Levi despertó más feliz que el resto del tiempo. Emma le había correspondido un beso el día anterior y no necesitaba nada más para saber que lo quería.

Miró su teléfono y encontró cinco mensajes de Petra, la cual, suponía, se había enganchado a él después de la salida.

Llegó a la facultad a las 10:00 am y ahí se la encontró, sonriendo con dos teces en la mano. Suspiró y dejó sus cosas. Romperle el corazón sería difícil.

- Hola Levi – le besó la mejilla y le ofreció uno de los vasos- te preparé un té-

- Gracias Petra- lo recibió y se sentó junto a ella. Había suficiente espacio en su oficina-

- Levi, yo quería hablar contigo, de la otra noche – miró hacía abajo, tocando la boquilla de su vaso-

El pelinegro sintió un nudo en el estómago. No quería enfrentarse a su compañera sufriendo, pero debía ser honesto, ella se lo merecía.

- Petra, yo…-

- No -sonrío, nerviosa, alzando la vista- no tienes ninguna obligación de sentir lo mismo que siento yo, digo – mordió su labio- creo que te amo-

Levi desfiguró su cara por un segundo y se odio a si mismo por ser tan ignorante respecto a como tratar al resto de las personas.

- Petra…- suspiró incomodo- ¿no crees que es muy pronto? –

- No, claro que no – Frunció el ceño- estoy enamorada de ti desde que te conocí –

El ojiazul se tocó la corbata con nerviosismo y se levantó de su silla, dejando el té en la mesa. La puerta de su oficina sonó y agradeció al cielo.

- ¿Levi? – Erwin, su compañero y profesor de Anatomía venía junto a Hange Zoe, la profesora de Microbiología-

- ¿Interrumpimos algo? – la mujer de lentes miró el rostro serio del pelinegro y la mirada incomoda de la pelirroja-

- No, no – Levi miró a Petra- Petra ya se iba-

Sabiendo que era una pésima respuesta, pero sin tener más alternativa, la joven se levantó de la silla con clara molestia y salió rápidamente.

Erwin y Hange miraron como se iba para luego sentarse y mirar desaprobatoriamente a Levi, el cual aún no se creía la situación.

- ¿Le rompiste el corazón, cierto? – Hange negó con la cabeza- ¡te dije que era mala idea salir con ella! ¡es muy joven! –

- Hange…- Erwin la miró desaprobatoriamente- nosotros tampoco somos los más maduros del mundo-

- No, claro que no, pero claramente Petra está recién graduada –

- Oye cuatro ojos de mierda, eso no tiene nada que ver, yo también estoy graduado hace poco tiempo y no actúo así-

Tanto la mujer de lentes como el rubio se miraron haciendo una mueca, pues ambos sabían que Levi estaba enamorado.

- ¿estás seguro? – Erwin le sonrío, molestándolo-

- Sí – confirmó, molesto-

- ¿Y la chica misteriosa que conociste hace tres años? De la cual nunca quieres hablar, al menos sobrio –

- ¿De dónde sacaste esa estupidez? ¿Erwin te cuenta mis cosas mientras te coje? -

- ¡Oye! – La mayor lo apunto con el dedo- Erwin jamás me ha cogido y si lo hiciera, no hablaríamos de tus cosas –

- La verdad es que nuestra vida es tan aburrida que a veces compartimos una copa de vino y nos reímos de tus interacciones con el resto de las personas-

- ¡Erwin! ¡eso es un secreto! –

- Lo siento, Hange – se encogió de hombros-

- ¡Me parece increíble! – respondió el pelinegro, indignado-

Emma sonreía mientras tomaba su helado de pistacho. Zeke le contaba emocionado sobre el día que ganó las nacionales musicales. Ella sonreía, realmente la estaba pasando bien, pero algo en su cuerpo no lo estaba.

- ¿Emma? – Zeke la miró extrañado, la joven hizo una mueca de asco-

- Lo siento, necesito ir al baño –

Se levantó de golpe y caminó rápidamente hacía el tocador de señoritas. Entró y su cuerpo comenzó a vomitar todo el contenido que aún no había sido procesado. Luego de terminar, se miró en el espejo y enjuago su boca con una pastilla de menta.

Salió luego de quince minutos y se sentó como si nada al lado del rubio, el cual claramente estaba extrañado por su comportamiento.

- ¿Estás bien? –

- Si, lo lamento – sonrío- ¿Qué me decías? –

- Corriste al baño, pensé que ibas a tener un accidente aquí mismo-

- No – negó con la mano- solamente comí helado demasiado rápido-

- ¿Segura que no quieres ir al doctor? –

- Si – respondió, un tanto nerviosa-

- ¿Segura? -

- Que estoy bien – alzo un poco la voz y se levantó, incomoda- es más, prefiero irme a casa sola –

- ¿Es broma? –

- No-

Tomó su bolso, sacó un poco de dinero para dejarlo en la mesa y luego tomando su chaqueta salió del local, caminando hacía el metro. Zeke la encontró cinco minutos después.

