Bendición del sello

Capítulo 2: Noche de pasión

En medio de las transitadas calles de Konoha iban dos niños, un rubio ojiazul y una peliazul ojiperla, ambos con dos mochilas en su espalda, consigo llevaban mudas de ropa, algunas armas en caso de enfrascarse en una pelea y mucha comida para dos días, su objetivo, el puesto de ramen favorito del Uzumaki.

Ambos niños habían pasado todo el día juntos, conociéndose y entrenando, poco a poco la noche caía sobre ellos y con ello la nueva misión a la que los encomendaron, el que fuera de clase C decía que era importante, a diferencia de las misiones de cuidar niños o pintar bardas esta trataba de cuidar un hogar de ladrones, no sabían que tan peligroso sería el enemigo... y de hecho no sabían qué toda la misión era una mentira...

Dentro del puesto de ramen, el dueño y su hija platicaban amenamente con los dos infantes. Algo que ambos cocineros sabían era la vida de un Shinobi, en ese mundo existían cinco reglas importantes acerca de su vida, y eran tan simples...

"Edad para matar, edad para fumar, edad para apostar, edad para tomar, edad para follar"

En lo único que coincidían ambos cocineros era en el matar y apostar, no les agradaba la idea de que niños pequeños fumaran, tomaran o tuvieran sexo entre ellos, sin embargo, respetaban esos puntos. La vida promedio de un ninja es de 30 años, y eran considerados adultos una vez se volvían ninjas, debían disfrutar su vida antes de perecer, por lo que ayudaron en ese momento a los pequeños. Tenían tiempo para estudiar y pasar el rato, por lo que los prepararon para su misión, sabían que el Uzumaki tenía problemas con el dinero, así que le regalaron un libro para que aprendiese a apostar, así como un paquete de medicina, los mantendría despiertos, sin embargo, tenían que fumarlo para que surtiese efecto, el daño a los pulmones podría ser aminorado con el chakra, cosa que era una ventaja para cualquier persona que desarrollara correctamente el chakra.

...

Después de media hora de espera, el paquete de medicinas, el libro de apuestas y los pedidos de ramen habían sido entregados al dúo, ambos habían pagado por los platos y se habían retirado, tenían que tomar las calles principales para llegar al lugar, sin embargo, habían entrado en un callejón para guardar las cosas extras que recibieron. De un momento a otro recibieron un ataque que les había arrancado las bandas ninjas, parte de sus chamarras y les había sacado sangre, creyeron que eran enemigos, sin embargo, al voltear vieron al demonio en persona... y no era nada bonito...

Frente a ellos se encontraba el legendario gato demoniaco de una cola, se presumía que podía fragmentar la realidad con un solo bigote, las heridas que provocaba se sentirían hasta la muerte, sus dientes podían romper cualquier cosa que tuviese la desgracia de estar en su boca, su pelaje obscuro le permitía camuflarse en el ambiente, su moño rojo en su oreja derecha aseguraba que era el gato auténtico, el gato más temido en la historia... Tora...

Ambos veían como su pelaje estaba mojado, muestra de que había vuelto a mojarse con algo, y realmente estaba cabreado, por lo que no dudó en atacar a rasguños a ambos niños desprevenidos, quienes sufrieron la ira del gato, como podían se protegían, la Hyūga quedo espantada al ver como el Uzumaki desenfundaba un kunai para pelear, creía que estaba exagerando hasta que vio como la garra del gato rompió con facilidad el arma, no sabían que hacer, lo único que pensaron hacer fue huir por los tejados, esperanzados de que el gato los pasara de largo, sin embargo nunca pensaron que Tora les siguiese el paso.

Cada salto que daban era seguido por un endemoniado gato que los perseguía sin razón, nadie los había visto, por ende, no contaban con apoyo. Entre salto y salto llegaron a la propiedad que debían cuidar, por lo que, harto, el Uzumaki sacó unas barras de pescado que ató con algunas partes de ambas chamarras y decidió lanzar el pequeño paquete. Funcionó, y con ello se habían librado del gato endemoniado.

...

Mierda... realmente me duele... ¿Cómo estás Hinata? -preguntó preocupado por su compañera-

Adolorida... me arde todo... -se quejó con una que otra lágrima-

Ven, vamos adentro -pidió agarrando la mano de la ojiperla-

...

Ayudando a la ojiperla, el rubio se acercó a la puerta y la abrió como le indicó el Hokage, la barrera desapareció durante unos segundos, tiempo que aprovecharon para entrar en el terreno, y viendo cómo la barrera se volvía a activar...

...

...

...

