Annie miraba el plato de comida con asco. Emma comía con euforia, necesitaba la grasa para poder recomponerse.
- ¿Quién pasó por una ruptura tan terrible para que estén así de crudas? – Reiner sonrío molestándolas-
- Dios – Christa miró como Emma se atiborraba de frituras- veo que la pasaron bastante bien anoche, eh –
- An – Nile se dirigió hacía Annie- ¿segura que no quieres comer nada? –
- Si papá, con un café estoy bien-
- Emma, no comas tan rápido, vas a vomitar- Marie la miró preocupada-
Emma giró los ojos y volvió a concentrarse en sus patatas. Comía una ella y luego le daba otra a su pequeña sobrina, Gabby. Falco, su otro sobrino, veía concentrado su celular.
- Falco, deja de lado el celular- Reiner le reprocho, molesto-
Falco giró los ojos igual que Emma. Era un adolescente y se comportaba como tal. Gabby por su lado, solo tenía seis años y era más fácil de controlar.
- Queríamos aprovechar este domingo en especial, porque queremos hacer un anuncio- Christa sonrío- Reiner y yo hemos decidido renovar nuestros votos, volveremos a contraer matrimonio-
Emma y Falco se miraron al mismo tiempo haciendo muecas de asco. Annie les reprochó. Gabby seguía comiendo papitas. Marie comenzó a llorar y Nile los felicitó emocionado.
- Emma – Marie la llamó- trae el champagne que está en el refrigerador, hay que celebrar-
Emma asintió y caminó hacía la cocina. Sacó dos botellas de champagne y antes de servir una, se tomó la otra.
Lunes en la mañana. Primera clase, teorías de la física con Levi Ackerman. La castaña había decidido sentarse atrás pues el día anterior había terminado igual de borracha que el sábado y quería dormir. Sus compañeras más cercanas, Hitch y Nifa habían aceptado.
Levi impartía la clase como cada día, con tranquilidad y seriedad. Había notado como Emma se había sentado en la parte de atrás para dormir y los celos inundaron su cuerpo. ¿tendrá sueño por haber cogido todo el fin de semana con un hombre? Por lo que recordaba no había exámenes próximos y no había dejado ninguna tarea ¿por qué diablos estaba tan cansada? –
- Y así mocosos es como se calcula un vector – frunció el ceño serio luego de terminar su explicación- antes de terminar la clase quiero que recuerden que el viernes haré un pequeño control…-
Se escuchó como algunos de sus alumnos reclamaron ante sus palabras, lo cual solo logró que se enfureciera más.
- Si escucho una palabra más, lo único que lograran es mayor dificultad en los exámenes ¿eso quieren? –
Todos negaron al unísono y Levi terminó las indicaciones en total silencio. Los alumnos comenzaron a salir y Hitch despertaba nerviosa a Emma, esperando que el profesor no se hubiese dado cuenta.
- Eh… Hitch ¿Qué sucede? –
- Tonta, despierta, el profesor Ackerman se dará cuenta que…-
- ¿Qué la señorita Dawk durmió toda mi clase? –
Levi apareció, haciendo que tanto Nifa como Hitch dieran un pequeño saltito del susto. Emma se limpió el rastro de baba con la manga y abrió los ojos como pudo.
- Dreyse, Strauss. Las quiero fuera, necesito hablar con su compañera-
Ambas jóvenes miraron a la castaña aterradas, todos conocían el genio del profesor Ackerman. Emma asintió tranquila y les indicó que luego las alcanzaba para almorzar. Cuando ya no quedaba nadie más en la sala, Levi decidió hablar.
- Levi, lo la… -
- Profesor Ackerman – La interrumpió serio. Estaba celoso- última vez que duermes en mi clase Dawk-
- Pero Levi… - Emma se levantó y lo miró confundida- ¿Qué te pasa? –
- Tu decidiste que nuestra relación fuera profesional, así que así será- respondió y comenzó a alejarse-
- Oye –
Emma lo tomó del brazo, haciendo que se diera vuelta. El pelinegro tenía la mandíbula apretada y el ceño fruncido.
- ¿Puedes soltarme? Tengo otra clase que atender en diez minutos-
- No – Emma frunció el ceño- pensé que habíamos terminado bien, no te entiendo-
- ¿Cómo diablos quieres que este bien sabiendo que seguramente un mocoso te hizo el amor todo el fin de semana? –
- ¿Qué? – la castaña comenzó a reír sorprendida, lo cual enfureció más al mayor-
- ¿De qué mierda te estás riendo? –
- Oye – Emma mordió su labio inferior- primero, vas a comenzar bajando un cambio a tu actitud. segundo, no me he acostado con nadie, pasé el fin de semana con mi familia y tercero, lo que yo haga con mi vida privada no debería interferir en tu trato conmigo-
- No quiero volver a verte dormir en mi clase, de lo contrario te sacaré –
La castaña sonrío internamente. Le agradaba saber que su separación había afectado en algo a Levi. Después de todo si tenía sentimientos hacía ella.
