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NejiTen month día 30

Agosto 30/2021

Prompt: Ola de calor / Escape

Universo alterno

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Disclaimer: Naruto no me pertenece, de lo contrario el NejiTen sería oficial.

Disfruten la lectura.

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Día 30. Ola de calor

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Se retorció en sus sueños y un segundo después abrió los ojos, vio hacia todos lados de su habitación y entonces entendió porque estaba incómoda en el sueño y lo estaba aun más ahora que se había despertado. El calor era excesivo y se había ido la luz, al parecer desde al menos una hora atrás y eso era lo que había convertido su mundo onírico en una pesadilla, el ventilador se había apagado y por lo tanto ella estaba cubierta de sudor.

Maldijo en voz alta y presionó el botón de apagado, por si acaso. Necesitaba una ducha de una vez a ver si dejaba de sentirse pegajosa y de paso se refrescaba un poco. El verano ese año estaba inclemente y la hacía odiar casi cada segundo de su existencia, si bien prefería las temperaturas cálidas sobre las frías, eso no significaba irse al extremo total de sentir que se derretiría en cualquier momento.

Afortunadamente el agua estaba fría y cumplió su cometido de refrescarla, al menos mientras estuvo debajo del grifo. Porque en cuanto lo cerró y estuvo envuelta en la toalla empezaba a sentir que el sudor ya se estaba formando. Revisó su armario y absolutamente toda la ropa que tenía allí le parecía inconcebible, maldita fuera la hora en que ella había decidido que le gustaba más andar en ropa ancha y aun peor, que hubiera decidido empacar esos atuendos específicamente para pasar sus vacaciones de verano en el campo con su tía.

No tenía nada en contra de estar en el campo, de hecho le gustaba y ella voluntariamente elegía irse a pasar sus vacaciones allí, desconectándose de paso del bullicio de la ciudad. Y por lo general los veranos eran agradables, pero no ese año. Una "ola de calor" habían anunciado en las noticias unas semanas atrás y ella no le había dado importancia, un grado más no haría diferencia se dijo a sí misma mientras empacaba la maleta con su ropa usual.

No había sido un grado, ni dos, habían sido como cien o más, sin exagerar. Estar de pie en medio del sol era intolerable y estar a la sombra era casi igual de malo, el viento solía sentirse caliente, casi como estar dentro de un horno. El ventilador ayudaba un poco, solo un poco pues el aire era ligeramente más frío que el normal. En ese sentido desearía estar en la ciudad, sus padres tenían aire acondicionado y allá nunca habían sufrido porque la luz se fuera a la mitad del día o de la noche.

Su pijama solía ser un short corto que apenas le cubría el trasero y una blusa de tirantes, tenía tanto calor que sin dudarlo se puso un short, pero prefería una de sus camisetas normales que eran anchas y le quedaban igual de largas. Al verse en el espejo daba la impresión que solo estaba usando la camiseta y nada más, le daba un poco de vergüenza pero era eso o morir calcinada.

Chiyo, su tía, se encontraba sentada en el comedor con el ceño fruncido mientras movía un abanico para darse algo de aire. Después que desayunaron juntas le extendió un abanico para que pudiera imitarla, no había ninguna señal que la luz fuera a regresar pronto por lo que lo aceptó y lo movió cerca a su rostro, tratando que las gotas de sudor que amenazaban con aparecer en su frente se fueran.

Su tía era una mujer por lo general severa, pero amable, al menos con ella. En otras vacaciones solían salir juntas a caminar, recoger flores y hasta le estaba enseñando que setas eran comestibles y cuales no. Pero ese año no, el calor la tenía tan desesperada como a ella y solía pasársela en una mecedora en el pórtico o frente al ventilador, cuando había energía eléctrica. Recordaba que cuando estaba en el instituto algunos de sus compañeros presumían que sus familiares en el campo tenían piscinas, pero no su tía y eso jamás había sido un problema pues no le veía la gracia a alejarse tantos kilómetros de la ciudad para meterse en la misma agua llena de cloro a la que podía ir cualquier otro día, hasta en invierno porque las climatizaban.

Allí había algo muchísimo mejor, a poco más de media hora a pie había un hermoso lago natural, no artificial. Estaba en medio de un hermoso bosque en el que siempre se escuchaban cantar a las aves alrededor, los peces nadar y una vez le pareció ver un venado a lo lejos. Era un plan casi obligado para ella ir al menos una tarde a ese lago en sus vacaciones. El problema ese año es que la perspectiva de caminar media hora hasta el lugar bajo el inclemente sol no sonaba como un plan agradable, moriría de un golpe de calor en el trayecto.

