Bendición del sello

Capítulo 6: Bosque de la muerte

Mientras el rubio y la peliazul original se encontraban descansando junto a su hija, sus clones estaban disfrutando una agradable velada con los pequeños niños que los extrañaron, en todo momento se quedaron abrazando a sus ídolos, no querían volver a perderlos.

A ver si entendí, compraste un paquete de rollos de canela, al salir de la panadería chocaste con Hanachibi, quien no había encontrado su ración de rollos, prácticamente te arrastró a un picnic después de que comprara un poco de té, y te robo tus rollos -explicó el rubio tratando de entender lo dicho por su alumno-hermano-

Bueno... si lo pones así sí -añadió el castaño viendo que le habían 'robado' su comida-

Hanabi, ¿Qué te había dicho acerca de robarle sus rollos de canela a la gente? -regaño la ojiperla mayor-

Lo siento nee-san -se disculpó la castaña ojiperla-

Ven, solo prométeme que no lo volverás a hacer -pidió la peliazul-

Sí, lo prometo -asintió la ojiperla menor-

Por cierto, ¿Qué pasó después de que desaparecí? -pidió saber Hinata-

Tou-sama organizó grupos de búsqueda para que nadie se robara tu Byakugan, yo... yo quería ir, pero no me dejó... quería salir a buscarte nee-san... no quería perderte... lo siento si me porté mal antes... pero por favor... no te vuelvas a ir... -sollozó la pequeña ojiperla abrazando a su hermana-

Te lo prometo Hanabi... no te volveré a dejar sola.

¿Lo prometes? -preguntó esperanzada Hanabi-

Sí, ven, ya todo está bien -aseguró la ojiperla abrazando a su hermanita-

Te extrañé mucho Hinata -lloró la castaña-

Lo sé, por cierto, ¿Cómo estuviste tú Konochibi? -preguntó la ojiperla viendo al Sarutobi-

Después de que el jefe desapareció me encerré en mi cuarto, no quería salir, en ese tiempo logré desarrollar la variante que le mostré a Hanabi, era lo único que me había enseñado Naruto-nii debido a las misiones que hacía -explicó un poco decaído-

Y prometo enseñarte más cosas increíbles -afirmó el rubio para la alegría del pequeño-

¿Lo dices en serio jefe? -preguntó esperanzado el castaño-

Sí.

Genial, ¿Oíste eso Hanabi? El jefe me entrenará más duro -exclamó alegremente a la ojiperla menor-

Eso es genial -añadió mientras se dirigía al rubio- oiga Naruto-san.

¿Qué pasó?

Gracias por cuidar a mi nee-san, y gracias por traerla de vuelta, no tengo con que agradecerle -agradeció mientras hacía una reverencia-

No te preocupes Hanachibi, debía cuidar a Hinata para que volviera a la aldea -añadió alegremente-

Espero que no le haya causado muchos problemas a Hinata-san jefe -se burló el niño-

¡KONOHAMARU! -gritó avergonzado el ojiazul-

Jeje, tranquilo Konohamaru, entre los dos logramos volver -afirmó la ojiperla-

Eres increíble nee-san, cuando crezca quiero ser como tú -alagó con estrellitas en sus ojos-

Y lo serás pequeña.

Jefe, ¿Podemos ir a comer? -pidió Konohamaru-

¿Eh?

Nee-san, ¿Podemos acompañarlos? -pidió la ojiperla menor-

Hanabi, recuerda que somos clones, no necesitamos comer, y eso solo sería un desperdicio -comentó dudosa-

Anda, aunque sea acompáñenos -rogó con ojitos de cachorro-

Hanabi, no creo... -fue interrumpida por su hermanita-

Por favor nee-san, tengo que contarte mucho de lo que he hecho durante tu ausencia -trató de convencer Hanabi-

Pero... -fue interrumpida al ver como su hermanita se acercaba a su oído-

Además, tengo que ver si Naruto-san sería el novio perfecto para ti, solo alguien digno podrá estar a tu lado nee-san -le susurró la castaña-

¡¡¡HANABI!!! -chilló avergonzada la peliazul-

¡PERFECTO! Konochibi, guíanos a un buen restaurante -ordenó la ojiperla menor mientras agarraba de la mano a su hermana-

Conozco un restaurante de ramen, vamos -exclamó el castaño agarrando a su mentor y empezaba a correr-

¡QUE BIEN! VAMOS -gritó emocionada la castaña mientras corría siguiendo a Konohamaru-

Ha... ¡HANABI ESPERA! -chilló Hinata-

¡KONOHAMARU! -gritó Naruto siendo arrastrado-

A lo lejos, un grupo de diez personas se quedaron viendo la interacción entre ambos castaños, la peliazul y el rubio.