La gran casa poseía bastantes lujos para el sitio, aunque demasiado pequeña en comparación con los complejos de clanes, seguía teniendo un gran espacio. Al entrar, se apreciaba a simple vista lo espacioso del lugar, una gran sala junto a la cocina y el comedor, un pequeño pasillo que daba a lo que lo más seguro era el baño y una bodega, hasta el final había una puerta corrediza y una escalera, eso era todo lo que poseía el primer piso. Mientras recorrían la planta superior, notaron varios matrices de sellos, junto a estos mismos, en sí la planta superior constaba de cuatro habitaciones junto a una gran biblioteca al final del pasillo, al no haber nada más que checar el Uzumaki bajó a preparar la mesa para comer, la Hyūga iba a hacer lo mismo, sin embargo, notó una pequeña placa con un inscrito, al leerlo los ojos perlados de la chica se abrieron de sorpresa...

"N A R U T O"

Era lo que se podía leer en la placa, de antemano sabía que el nombre de su amado venía de un insumo del ramen, en específico de las barritas de pescado que colocaban en el ramen, y era el único Shinobi en el mundo entero en llevar tan peculiar nombre, por lo que le extrañaba que el nombre de su amor platónico estuviese inscrito en la puerta de un cuarto, algo no cuadraba, antes de indagar más fue llamada por su amado a cenar, investigaría más tarde... primero cenaría con su amado...

...

...

...

En un principio, la peliazul esperó que la cena fuera en la cocina, sentados de frente, nunca esperó que su cena fuera a la intemperie, con velas alumbrando la mesita que había en el gran patio, un vistazo rápido dado una vez que salió por las puertas que había en la cocina le permitió ver que el resto del terreno estaba dividido. La primera parte tenía una piscina junto a un pequeño jardín, pegado a la derecha de todo el terreno restante, la segunda parte, pegado a la izquierda, consistía en algunos troncos, muñecos y paredes para entrenar, un mini campo de entrenamiento, finalmente la sección del medio era pasto, y en medio de todo un árbol junto a una mesita y cuatro sillas, lo más seguro es que fuese un espacio para que niños jugasen.

Ambos estaban en la sección de en medio, el rubio había ocupado la mesita para cenar, prendiendo unas velas para alumbrarse, para él era una buena manera de terminar un día, después de todo le recordaba la vez que cenó pescado junto al Hokage, así que quería compartir un momento así con su amiga.

...

El corazón de Hinata se encontraba al límite, el plan que tenía era ir a comer unos rollos de canela, ir a entrenar con su equipo y admirar un rato a su amado antes de seguir entrenando, nada había salido como planeo, no obstante, estaba feliz de que nada saliera como planeo, agradeció despertarse tarde, pues de ahí llevó a buscar fugazmente sus rollos de canela y, por consecuencia chocar con su amado, había conseguido sus rollos de canela, había entrenado y por primera vez tenía una notoria mejoría en su Taijutsu, y, sobre todo, logró estar todo un día con su amado rubio, no podía estar más feliz, y ahora su cuerpo se encontraba en total armonía mientras sentía las manos del ojiazul tratando sus heridas, al parecer su amor platónico había sufrido tantas heridas, eso quedaba demostrado en la manera que trataba los rasguños, sabía cómo desinfectar la herida correctamente, incluso la ponerle las venditas y gasas tuvo sumo cuidado. Quedó embobada al verlo trabajar, no solo en sus heridas, sino también en las suyas... ser cuidada así la hacía sentir amada...

...

Gra... gracias... -agradeció sonrojada-

No fue nada, Tora te lastimó mucho.

Si -en ese momento recordó algo- Oye Naruto-kun.

¿Sí?

Que... ¿Qué pensaste de Haku? -preguntó queriendo saber más-

Cuando lo conocí creí que era una chica hermosa, pero después me di cuenta de que era chico... fue demasiado vergonzoso... creo que pensó mal de mí -comentó avergonzado-

Acaso... tú eres... -trató de preguntar-

¡¡¿CÓMO CREES ESO?!! ¡NO SOY GAY! -gritó queriendo aclarar las cosas-

Perdón... es que pareció que disfrutaste el beso con Sas... -fue interrumpida por el ojiazul-

¡NO ME LO RECUERDES! ¡AHHH MALDICIÓN! Sasuke no hizo nada, yo tuve que separarme de él... odio recordar que mi primer beso fue con el emo de Sasuke -se quejó con un aura deprimente rodeándolo-