- ¿Qué acaba de ser eso? – la tomó del brazo suavemente, solo para detenerla-

- ¿Qué cosa? – se cruzó de brazos-

- Lo de allá – indicó el local de helados- solamente te pregunté que pasaba, nada más-

- Lo siento – Emma tocó su cabeza con pesadez- me he sentido abrumada–

- Emma – Zeke suspiró y le acarició los brazos- ¿realmente estás bien? ¿no crees que sería mejor ver un doctor? –

- No lo sé – se encogió de hombros y se acercó a su cuerpo. El rubio la abrazo y besó su cabeza-

- Vamos a mi casa, yo te cuidaré-

La castaña asintió cansada y le tomó la mano al rubio, sabiendo que tendría que inevitablemente ir donde su psicóloga. Nanaba.

En el departamento del mayor se sentía extraña, como si su cabeza constantemente le repitiera que ese no era ni jamás seria su lugar y que debía dejar sus sueños infantiles atrás.

Zeke le había preparado un poco de chocolate frío, el cual disfrutaba con entusiasmo. Miró sus facciones y no podía encontrar nada que no le gustase de él, pero algo no terminaba de cuadrar.

- ¿Por qué accediste a estar conmigo? – dejó su vaso en la mesa y el rubio despegó la mirada del televisor-

- ¿Por qué me haces esa pregunta? – tomó el mando de la televisión y la apagó-

- Cuando éramos más jóvenes me rechazaste y ahora…-

- Ahora eres una adulta. Cuando éramos más jóvenes te veía como una niña, no sé – Zeke sonrío –

- ¿Sientes que tu y yo tengamos alguna química? –

- ¿sí? – la miró extrañado- me gusta besarte, tu cuerpo me provoca y te encuentro preciosa-

- No esperaba esa respuesta – se sonrojo violentamente y apartó la mirada-

- ¿por qué? – Zeke tomó su rostro y la besó, suavemente, pero con profundidad- me gustas muchísimo –

Y eso fue todo lo que la joven necesito para entregarse a sus brazos y como no, sentir esa seguridad en su cuerpo que muy pocas veces vivió.

Se vistió rápidamente al ver la hora. En poco rato tendría clases en la universidad y no quería llegar tarde. Sonrío al ver a Zeke durmiendo y le acarició el fino cabello rubio, para luego salir de ahí.

Levi corregía los exámenes aburrido. La mayoría había sacado una pésima nota, incluida Emma, quién había dejado su prueba en blanco. A pesar de su relación, ambos habían llegado al acuerdo de que no influiría en sus calificaciones pues la joven encontraba muy importante sobresalir por sus propias habilidades. Aún así, le colocó el cero con pesar.

Sintió como tocaron la puerta de su despacho y se emocionó un poco al ver los zapatos negros entrar. Alzó su vista y para su sorpresa se encontró con quién no esperaba.

- ¿Qué necesitas? – dejó el bolígrafo de lado y se tiró hacía atrás en su silla-

- Necesitamos terminar lo que estábamos hablando en la mañana-

- Petra…- miró el reloj. Tendría clases en media hora- ¿es realmente necesario hablar más? –

- Claro que sí –

Se sentó frente a el y corrió un mechón de cabelló detrás de su oreja. Levi la miro inexpresivamente. No sabía que más podía aportar.

- Petra, seré sincero. No puedo estar contigo, estoy enamorado de otra persona-

- ¿Enamorado? –

- Sí –

- Pero como vas a estar enamorado, si no tienes pareja ¿siquiera te quiere? –

- Es complicado…-

- Ya…- sonrío molesta- ¿y eres tan débil como para rebajarte a migajas de amor? –

El pelinegro la miró extrañado. Jamás en el tiempo que conocía a la pelirroja había hablado de esa forma con él. Solía ser cariñosa y muy respetuosa, sin importar la situación que hubiese a su alrededor.

- Sí –

- Es increíble – se levantó y lo apuntó con un dedo- la próxima vez que quieras salir con alguien, deberías advertirle que solo buscas desahogarte sexualmente. Ojalá ninguna otra estúpida se ilusione como yo-

Y se marchó, cerrando la puerta más fuerte de lo normal. Levi miró su reloj sin inmutarse. Debía tener la corrección de exámenes lista en quince minutos.

Emma caminaba tranquila. Había logrado llegar antes de lo esperado a clases y tenía tiempo para tomar un poco de agua u orinar. De la nada, Floch se acercó sonriéndole. La castaña giró los ojos, aburrida.

- ¿Qué quieres? – respondió, tomando agua de su botella-

- Después de lo bien que lo pasamos ¿Así me vas a tratar? – sonrío tocando el botón de su blusa-

- ¿Quién lo paso bien? Solamente tu – Emma le quitó la mano de un manotazo moderado- no me toques –

- Tu también lo disfrutaste, Emita –

- ¿No habíamos terminado con este chantaje? –

- No lo sé ¿Terminamos? –

La castaña sintió la adrenalina correr por su cuerpo. ¿acaso el maldito no había borrado todas las pruebas? ¿le había mentido?