¿Qué acaba de pasar? -cuestionó Ino totalmente extrañada-

La verdadera pregunta es, ¿Cuándo usaron clones? -preguntó asombrado Kiba-

Debe ser cuando chocamos tratando de seguirlos -teorizó Shikamaru-

¿Dónde habrá aprendido a hacer los Kage Bunshin Hinata? -preguntó intrigado Shino-

Naruto se los debe de haber enseñado, después de todo es el único capaz de hacer varios a la vez -informó Sasuke-

Pero ¿No se supone que el usuario debe tener mucho chakra? -cuestionó Sakura-

Eso dejaría en claro que Hinata tiene un buen nivel de chakra -dedujo Tenten-

El destino tenía predicho que Hinata sería un fracaso -desprestigió Neji-

Entonces has de tener más chakra que ella para decir eso -recriminó Chōji-

Tiene un buen punto -respondió Lee-

Al parecer no eres tan prodigioso como alardeas -se burló el Inuzuka-

Cállate, solo eres un simple inútil el cual tiene un patético camino impuesto por el destino -befó molesto el Hyūga-

Puede ser, pero al menos soy heredero de un clan. Dime Neji-chan, ¿Cómo te trata la rama secundaria? -respondió Kiba burlándose de la posición de Neji-

Eres un maldito desgraciado -insultó enojado-

Oigan -habló Tenten-

Tal parece que sigues siendo un patético sirviente del clan Hyūga -respondió el Inuzuka-

¡REPITE ESO MALDITO PERRO SARNOSO! -gritó con rabia el Hyūga-

Oigan -trató de hablar de nuevo la castaña con bollos-

¡ESTE PERRO TE ENSEÑARÁ EL VERDADERO PODER DE UN ALFA! -gritó Kiba a punto de atacar-

¡¡¡MIERDA ESCUCHEN!!! -gritó Ino totalmente enojada-

¿Qué quieres Ino-puerca? -preguntó la pelichicle-

Naruto y Hinata ya se fueron de aquí -comentó asombrando a todos-

Debíamos seguirlos -recriminó el Aburame-

Según el castaño fueron al puesto de ramen -añadió el Akimichi-

Problemático. Deberíamos prepararnos para la segunda prueba -respondió el Nara-

Maldita sea vago, primero debemos de averiguar qué se traen Naruto y Hinata, además, sé que te sonrojaste al ver la nueva apariencia de Hinata, pervertido -respondió la Yamanaka-

Lo dice la que se tuvo que voltear para que no se le viera el sonrojo -atacó el azabache, haciendo que la rubia voltease su cara-

Dejen de pelear, debemos de buscarlos -sentenció el Uchiha-

¡¡¡VAMOS ALLÁ!!! -gritó Lee eufóricamente-

Mientras los clones de ambos padres acompañaban a sus admiradores al puesto de ramen de Ichiraku, los originales empezaban a despertar de su siesta, la pequeña Himawari recuperó la energía perdida y estaba lista para una nueva sesión de juegos, y lo que más la animaba era que ahora la acompañarían sus padres, y no los que solo se quedaban cuidándola.

Gaaa Gaa Gaa -balbuceó la pequeña peliazul-

Hi... Himawari... buenos días... -saludó la Hyūga-

Gaaa -respondió agitando su zorrito de peluche-

¡AY! Mi cara fue azotada por -observó el rubio analizando el objeto que lo golpeó- ¿Un zorro de peluche?

Gaaaa.

¿Quieres que juguemos contigo? -preguntó el rubio a su hija-

Gaa.

