sábado en donde todo el mundo descubrió su peor secreto. Nada se comparaba a la humillación y Si alguien le preguntaba a Emma cuál había sido el peor día de su vida, podría decir sin duda, el el dolor que había experimentado.
Era lunes y se encontraba afuera de la oficina del director Zackly. Se comía las uñas nerviosas mientras escuchaba los murmullos que salían de la sala de reuniones. ¿Tendría un resultado terrible? ¿La expulsarían para siempre de la carrera? ¿Qué repercusiones enfrentará Levi?
Recapitulaba en su cabeza como se había desarrollado la situación. Floch la delató frente a todos. Corrió a la habitación del hotel, llamó a Annie entre lágrimas, ella la calmó y le dijo que no importaba lo que pasara, siempre la ayudaría en todo. Luego, Annie llamó a Yelena y sin darse cuenta, el abogado, novio de su prima, Oyankop, ya se encontraba ayudando a resolver el inconveniente.
El sonido detrás de la puerta dejó de escucharse, dando a entender que la reunión había terminado. Emma se arregló su falda, para levantarse de la silla. Annie salió junto al abogado, luego de estrechar la mano con el director universitario. Tan solo una mirada de la rubia bastó para que la castaña entendiera que resuelto…resuelto, no estaba. Sin decir ni una palabra, caminaron hacía el auto.
- Emma… - empezó hablando el profesional jurídico cuando ya estaban los tres en la privacidad del automóvil- Tu situación es bastante complicada… – tomó un poco de aire y comenzó a leer un papel que llevaba consigo- rompiste bastantes reglas éticas de la Universidad, lo cual lleva directamente a la expulsión, desvinculación y perdida de los años cursados…-
- ¡Pero…! – intentó intervenir y Annie le apretó la mano, haciéndola callar como una advertencia-
- Gracias a ciertos criterios pudimos arreglar la situación- prosiguió el moreno, serio- Los antecedentes de acoso, el video con contenido pornográfico y las constantes amenazas de tu compañero, lograron que la resolución no fuese tan terrible- el abogado miró a Annie, la cual escuchaba con el ceño fruncido. Emma se mordía el labio nerviosa- Podrás terminar los años de carrera que quedan, pero tendrá que ser en otra ciudad. Específicamente en la sede de María. No tendrás derechos a becas, tampoco intercambios, ni primeros lugares- suspiró. Arreglando los papeles que llevaba en la mano- debes firmar también un acuerdo de confidencialidad en donde te comprometes a ocultar y negar cualquier información difundida sobre tu relación amorosa con un docente del centro. Puedes decir que tuviste una relación, pero no puedes decir el nombre, ni la época-
- Gracias Oyankop – le dijo la rubia y luego encendió el auto- Espero que con esto hayas aprendido algo… - se dirigió a Emma. Su voz denotaba molestia y decepción. Desde el inicio le había dicho a su hermanita que era mala idea, pero la cabezota no había escuchado- ¿En que estabas pensando? –
- ¡Deja de tratarme como una niña pequeña! – exclamó, frunciendo el ceño y cruzándose de brazos- Ya sé que fue una estupidez, pero mira como estoy pagando…-
- ¿Crees que frunciendo el ceño y refunfuñando empezaré a verte como una adulta? – casi le gritó y nadie más habló por el resto del camino-.
El viaje hacía el hogar de sus padres fue bastante tenso. Incluso luego de dejar al abogado cerca de su departamento, ninguna emitió algún sonido. Annie apretaba el volante y los labios, conteniendo la molestia y Emma se mordía la mejilla interna, intentando castigarse por sus equivocaciones.
Unos minutos después llegaron al hogar paternal. Ambos esperaban a la castaña sentados en el sillón, con los brazos cruzados.
