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NejiTen month día 26

Agosto 26/2021

Prompt: Armado / Deseo

Universo alterno

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Aclaración: continuación día 15

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Disclaimer: Naruto no me pertenece, de lo contrario el NejiTen sería oficial.

Disfruten la lectura.

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Saga "Mafia"

Parte 3 de 3


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Día 26. Armado

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Abrió los ojos lentamente, todavía adormilado pero un poco incómodo por la cantidad de luz que se estaba colando por la ventana. Quería solamente volver a dormir un rato más, pero al estirar el brazo se dio cuenta que el otro lado de la cama se encontraba vacío y un poco frío, lo que significaba que Tenten se había levantado mucho rato atrás.

Se incorporó en la cama, estaba ligeramente desubicado y el exceso de luz del otro lado de la ventana implicaba que se había despertado mucho más tarde de lo habitual. Tomó su teléfono que estaba en la mesa de noche y se sorprendió al ver que pasaban las diez de la mañana. Bostezó mientras pensaba no solo en que eran demasiadas horas sino que hacía mucho no dormía tantas de seguido.

Eso no era normal, tampoco el sentir su boca reseca por lo que trató de rememorar su noche. A su mente llegaba la imagen de Tenten sobre su regazo meciendo su cadera para llevarlos a los dos a un maravilloso éxtasis. Ella temblaba ligeramente y él había apoyado la cabeza en el hueco de su cuello, respirando pesadamente, luego todo era negro. Frunció el ceño, levantándose al baño de una vez.

Se lavó la cara, los oscuros círculos que habían empezado a aparecer debajo de sus ojos habían disminuido. Al salir del baño se puso una pantaloneta a la rodilla y fue a la cocina por una botella de agua, se bebió más de la mitad mientras avanzaba por su vivienda buscando a su prometida. No le fue muy difícil encontrarla, los sonidos indicaban que estaba en el gimnasio golpeando el saco de boxeo.

- Alguien pasó una buena noche — lo saludó Tenten con una sonrisa, deteniendo sus golpes. Estaba en un top y short deportivos a juego, completamente cubierta de sudor

- ¿Qué me diste? — la acusó de inmediato

- ¿De qué hablas?

- Tenten… — ella hizo un puchero caminando hacia él — me drogaste

- Eso son palabras fuertes — se defendió — llevabas toda la semana a duras penas durmiendo, solo te di algo que te ayudara a descansar

- No era necesario

- Tu cara dice lo contrario — ella se había acercado a él y sin importarle ni un poco que estuviera sudada la tomó de la cintura — cuidarte no implica solamente poder defenderte en una pelea, también velar por tu bienestar mental y necesitabas dormir

- ¿Me lo dice mi prometida o mi guardaespaldas?

- Las dos — él gruñó bajo

- Anda, ya que estás aquí vamos a entrenar

- ¿Ahora cuál es?

- Tu guardaespaldas, pero en un rato te podrás duchar con tu prometida — él sonrió besándola.

Tenten mantenía en forma y siempre que estaban en la vivienda hacía por lo menos una hora de ejercicio al día. Antes que Sasuke mandara todo a la mierda él organizaba también viajes a zonas cercanas en los cuales podían practicar tiro juntos, así como aprender nuevas habilidades, pues esa vez que la castaña mencionó que su padre era un loco de las armas no se refería únicamente a las de fuego.

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Flashback

Se bajó del auto al llegar al lugar de la reunión y se giró de una vez para extenderle una mano a su novia, ella la tomó y con delicadeza salió. A medida que avanzaban a donde lo estaban esperando podía sentir las miradas de muchos de los presentes así como de otros guardias fijos en ella específicamente. No era para menos, Tenten se veía despampanante en el vestido de color rojo que se ajustaba a su cuerpo como un guante y el escote era el justo para terminar de resaltar sus hermosos senos.

Había un detector de metales en la entrada que no le sorprendía, pasando los dos sin ningún problema y aunque varios vieron con desconfianza que él tuviera a una mujer a su lado, no le prestaron mucha atención. Después de todo ella iba desarmada y por su tamaño difícilmente alguien podía considerarla una amenaza, la veían más como si tuviera una nueva mascota o algo similar, porque no era del todo inusual que algunos a las reuniones llevaran a sus parejas.

Tenten había tenido razón en algo, era un poco raro que fuera su novia y a la vez su guardaespaldas. Más si tenía en cuenta que no usaba uniforme o nada que gritara que era parte de su equipo de seguridad, y tampoco portaba un arma. Lo último había ocasionado un puchero, igual ella era mortal sin una, pero decía que a veces se sentía más como una decoración que realmente como si estuviera trabajando para él y era casi como si le pagara por ser su pareja, lo que de paso implicaba que su profesión era otra.