¿Fue tan... malo? -trató de averiguar-

Esperaba dar mi primer beso con una hermosa chica -reveló apenado-

Lo... lo siento... -se disculpó por el malentendido-

Tuve que lavarme la boca con mucho jabón. Creo que mentiré y diré que no he dado mi primer beso... no quiero que sepan esa verdad -añadió haciendo reír levemente a su compañera-

Eso sería bueno... o... oye... ¿Qué piensas de mí? -pidió saber-

¿Eh? -se extrañó-

Quisiera saber qué opinas de mí -solicitó-

Bueno... antes hubiera dicho que eras tímida, miedosa y algo tonta, básicamente un bicho raro, pero... -suspira- conociéndote mejor hoy... puedo ver que realmente eres muy bonita, gentil y sobre todo valiente... pudiste dejarme solo inmediatamente me miraron los aldeanos... pero te quedaste conmigo... enfrentaste esas miradas... realmente me gusta tu compañía Hinata -se sinceró el Uzumaki-

...

El pequeño corazón de la ojiperla no cabía de emoción, escuchar esas palabras provenir de la boca de su amado era algo que nunca esperó hacer... para ella, era como si escuchara una confesión de amor de parte del ojiazul... solo pudo llorar y también abrir su corazón... revelar sus pesares...

...

¿Qué tienes? -preguntó evidentemente preocupado-

Nadie me había dicho eso... mi padre cree que soy un fracaso... una tonta... una débil Hyūga... pero tú no... gracias por darme este día... -confesó-

No me agradezcas... desde ahora estaré a tu lado... no quiero que te sientas así... -prometió-

Gracias... Naruto-kun... -agradeció con una verdadera sonrisa-

...

La pequeña Hyūga había sido consolada por el rubio, estuvieron así durante un buen rato, estaban tan perdidos en su mundo que no notaron que las matrices que había por toda la casa empezaron a moverse. Después de un rato ambos se calmaron, y solo se encontraban sentados en medio de la sala, fue en ese momento que la Hyūga se acordó de la carta que le dieron al rubio.

...

Naruto-kun, ¿Qué pasó con la carta que te dieron?

Es cierto, deja la leo -habló sacando la carta-

...

Para fortuna de ambos, la carta había salido ilesa del asalto de Tora, aunque había sido levemente abierta por el movimiento, esperaban mucho texto por leer, pero solo había un pequeño mensaje...

"Ve a tu cuarto"

No sabían que cuarto, creyeron que era una broma, pero no perdían nada en ir arriba, en ese momento la ojiperla se acordó de la puerta con el nombre del rubio grabado en la placa, así que lo guio hacia arriba, en el camino notaban como los matrices y sellos empezaban a moverse. Eso los intrigaba, pero querían saber primero el porqué de la carta. Al llegar al piso superior, ambos empezaron a caminar hasta que se detuvieron en la puerta que decía "N A R U T O", tembloroso, el rubio la abrió, solo para encontrar un cuarto para un bebé lleno de peluches... su cuarto...

Algunas lágrimas empezaron a salir sin razón aparente, en la pequeña cuna había una carta, por lo que la ojiperla la agarró y abrió para leerla junto a su amado rubio... era algo que le abrió los ojos...

...

...

...

"Hola Naruto:

Cuando estés leyendo esta carta, ya deberías de tener 6 años y estar entrando a la academia, lamento haberte sellado al Kyūbi dentro de ti, pero era lo único que podía hacer en el momento, junto a tu madre, la anterior Kyūbi Jinchūriki, Uzumaki Kushina. Nos duele haber tomado esa decisión, sin embargo, sabemos que los aldeanos te van a valorar como un héroe, después de todo, cargas dentro de ti al Bijū que pudo haber destrozado la aldea, pero nunca lo logró, quiero que sepas que dolerá mucho el que no estemos contigo, y lamentamos haberte abandonado de ese modo, lo único que podemos hacer es dejarte esta casa como tu herencia, encontraras demasiadas cosas para entrenar y fortalecerte como Shinobi, así como comida y algunos cuartos extra para cualquier invitado que dejes entrar a la casa, sabemos que Hiruzen te podrá cuidar, así como los líderes de clanes, después de todo ellos son nuestros amigos, y nos prometimos cuidar de los hijos del otro cuando uno faltase, espero puedas perdonarnos... protege lo más valioso que tengas, y por favor... disfruta tu niñez, puede que no estemos, pero siempre te cuidaremos... protege la aldea tanto como ambos la protegimos

Atte: Namikaze Minato, Yondaime Hokage y padre de Namikaze Naruto"

...

...

...

No...

Naruto-kun... -era lo único que pudo decir-

No... jiji no me mentiría... eso debe ser un error -habló mientras su mente se rompía-

Naruto...

