NA:

Este al principio era un fic original en el cual una servidora se metía un poquillo, pero termine adaptándolo para hacerlo un Yuri entre mi pareja favorita de Sailor Moon. Aquí no existen las sailor scouts, e incluso hay diferencia entre la edad de ambas.

Disclaimer:

No soy dueña de SM; no soy tan afortunada lo único que puedo hacer es soñar y soñar. que triste es mi vida..

Dedicación:

Se lo dedico a Ann, a Renialt y Crystal, Tako-da-kinoko- sized-dragon, Yami Bakura, Yersi Fannel, Merle-chan, Clow, Mi Koushiro Yamato, he leído sus trabajos y me han encantado, nunca me podré comparar con ustedes pero bueno mis pininos se los dedico con mucho cariño.

MI HISTORIA ENTRE TUS DEDOS.- Por Terry Maxwell.

Capitulo I.- Una sirena con cara de ángel.

La ví por primera vez una mañana de primavera al doblar la esquina cerca de mi casa, me tope de frente con ella, le cedí el paso e involuntariamente volví la mirada para seguirla, lo admito me impacto. sus ojos, eran de un color azul profundo; sólo me perdí en ellos unos segundos y sentí una explosión en mis sentidos. no pensé en ella sino hasta hoy, cuando en la misma esquina la encontré de frente, y me dijo:

- "Oh perdón, con permiso".

¡Dios!, me quede sin habla, recordé inmediatamente esos ojos azules, pero ahora era su voz, ese canto de sirena que me había embrujado, esta vez no la olvide y secretamente deseaba encontrarla al doblar la esquina, nuestra esquina.

Y llego otra mañana, seguida de su tarde, y después la noche, y seguía pensando en ella, no sabia su nombre, no recordaba sus facciones solo su voz y su mirada, que obsesión tan rara, y vino otro día con su noche, y otro y otro y así transcurrió el tiempo y casi olvidaba a mi sirena cuando llego el tercer encuentro, esta vez no tuve suerte o mejor dicho tuve la mejor suerte del mundo, porque me tropecé con ella y la tumbe en la acera, inmediatamente me disculpe y cuando me di cuenta que era mi sirena, (por cierto desde cuando empezó a ser mía), le digo:

- "Perdón, ¿no nos conocemos?" -y otra vez ¡oh, voz melodiosa!

- "Tal vez, no lo sé"

La ayude a incorporarse, recogí sus cosas, y al entregárselas mis manos tocaron las suyas, ¡que piel tan sedosa!, mi corazón se desboco en ese momento, en ese instante. me quede muda (acaso no os había dicho que soy mujer).

- "Tengo prisa, gracias"

- "De nuevo lo siento soy muy torpe, ¿como te llamas?"

- "Michiru, adiós. nos vemos"

- "Nos vemos" - nos alejamos unos pasos me volteé y grite - "Haruka"

Volteo hacia mi, sonrió y se marcho, esa tarde en mi departamento me sentía morir, ¡que estupida!, ¡que idiota!, me faltaban insultos para mi misma, ¿como pude haber dejado pasar esta oportunidad? y no haberle pedido su teléfono o dado el mío, casi ni le pregunto su nombre, es mas casi ni le digo el mío, ¡que estupida!, ¡oh Dios!, estoy enamorada de una sirena de ojos azules. Olía tan bien y sus manos son tan suaves, ¡ayyy!, porque ahora, el destino a veces es cruel y se regocija jugando con los pobres y atribulados mortales.

Me tumbo en mi cama, y me acuesto boca arriba, cierro los ojos fuertemente, la veo, le calculo unos 23 a 25 años, yo tengo 27, es blanca, de cuerpo menudo y delicado, femenina al 100%, sus dedos largos, con uñas bien cuidadas, llevaba una falda larga de mezclilla y una blusa sin mangas, tiene un cuello hermoso, en lo particular siempre me ha gustado el cuello, su cara es fina, delicada, armoniosa, unos labios carnosos, apetitosos, mmm, sus ojos de un azul profundo con una mirada penetrante, parecía leer mi alma, largas pestañas, cabello verde aguamarina, lo traía recogido en un moño, casual no muy arreglado, no muy descuidado. Perfecta, es la palabra que me viene a la mente, Michiru es perfecta.