Pero al haber estado con ella en público la había puesto en la mira y no era tan simple como entonces despedirla y que regresara a su antiguo trabajo en la tienda de café. De hecho también había tenido que mudarse a su vivienda pues ya se habían visto algunos personajes dudosos alrededor del apartamento que ella tenía rentado. Le era extraño por otra cosa, nunca había vivido con una pareja, definitivamente esa parte sí le gustaba.

Una mañana que no tenía ninguna reunión programada fue al gimnasio, tenía un tatami en todo el centro para practicar sus técnicas de defensa. El tener un equipo de seguridad no significaba que no supiera valerse por sí mismo, siempre tenía que estar seguro que no era un objetivo fácil de derrotar si algún suicida intentaba atacarlo. Rock Lee era algo así como su instructor, era su guardia más antiguo y jefe de seguridad.

Lee había estado de vacaciones esa vez del ataque durante el viaje, lo había escuchado decir que daría quinientas vueltas alrededor de la casa para reponer su error por no estar disponible esa vez. Él solo había sonreído de lado, era un hombre exagerado, pero le caía bien. Llevaban alrededor de media hora entrenando cuando la cabellera castaña entró a la estancia y se quedó viéndolos con interés.

- ¿Puedo? — preguntó pasado un rato, su combate con Lee iba parejo

- Adelante — dijo él señalando al centro, aprovechando para tomar una pausa y tomar agua

Rock Lee era igual de alto a él, lo que implicaba que le sacaba una cabeza a Tenten. Ella no parecía ni un poco intimidada al pararse frente al hombre, haciendo una ligera inclinación a modo de saludo antes de tomar posición. Los dos contendientes se quedaron un segundo inmóviles, como decidiendo quien haría el primer movimiento. El pelinegro dio un paso y lanzó el primer movimiento ante el cual la castaña sonrió, esquivándolo con facilidad.

Sí, el hombre la había subestimado a pesar que él le había contado que la había visto fracturar un cuello de un atacante con facilidad. Terminaron el primer encuentro con ella como vencedora, el segundo lo ganó Lee y el tercero fue un empate. Su jefe de seguridad se excusó en que debía regresar a su trabajo y Tenten sonrió en su dirección, era su turno al centro.

En el estricto sentido de la palabra, ella lo había derrotado. En una explicación un poco más amplia, los dos habían terminado sin ropa. Desde ahí algunas veces entrenaban juntos, otras veces ella lo hacía con Lee o cuando ninguno de los dos estaba disponible se dedicaba a dar golpes al saco de boxeo.

Para su primer aniversario fueron a una pequeña cabaña en medio del bosque. Sus guardias estaban kilómetros a la redonda asegurando así que nadie se acercaría. Dada su queja de no poder usar armas, él había preparado algunos blancos y diferentes tipos de armas. Era sorprendente ver la facilidad con la que Tenten podía armar un rifle y ajustar el disparo a las condiciones climáticas o la distancia. Debía agradecer que lo hubiera buscado a él y no al Uchiha, porque era de temer.

Ese día aprendió lo del uso de otras armas además de las de fuego. Para ese aniversario él le había regalado un hermoso juego de joyería, ella por su parte le había comprado un juego de navajas. Estaban en algo así como un picnic cuando él destapó su regalo y ella de una vez tomó una en las manos, hablando algo sobre el balance, lo fácil de manipular y luego sin parpadear la arrojó a la distancia, acertando al centro de una de las dianas. Esa tarde ella le estuvo explicando como agarrar cada navaja y los trucos para apuntar según la ubicación del objetivo.

Fin de flashback

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Salieron de la ducha y él se quedó viéndola mientras se vestía. La forma en que la ropa interior se amoldaba a su tonificado cuerpo, dado que no tenían planes para salir ese día ella se puso un par de jeans y antes de ponerse la blusa tomó el collar que usaba a diario. Él se lo había regalado pero había sido Tenten quien había decidido darle ese uso específico, la joya estaba compuesta por dos cadenas unidas, una más larga que la otra. La más corta quedaba apenas en su clavícula y de esta colgaban las letras "N" y "T", la más larga caía justo entre sus senos quedando siempre oculta bajo la blusa y de esta colgaba algo muchísimo más importante, su anillo de compromiso.

Tenten lo usaba a diario sin importar si estarían en casa o si iban a ir a algún lugar importante y la doble cadena siempre combinaba bien con sus vestidos elegantes. Su compromiso no era de conocimiento público, por eso ella no portaba el anillo en el dedo anular, lo tenía siempre donde pudiera sentirlo pero sin que fuera visto por todos.