Jiji jamás me mentiría... no... no debe ser así... -tartamudeó-

Naruto, responde... -suplicó con notoria preocupación-

Por qué... por qué me hicieron esto... -trató de entender-

...

Las lágrimas empezaron a fluir por el rostro del Uzumaki, Mizuki le reveló que él era el Kyūbi Jinchūriki, pero no esperaba que su padre y madre lo usaran de sacrificio, para sumarle a su dolor, el Bijū dentro de él le mostró los recuerdos de su padre y madre, ambos haciendo la promesa a los líderes de clanes, así como sus últimos momentos de vida, rogándole a Hiruzen que lo cuidara. En su mente, el Bijū esperaba que la ira rompiera el sello que lo contenía para librarse finalmente de su cárcel... cosa que empezaba a surgir efecto...

...

¡¡¡ESTOO NO PUEDE SER ASÍ!!! ¡¡¿POR QUÉ JIJI ME MENTIRÍA?!! ¡¡¿NO SABE TODO LO QUE TUVE QUE SUFRIR?!! TUVE QUE SOPORTAR LAS MIRADAS DE ODIO DE LA GENTE, SUS BURLAS, SUS INSULTOS, TUVE QUE DORMIR EN CALLEJONES, BUSCAR COMIDA DE LOS BASUREROS, SOPORTAR TODO LO QUE ME LANZABAN, ¿POR QUÉ? -gritó sacando todo su dolor-

¡NARUTO-KUN! -exclamó totalmente preocupada-

¡¡¡POR SU CULPA TODOS ME ODIAN!!! YO NO QUERÍA TENER AL KYŪBI DENTRO DE MÍ, YO NO PEDÍ ESTO... YO NO SÉ QUE HACER... ¡¡¿ACASO SOY EL KYŪBI?!! -se quejó con notorio dolor-

Naruto no lo e... -trató de hablar siendo interrumpida-

¡¡¡MALDITA MIERDA!!! POR ESO TODOS ME ODIAN, POR ESO SAKURA Y SASUKE ME DESPRECIAN, KAKASHI-SENSEI NO ME QUIERE AYUDAR, ME TEMEN, DEBÍ DE MORIR ESE DÍA... DEBÍ DE SUICIDARME... ¡¡¡SIEMPRE SERÉ UN MALDITO DEMONIO!!! -gritó destrozado-

...

Entre gritos y lágrimas el chakra Bijū se empezó a filtrar de su cuerpo, podía verse como esa capa de chakra provocaba algunos cambios notorios en el ojiazul, Kyūbi estaba listo para salir, sin embargo, nunca esperó que la Hyūga corriera y abrazara a su carcelero.

Hinata siempre había visto al Uzumaki desde lejos, no obstante, su timidez no le permitió estar cerca de él, solo podía admirarlo desde lejos, en esa carta había descubierto el motivo detrás de toda la marginación hacia el rubio, ese dolor que había sido obligado a llevar, se arrepentía de no estar ahí, para hacer su dolor más llevadero, lloró al ver como el alegre Uzumaki se sumergía en la desesperación por encontrar respuestas. Sin temor a nada solo se abalanzó a abrazarlo, en un intento de sanar su dolor.

...

¡¡¡SUÉLTAME HINATA!!! YA SABES LA VERDAD, YO SOY EL KYŪBI, SÉ QUE TE IRÁS -gritó totalmente dolido-

NUNCA ME IRÉ NARUTO-KUN, TE LO PROMETÍ -respondió con la misma intensidad-

¿CÓMO PUEDO CONFIAR EN TÍ? JIJI ME MINTIÓ TODA MI VIDA, ¡¿QUÉ ME ASEGURA QUE NÓ HARÁS LO MISMO?! IRUKA-SENSEI TAMBIÉN PENSÓ QUE ERA UN DEMONIO, ¡¡¿CÓMO PUEDO SABER SI ÉL TAMBIÉN ME ESTÁ MINTIENDO?!! ¡¡¿CÓMO PUEDO SABER QUE TÚ NO ME ESTÁS MINTIENDO?!! -pidió buscando un alivio para su dolor-

¡YO NO TE ESTOY MINTIENDO, YO ME QUEDARÉ A TU LADO! -prometió con total euforia-

¡¿POR QUÉ LO HARÍAS?! NO VES QUE SOLO SOY UN MALDITO DEMONIO, SOY UN JODI... -no pudo acabar al ser interrumpido-

¡¡¡POR QUE TE AMO NARUTO-KUN!!! ¡¡¡YO TE AMO!!! -gritó rompiendo en llanto-

...