La tarde le había parecido eterna y ya estaba considerando que deberían irse a la cama cuando el sol se ocultara pues seguía sin regresar la luz. Junto a su tía vieron el atardecer y cuando el sol estaba a punto de desaparecer sumiéndolas en completa oscuridad, a lo lejos se escuchó el motor de la nevera que se encendía. Era un alivio, había luz nuevamente así que podrían dormir con el ventilador y así no sudar toda la noche.

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Al día siguiente volvió a pensar en el lago, todavía le quedaban un par de días en la casa con su tía y quería ir. También recordaba al muchacho que había conocido el año anterior y que nunca le dijo su nombre, había sido raro pero le había caído bien. Aunque no tenía sentido, era un chico de ciudad a quien habían forzado a asistir y que había dejado claro que haría lo posible por nunca tener que regresar. Un ratón de ciudad, técnicamente ella lo era también pero muchas veces solía preguntarse que pasaría si decidiera al terminar la universidad volverse un ratón de campo. Todo era más sencillo allí, excepto lo del calor.

Movió un poco su blusa para que el aire del ventilador también llegara bajo esta, decidiéndose a ir al lago esa tarde. Solo era cuestión de esperar a después del almuerzo y que el sol bajara un poco, por si acaso llevar una linterna por si el sol se ocultaba antes que regresara. Lo dudaba, no planeaba demorarse. Buscó una pequeña mochila que tenía para empacar la linterna, una botella de agua helada y algo para comer, se mordió el labio pensando en si debía llevar algo más, pero negó.

- Tía ¿irás conmigo al lago?

- ¿Con este sol? la mujer estaba en el pórtico viendo a la nada ni por todo el oro del mundo

- No tardaré mucho

- Espero te hayas aplicado bloqueador o volverás como un camarón

- Sí, lo hice dijo mientras bajaba los pocos escalones y empezaba a alejarse nos vemos en un rato

Quería ir a pasos rápidos para llegar lo antes posible, pero cada segundo bajo el sol podía sentir que su energía era drenada y si caminaba aprisa se sofocaba. Respiró profundo ignorando la sensación de sus fosas nasales casi en fuego a medida que el aire caliente pasaba por estas, tal vez debería hacer una campaña o algo para concientizar sobre el cambio climático, ese calor no era normal.

Cuando por fin vio los árboles exhaló aliviada, corriendo esos pocos metros para detenerse a la sombra. Su botella de agua ya iba por mitad, mala cosa. Pero bueno, al menos caminando por entre el bosque el aire era ligeramente más fresco y el sol no le daba directamente. Sonrió al ver el destello del agua, por fin había llegado a su destino. Se quitó los zapatos y avanzó descalza pues le gustaba que el pasto alrededor del lago siempre estaba húmedo.

Descargó su mochila a un lado sobre los zapatos y fue al agua, un problema es que a pesar que el lago era en medio de la arboleda, no recibía sombra propiamente. Por lo cual a pesar del pasto un poco frío en su cabeza podía sentir el sol irradiar en todo su esplendor, todavía faltaban un par de horas para que se escondiera. A pasos lentos se acercó hasta el borde y se sentó en la tierra, sumergiendo solamente sus pies y agradeciendo que el agua estaba muy fría.

Era un contraste extraño, sus pies estaban frescos en el agua mientras que ella sentía que seguía sudando profusamente de la cintura para arriba. Había mentido con lo de haberse aplicado bloqueador, o sí lo había hecho, en la mañana y solo en su rostro pues no estaba segura si saldría de la casa. Pero no lo había retocado antes de salir en esa dirección ni aplicado en sus brazos o piernas y no quiso devolverse a hacerlo pues sabía que perdería el impulso de salir al estar de nuevo frente al ventilador.

Cerró sus ojos, su piel tenía un color bronceado y con algo de suerte solo se oscurecería un poco más, pero sin llegar a ponerse roja y requerir aplicarse aloe para paliar el quemarse con el sol. Estaba pensando en nada específico cuando escuchó una rama que era quebrada y pasos, por lo que volteó a ver si era algún animal, pero no.

- Tú saludó

- Tú le contestó él

- ¿Otra vez perdiste tu caballo? el hombre sonrió de lado

- Algo así, después noté que estaba cerca a este lugar y decidí venir

- Habías dicho que nunca volverías a pasar unas vacaciones en el campo

- Y planeaba cumplirlo le pareció que fruncía el ceño mi tío dijo que cuando me independice y viva por mi cuenta podré hacer lo que quiera, mientras tanto debo obedecerlo

- No es tan malo

- ¿Con esta maldita ola de calor? Preferiría mil veces estar en la ciudad, hay aire acondicionado

- Eso sí, pero en la ciudad no tienes paisajes como este él no dijo nada creo que también te serviría usar menos ropa el joven enarcó una ceja y ella se sonrojó de inmediato al entender lo que había insinuado quiero decir, usar ropa adecuada tanto para el verano como para estar en el campo usaba un pantalón deportivo, una camiseta de color negro y una sudadera de cremallera sobre esta de color gris

- Estoy cómodo así

- ¿No te acabas de quejar del calor?