Pero quien soy yo para creer que merezco la atención de este ángel que se cayo del cielo, porque no creo que sea otra cosa, no es un simple mortal en este mundo material, ¡no!, eso no es factible. y la pena de amor comienza, mi obsesión raya en la locura, quiero volver a verla. pero solo soy un simple mortal, no soy tan afortunada.

Con pereza me levanto, siempre ha sido para mi muy difícil despegarme de las sábanas, lo admito soy floja por las mañanas, y por las tardes y por las noches, ¡que le vamos a hacer!, me meto a la ducha, ¡brrrr!, el agua esta helada, solo así me despabilo, despierto a Shi-chan (mi gato) que es más perezoso que yo, le doy comida, mientras saco mi ropa, me pongo unos jeans negros cómodos, una playera blanca y encima una camisa negra sin abrochar, cepillo mi rubia cabellera. Desayuno una taza de café, un pan, acaricio a mi gato, tomo mi cámara y me voy, soy fotógrafa profesional, trabajo en el periódico local, tengo mi propia sección "Downtown". Diariamente se publica una foto mía de la vida en la gran ciudad, empecé a trabajar como fotógrafa de la nota roja, cubriendo crímenes y cosas así, me gusta, pero me encanta más capturar la esencia de la vida en las calles de la ciudad, pasear por el centro es mi fuente de inspiración y de ingresos, para que es más que la verdad, pero oye el trabajo hay que disfrutarlo.

¿Que como soy yo?, físicamente, complexión normal, aproximadamente 1.70 de estatura, blanca, ojos azules o verdes depende de mi humor, cabello rubio, corto, lacio pero en la frente un poco ondulado, boca mediana, labios finos, siempre visto de negro, gris, azul marino o blanco, de carácter soy explosiva, a veces, tierna, a veces, cariñosa, leal, a veces soy demasiado exigente con las personas, por eso casi siempre estoy sola. Vivo sola y mi alma, y mi gato, mi compañero de cama, solo soy yo y mi trabajo, y ahora la sirena que ocupa mis sueños y despierta mis deseos.

Bueno, bueno ya divague mucho, fuí al centro mi rutina de todos los días, y una corazonada, me llevo a la ciudad universitaria, quise inspirarme, me gusta ver a los estudiantes recuerdo mis días en la escuela, la diversión y el estrés, pero son recuerdos gratos al fin y al cabo, ¡Dios!, no pude haber tenido mas suerte, ¡estoy muerta!, porque sólo así explico este ángel enfrente de mi, ahí esta ella, sentada en una banca leyendo un libro, ¡oh!, esta concentrada, frunce el ceño, se quita sus lentes, se lleva una de las patitas de sus lentes a la boca y comienza a mordisquearla, me pareció algo tan sexy, no dude ni un segundo en tomarle dos o tres fotos antes de que se diera cuenta, tuve suerte alzo su vista, dudo un segundo pero sonrió, ¡me sonrió!, estaba en el séptimo cielo, miento, miento, el séptimo cielo lo alcancé cuando dijo mi nombre:

- "¿Haruka?"

- "Si, hola"

Lo admito, lo admito estoy nerviosa, me acerco tímidamente, ¡tímidamente! así no soy yo, ¿que me hace esta niña?, en fin, me acerco y me siento junto a ella.

- "Te gusta tomar fotos"

- "¡Ahh! la cámara, si soy fotógrafo en el periódico local, tengo una sección diaria llamada Downtown."

- "¿Eres Haruka Tenoh?"

-"si" - la verdad eso si me saco de onda.

- "Me gusta mucho la fotografía, y he visto tu trabajo y me gusta, eres bueno."

- "Buena."

- "¡Ahh!, ah si buena".

Silencio, rápido piensa en algo cerebro (¡Que hermosas piernas!), ¡cerebro malo, cerebro malo!, algo que pueda decir en voz alta.