En su oficina se dedicó a revisar varios reportes de lo que estaba pasando en la ciudad con la guerra que había empezado Sasuke, los ataques hacia sus clientes se habían incrementado y debía responder. También habían encontrado un par de artefactos explosivos cerca de donde él pasaría al día siguiente, el Uchiha no se estaba yendo con sutilezas y por su mente solo seguía el pensamiento que una maldita guerra era lo que menos se le antojaba.

Respiró profundo viendo de reojo a Tenten y Rock Lee en el sofá, hablando entre ellos en voz baja viendo un mapa. Había tenido que decirle la verdad a su prometida, su plan de retirarse e irse a vivir en medio de la nada en un país distante se tenía que posponer, conocía a Sasuke lo suficiente para saber que los buscaría hasta el infierno de ser posible, por eso tenían que resolver eso primero. Tal y como había previsto ella descartó cualquier mención a enviarla lejos a ella sola, se quedaría a su lado sin importar cual fuera el desenlace.

Con desgana hizo a un lado lo que leía, decidiendo dar una nueva revisada para tratar de encontrar algún punto débil o algo que pudiera usar contra el Uchiha, recordando todo lo que sabía del hombre hasta el momento y el acuerdo roto sobre la distribución de la ciudad.

No podía pensar en los orígenes de Sasuke sin pensar en los suyos propios, tenían la misma edad y los dos empezaron a sobresalir pues sus imperios se fueron formando casi al tiempo aunque de formas muy diferentes. Él provenía de un clan en decadencia, su tío quien había sido el líder y principal representante de los Hyūga se había retirado de forma repentina, o algo así, sus primas Hinata y Hanabi habían muerto en un accidente de tren que no fue organizado por ninguna familia rival, solo por la casualidad de un fallo mecánico que nadie pudo prever. Él tenía quince años en ese entonces y era demasiado joven para asumir el liderazgo, porque Hiashi había perdido toda la voluntad de vivir, ni hablar de dirigir el crimen organizado de más de la mitad de la ciudad.

Él había crecido entre dos opciones, o heredaría el imperio o sería la mano derecha de sus primas. Por lo cual desde siempre se había ido empapando de todo lo relacionado con el tema. Sin embargo cuando pasó todavía tenía mucho que aprender y nadie lo respetaba por su edad. Fue esa también una de las razones para aprender a pelear, hacerse respetar a golpes si hacía falta algunas veces. A sus dieciocho empezó a tener sus primeros trabajos pues su apellido de algo servía. A sus veinte compró el primer bar que se volvió su centro de operaciones desde donde empezó a expandirse poco a poco y recuperar todo el territorio que les había sido quitado durante esos años.

Tenía el norte y el oriente bajo su dominio, no le había tomado mucho derrotar a los pequeños que estaban allí o unirlos a su servicio. En el momento que intentó hacer la primera avanzada para incluir el occidente se encontró con un obstáculo difícil de cruzar, no se trataba de otro donnadie que había pescado en río revuelto durante los años de decadencia de los Hyūga, se estaba metiendo directamente a territorio Uchiha y Sasuke respondió con fuerza.

Los Uchiha eran una familia antigua y poderosa, habían sido rivales desde siempre y su tío más de una vez los había confrontado. Pero tenían un problema, a diferencia de los Hyūga, habían crecido y tenían demasiados integrantes. Las luchas internas dentro de los Uchiha eran un rumor a voces que rondaba por toda la ciudad, siendo difícil que alguien confiara del todo en ellos pues no podían ponerse de acuerdo fácilmente. Un día Tajima como patriarca y anciano respetable aceptaba un trato y al día siguiente Madara o Izuna lo cambiaban, incluso Fugaku tenía sus negocios por su cuenta en los que estaba poniendo el liderazgo en sus dos hijos, Itachi y Sasuke.

Demasiados hombres tratando de liderar la misma familia y una ciudad muy pequeña, pues él no pensaba ceder ni un centímetro de su nuevo territorio. Los detalles de lo ocurrido esa sangrienta noche no eran de dominio público, él había hecho un par de interrogatorios tratando de obtener más información pero todo lo que obtuvo fue las palabras "demasiada sangre, sangre por doquier". Una matanza ocurrió al interior de ese Clan y él como el principal rival de ellos no había sido el responsable, había sido un movimiento interno, algún tipo de purga de sangre vieja o similar del que solamente Sasuke se erigía victorioso.