- Tu eres quien me amenaza constantemente-

- ¡Estoy bromeando! – sonrío- claro que borramos todas las pruebas, pero eso no significa que no pueda ir a hablar con el director Zackly y no sé, contarle lo que vi –

- Eres un asco de persona-

- Emma… - Le tocó un mechón de cabello y la joven lo empujo fuertemente-

- No me toques ¿Qué parte de no me toques no entiendes? –

- Emma ¿Pasa algo? ¿Este payaso te está molestando? –

Jean apareció junto a su amigo Connie. Floch sonrío divertido ante la presencia de ambos. La ojiazul negó suavemente con la cabeza y el pelirrojo se despidió de ella con burla.

- Emma… - Jean se tocó la frente ofuscado- ¿Qué está pasando con Floch que te pones tan tensa? –

- Nada – intentó sonar convincente- ya sabes que ese estúpido se burla siempre de mí-

- Por lo que se ve, te odia bastante- aportó Connie, intentando integrarse en la conversación-

- No es momento, Connie- El peliceniza lo miro severamente-

- Vamos a clase ¿Sí? –

- Está bien ¿En que piso te toca? Te acompañaremos –

- No es necesario, seguramente Nifa y Hitch están estudiando afuera de la sala-

- Está bien – Jean asintió- avísame si necesitas mi ayuda ¿sí? –

Emma asintió y pronto camino hacía el ascensor. Su clase empezaba en 8 minutos. Al estar parada esperando no logro notar que Levi estaba a su lado. Al llegar el transporte solamente se subieron los dos. La castaña miraba comics en su celular distraída. Al alzar el rostro riendo lo miró. Estaba serio e inexpresivo, como siempre.

- Hola… - movió la mano lentamente, casi avergonzada-

- Estabas tan pendiente de tus memes de mierda que ni siquiera te diste cuenta de que estaba aquí-

- ¿A que se debe esa agresividad? – giró los ojos y guardo su teléfono en el bolsillo del pantalón- no deberías hablar así en el ascensor, tienen grabadoras -

- No seas tonta, solamente tienen cámaras-

- ¿Cómo lo sabes? – sonrío burlesca- ¿te metes a páginas pornográficas y buscas "sexo en elevador"? –

- ¿Qué? – frunció el ceño- no, mientras trabajaba para pagar mi carrera no solo fui conserje, también fui guardia de seguridad –

- Una vez fui a un hotel y estaba tan borracha que me metí a la piscina templada e hice toples ¿Crees que el guardia se tocó indebidamente viéndome? –

- Probablemente…-

El silencio reino y pronto sintieron como la puerta se abría. Levi salió y Emma caminó seguido. Floch la miro con sorna y le hizo un gesto obsceno.

- ¿por qué te demoraste tanto? – Hitch la regaño mientras todos los alumnos esperaban a que el profesor Ackerman abriera la sala-

- Me topé con Jean abajo, quería venir a dejarme- se encogió de hombros y ambas caminaron entrado a la sala-

- Espero que hayan estudiado, quizá el profesor hace otro examen- Nifa suspiró mientras se sentaban. Las pruebas sorpresas la ponían nerviosa-

La clase comenzó como usualmente solía pasar. Emma dibujaba distraída cuando le llegó una bola de papel en el pelo. Al principió la ignoró pensando que fue casualidad, pero a la segunda miró hacia atrás. Nadie parecía tomarle atención a ella. Hizo una mueca con la boca y abrió la hoja. Adentro se encontraba un dibujo de ella en versión de palo, junto a lo que suponía era Levi también en versión de palo, en una pose obscena. Enojada, tomó un papel furiosa, escribió y se lo tiró a Floch directo en la cara, haciendo que sus amigos rieran. Se levantó para ir al baño y lo espero afuera hasta que el imbécil se dignara a salir.

- Emita, ¿por qué me tratas así? –

- Hiciste una promesa conmigo y yo te creí… - bajó la vista, cansada, como una niña pequeña-

- Oye – Floch le tomó el rostro y le sonrío-

Levi dejó a sus alumnos haciendo unos ejercicios y salió un segundo de la sala. Encontró raro que justo Emma y Floch salieran con tan poca distancia de tiempo y más raro le parecía aún que fuera planeado pues se llevaban pésimo, pero ahí, a la distancia, donde parecía que no había nadie, ambos estaban demasiado cerca como para ser enemigos, incluso para ser amigos.

- Floch, basta…- El pelirrojo la tenía agarrada de la nuca, suave pero firmemente-

- No – negó seriamente – quiero una oportunidad –

- ¿Oportunidad? – Emma lo miro extrañada. Estaban demasiado cerca- basta de hablarme así, solamente estás aburrido-

- No estoy aburrido – la soltó molesto- te he dicho que me interesas-

- Pero tu a mi no, no quiero estar contigo, no quiero ser tu novia, no quiero nada de ti-

- Es una pena que me digas esas cosas tan feas – fingió dolor, colocándose la mano en el pecho-

- Eres un estúpido- Emma se acercó para ayudarlo y ahí, bajo la mirada de Levi, le tomó por la nuca y la besó suavemente, casi con amor-