- ¿Cómo pudo pasar todo esto? – soltó Nile, negando suavemente con su cabeza. No podía entender como su niña pequeña había sido tan irresponsable-
- Lo sé…- la ojiazul asintió, sentándose en la mesa al frente del sofá. Annie estaba apoyada en la puerta con los brazos cruzados- sé que lo que hice está mal, pero siento una rabia…-
- ¿Rabia? – Nile levantó una ceja, indignado con la idea de pensar en que Emma quisiera reclamar-
- ¡claro que sí! – tomó aire, sabiendo antes de hablar, que nadie la entendería- un imbécil me sacó fotos, intentó abusarme y me expuso frente a toda la universidad. Pero, la culpable soy yo ¿no? Y ¿por qué? ¿por qué me enamoré de un profesor? Seamos sinceros entre todos. Nadie me regaló nada de lo que he logrado, pero para la sociedad eso no importa. El asqueroso de mi compañero puede seguir en clases, puede mantener a sus amigos y vivir como si nada, pero yo – dijo apuntándose a sí misma- debo irme, lejos, como un secreto vergonzoso, como si yo fuese la que hizo todo mal, cuando todos nos equivocamos, no solo yo…-
- Mira – Annie cambió la posición de sus brazos y se acercó- Nosotros no vamos a juzgarte por quién haya sido tu pareja o no, Emma. Repudio lo que el degenerado de tu compañero hizo y con Oyankop vamos a luchar por que se haga justicia, pero si me molesta saber que todo este tiempo nos hemos sacrificado e invertido dinero para que tu estudies y al final todo se haya ido a la mierda por un poco de calentura – frotó sus cejas, con frustración y prosiguió- Emma, podrías haber esperado, podrías haber sido más cuidadosa…-
- Gracias a dios, la universidad te dio otra oportunidad- Marie intervino, sonriendo. No era un gran aporte como mamá, pues solo se importaba sí misma. Annie hacía todo su trabajo-
- Si…- Nile asintió, rascándose la barbilla- respecto a eso… - carraspeo y habló- Tendrás que dejar tu departamento en el centro de Sina. Tu auto se quedará aquí y los dos años que faltan, los vivirás allá, en Maria, con los Tybur-
Emma asintió con pesadez. Sabía que se merecía todo. Su padre se levantó, le acarició la cabeza, indicándole que no se martirizara por algo que estaba hecho y que dejara la cara larga, para almorzar. La castaña suspiró y se levantó. No había nada más que hacer.
Unos días después, en una cafetería de la ciudad, se encontraba junto a sus compañeros de universidad. A pesar de los pedidos, Emma había preferido una despedida sencilla.
- No era necesario que hicieran todo esto – Dijo la castaña encogiéndose de hombros, mientras un montón de camareros repartían comida en la mesa-
- No te lo mereces, nos ocultaste un secreto demasiado bueno – Hitch sonrío, burlándose-
- Aún estoy en una especie de shock – Nifa le agradeció a los camareros con una sonrisa, mientras se marchaban-
- No sean pesadas, tampoco fue algo tan terrible- Jean le acarició la cabeza a la ojiazul, como a un cachorro y ella lo apartó molesta-
- Te follaste al profe Ackerman, eres mi puta ídola – Hitch volvió a acotar, felicitándola-
- Oye si, está rubia tiene razón…- Connie indicó a su amiga con la cabeza y sonrío- dime el truco, por favor, muero por cogerme a la profe Petra-
- ¡Connie, asqueroso! – le reclamó Nifa, pegándole moderadamente en el pecho-
- Ustedes dicen eso porque no publicaron sus fotos porno…- la castaña suspiró, girando los ojos- No sé que supone que tenga que hacer ahora-
- Vamos, tonta – el peliceniza, quién estaba a su lado, la abrazó con cariño- sé que podrás hacerlo, solo serán dos años. Saldrá bien, lo prometo-
- Ya…- se separó levemente de él y se acercó a su plato, comiendo un poco de papas fritas- todo el mundo dice eso ¿No entienden que probablemente nuestra amistad termine aquí? –
- Sí…-
Todos asintieron, pensativos. Sabían que así era la vida, pero eso no lo hacía menos triste. ¿Por qué todo tenia que ser así? Conocer gente maravillosa no era una casualidad y tener que perderla dolía muchísimo. Emma sabía que vendrían nuevas personas, sabía que así funcionaba todo, pero no podía evitar sentirse vacía por dentro, pensando en cómo se sentiría ella si todo fuese más fácil.