Por lo que supo después, la muerte de Itachi fue un accidente, la idea era que los dos hermanos iban a tomar el liderato de los Uchiha. Esa familia nunca le había inspirado confianza, difícilmente alguien en esa ciudad lo hacía, pero Itachi era ligeramente más llevadero que Sasuke. Sasuke era explosivo y estaba a un paso del manicomio, alguien que asesinara a la mayoría de miembros de su propia familia tenía que estarlo.

Y eso mismo le daba la señal de lo impredecible que podía ser, cuando los dos chocaron en el centro midieron mutuamente sus fuerzas. Las bajas serían demasiadas por lo que una tregua fue la opción, ninguno se metería al territorio del otro y según la zona de la ciudad en la que alguien quisiera hacer negocios hablaría con el uno o el otro. Su zona era más acaudalada y muchos preferían ir con él porque era seguro, tenía a las suficientes autoridades en su bolsillo para garantizar el poder moverse con libertad. Por eso su porcentaje no era bajo, mantener una operación de esa magnitud costaba una cantidad de dinero importante.

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Un mes había pasado, seguía sin dormir realmente bien y se había rendido a aceptar la ayuda de Tenten con el medicamento, solo tras comprobar que podía ser despertado de forma externa con facilidad y que no era como si estuviera en coma o nada parecido. Las partes oriente y occidente de la ciudad eran directamente una batalla campal, no solamente de sus hombres contra los de Uchiha, sino que algunos de los pequeños fulanos que habían pululado por el centro se estaban metiendo, algunos tomando bando al que creían que iba a ganar o que les daría un mayor reconocimiento por la ayuda, otros simplemente buscando crecer y formar una tercera fuerza importante.

Los clientes habían quedado en el limbo, Sasuke había demostrado en su pasado no solo que no le importaba cambiar los acuerdos sin avisar sino que mataría a cualquiera que quisiera sin siquiera parpadear. Él tampoco podía garantizar nada fuera de la zona norte, tampoco era su prioridad, aunque había escuchado un par de rumores que algunos estaban financiando al Uchiha o alguno de los pequeños. Los idiotas preferían tarifas bajas que asegurar que las mercancías llegaran a salvo de un lado a otro o la inmunidad que él ofrecía, pero su guerra era personal, sabía que no se firmaría una tregua sin importar que lo único que siguiera siendo su prioridad era retirarse.

Tenten se enfurruñaba por momentos, a veces salía sin llevarla y odiaba que la dejara en casa. Ella misma se reunía a veces con los guardias bien fuera en persona o por teléfono y ayudaba a coordinar algunos de los ataques, o a verificar que los recorridos que él haría estarían a salvo. No es que estuvieran disparando a diestra y siniestra en medio de los civiles, solo atacando puntos estratégicos que ayudaran a desestabilizar la operación del otro. Su golpe más importante hasta el momento había sido destruir una bodega en la que sabía que Sasuke guardaba objetos de valor y mucho efectivo, la había quemado hasta los cimientos y por respuesta obtuvo que uno de sus camiones que se dirigía al puerto que controlaba fue atacado.

Esa tarde llegó a su vivienda y le pareció un poco extraño no ver a su prometida de una vez, por lo que la buscó en el gimnasio, el estudio y la habitación sin encontrarla. Buscó su teléfono y la llamó, sin respuesta por lo que frunció el ceño. Llamando a Rock Lee que contestó de una vez diciendo que uno de sus puestos de vigilancia había sido atacado y se desconocía el número de víctimas.

- Lee, ¿En dónde está Tenten?

- ¿Tenten?

- Sí, acabo de regresar y no está aquí. ¿A cuál de los puntos fue?

- A ninguno, no hay reuniones para mañana por lo que no tenemos ningún punto para que ella supervise — frunció más el ceño

- No se la tragó la tierra, la prioridad es encontrarla ¿Entendido?

- Enseguida

Colgó y fue a su oficina, todo estaba mayormente como lo recordaba, lo que extrañamente significaba un caos de documentos y mapas por doquier. Su laptop estaba abierta y oprimió el botón para encenderla, notando que estaba solamente suspendida en cuanto la pantalla mostró una página abierta. Era imposible fruncir más el ceño, pero lo intentó mientras se inclinaba un poco para leer el correo que estaba abierto. En ese momento su teléfono vibró y revisó de una vez quién era, exhalando aliviado al ver que se trataba de Tenten.