Aquella declaración había frenado cualquier intento de habla del Uzumaki, esa declaración lo había sorprendido totalmente, nunca esperó que la ojiperla lo amara...

...

Tú... -habló completamente asombrado-

¡TE AMO! ¡TE HE AMADO DESDE QUE TE CONOCÍ CUANDO ME SALVASTE DE ESOS BRAVUCONES! -gritó aferrándose a su amado-

Espera... tú eras... -habló sorprendido, recordando ese día-

Sí... soy la niña que salvaste de esos niños que se burlaban de ella... desde ese entonces me flechaste... lo que empezó como admiración se volvió amor, traté de verme como la novia de alguien más... pero nunca pude visualizarme más allá con alguien más... siempre quise ser tu novia... la chica a la que abraces... a la que mimes... a la que beses... por favor... confía esta vez en mí... -pidió con la voz cortada-

Hinata... ¿Por qué yo?... -pidió saber-

Eres alguien amable... alguien que no se rinde... alguien que daría todo por sus amigos... sé que parece precipitado... pero siempre quise decírtelo... por eso me desmayaba cuando estabas muy cerca de mí... por eso tartamudeo cada que trato de hablar contigo... porque realmente te amo... -confesó ocultando su rostro en él-

Yo no soy especial... -confesó-

Lo eres, no lo dudes...

La gente me odia... incluso mi propio equipo... -añadió el Uzumaki-

Entonces demuéstrales que realmente vales...

Tengo al Kyūbi dentro de mí... soy una bomba andante... -habló tratando de alejar a la peliazul-

No para mí... estaré contigo siempre... -juró-

No tienes que hacerlo... -pidió-

Pero quiero hacerlo... -afirmó llevándolo a la habitación de al lado-

...

Al entrar a aquella habitación, los sellos que habían dentro de esta empezaron a activarse, quedando todos en la cama que se encontraba, dentro de la habitación había una gran nube de humo morado, desconocido para los Genin, era un potente afrodisiaco proveniente de los sellos, y debido al momento de debilidad de ambos poco a poco el humo empezaba a hacer efecto... todo esto era el experimento de una pelirroja...

...

No quiero que lo hagas... por obligación... -pidió mientras cerraba la puerta-

Nunca he estado enamorada de ti por obligación... fuiste quien alumbró mis días...

¿Cómo pude alumbrar tus días si ni siquiera puedo alumbrar los míos? -quiso saber-

Porque me demostraste que no debía de rendirme... -confesó-

Ahora estoy quebrado, ¿Sabes? -le hizo saber-

Entonces déjame unir las piezas de tu roto corazón... -habló sentándose-

No quiero salir herido... -confesó-

Yo nunca te lastimaría Naruto-kun...

Promételo Hinata... -rogó-

Lo prometo... porque ese, es mi nindo... mi camino... eres tú... -prometió mencionando parte de las palabras de su amado-

Nunca había notado lo hermosa que eres... perdón por eso... -confesó empezando a caer en los efectos del afrodisiaco-

No te arrepientas... fue mi culpa no acercarme a ti antes... -confesó apenada-

Fuimos muy tontos al no acercarnos... somos la cura para el otro... -comentó con una leve risita-

Eres lo único que quiero en mi vida... no importa si me odia mi clan... solo quiero estar contigo... -reveló empezando a sentir un fuerte calor recorriendo su cuerpo-

¿Sabes algo Hinata?...

¿Qué? -pidió saber-

Eres más hermosa de lo que es cualquier Shinobi... eres mucho mejor que Sakura e Ino juntas... -reveló sonrojando a la ojiperla-

¿Por qué lo dices?... -preguntó nerviosa-

Porque realmente eres mucho mejor persona que ellas... eres mejor mujer... -confesó-

Mu... ¿Mujer? -preguntó sonrojada

Sí... este día me hizo ver que mi tonto enamoramiento por Sakura era un amor de hermanos... -reveló lo que había pensado en la mañana-

¿Por qué lo dices?...