- ¿con la misma agresividad que me sacabas la ropa interior? – pregunto burlona, provocándolo-
- ¡Como por ejemplo! – respondió furioso para luego alejarse-
El pelinegro caminó hecho una furia. La separación le dolía y si que le había afectado. Odiaba la actitud que había tomado la castaña y no entendía porque repentinamente había tomado esa moralidad falsa.
Entró a la sala en donde daría la segunda clase y comenzando a anotar se fue perdiendo en sus pensamientos.
Levi Ackerman, hijo de Kuchel Ackerman, una empleada doméstica. Jamás conoció a su padre. Se tituló como ingeniero, con mucho esfuerzo, trabajando como conserje en distintos colegios. Luego de ejercer un tiempo su profesión, se dio cuenta que no era realmente feliz con ella y decidió dar clases de física, lo cual lo llenaba mucho más. Conoció a Emma cuando esta estudiaba su segunda carrera y luego había vuelvo a verse cuando entró a su tercera.
Al cumplir dieciocho años, en un acto impulsivo, Emma había entrado a estudiar francés pues quería ser profesora. Al segundo año descubrió que la carrera no era lo suyo y la dejó. Un año después, decidió que quería ser ingeniera y para sorpresa de todos, terminó y se tituló, pero luego sintió que tampoco era lo que quería ser en la vida y en un nuevo acto impulsivo entró a otra universidad, a estudiar enfermería.
Levi la reconoció inmediatamente al verla entrar a su clase. Emma se sentó en el puesto de adelante y le lanzó una mirada burlona, tal cual como lo hizo el primer día que la conoció. La castaña jamás había cruzado palabras con él más que la relación profesor – alumna que los unía, pero el pelinegro había escuchado todos sus desprecios y las burlas por su estatura.
- Considero yo que el profesor Ackerman está buenísimo – una voz femenina hablaba chillonamente. Emma caminaba junto a otras dos jóvenes-
- Yo considero que es un enano de mierda – la castaña sonrío- ¿se han dado cuenta que cuando se enfurece se traba al hablar? –
- ¡qué pesada eres Emma! – una de sus amigas respondió entre risas-
- Es cierto, es un tonto –
Luego de que la joven se titulara Levi pensó que jamás la volvería a ver y su existencia no fue más que un mal recuerdo, pero luego de cambiar de trabajo, la volvió a encontrar y se prometió a si mismo que esta vez no dejaría que lo volviese a tratar así. Cada clase debatían fervientemente, al punto de que los alumnos esperaban los siguientes movimientos de la castaña y el pelinegro. Todo el mundo sabía del desprecio mutuo que se tenían y ya a segundo año, no era sorpresa para nadie.
Todo cambió una fría tarde de noviembre.
Levi se había retrasado más de lo normal en su última clase, por lo cual salía tarde. Al salir en busca de su auto, se encontró a la castaña tiritando bajo el techo de la entrada a la universidad. Al verlo frunció el ceño.
- ¿Qué haces Dawk? Vas a coger un resfriado, ten – se quitó la chaqueta y se la colocó en sus hombros-
- Quíteme su chaqueta, prefiero morir de frío –
- No seas imbécil – Levi frunció el ceño e intentó cerrarle el abrigo mas no pudo. Los pechos de la castaña eran demasiado grandes-
- Mis tetas son enormes, no podrá…- dijo con las mejillas rojas, ya sea por el frío o por la vergüenza-
- ¿Por qué siempre tienes que usar vestidos? Te dará cistitis-
- ¡No sabía que llovería! ¡nunca avisaron en el pronóstico! – respondió a la defensiva-
- Ven – Levi la tomó del brazo bruscamente –
Caminaron en silencio por unos minutos hasta llegar al auto del mayor. El cual casi obligó a la castaña a subir.
- Espérame aquí – dijo serio antes de cerrar la puerta-
Al regresar con dos cafés encontró a la joven escuchando música, divertida. Abrió la puerta y se sentó a su lado, indicándole que tomara del brebaje.
- Gracias Profesor Ackerman…- Emma habló suavemente, tocando la boquilla del café con un dedo y evitando la mirada-
- ¿Por qué estabas afuera pasando frío? – Levi apoyo el vaso de café vacío en un espacio de su auto-
- Mi auto esta averiado – lo miró triste- es una antigüedad, pero lo quiero mucho, así que estoy a pie por estos días -suspiró- Realmente no esperaba que lloviera y buscaba un taxi que pudiese llevarme a casa, pero ningún imbécil pasaba-
- ¿Dónde vives? –
- Oh no, no puede ir a dejarme a casa, mi papá lo matará, pensará que es mi novio-
- ¿No estás grande para vivir con tus padres? –
- ¿Veinticinco años es ser grande? A mis ojos aún soy una bebé. También usted, veintiocho se es muy joven aún– sonrío- si quiere puede dejarme en el metro, se lo agradecería mucho-
- ¿con esta lluvia y ese vestido? No – Levi negó – iremos a mi departamento y desde ahí pediremos un taxi. Yo lo pagaré, no te preocupes por eso-
- No me preocupo por eso, puedo perfectamente pagar un taxi, no soy una muerta de hambre-
- Ya…- Levi asintió girando los ojos y luego de colocarse ambos el cinturón de seguridad emprendió camino-
Ambos viajaron sin hablar muchas palabras. En algún punto Emma preguntó si podía escuchar música y el mayor asintió. Luego de treinta minutos estacionaron el auto y ambos caminaron hacía el piso.