- Oye… - Armin, quién se había unido hace poco tiempo al grupo fue quién finalmente cortó el silencio- ¿Qué tal si hacemos algo más extremo de despedida? –
- ¿Más extremo? – Nifa, quién salía secretamente con él lo miró extrañada- ¿ir a bailar? -
- Pfff – Hitch miró a Connie y ambos se hicieron una seña burlándose- tu relación va a durar poco si crees que bailar es extremo-
- No, no me refiero a eso – el rubio apretó los labios y tocó mientras miraba, una de las servilletas con sus dedos, pasando los dígitos por los bordes- ¿Qué te gustaría hacer a ti, Emma? – alzó el rostro de pronto, mirándola y ella se encogió de hombros- si este fuese tu último día de vida ¿qué harías? –
- Mmm – la castaña comenzó a morder su labio superior mientras pensaba- sin duda me metería MDMA-
- ¡Pues, joder, la chica ha hablao! – Hitch se levantó, imitando un acento español y tomó sus pertenencias-
- ¿Qué haces? – Nifa alzó la ceja, extrañada. De alguna forma, se hacía la tonta-
- ¿Qué voy a hacer? ¡Nifa, mueve el culo o nos vamos solos! –
Y los amigos se levantaron, dejando la comida tirada, en busca de al menos una última aventura emocionante.
Levi terminaba de guardar la ropa en su maleta. Si bien tenía dinero ahorrado y podría vivir un tiempo con eso, prefería ir a la casa de su mamá. Su futuro estaba incierto y sus papeles manchados. Aún no podía entender como había perdido la cabeza a tal punto de tirar todo su esfuerzo por la borda. Había sido un imbécil, un inmaduro y un irresponsable. Se merecía todo lo que le pasaba.
Sintió como tocaban su timbre y caminó a abrir. Posiblemente eran Erwin, Mike y Hange, los cuales habían ido a comprar unas pizzas, mientras lo ayudaban con la mudanza.
- Hoooola – Emma sonrío desinhibida y entró como pedro por su casa, sentándose en el sofá-
- Hola – le respondió seco, luego de cerrar la puerta tras de él-
- ¡Tuve una revelación! – exclamó alzando los brazos. Levi movió la cabeza hacía un lado. No habían hablado desde el incidente y la tensión se podía cortar con un cuchillo-
- ¿estás drogada? –
- No, ojalá – suspiró y se acomodó en el sillón- Armin intento conseguir MDMA pero el dealer pensó que tenía doce – comenzó a reírse divertida. El seguía serio-
- ¿A que has venido, Emma? –
- Oye… - se levantó e intento acercarse, pero él se alejó, apretando los labios- ¿Hay algo de lo que debamos hablar…? –
- Sí – respondió suspirando y se sentó en el sofá. Palmeó el lado y ella lo imitó, sentándose. El tomó su mano y comenzó a acariciarle los dedos, sin mirarla- Lo que pasó fue bastante loco-
- Si- asintió ella mirándolo. El aún no le devolvía la mirada- ¿Qué pasa, Levi? ¿Quieres terminar conmigo? – soltó. Prefería sinceridad inmediatamente. Tirar la bandita para sufrir todo de golpe-
- Si – le dijo alzando el rostro y soltando su mano- si…- repitió, más para él mismo que para ella-
- Está bien – se encogió de hombros, indiferente- ambos sabíamos que esto iba a pasar en algún momento ¿no? – se levantó y le sonrío cínicamente. Al no recibir respuesta se acercó a la puerta y antes de abrirla se giró, mirándolo- fue una estupidez abrirle mi corazón a alguien como tú. Eres un cobarde, Levi Ackerman, un cobarde que no sabe pelear por lo que quiere- escupió esperando alguna reacción de su parte, pero el no hizo nada. Solo la miró en silencio- ándate a la mierda, no quiero saber nunca más de ti-
Y se marchó, con las emociones atoradas en su garganta. Quería decirle que lo amaba, que podían contra todo, pero dejó que su molestia le ganara. Su orgullo tomó posesión propia y decidió tirarle todo ese odio a quién fue su amor.