- ¿En dónde estás? — preguntó tratando de no sonar molesto, hubo un silencio muy largo que empezó a ponerle los pelos de punta, escuchándose luego una risa

- Creo que tu gatita se alejó mucho de casa

- Sasuke — contestó tratando de mantener la calma ante lo obvio

- Neji — tenía que conservar la cabeza fría — había contado con que tú caerías en la trampa, pero tu pequeña "novia" es un botín perfecto

- Déjame hablar con ella, puedes solamente tener su teléfono — blufeó

- Neji — no había duda, era su voz — lo siento, yo…

- No pasa nada, Tenten — al menos lo tranquilizaba un poco oírla — iré por ti

- Suficiente, no tardes y no traigas a nadie o tu gatita puede sufrir las consecuencias

La llamada terminó y él estuvo tentado a lanzar su teléfono contra la pared, pero en lugar de eso abrió una nueva página en la laptop para ver la ubicación del teléfono de Tenten. Ella era lo único que había querido mantener a salvo todo ese tiempo y ahora estaba en poder de su enemigo, en todo el centro de la zona occidente. Puede que lograra atravesar todo el campo minado que se había vuelto el lugar y que al llegar a ella tan solo encontrara su cadáver, y aún así lo iba a intentar.

- Ya sé dónde está, te quiero aquí de inmediato — llamó a Rock Lee y no se molestó en saludar

- Estaré en cinco minutos — arrojó su teléfono al escritorio y se sentó, escondiendo su cabeza entre sus brazos mientras respiraba profundo para buscar algo de calma.

- Sasuke la tiene — dijo tan pronto escuchó que la puerta de su oficina se abría

- ¿Qué?

- ¡SASUKE TIENE A MI PROMETIDA! — explotó, quitando todos los papeles sobre su escritorio y aumentando el desorden

- Neji…

- ¡¿QUIÉN IBA CON ELLA?!

- Lo averiguaré

- Olvídalo, no es importante. Necesito un plan para rescatarla

Lee asintió y él giró la laptop para que viera la dirección que marcaba el GPS del teléfono de Tenten.

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Siempre había preferido andar desarmado, no se trataba del hecho que a veces asistía a lugares en donde no era permitido ingresarlas sino porque no le era del todo cómodo tener una pesada pistola con él. Claramente era de las tantas cosas que había cambiado con la declaración de guerra, el chaleco antibalas que usaba era un diseño especial que parecía una camisa normal, porque lo usaba desde muchísimos años atrás. Su mente estaba enfocada en los mapas que había revisado con Rock Lee, los posibles puntos para moverse en la zona occidente de la ciudad sin ser percibido desde el preciso instante que pusiera un pie en esta.

Su jefe de seguridad estaba completamente en contra de que fuera solo, pero en su cabeza resonaban las palabras de Sasuke "no traigas a nadie o tu gatita sufrirá las consecuencias". No podía arriesgar a Tenten, aunque él jamás hubiera usado un apodo tan ridículo como gatita. Ajustó las mancuernas de su camisa y su corbata, poniéndose el porta-armas que le permitiría tener dos pistolas a cada lado de sus axilas y uno adicional para una de mayor calibre a su espalda. Tenía otra en su cintura, se puso el abrigo del traje que cubría la que escondía en su espalda y en el bolsillo metió otra arma.

Era físicamente imposible tener más cargadores encima, antes de dejar su habitación lo último que tomó fue una de las navajas del juego que Tenten le había regalado en su primer aniversario, doblándola para meterla en el bolsillo de su pantalón. Movió sus brazos de lado a lado y giró sus hombros para distenderse un poco, asegurándose de paso que no había perdido velocidad ni rango de ataque.

- ¿Estás seguro de esto? — le preguntó Rock Lee en cuanto bajó las escaleras

- Es mi futura esposa, ¿tú que crees?

- Nunca me contaste que le habías pedido matrimonio — comentó al aire mientras salían de la vivienda hacia el auto, precisamente porque podía aumentar el riesgo hacia ella

- Nadie lo sabe, decidimos mantenerlo así — se subió en la silla de copiloto mientras Lee daba la vuelta para conducir

- Creo que no me sorprende, desde la tercera vez que la vi aquí me dio la impresión que era la mujer ideal para ti. Nunca pasabas más de una noche con ninguna

- Y ahora la tiene Sasuke — dijo amargamente — nada de esto debería estar pasando

- Estará bien, ella sabe defenderse — él solo cerró los ojos un momento, claro que ella sabía defenderse y sin embargo había sido atrapada en lo que podía ser algo torpe — te dejaré en el punto acordado, alguien te estará esperando allí

- Tú tampoco me habías contado nunca de él — de reojo le pareció que su jefe de seguridad se sonrojaba — ya era hora que conocieras a alguien

- No es tan fácil con esta profesión, tengo un jefe con horarios exigentes — él sonrió de lado — Gaara te ayudará a pasar entre las áreas custodiadas hasta el último anillo de seguridad, ya que insistes en ir solo tal y como Sasuke pidió

- ¿Tienes listo lo demás?