- Que lindo es su departamento profesor – Emma sonrío mirando todo-
- Siéntate mientras voy a buscar un cambio de ropa-
Emma asintió y miró sus manos. Estaba muy nerviosa, todo había pasado tan rápido. Jamás se imagino en el departamento de su profesor y menos así.
- Toma… - Levi apareció y le ofreció un pantalón, una chaqueta y una polera de pijama-
- ¿Podría ir a cambiarme a su cuarto o al baño? –
- Claro, ve a mi cuarto, es más tibio –
La joven asintió y entró con el corazón a mil. Luego de quedar completamente desnuda se colocó solamente la polera y llamó al pelinegro.
- ¿Profesor? –
- ¿sí? –
Levi entró en la habitación preocupado y al ver a la joven con su polera su cuerpo reaccionó violentamente. Emma sonrío coqueta y se acercó nerviosa, besándolo.
- No… - Levi la alejó suavemente- esto esta mal-
- Eso lo hace mejor ¿no? – Emma volvió a besarlo y está vez el le correspondió-
Entre besos terminaron teniendo sexo rudo en la cama. Emma miraba el techo satisfecho mientras Levi tomaba un poco de agua.
- Tengo que irme – respondió levantándose y vistiéndose con la ropa prestada-
- Te iré a dejar, tu padre estará más furioso por que no llegues que porque llegues conmigo-
Emma sonrío divertida y luego de hacerse una coleta improvisada comenzó a buscar su mochila para marchar.
- No es necesario, no vivo con mi padre, te mentí –
- ¿por qué…-
- ¿tienes alguna aplicación en tu teléfono para pedir un auto? El mío no agarra-
Levi asintió extrañado y le pasó su celular. Luego de unos minutos la castaña se estaba despidiendo como si nada hubiese pasado, dejándolo con la duda si realmente todo no había pasado en su cabeza.
Una semana, después de clases, cuando todos sus compañeros se habían ido la joven se acercó a él. Llevaba un vestido de tweed y el cabello suelto con ondas. Le preguntó que tenía que hacer luego del almuerzo y si tenía ganas de salir esa noche. Levi asintió y le indicó que la pasaría a buscar a las ocho. Cenaron, hablaron de distintas cosas y luego cogieron como conejos en el auto de él. Y así, sin planearlo comenzaron a pasar meses y un año, hasta ese fin de semana donde Emma había decidido que todo se acabaría ¿y por qué? Se preguntaba, alguna razón debía haber.
- ¿Levi? –
El pelinegro salió de sus pensamientos y luego de escuchar la voz, dejó de lado el plumón. Petra, su compañera de trabajo le hablaba entusiasmada.
- Hola Petra ¿Qué sucede? –
- ¿Cómo que sucede? – la pelirroja frunció el ceño- te estamos esperando, hemos perdido diez minutos del almuerzo-
- ¿Qué? –
- ¡Hoy es el cumpleaños del director Zackly! –
- Mierda… -
Levi asintió y dejando de lado el avance de su siguiente clase, siguió a la mujer. La situación con Emma lo había hecho olvidarse del resto de cosas.
Emma comía su sándwich sin muchas ganas. Pensó que ver a Levi iba a ser más fácil pero ya se había dado cuenta que no, pues verlo enojado solo había logrado que su ropa interior se humedeciera. Maldito Ackerman.
- Oye, Emma, tu teléfono ha estado sonando todo este rato y tú en las nubes- Hitch sonrío burlesca- ¿Acaso es tu noviecito? ¿ese con el que te pasas los fines de semanas? –
Emma sonrío girando los ojos y comenzó a buscar su teléfono en la mochila, al encontrarlo se topó con tres llamadas y dos mensajes de Zeke.
-Emma, creo que no podré ir hoy a buscarte ¿Te parece si nos juntamos una hora más tarde? 13:24-
-me he retrasado por el trabajo, lo lamento. 13:25-
- ¿Estás enojada? 13:56-
- te prometo que no ha sido por gusto propio, realmente ha sido un imprevisto. 13:57-
- Avísame ¿sí? 14:02-
Emma frunció el ceño y se alarmó al ver el horario. Su clase de microbiología comenzaba a las 14:00 en punto. Le rezaba al cielo que su profesora Hange Zoe la dejase entrar.
Llegó a clases a las 14:07, aliviada se sentó en su pupitre. La profesora aún no llegaba. Su compañero, Jean, se sentó al lado suyo.
- ¿estudiaste para el examen? – el peliceniza le sonrío a modo de saludo-
- ¿Qué examen? – Emma lo miró nerviosa. No sabía de ningún examen-
- Es broma, tonta – Connie se sentó al lado de ellos, girando los ojos-
- Son unos imbéciles-
Emma sonrío. Connie Springer y Jean Krishten, sus compañeros de ciertas clases, al igual de Hitch y Nifa.