Qué bonito, ella quiere que tú tengas el zorrito -celebró la peliazul-

Eso te deja con el conejito -comentó el Uzumaki-

Sí, mira cómo se ríe -añadió escuchando con alegría las risas de la pequeña niña-

Nunca me había sentido así -comentó el Uzumaki con un toque de nostalgia-

¿A qué te refieres? -preguntó intrigada la ojiperla-

Siempre soñé con una familia, tener alguien que me saludara con un 'bienvenido a casa', tener a alguien esperándome en la puerta de mi departamento, en sí quería sentirme parte de una familia, la única familia que tuve fue Teuchi y Ayame, pero no siempre estarían conmigo -comentó con un leve toque de tristeza-

Naruto-kun, yo... -trató de hablar la ojiperla fallando olímpicamente-

Y ahora mira, formamos una familia, una hermosa hija que es ahora nuestra prioridad... … … jeje, no lo hacemos tan mal -comentó con notoria felicidad el ojiazul-

Naruto...

Creo que es mucho hablar, vamos a jugar con Hima-chan antes de que ya sea hora de irnos, tenemos dos horas antes de que la segunda prueba empiece -comentó el Uzumaki empezando a jugar con su hija-

Tienes razón, como ya tenemos nuestras cosas listas solo tenemos que presentarnos -añadió la ojiperla aliviada-

Así es, bueno, ven, Himawari quiere que el conejito juegue con ella -comentó el rubio a su amada novia-

Mi hermosa niña, vamos, el conejito quiere que juegues con él -exclamó la Hyūga acercando al peluche que agarró-

Mientras los padres jóvenes jugaban con su hija, sus clones pasaban tiempo de caridad con dos pequeños niños, y un grupo de diez chismosos seguían a los clones, un grupo de cuatro Jōnin estaba oculto a un lado del pequeño local de ramen, esperanzados a escuchar algo interesante acerca del rubio y la peliazul.

¿Cómo fue que nos convenciste de hacer esto Kurenai? -pidió saber un peliplata-

Tengo que saber que le pasó a mi alumna, no puedo dejarla con ese trauma -respondió seriamente la azabache nombrada-

Si sabes que Naruto-san la está ayudando con sus poderosas llamas, ¿No? -preguntó emocionado el azabache con corte de tazón-

No hables Gai, deja que la parejita siga en su cita -se burló el Sarutobi-

¡ESO NO ES NINGUNA CITA! -exclamó la ojiroja lo más bajo posible-

Vamos Kurenai, hasta yo sé que eso es una cita -respondió el Hatake-

No puede serlo, el Uzumaki no es digno de estar sentado junto a mi Hinata, ni siquiera merece verla -recriminó Kurenai enfadada por el comentario-

Deja que disfruten su momento, además, los pequeños parecen disfrutar de su compañía, no sería correcto arruinar su momento -solicitó Gai-

Bueno puede que tengas razón -comentó rendida la Kunoichi-

Tú tranquila, lo más seguro es que anden comiendo nada más -comentó el Sarutobi-

¡¡¡HANABI NO DIGAS ESO!!!

¡¡¡KONOHAMARU!!!

Los gritos habían alertado a todos los que pasaban por ahí, incluido el grupo de Gennin y Jonin, al asomarse al puesto de ramen vieron como un adulto sonreía pícaramente, una chica de no más de 18 años tenía una cámara con varias fotos en sus manos, dos niños que sonreían con un notorio toque de complicidad, y un rubio cargando a una casi desmayada peliazul.

¡¡¿QUÉ PASÓ AQUÍ?!! -gritó exaltada la Kunoichi mayor-

Hinata nee-san no acepta que una hija con Naruto-sensei sería muy hermosa -comentó la ojiperla menor-

Naruto-nii tampoco lo quiere aceptar, ambos serán una hermosa familia en el futuro -añadió felizmente el castaño menor-

¡¡¡KONOHAMARU!!! -gritó avergonzado Naruto-

Ba... basta de... decir eso... -tartamudeó sonrojada Hinata-

¿No crees que forman una bonita pareja? -preguntó esperanzado la cocinera a su padre-

Claro que sí Ayame -respondió alegremente el nombrado-

No... no... no... ¡NO PUEDE SER! -gritó encolerizada la ojiroja azabache-

¡¡¡AHHHHHHHH!!! -gritaron ambos Genin tropezando por los nervios-

El susto había provocado que ambos Genin cayeran junto con su plato de ramen, lo que provocó que los clones hechos desaparecieran en un estallido de humo, sorprendiendo a casi todos en el lugar.