Hange, Erwin y Mike habían escuchado todo desde la escalera. Los gritos se escuchaban afuera del departamento y habría sido incomodo entrar antes.
- ¿Lo tengo que hacer yo…? –
La de lentes hizo un puchero y el rubio asintió, dándole a entender que era la única que podía tocar el timbre. Levi abrió molesto.
- Maldita sea, Emma, no hagas esto más di…- intentó seguir hablando, pero las palabras quedaron atrapadas en su mente-
- Cuando me convierta en Emma, te avisaré- le sonrío, entrando y acomodando las pizzas en la mesa-
- Disculpen – Levi carraspeo la garganta e invitó a pasar al resto, para luego cerrar la puerta tras de sí- Creí que eran otra persona…-
- Sí. Escuchamos todo- Hange tomó un trozo de pizza y se acomodó en el sofá. Erwin la miró feo- ¿Qué dije? –
- Levi, es tu privacidad. No te preocupes, nosotros no indagaremos ahí- El rubio sacó un trozo de comida y comenzó a comer con cuidado, todo lo contrario, a la científica-
- Hice lo correcto – El pelinegro tomó un trozo de pizza y comenzó a degustar junto a sus compañeros- Seguir el juego de esa mocosa solo nos perjudicaría a ambos – habló, casi para si mismo, pero sus colegas lo escuchaban sorprendidos. Jamás se había expresado tanto- Ahora me doy cuenta lo inmaduro que fui…-
- Fuiste un tonto – soltó Mike sorprendiendo más aún a sus compañeros-
- ¿Mike? – Hange cambió la posición en la que se encontraba y tomó bebida rápido, para evitar ahogarse-
- Creo que fuiste un tonto, amigo- repitió, ignorando a la de lentes- es cierto que te involucraste con una mocosa. Es cierto que tuviste problemas, pero ¿no lo hiciste porque estabas enamorado? O estás, no lo sé- se encogió de hombros- No involucraste todo por un calentón, lo hiciste en consciencia, con una persona que significaba mucho para ti-
- Eso fue bastante emocional…- El de cejas gruesas habló, verdaderamente conmovido por el actuar de su amigo-
- Ya – Levi se levantó, dejando más de la mitad de la pizza y limpió sus manos con una servilleta- Cuando terminen de comer empezaremos a ordenar todo aquí-
El resto de los docentes lo miraron extrañados. Sabían que en el fondo la situación le dolía y le costaba aceptarlo. Mike tenía razón en su punto y esperaban que algún día, el pelinegro lo viera así.
Emma realizaba su primer recorrido en tren, mirando el paisaje con tristeza. Había pasado una semana desde que se había marchado de su ciudad natal y eso la deprimía en exceso. La universidad había sido tan rígida, que las despedidas se habían hecho muy cortas. Sus padres prometieron visitarla seguido, al igual que Sasha y Jean. Annie y Yelena se habían despedido con cariño, prometiendo mantener un contacto seguido. Reiner y Christa empatizaron con su situación, restándole importancia y pidiéndole que se concentrara en sus estudios, pues solo serian dos años y viajaría constantemente a Sina. El resto de sus amigos de la universidad la despidieron con tristeza, explicándole que siempre la extrañarían. Y Levi… bueno, la bloqueó de sus contactos y la eliminó de todos lados. La despedida de su antigua vida había sido más amarga de lo que había pensado.
Se bajó del tren rápidamente, pues llegaba veinte minutos tarde a su nueva universidad. Las manos le sudaban, el cabello iba recogido en un moño desordenado. Los gruesos jeans azules no ayudaban, mientras que la blusa negra con círculos dorados camuflaba el sudor de sus axilas.