- Sí, pero estoy cómodo así vestido ella no pudo evitar reír ¿Qué?

- Ese embuste no te lo crees ni tú

- Problema tuyo si no me crees de reojo lo vio quitarse los zapatos y arremangarse un poco el pantalón, sentándose a un par de metros de ella y sumergiendo también los pies en el agua, a lo que ella volvió a reír ¿Ahora qué?

- Pensé que no tenías calor

- No dije eso no sabía porqué, pero al igual que el año anterior la divertía provocarlo

- ¿Qué dijiste entonces?

- Que estoy cómodo en mi ropa, eso no significa que no tenga calor y no quiera sumergir mis pies un rato en el agua ya que vine hasta acá

- Ajá, quítate la sudadera y notarás que te sientes mejor

- ¿Y que me dé el sol directo en la piel? No, gracias

- Con cada palabra que dices, más estirado suenas

- No soy estirado, es sentido común ella rodó los ojos

- Ajá movió un poco su blusa para que le entrara algo de aire si este clima será igual el otro año todos vamos a morir calcinados

- Pues ojalá eso haga reflexionar a mi tío sobre no tener que venir el otro año, ayer pasó un día fatal sin energía

- No creo que haya comprado una casa en el campo para salir corriendo por un problema usual

- No debió comprarla para empezar, o comprarla en un par de años cuando yo ya viva por mi cuenta

- Vete a vivir por tu cuenta desde ya y listo lo escuchó bufar

- Muy sencillo ella se encogió de hombros

- Pues creo que Hiashi Hyūga no trabajó toda su vida para que tú le impongas cuando puede darse un descanso

- ¿Cómo sabes el nombre de mi tío?

- Es el campo, aquí las noticias vuelan de un lado a otro con facilidad pues todos se conocen

- Ni privacidad hay en este lugar a pesar que las casas quedan a kilómetros una de la otra

- No es que pase algo porque alguien sepa un nombre, a la gente le gusta saber los nombres de quienes son sus vecinos, o con quienes están hablando lanzó la indirecta

- Neji le contestó de mala gana

- Tenten respondió bueno, Neji, ya sabes lo que tienes que hacer

- ¿Qué?

- Ponte a trabajar si no quieres volver el otro año se puso de pie

- No puedo, los tiempos no me dan junto con la universidad y…

- Entonces no te quejes la temperatura había subido y ella se quitó su camiseta ancha, lanzándola hacia la mochila anda, el agua está deliciosa

Avanzó por el lago, sintiendo el agua empezar a cubrirla de a pocos, se detuvo cuando le daba a la cintura y se giró para ver si se iba a unir o no. Él parecía estarlo dudando aunque no le quitaba los ojos de encima, podría deberse probablemente al hecho que estaba en el short corto y un brasier deportivo. Decidió ignorarlo, después de todo ella había ido a refrescarse.

Se sumergió por completo, nadando un poco y al salir escuchó el chapoteo. Neji se había quitado la sudadera y la camiseta, pero no el pantalón y también estaba adentrándose en el agua.

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Ella sonrió esa mañana al despertar y sentir el hombre que la abrazaba por la cintura, si alguien le hubiera dicho que después de nadar junto a ese ratón de ciudad iba a empezar una amistad y posteriormente una relación, se habría reído hasta que le doliera el estómago. Porque provocarlo y reconocer que era atractivo era una cosa, pero no significaba nada más. Y sin embargo ahí estaba, casada con Neji y todavía yendo cada verano a pasar unos días al campo. Según él había dejado de ser tan malo desde que ella lo acompañaba.

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Hay mil ideas en mi cabeza todavía para los dos últimos días del multishot y por eso no lo terminé a tiempo. Sin embargo sí pude traerles este día, espero a más tardar el fin de semana traer los dos días faltantes para terminar este hermoso mes.

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Recuerden que sus comentarios son bien recibidos en un review, en mi twitter (idamariakusajis) estaré retuiteando lo que encuentre y comentando cómo voy con el reto, y en mi instagram (idamariakusajishi) en mi perfil hice una historia destacada con todos los fanarts que comparten por allí.

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Att: Sally K