¡AY! Nee-san ya no terminará de contarme cómo aprendió el Kage Bunshin -chilló la ojiperla-

¿Ve lo que provocó señorita? Por su culpa Naruto-nii ya no nos podrá seguir contando lo que pasaron -reclamó el castaño-

¿Mi culpa? -cuestionó indignada la azabache-

¡SI! Ahora tenemos que buscarlos -exclamaron enojados ambos niños, dejando el local-

Los niños habían pagado por la comida, junto a la que habían obligado a comer a sus hermanos mayores, y haciendo un titánico esfuerzo por no partirse la cara al bajar del banquito, ambos se fueron en la búsqueda de los dos Genin perdidos.

Por su parte, el grupo de Genin, al ver que no había manera de encontrarlos ahora, decidieron separarse y preparar sus cosas para la segunda fase, mientras tanto, desde la oficina del Hokage, un viejo veía todo lo que pasaba desde una esfera de cristal, a pesar de la evidente molestia de Kurenai por la relación de ambos Genin, realmente esperaba que, en un futuro ambos se volvieran una pareja, incluso podía ver una pequeña niña corriendo, y detrás de ella el Uzumaki y la Hyūga cuidándola.

"Espero que haya algo bueno de su secuestro... se ve que que pueden ser una bonita pareja"

Entrando al bosque de la muerte, mucho antes de la prueba, dos Genin se encontraban corriendo, una decisión de último minuto había surgido tras escuchar algunas cosas que alguien les había dicho.

Retrospectiva, Una hora antes

En el restaurante de Ichiraku, la segunda casa del Uzumaki, se encontraban cuatro clientes comiendo un plato de ramen, dos de ellos siendo obligados por los niños más pequeños del establecimiento, junto a ellos dos castaños se encontraban cocinando un plato de ramen para sus clientes, atentos a la conversación de los Genin y ambos niños.

A pesar de que había un examen de por medio, no parecían llevar la noción del tiempo, de hecho, las risas abundaban en el lugar.

Quién diría que conociste a Hanachibi de la misma manera en que conocí a Hinata -añadió el rubio-

¿En serio jefe? -preguntó intrigado el castaño-

Bueno, a mí me dieron una golpiza unos brabucones, en cambio a ti te arañó Tora, que es más peligroso que los brabucones -reconoció apenado el Uzumaki-

Ni lo diga jefe, aún me duelen esas heridas, pero valió la pena por Hanabi, aunque no sé porque no me reconoció cuando nos reencontramos -confesó apenado el castaño-

Lo... lo siento mucho Konohamaru... -se disculpó la ojiperla menor-

Oye Hanabi, ¿Por qué ese cambio de actitud? -cuestionó intrigado la Hyūga mayor-

Bueno yo... yo... yo... -trató de hablar la mencionada, apenada por toda la atención recibida-

No hay problema pequeña, nosotros no diremos nada -admitió el cocinero-

Así es -secundó la castaña mayor-

Bueno, es que, cuando desapareciste... yo tenía miedo de que no volvieras... Neji me dijo que... que te habían secuestrado... porque no era una buena hermana... que por portarme mal te habías ido... y que por mi culpa jamás te volvería a ver... yo nunca quise portarme mal... yo me dejé llevar... pero nunca quise lastimarte nee-san... yo lo siento mucho... ¿Podrías perdonarme?... te juro que no volveré a portarme mal... -confesó muy decaída la ojiperla menor-

Hanabi... -comentó con tristeza la peliazul-

No quiero volver a perderte... me sentí muy solita... no volveré a ser arrogante... seré amable... lo prometo... -suplicó con pesar la pequeña Hyūga-

No tienes que disculparte, ya estoy aquí, y no te guardo rencor imouto, así que ven -confesó la ojiperla mayor, quien recibió a su hermana la cual lloraba amares-

Pobre Hanachibi, imagino que fue lo mismo contigo, ¿No Konohamaru? -preguntó el rubio a su alumno-

Sí Naruto-nii, no quería salir de mi casa por lo mismo, realmente te extrañé mucho -confesó el pequeño con algunas lágrimas en su rostro-

No te preocupes por eso Konohamaru, no volverá a pasar.

