Traicionados

Resumen: Por azares del destino Remus se ve obligado a alejarse de sus amigos, con un pequeño problema en sus entrañas... luego de tres años debe volver al lugar donde todo había terminado, pero no volverá solo, sino que con sus dos pequeñas hijas, a las que debe proteger de todo, incluso de su otro padre que no sabe que son suyas...

… Época de los merodeadores, muy AU…

Categoría: Harry Potter

Personajes: Remus Lupin, Sirius Black

Géneros: Drama, Romance, Tragedia
Clasificación: NC-17

Advertencias: AU=Universos Alternos, Lemon, Mpreg=Embarazo Masculino, Muerte de un personaje, Violación/Non-Con, Violencia.

Capitulo: 31

Completa:

Disclaimers: Los personajes de este fic no me perteneces, los utilizo sólo por mera diversión.

1º Capitulo

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Un joven de ojos castaños, se encontraba sentado a las orillas de un hermoso lago, desde donde podía apreciar perfectamente como dos pequeñas de 3 años jugaban con el agua mientras se refrescaban ante el calor del verano. Las niñas lo vieron y se sonrieron cómplices para luego salir del agua y correr a los brazos de su padre.

-¡Papi! -gritaron ambas niñas antes de lanzarse a los brazos de su papá que las recibía gustoso. Ambas niñas eran su cable a tierra y su razón para vivir.

-Cristina, Rebeca, será mejor que se vistan o pescaran un resfriado -les dijo dulcemente a lo que las niñas sonrieron y se dispusieron a seguir las ordenes de su papá.

Remus las veía desde lejos y notaba cada diferencia de las gemelas. Cristina y Rebeca eran idénticas a la vista de los demás, no así a la vista sigilosa de su padre, ambas tenían el cabello castaño como él y los ojos tan azules como el océano. Era ese rasgo precisamente era el que lo condenaba, los ojos de sus amores le recordaban el por que había dejado su hogar y por que no podía regresar allí. Esos ojos penetrantes que le recordaban a él. El otro padre de las niñas, el amor de su vida, Sirius Black.

Claro que el otro hombre no sabía de la existencia de aquel par de extensiones de su linaje y era por eso mismo que Remus estaba encargado de protegerlas. Los mortífagos, al mando de Voldemort, seguía tras él y las niñas tenían parte de licántropo en sus cuerpos, además de la sangre de los Black, como se podrían llamar así, si no la tuvieran. Claro que las niñas no llevaban ese apellido, de hecho ni siquiera el de su padre. Remus había optado por darles como apellido su segundo nombre, si, sus nombres eran Rebeca y Cristina Jhon. Lo hizo para protegerlas de cualquiera que las vinculara, ya sea con él o con su otro padre. No iba a permitir que ellas sufrieran lo que sus padres sufrieron por la guerra.

- ¡Papi… papi ¿Ya nos vamos a casa?! -Preguntó la pequeña Cristina que ya se encontraba lista al lado de su hermana.

-Si, amor. Bien, es hora de regresar -dijo el castaño tomando a las niñas de la mano, una a cada lado y emprendiendo el camino de regreso a casa, pero antes volteó por última vez a ver el lugar donde se encontraban antes, el lugar donde fueron engendradas.

Se encontraban en medio de un bosque, amparados por la oscuridad de la noche y el sonido una cascada que se encontraba a unos pocos pasos de allí. Sus cuerpos perlados por el sudor, eran prueba de la pasión que desbordaba en esos momentos.

-Mas… ahh… rápido -exigía el castaño que se encontraba bajo el cuerpo de su amante, siendo penetrado con intensidad.

-Como… quieras… ahhh… eres exquisito -el azabache aumentó la velocidad de las embestidas. Poseso de la pasión que en ese momento los envolvía.

-Ahhh…ahhh… Sirius… te… amo -gemía el joven al borde de la locura.

-Yo… también…ahhh -ambos jóvenes llegaron al máximo de su placer.

Lentamente el azabache se dejó caer al lado del menor, recuperando el aliento. Finalmente regresaron al campamento donde se encontraban los demás miembros del grupo con el que estaban en esos momentos, la mayoría miembros de la orden, dando como excusa que se encontraban entrenando y por esos las condiciones en las que venían. Todos les creían, ¿Y por qué no? Siempre se la pasaban entrenando.

Obviamente nadie sabía de la relación que ambos tenían. Se dispusieron a entrar a la carpa que ocupaban ambos y durmieron lo que quedaba de noche ya que al otro día tendrían que volver a Grimmauld Place numero 12, ya que se celebraría el cumpleaños de Lily y como antiguos compañeros de casa debían asistir. Sin saber que ahí, empezaría el final.

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Continuará...