- Sí, desviaremos la suficiente atención hasta esa zona

- Lee… gracias — le extendió la mano que tomó de una vez, dándole un par de palmadas en la espalda

- No lo hagas sonar como una despedida

Él hizo un asentimiento con la cabeza, abriendo la puerta para bajarse. En ese momento una cabeza pelirroja avanzó hacia él, inclinándose un poco hacia la ventana para hacer una seña de saludo a Lee que solo sonrió cual adolescente.

- Te lo encargo — fueron las únicas palabras del pelinegro.

En completo silencio empezaron a avanzar con el pelirrojo, el sol en el cielo se estaba empezando a ocultar, por lo cual una atmosfera naranja cubría todo. Caminaban por dentro de algunos edificios, siempre viendo a lado y lado de las calles antes de cruzar. Era una hora de alto tráfico de personas que salían de sus trabajos rumbo a sus hogares y quienes se encontraban parcialmente ajenos a lo que ocurría. Aunque la cantidad de edificios vacíos por los que pasaban dejaba entrever que muchos habían dejado esa zona de la ciudad cuando las peleas entre los bandos se fueron acrecentando.

- Exactamente a qué te dedicas — preguntó pasado un rato, era imposible que un civil cualquiera conociera así de bien esos pasadizos y Lee confiaba en él por lo que no era uno de los esbirros de Sasuke

- Solo un contrabandista más — su voz era baja

- Esto es zona Uchiha

- No respondo a ninguno de los dos, mi trabajo es mover ciertas mercancías de un lado a otro sin importar quien gobierne

- ¿Cómo conociste a Lee?

- ¿Importa? — le fue imposible no sonreír de lado, hablaba con cierto desgano que le parecía casi gracioso ante lo enérgico que podía ser se jefe de seguridad — nunca en mi vida me habían descubierto — empezó a contar como si hablara a nadie en específico — como dije, no respondo a bandos por lo que trabajo solo y eso significa que mis trabajos los hago personalmente

- ¿Lee te atrapó?

- Sí, traté de sobornarlo — los dos se rieron — logré huir por poco — se encogió de hombros — tu jefe de seguridad puede ser todo un dolor de muela cuando se lo propone

- Por algo es mi jefe de seguridad

- Se dedicó a hacerme la vida imposible un par de meses, siempre interponiéndose en mis entregas

- Lo invité a cenar para tratar de convencerlo que me dejara en paz, podría decir que las cosas salieron un poco diferentes

- No necesito saber más

- Lo que transporto no los afecta ni a Uchiha ni a ti — se encogió de hombros de nuevo, probablemente por eso Lee nunca lo había mencionado y le permitía seguir en su trabajo

- Excepto hoy

- Hoy es un favor personal, no haría esto por nadie más

- Gracias — obtuvo un asentimiento en respuesta y volvieron al silencio anterior. Deteniéndose varios minutos después a unos metros de lo que parecía una calle normal pero la ausencia de personas denotaba que claramente esa era la frontera que nadie podía cruzar porque era a unas cuadras de la vivienda y sede principal de los negocios de Sasuke

- Hasta aquí llego yo — esa fue la despedida.

Él revisó su teléfono, la ubicación del de Tenten no había variado y conociendo ahora un poco mejor la zona era obvio que el Uchiha la hubiera llevado hasta su zona más protegida. No se consideraba a sí mismo alguien creyente, en todas las religiones del mundo alguien de su profesión tenía su lugar en el infierno asegurado. Sin embargo hizo una única plegaria, no iba a pedir por su propia vida, con que Tenten estuviera a salvo le bastaba.

Un silencio pesado inundaba todo a medida que avanzaba, llevaba una de sus armas en la mano listo a disparar y siempre viendo en todos los ángulos donde sabía que podría encontrar francotiradores.

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Podía escuchar muchas voces a lo lejos, su presencia había sido detectada y la alarma dada por el intercomunicador. Estaba peleando con uno de los guardias cuando escuchó esa horrible voz.

- El que me traiga su cabeza la obtendrá a ella como recompensa — su ceño de frunció — y una bonificación monetaria, porque sé que es muy poca cosa para ofrecer como premio

Dio un paso al frente, aprovechando la distracción del hombre para tomarlo del brazo y hacerle una llave, el grito de dolor se oyó a varios metros y él rodó los ojos, quebrándole el cuello de una vez para avanzar. En su rango de visión tenía las dos cosas, una casa pomposa que claramente era la vivienda de Sasuke y en donde se localizaba exactamente el GPS, y del otro lado una bodega enorme con cierto tinte abandonado. Le quitó el radio al atacante que acaba de derribar y corrió a esconderse tras otra pared.