Porque nunca he estado tan deseoso de probar tus labios... -añadió acostando a la ojiperla-

En... ¿En serio? -pidió saber totalmente sonrojada-

Eres más hermosa de cerca... y créeme que lo digo en serio... -reveló sonrojado mientras se acercaba a su cara-

No estás mintiendo... ¿Verdad?... -preguntó queriendo saber la verdad-

Nunca te mentiría a ti... no a ti... -afirmó-

No me des alas... no quiero que las arranques de repente... -suplicó esperanzada-

Tú me distes alas cuando nadie más lo hizo... déjame ayudarte a que alces el vuelo... -pidió-

Una vez que vuele no me iré de tu lado... ¿Estás realmente seguro? -preguntó dejándose llevar por las emociones del momento-

La verdadera pregunta es... ¿Qué tan alto quieres llegar conmigo?... -pidió saber dejándose llevar por el afrodisiaco-

Una vida... es lo que quiero contigo... llegar más allá de la muerte... -reveló soñadoramente acercándose a la cara del rubio-

Soy muy impulsivo... ¿De verdad quieres volar a mi lado?... -pidió una confirmación-

Cariño... esta noche tú y yo llegaremos a tocar el cielo y las estrellas... -terminó revelando bajo los efectos del momento-

...

Y sin cruzar más palabras, ambos unieron sus labios en un cálido beso, dejándose llevar por todas las sensaciones que recorrían su cuerpo... dejándose llevar por la pasión...

(18, Lemon)

El ambiente estaba cargado de pasión y lujuria desenfrenada, cosa que había afectado a ambos de gran manera, seguían consientes de sus actos, pero querían más, así que poco a poco empezaron a recorrer el cuerpo del otro, por primera vez apreciaban lo que las chamarras ocultaban, el rubio apreciaba el físico de su compañera, su cuerpo esculpido por las diosas, aquellas curvas que recorría con los dedos, explorando cada lugar, por su parte la peliazul se perdía en el torso de su amado, recorriendo con su mano todo lo que su amor platónico tenía por ofrecerle. Había soñado tanto con esto, y a pesar de ser pequeños, realmente quería llegar al cielo con el Uzumaki.

Las caricias empezaron a subir de tono conforme pasaban los segundos, el rubio se había girado para sentarse, teniendo a la ojiperla en sus piernas, en un movimiento su boca se deslizo hacia el cuello blanco de la peliazul, empezando a besarla y ganando dulces suspiros de su boca. Desesperada por ver más, Hinata había agarrado la parte inferior de la playera de su amado, pidiendo permiso para quitársela, permiso que se le concedió, poco a poco el pecho del rubio se revelaba ante los ojos llenos de deseo de la ojiperla... su deseo era notorio...

Una vez el ojiazul se quitó la playera, las manos suaves de la peliazul empezaron un lento y armonioso recorrido por todo el pecho de su amado, queriendo explorar cada parte de su amado, cosa que excitó más al Uzumaki, haciendo que su boca empezara a bajar hacia el pecho de la Hyūga, ella, sabiendo lo que pasaría, se alejó brevemente para despojarse de su playera, dejando al descubierto un blanco sostén que se robó la lujuriosa mirada del Uzumaki. Sin tiempo que perder, su boca empezó a bajar, dejando marcas por todo el pecho de la Hyūga, ella sentía la necesidad de despojarse de la única prenda que le quedaba, por lo que, mientras sentía los labios de su amor recorriendo su clavícula, se desabrochó su sostén, aventándolo y dejando al descubierto sus pechos, grandes para la edad que tenía, por instinto quiso cubrirse, antes de lograrlo la cara del rubio se acercó lo suficiente...

"Eres perfecta Hinata... con tus hermosas curvas talladas por los dioses..."

La boca del rubio terminó en el pezón izquierdo de la ojiperla, mientras que su mano derecha masajeaba su seno derecho, la peliazul se arqueó por el placer de las nuevas sensaciones, soltando sonoros gemidos, la mano restante del Uzumaki rodeó parte de la cintura de su amada, acercándola a él y haciendo que sus sexos se rosen entre sí, esa nueva sensación los había hecho soltar un gemido cargado de placer... esa sensación les quitó lo poco que les quedaba de cordura...

Dejándose guiar por sus más primitivos impulsos, ambos empezaron a mover sus caderas, en busca de explorar el placer que ambos estaban sintiendo, los gemidos de la ojiperla resonaban por todo el cuarto, estaba en un mar de sensaciones placenteras, provocadas por su amado, el calor recorría todo su cuerpo, y en ambos era notorio, así que se separaron y con clara desesperación se quitaron sus pantalones, lanzándolos a volar y quedando en ropa interior, ella en unas bragas moradas y él en un bóxer negro, ambos se avergonzaron del repentino movimiento, por lo que se detuvieron de todo el placer.

...

¿Quieres parar? -preguntó a su amada-

No... por favor no lo hagas... -suplicó entre gemidos-

¿Segura?... no quiero que esta experiencia sea desagradable para ti... -solicitó, no quería 'violar' a la ojiperla, la primera que lo amaba por lo que realmente era-

Naruto-kun... hazme llegar al placer... -rogó meneando sus caderas, dejándose llevar por el placer-

...