Sus niveles de ansiedad aumentaron considerablemente al encontrarse frente a su clase. La sala 203 E. todo era tan rural y distinto, que le causaba incomodidad. Tocó la puerta dos veces antes de que alguien la recibiera. Un hombre de mediana edad, con el rostro serio y hastiado le abrió la puerta. Ella se disculpó, indicándole que era la alumna nueva y que llegaba tarde pues no conocía bien la ciudad.
- Está bien- asintió y la dejó pasar. Emma le sonrió sin mostrar los dientes y comenzó a buscar un asiento vacío- Señorita – le dijo el mayor y ella se giró, con las mejillas ardiendo- debe presentarse-
- Si, lo siento… me gustaría sentarme primero…- casi tartamudeaba de la vergüenza-
- Oye, tomate – le gritó un chico rubio, con cara de tonto- siéntate aquí – miró a su amigo, el cual frunció el ceño- Porco se puede sentar solo, ven – le hizo un gesto con la mano y Emma se acercó titubeando-
- ¿Te puedo dejar mi mochila? – Miró de reojo al amigo del chico, el cual se alejaba refunfuñando- creo que me odia…- suspiró. Toda la clase la escuchaba y eso la ponía de los nervios-
- Claro, deja tu mochila aquí y ve a presentarte – le sonrío, en una mezcla de amabilidad y broma-
- Gracias…- sonrío y se alejó, caminando hacía la pizarra-
- Después de todo el tiempo que nos hizo perder, puede presentarse, señorita… - le pregunto, para conocer su nombre-
- Emma…-
- Perfecto, señorita Emma, por favor preséntese…- dijo y se sentó en su asiento. Al lado de la pizarra, pero lejos de Emma-
- Está bien- asintió mirándolo y luego miro hacia sus compañeros-
No debían ser más de 20 pelagatos, pero la verdad es que no conocía a nadie. Emma solía actuar extrovertida y risueña en lugares conocidos, pero en lo desconocido era tímida y le costaba expresarse libremente, pero la verdad es que, en ese momento, no tenía más opción.
- Mi nombre es Emma Dawk… tengo… veinticuatro años y …- mordió su labio inferior, con los nervios a flor de piel- y me cambie de sede – suspiró, soltándose- solía ser una estudiante de enfermería de la Universidad de Sina, en sina, pero me transfirieron y ahora estudio aquí – sonrío-
- ¿podría decirnos, por qué la transfirieron aquí? – su profesor la miro alzando una ceja y ella quiso morir. Sentía que la estaba juzgando antes siquiera de conocerla-
- Bueno, yo… - sonrío nerviosa y se acomodó el cabello- Me transfirieron porque tenía una relación amorosa con mi profesor de Física-
Y la boca de todos los presentes cayó, como si les hubiesen contado el peor secreto jamás contado, pero ella sonrío. No tenia nada que esconderle al mundo.
Continuará…
Nota de la autora: Queridos, Queridas … ¿Qué puedo decir? Si te he fallado, te pido perdón de la única forma que sé, abrie…. Ya jajaja. Hola nuevamente en esta, su historia extraña. Me castigo por no subir capítulos tan seguidos, pero eh, fui mamá hace poco y he estado corriendo de allá para acá [Una cachorrita de 3 semanas de vida. Actualmente 1 mes y 2 semana] teniendo que darle leche, enseñándole a ir al baño, las visitas al veterinario y yo 24/7 preocupada de ella y que no le falte nada ni le duela nada. Como verán, entre en teletrabajo, la perromaternidad y mi vida, los días se me hacen cada vez más cortos.
La historia estaba pensada para terminar en el capítulo 15, pero de alguna forma me encariñé y me di cuenta de que quería seguir, por eso, haré una segunda parte, pero… no sé cuándo la empezaré. Osea, ya está el primer capítulo, pero en lo que edito y estoy libre, quizá me demore harto. Espero que les haya gustado este viaje y si no quieren seguir leyendo o yo no escribo jamás la segunda parte, este sería el final mediocre y decepcionante. Jjaja
Espero verlos en alguna de mis otras historias. Que tengan una vida excelente y quizá nos vemos más adelante. Besos.
