprueban entonces?

- Si tú también lo haces, sí

- Muy bien — dijo poniéndose de pie para dejar el lugar e ir a meditar un rato — me parece entonces que tenemos una boda que planear

En el camino a su recámara pudo verlos de lejos, cerca a la fuente. Desde el fallecimiento de Hizashi habían sido contadas las ocasiones en que había visto sonreír a Neji, o al menos no con una sonrisa de superioridad sino una de genuina felicidad. Tal y como la que tenía en ese momento mientras Tenten reía de quién sabe qué.

Un peso se quitaba de su pecho, sabiendo que su sobrino estaba con una mujer a quien amaba y que lo correspondía de la misma forma.

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Esta fue una idea de una lectora, no sé si era exactamente lo que se esperaba pero me encantó hacerla. (De hecho la de ayer también fue una adaptación de una de las sugerencias que recibí).

¡Nos leemos mañana!

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Att: Sally K