Se asomó por el resquicio para evaluar lo que le esperaba, era la recta final para poder meterse a la vivienda y rescatarla. Había guardias por doquier todavía, a pesar del plan que habían tramado con Lee de hacer explotar varios cargamentos que tenían identificados para que dirigieran parte de la atención hacia allí, quedaban muchos. Su pecho dolía por momentos, había recibido un par de disparos en el torso de los que había sido protegido por su camisa antibalas, pero igual eran impactos dolorosos.

Había un par de arboles detrás de los cuales se podría esconder, solo sería saltar un último muro y estaría prácticamente dentro de la casa. Fue en ese momento que algo llamó su atención, los guardias hablaban entre ellos y empezaron a apostarse frente a la bodega. Era un truco, una nueva trampa. Sasuke esperaba que él se dirigiera a la casa y una vez entrara algún tipo de emboscaba lo estaría esperando, pero no Tenten.

Ellos estaban dentro de la bodega y no en la casa. Respiró profundo tratando de encontrar un nuevo plan para el nuevo destino. Tenía que abrir fuego, no tenía otra opción pues eran demasiados hombres para abrirse camino a golpes, pero el primer disparo delataría su posición. No era necesario revisar sus municiones, se había valido de armas ajenas hasta el momento por lo que su equipo se encontraba intacto.

Hizo el movimiento de retroceso para dejar su arma lista y apuntó, tenía que lograr hacer la mayor cantidad de bajas antes que abrieran fuego en su contra. Dio un nuevo vistazo al panorama y tras elegir su siguiente punto de parada apuntó. Estaba en forma y tenía buena puntería, por lo que alcanzó a darle a cuatro antes que la respuesta llegara. Se tiró al suelo y empezó a andar arrastrándose con sus codos.

Volvió a hacer varios disparos en la pausa que hizo el enemigo para recargar y llegó al nuevo punto. Eran apenas unos metros los que lo separaban de una de las entradas laterales. A pesar que la noche había empezado todo a su alrededor estaba lo suficientemente iluminado para no tener que esforzarse en ver. Disparó de nuevo, y no dejó de hacerlo mientras corría a la puerta, entrando por una de las ventanas lo que sorprendió a quienes estaban esperando custodiando que no alcanzaron a avisar por el radio.

Sacó el arma del bolsillo para poder quitárselo y arrojarlo al suelo, no solo estaba completamente sucio sino que el calor al interior de esa bodega era insoportable. Subió las escaleras hasta el tercer piso, que era el último y desde allí volvió a disparar. Todo era confuso a medida que hacía ahora el camino para bajar, había logrado divisar que Sasuke estaba en todo el centro de todo pero no tenía un tiro directo sin importar qué tanto apuntara o se valiera de los ángulos que Tenten le había enseñado.

Volvió a tratar desde el segundo piso, sin éxito de nuevo. Los disparos se escuchaban por todas partes, no solo en su dirección sino en otras pues en la confusión al parecer lo estaban viendo en otros puntos. Se encargó de los guardias que vigilaban las tres entradas posibles, asegurándose de trancar las puertas y ventanas para que nadie pudiera abrirlas. Tomó el pequeño rifle de su espalda, al ser de mayor calibre lo estaba usando para disparar también a algunos objetos y que se incendiaran.

- ¿Alguien tiene visión de él? — sonó el radio en su bolsillo y él lo tomó, exhalando pesadamente antes de presionar el botón para hablar.

- Yo — dio una patada a la puerta en donde lo había visto y arrojó el aparato al suelo, no lo necesitaba

- Baja el arma Hyūga — Sasuke no lucía del todo sorprendido por ver que había conseguido llegar hasta ese lugar, aunque sí algo decepcionado — o la bajas o disparo — tenía una pistola justo en la sien de Tenten, quien estaba sentada en una silla con una mordaza en la boca y atada de pies y manos.

- Ella no tiene nada que ver en esto, déjala ir y resolvamos esto solos tú y yo — en respuesta el pelinegro apretó más el arma contra Tenten y le tiró del cabello, a lo que ella gruñó con una expresión enojada — suéltala

- No estás en condiciones de ordenar nada, las armas — él cruzó una mirada con Tenten, ella estaba enojada al parecer con él y le daba ganas de reírse.

Sonrió de lado mientras levantaba las manos, arrojando a un lado el rifle y con movimientos lentos sacaba las armas del porta-armas para hacerlas a un lado también. Giró sobre sí mismo para que se viera que no le quedaba ninguna otra. Su prometida no le quitaba los ojos de encima, era él quien debería estar enojado con ella por haber caído en esa trampa y ponerse de esa forma en bandeja para ser atrapada a pesar que él le había dicho claramente que nunca saliera de la casa sola.