Dejándose llevar, el Uzumaki acostó a su amada, la luz de la luna alumbraba el perfecto cuerpo de la Hyūga, dándole un brillo mágico provocado por el sudor. Antes de que la ojiperla pudiese hablar, el ojiazul se acercó a la feminidad de su amada, quitándole sus bragas con los dientes mientras se quitaba su bóxer... el chillido de su amada no tenía comparación...

Dejando cuidadosamente la ropa interior de la peliazul y la suya, el rubio admiraba con total deseo la feminidad de la Hyuga, para él era lo más hermoso que había visto.

...

No mires tanto... -pidió avergonzada, tapándose su intimidad-

¿Por qué te tapas Hinata? -preguntó queriendo saber-

Es... vergonzoso... -tartamudeó sonrojada, con las mejillas en un nuevo tono de rojo-

Por favor, déjame verte... -rogó colocando sus manos sobre las de la Hyūga-

Trátame bien... es mi primera vez... -pidió dejando que sus manos se alejen de su sexo-

Amor... será un honor ser tu primera vez... -comentó acercándose a la feminidad de su amada-

...

Los labios del Uzumaki se habían acercado al sexo de la ojiperla, decidido a llevarla a nuevas experiencias, empezó a lamer su feminidad, ganándose un fuerte chillido lleno de placer. Sus caderas empezaron a ladearse de izquierda a derecha, mientras su respiración se entrecortaba, esa nueva sensación la había llevado a nuevos límites, su espalda se arqueó y sus manos fueron a la cabeza del Uzumaki en un intento de que llegará más allá, mientras su amado le daba placer a su feminidad su boca soltaba profundos gemidos, demostrando que estaba disfrutando del acto.

Queriendo explorar más allá, el ojiazul adentró su lengua en la feminidad de su amada, al instante la Hyūga lo aprisionó con sus torneadas piernas, sabiendo que había hecho bien, el rubio empezó a follarla con su lengua, mientras su mano acariciaba y jugueteaba con su clítoris, esa combinación bastó para llevar al éxtasis a la ojiperla, quien no aguantó más y se corrió, soltando su amor en la boca del rubio, quien gustoso lo recibió.

...

Realmente delicioso Hinata... -comentó disfrutando del líquido-

Eso... estuvo... estuvo muy placentero... -suspiró con notoria satisfacción-

Hinata... ¿Realmente quieres esto?... -preguntó, dándole a la Hyūga una última oportunidad para parar-

Sí... hazme tuya Naruto-kun... -suplicó dejando ver su intimidad-

¿Estás segura de esto Hinata? No quiero que te arrepientas... -rogó, no queriendo hacer una barbaridad que la lastimara física y mentalmente-

Cariño... quiero que seas tú el único hombre en mi vida... -reveló con notorio amor en sus palabras y a la vez, asombrándose por los 18 cm del Uzumaki-

Entonces... toquemos juntos las estrellas amor... -habló colocando su virilidad en la entrada de su amada-

...

Poco a poco las caderas del Uzumaki empezaron a moverse, permitiendo que su virilidad entre poco a poco en la intimidad de la Hyūga, dejando que ambos soltasen gemidos de placer ante la nueva experiencia, poco a poco el rubio se adentraba, hasta que llegó a una barrera, en ese momento miró a la peliazul... quien lo miraba con una cálida sonrisa...

"¿Estás lista?" Preguntó dándole tiempo a Hinata de que se recuperase en caso de necesitarlo.

"Antes, quiero que me beses y agarres mis manos, quiero que este momento sea mágico cariño" Pidió, acercándose al rostro de su amor ya no tan platónico.

"Algo me dice que dolerá, perdón por lastimarte" Se disculpo, mientras sus caderas se movían hacia atrás.

"El dolor será momentáneo en comparación con el placer que sentiremos" Habló, besando a su amado y entrelazando sus manos en una total muestra de amor.

No queriendo hacerla esperar, el rubio se preparó, y de un empujón entró de lleno, provocando que la espalda de su amada se arqueara, y soltara un gemido lleno de dolor y placer... en ese momento no había marcha atrás... ambos habían perdido su virginidad juntos...

...

Tan apretado... -comentó entre gemidos-

¡Finalmente estás dentro de mí Naruto-kun! -gritó extasiada, soltando unas lágrimas de felicidad-

Gracias por amarme Hinata-chan... -agradeció con total amor en sus palabras, sorprendiendo a la ojiperla-

Hi... hi... ¿Hinata-chan?... -preguntó realmente asombrada, sus sueños que implicaban al rubio finalmente se cumplían-

Sí... ahora somos uno mismo amor... -declaró con convicción-

Entonces caminemos juntos cariño... -añadió son una cálida sonrisa-

Te amo... de verdad te amo Hinata... -declaró acercándose al rostro de la peliazul-

Y yo a ti Naruto... -confesó besando a su nueva pareja-

...