- "¿Que estudias Michiru?" - eso es cerebro le atinaste.

- "Enfermería"

- "Pues con una enfermera como tu yo me enfermaría inmediatamente"- ¡Opsss cerebro malo! ya la regué.

-"Jajaja, gracias por el cumplido"

Fiuuuu, salvada de milagro, y por un ángel divino, y así platicamos un rato, averigüe que tiene 23 años, y que esta en su ultimo semestre, que tiene un trabajo de medio tiempo en la cafetería contra esquina del edificio donde yo vivo (y yo sin saberlo, debería tomar café más seguido) platicamos de todo y de nada, fuimos a tomar un refresco, y ¡magia! El azúcar funciona, le di mi tarjeta para lo que se le ofreciera, (oye no hay que ser avorazados, no podía llevármela a la cama en ese mismo instante, aunque admito mi cerebro, ¡cerebro malo!, no quería pensar en otra cosa que en esa hermosa sirena desnuda en mi cama, cerebro malo.) y ella misma me dijo

- "Sabes, siempre he deseado posar para un fotógrafo, ¿tu me podrías hacer ese favor?"

- "Si como no, con todo gusto Michiru, cuando quieras, ya tienes mi número solo avísame y concertamos una cita" (Suertuda, suertuda)

- "¿Y donde tienes tu estudio?"

- "En mi departamento, ahí tienes la dirección, mi casa es tu casa" (Jejejeje)

- "Ok yo te hablo, bueno Haruka me retiro, tengo clase en un rato, gracias por el refresco y yo te hablo"

- "De nada fue un placer, cuando quieras estoy a tu servicio"

- "Bye"

Y así mi sirena se alejo de mi lado y pude admirarla hasta que se perdió de mi vista. Inevitablemente seguí con mi trabajo, tomando una foto aquí y allá, pero adivinen que foto publique, si, adivinaron: la de Michiru.

Pase el resto de la semana planeando como seducirla, como hacer que cayera rendida en mis brazos y en mi cama, y esperando como loca su llamada, cuando creí que se habría olvidado de mí y cuando empezaba a maldecirme porque nuevamente no le había pedido su teléfono, llego la esperada llamada:

- "Bueno quien habla"

- "Haruka"

- "Si"

- "Soy yo Michiru"

- "Michiru que sorpresa"- (si como no, si ya me acabe las uñas esperando la llamada.)

- "No te interrumpo"

- "No para nada"

- "Recuerdas lo que te pedí"- (claro que si, si sueño con eso niña.)

- "Tus fotos"

- "Si"

- "Cuando quieres venir"

- "Puedo ir mañana"

- "A que hora te espero"

- "Como a las 7 salgo del trabajo, esta bien para ti"

- "Esta bien, te espero mañana a las siete, ¿cenas conmigo?"

- "No quiero molestarte mas me da pena."

- "No es ninguna molestia trabajo mejor con el estomago lleno. de verdad."

- "¿De verdad Haruka?"

- "Si. además hace mucho que no ceno acompañada, te juro que si se cocinar."

- "Bueno, si insistes, acepto la cena entonces hasta mañana, buenas noches"

- "Buenas noches Michiru".

Mañana, mañana en la noche, ella, yo, aquí, solas con el gato; pero que importa el gato, mañana, no lo puedo creer, mañana. Cuantas promesas en una sola palabra: mañana.

Obviamente me fui difícil conciliar el sueño esa noche, estaba tan nerviosa, pero cuando al fin logre hacerlo no deje de soñar con un cuerpo de sirena y una cara de ángel bajo mi cuerpo. Aunque a la mañana siguiente, ese sueño me dejo más nerviosa que antes, como demonios iba yo a hacer para que se cumpliera mi sueño, como iba yo a hacer para que esa niña se me entregara, y si la emborracho, no, luego al día siguiente ella tendría remordimientos y nunca la volvería a ver, entonces me pregunte a mi misma, si solo quería hacerle el amor y dejarla ir de mi vida, o si la quería en mi vida para siempre.

Continuará.