¿Lo prometes jefe? -preguntó esperanzado-

Si -respondió el rubio, recibiendo a su hermano con los brazos abiertos-

Gracias Naruto-nii, por cierto, ¿Ya preparaste la comida que tienes que llevar para la prueba? -añadió secándose las lágrimas-

¿Para la segunda prueba? -cuestionó extrañada la Hyūga peliazul-

Sí -interrumpió Hanabi- escuché por parte de tou-sama que la segunda prueba sería en el Bosque de la muerte, y que posiblemente durará alrededor de cinco días -añadió para el terror de ambos Genin-

Los nervios eran notorios en ambos Genin, el resto de presentes creía que era por que no habían empacado su comida, sin embargo, para los dos padres era un simple hecho, ninguno de los clones de Naruto duraría esa cantidad de tiempo, y había una personita a quien realmente le afectaría la ausencia del rubio y la ojiperla. Esa información la desconocían por completo.

¿No me digan que todavía no se han preparado? -cuestionó la cocinera-

Bueno... yo... yo... -tartamudeó la Hyūga mayor-

Estás demasiado nerviosa, es como cuando tú espías a Nar... -se burló la castaña menor, siendo interrumpida por su hermana-

Hanabi, por favor no lo digas -suplicó muy sonrojada-

¿Qué? Que te pones tan nerviosa como cuando dices en sueños que Naruto te daría una hi... -volvió a ser interrumpida por un chillido-

¡¡¡HANABI NO DIGAS ESO!!! -chilló avergonzada la peliazul cayendo de espaldas-

Jefe, tu novia casi se desmayó -comentó el Sarutobi-

¡¡¡KONOHAMARU!!! -gritó sonrojado-

Fin retrospectiva

Muy a pesar de las burlas, la noticia de que el examen duraría más tiempo de lo previsto sorprendió de una gran manera a los padres primerizos, para desgracia de ambos, ningún Kage Bunshin hecho por el rubio duraría ese tiempo, y la ojiperla apenas podía hacer uno que durase un buen tiempo, y a pesar de que se estaban arriesgando a ser descubiertos, preferían eso a dejar sola a Himawari.

Pese a haber alternativas, cada una de ellas era algo que no podían hacer, no sabían hacer el Hiraishin como para mantenerla cerca, no sabían cómo sellar clones en los pergaminos y, ni en sueños recurriría el Uzumaki al chakra Bijū sin tener alguna consecuencia impuesta por el mismo Bijū, por lo que solo quedaba cuidarla desde mucho antes.

En el transcurso del camino, varios insectos se acercaban peligrosamente a la pareja, la cual corría desesperadamente por encontrar un refugio útil para resguardarse de todos los peligros. Si bien podían lidiar con cualquier cosa gracias a sus nuevas habilidades adquiridas, Himawari seguía siendo una recién nacida que, a la menor provocación se soltaría a llorar y atraería a más peligros, por lo cual solo les quedaba correr.

Hinata, ¿Hay algún lugar en donde podamos escondernos? -preguntó preocupado el Uzumaki-

A cien metros hay un pequeño escondite debajo de unos árboles -informó la ojiperla-

Oh mierda -maldijo nervioso-

¿Qué pasó?

Apurémonos a llegar, Himawari tiene hambre -confesó, para el temor de ambos-

¿Cómo es que lo sabes? -cuestionó con la esperanza de que fuera falsa alarma-

Siento sus lágrimas en mi espalda, no tardará en soltarse a llorar -confesó-

Demonios, y encima los insectos nos están siguiendo los pasos -añadió asustada-

Hay que buscar un lugar para escondernos -comentó-

Rápido, ven -respondió la ojiperla jalando a su amado del brazo-

En un movimiento fluido, ambos Genin terminaron azotando en un pequeño arbusto, escondido entre varios árboles. Aunque el rubio tuvo que caer de cara... ni en sueños lastimaría a su hija...