- Esta guerra nunca ha tenido sentido, la ciudad funcionaba como estaba

- Eso creerías tú, estaba harto del maldito sistema y que todos me compararan contigo

- Eso no es mi culpa, tú te has hecho tu propia reputación y yo la mía — seguía con sus manos en alto — ahora, déjala ir

- No — sentenció — esta guerra ni siquiera es por territorio ¿sabes? Por mi esta ciudad y todos sus malditos habitantes pueden irse al infierno, de hecho haré lo posible por ser yo quien los arrastre en persona hasta allá

- ¿Por qué es entonces? — el sonido de un disparo invadió todo y el dolor lo hizo soltar una maldición. Sasuke le había disparado y le había dado en el antebrazo, no directamente pero sí atravesando el músculo

- Tú mataste a alguien que me importaba — trató de pensar en alguien que pudiera cubrir tal definición — por eso empecé esta guerra, quiero verte sufrir mientras la asesino a ella y luego a ti

- ¿A quién asesiné antes de la guerra? — preguntó sinceramente confundido, lo máximo habían sido un par de esbirros que habían intentado atacarlo justo antes de la declaración — uno de esos atacantes, ¿trabajaba para ti?

- Ya no importa — con un movimiento brusco hizo que Tenten se levantara y antes que reaccionara le disparó en la pierna, justo debajo de la rodilla, esperaba que no le hubiera dado al hueso. Una lágrima rodó por la mejilla de la castaña y él trataba de crear un plan.

- Así que te acostabas con uno de tus guardias, creo que de todo lo que se dice de ti, nadie jamás sospechó eso

- Ya no importa, mejor ser cómo tú ¿no? — sonrió de lado — tener una prometida y exhibirla por ahí como un trofeo — Tenten se dejó caer al suelo, estaba adolorida sin duda y él solo trató de no fruncir le ceño a las dos situaciones, que su prometida estuviera en esas condiciones y que Sasuke supiera que lo era — Oh no, no me hagas esa cara

- ¿Qué cara?

- La de que descubrí un secreto de Estado — llevó una de las manos al bolsillo y sacó algo de allí, extendiéndolo en el aire para dejar ver el collar de Tenten — si lo que querían era ocultar el compromiso no debería haber ningún tipo de anillo

- No es de tu incumbencia — de reojo veía a la castaña, que a pesar de las lágrimas parecía estarle señalando algo disimuladamente. Fue entonces que se fijo en que gracias a la sangre ella había podido librarse del amarre de sus piernas y una nueva idea surcó su mente ¡la navaja!

- Claro que sí, será mucho más placentero para mí saber que no solo te arrebaté a tu novia, sino que es tu prometida

- Tienes razón en algo, es mucho más que mi novia — bajó el brazo que tenía en alto pues el izquierdo todavía le dolía por el disparo, palpando suavemente el objeto en su bolsillo — también debo decir que tenemos algo en común

- Por favor, no apeles a mi misericordia

- No, claro que no. Lo decía por lo de acostarte con uno de tus guardias

- La carta de decir que ella no te importa y que la usas como fachada para ocultar tu verdadero yo no te servirá, no cuando hiciste todo este camino para rescatarla

- No, no es eso. Claro que Tenten me importa, tú lo has dicho, es mi prometida — hizo un ligero asentimiento hacia el suelo y obtuvo uno igual en respuesta — lo que no sabías es que también es mi guardaespaldas.

Fue un movimiento sincronizado, Tenten desde el suelo usó su pierna buena para patear a Sasuke, sorprendiéndolo y consiguiendo desestabilizarlo mientras él sacaba de su bolsillo la navaja, abriéndola y tal y como ella le había enseñado, apuntando directo al corazón al arrojarla. Enterrándola profundamente.

El Uchiha cayó al suelo de rodillas sin entender lo que acaba de pasar, pero el hombre le era irrelevante. Avanzó hasta Tenten para poder abrazarla, no importaba lo que pasara, él siempre estaría dispuesto a ir hasta el mismísimo infierno por ella.

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¡Final de la saga de mafia! ¿Les gustó?

¡Nos leemos mañana!

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Recuerden que sus comentarios son bien recibidos en un review, en mi twitter (idamariakusajis) estaré retuiteando lo que encuentre y comentando cómo voy con el reto, y en mi instagram (idamariakusajishi) en mi perfil hice una historia destacada con todos los fanarts que comparten por allí.

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Att: Sally K