Entre besos las caderas de la Hyūga empezaron a menearse, confirmando que el dolor había cesado. Aceptando la afirmación, el Uzumaki empezó con un lento vaivén de caderas, logrando sonoros suspiros de parte de ambos, las nuevas sensaciones eran totalmente placenteras para ambos, y poco a poco ambos empezaban a perderse en la lujuria desenfrenada, la ojiperla soltaba lágrimas de felicidad mientras era follada lenta y deliciosamente por su rubio. De chocar con su rubio amado y agarrar su mano terminó en una cama, entregándose mutuamente, no era lo que esperaba, pero el cosquilleo que le provocaba el Uzumaki le dejaba en claro que esa casualidad fue lo mejor que le pudo pasar... era ahora una mujer... la mujer de su amado...

Queriendo experimentar una nueva posición, el Uzumaki abrazó a su amada, moviéndose sin separarse de su sagrada unión, y se sentó, recargándose en la cabecera de la cama, una vez posicionado, acomodó a su ojiperla, sus piernas habían rodeado la cintura del rubio, y manteniendo el movimiento de cadera, ambos empezaron una agradable follada.

"Hinata... esto es realmente placentero-ttebayo" Confesó dejando salir su tic verbal cargado de placer.

"Naruto-kun... por favor... más rápido..." Rogó meneando sus caderas para reforzar su petición.

"Como ordenes amor" Habló subiendo la velocidad de sus movimientos.

En pocos minutos la habitación se llenó de gemidos, el vaivén de caderas era firme y rápido, acercando a ambos a su liberación, presa del placer, ambos empezaron a sucumbir ante sus deseos, la Hyūga había empezado a besar el cuello del rubio mientras clavaba sus uñas en su espalda, por su parte, las manos del rubio jugueteaban con el cuerpo de su amada, dándole un placentero masaje a uno de sus pechos y a su feminidad. Los minutos pasaban, y ambos habían llegado al límite.

...

Hinata... no aguantaré más.

Córrete dentro de mí -pidió entre gemidos-

¿Pero y si te embarazo? -preguntó preocupado, no queriendo hacer algo malo-

No me importa... solo quiero sentirte... por favor... -suplicó-

¿Segura? -preguntó queriendo confirmar-

Sí... quiero que esto termine así... -reveló perdida en el placer-

...

Acelerando el movimiento, ambos llegaron a su liberación juntos, sus gemidos denotaban el placer al que habían llegado, la Hyūga sentía la cálida semilla de su amado llenarla por completo, mientras el Uzumaki notaba como un leve rastro de sangre corría por su virilidad, así como todo el 'amor' líquido que su amada soltó.

...

(Fin 18)

Separándose, ambos se acostaron destapando las cobijas y entrando en ellas, la sesión de amor los agotó severamente, por lo que querían dormir nada más, nunca notaron como los sellos de la casa habían desaparecido de la cama inmediatamente se separaron tras su liberación, moviéndose a otro cuarto.

...

Hinata... gracias por darme tu primera vez... -agradeció con una verdadera sonrisa-

Naruto-kun... te amo... -confesó una vez más, mientras se acurrucaba junto al ojiazul-

Perdón si no te lo pregunté antes... Hinata, ¿Quieres ser mi novia? -preguntó, haciendo que la Hyuga suelte unas pequeñas lágrimas de felicidad-

Sí... quiero estar contigo el resto de mi vida... -confesó abrazándolo-

Créeme que lo harás... prometo que estaré contigo el resto de mi vida... -prometió para asegurar que cumpliría con eso, cueste lo que cueste-

Volemos juntos cariño... lleguemos más allá de las estrellas -habló soñadoramente mientras miraba a su amado a los ojos-

Amor... te haré la mujer más feliz... -prometió, haciendo que la peliazul lo besara por última vez en el día-

Descansa Naruto-kun -se despidió rompiendo el beso-

Igualmente, Hinata-chan -habló, tapando a su amada y abrazándola para dormir-

...

Y sin importar nada más, ambos Genin se entregaron a los brazos de Morfeo, abrazándose mutuamente, tras la noche de pasión que vivieron, el recuerdo de su unión sería algo que atesorarían... junto a un pequeño regalo que los sellos estaban preparando...