Mierda Hinata, debiste de avisarme -reclamó enojado el Uzumaki-

¿Por qué lo dices? -comentó levemente ofendida-

Olvidas que tengo a Hima en mi espalda -reclamó-

¡AY! -exclamó asustada por el error que cometió- es cierto... perdón... -se disculpó realmente apenada-

Sabes, es más difícil cuidar a Hima-chan cuando no tenemos la protección de una casa -confesó agotado el Uzumaki mientras sacaba un biberón-

Perdóname por favor cariño -pidió con vergüenza la Hyūga-

Ya tranquila -habló para dirigirse a su hija quien tenía pequeñas lágrimas- ven mi pequeña girasol, es hora de que comas -comentó mientras le cedía el biberón a la pequeña peliazul-

¿Puedo cargarla? -pidió muy avergonzada por lo que hizo-

Sí, de hecho, necesito que la cargues -comentó mientras le extendía a la pequeña-

Gracias -agradeció recibiendo a su hija- tranquila Hima-chan, tu oka-san te protegerá de cualquier peligro -comentó acariciando su mejilla-

Mira -dijo sacando algunos rollos- aquí está lo que buscaba.

¿Qué es Naruto? -cuestionó intrigada-

Son sellos de protección.

¿Sellos de barrera?

No, a diferencia de los de barrera, estos solo cubren a una persona y permiten que la protección sea desplazable -explicó-

Genial, imagino que se lo colocarás a Himawari -comentó la ojiazul-

Sí, no sé cuánto tiempo estaremos aquí, y de hecho no sé cuándo empezará la segunda prueba, lo más seguro es que tengamos que lidiar con los demás equipos si es que nos los encontramos -añadió con pesar-

Cierto, hablando de eso, ¿Podrías darme otra pastilla de soldado? -solicitó-

¿Planeas hacer otro Kage Bunshin? -cuestionó-

Me conoces muy bien cariño. Aparte de los otros clones que mandamos a la entrada del bosque quiero asegurar uno más -explicó-

Lo siento, pero no puedo dártelo -confesó, para asombro de la ojiperla-

¿Por qué no?

Consumir demasiadas provocaría una intoxicación, puede que no hayas consumido más de dos, pero no sabemos si, en tu caso, consumir una más te dañaría debido al corto tiempo en que las has consumido -explicó-

Podría arriesgarme -añadió con un toque de duda-

No quiero que lo hagas, tenemos que estar al cien para sobrevivir en el lugar -confesó-

Bien chicos, conocen las reglas, cinco días en los cuales tendrán que llegar a la torre con los dos pergaminos, sobreviviendo a lo que el bosque les prepare para afrontar -explicó una voz desde un comunicador a todos los equipos-

Espero pasar la prueba y así lograr impresionar a Sasuke-kun -pensó una rubia colocándose hasta atrás de su equipo-

Problemático -confesó un azabache con peinado de piña mientras se colocaba delante de la rubia-

Tendré que encontrar comida para no morir de hambre -pensó decaído un Akimichi colocándose al frente del equipo-

Tengo preparadas mis armas para la prueba -informó una chica con bollos en la cabeza-

¡¡¡GENIAL!!! ¡¡¡NUESTRAS LLAMAS DE LA JUVENTUD BRILLARÁN EN LA PRUEBA DE HOY!!! -exclamó entusiasmado un azabache colocándose a la derecha de su compañera-

Es hora de que cumplir con nuestro destino -sentenció con seriedad un ojiperla colocándose a la izquierda de la Kunoichi-

Hay algo raro en Hinata, debo de averiguar lo que oculta, en especial su repentino afecto con Naruto -pensó un Aburame colocándose al lado de su compañero-

Debo de demostrar de lo que soy capaz para impresionar a Hinata-chan, tengo que quitarle ese tonto enamoramiento por Naruto -divagó en su mente un castaño colocándose al lado del Aburame-

Arco y flechas listas, serán unos días muy complicados, solo espero que el clon que mandó Naruto sobreviva con su equipo -pensó una ojiperla esperanzada a que su amado no sufriera-

No vayas a arruinar esto Dobe -dijo seriamente un azabache hacia su compañero-

Es cierto, no quiero que Sasuke-kun pierda por tu culpa -recriminó una pelirosa, agitando su puño con ira-

Preocúpense por su desempeño en esta prueba... no quiero tener que arrastrar sus cadáveres por si se les ocurre morir -sentenció un rubio colocándose al frente de su equipo, dejándolos levemente asustados por el cambio de actitud-

Cada equipo Genin estaba preparado para la señal de salida, posicionándose según sus estrategias planeadas, lo único que esperaban era la voz de confirmación... que solo constaba de unas simples palabras...


¡¡¡SEAN BIENVENIDOS AL BOSQUE DE LA MUERTE!!!...