Capítulo 15

.

.

Milagrosamente la mitad del año había pasado sin problemas para los jóvenes herederos de la familia Malfoy, esparcidos por todo el mundo.

Pero las cosas no fueron fáciles para los adultos, Severus sobre todo se vio afectado, por lo mismo ahora Harry estaba en la dirección de Hogwarts, luego de haber sido informado por la directora que su padre había sido herido.

-¿Qué fue lo que pasó a mi papá? -preguntó Harry en cuanto atravesó la chimenea del colegio de magia.

-Oh, mi querido Harry, que bueno tenerte por acá -dijo el director, divertido por la cara de pocos amigos del muchacho.

-Director -dijo tomando aire, no queriendo perder la poca paciencia que tenía en ese momento- ¿Qué pasó con mi papá?

-Acompáñame, muchacho, tu padre está en la enfermería, pero está bien, no te preocupes.

Harry no creía que fuera verdad así que apuraría el paso con tal de saber que es lo que había pasado con su padre, pero entonces.

-¿Harry?

El muchacho se giró y sus mejillas se sonrojaron al ver a Draco caminar hacia él, venía con el uniforme de Quidditch de Slytherin y le quedaba espectacular.

-Hola, Draco -saludó Harry quitándose el embobamiento de ver a su "hermano" con esa indumentaria. Entonces recordó a que es lo que venía precisamente. Draco, no me dijiste que papá había sido herido.

-Oh, bien, eso -dijo rascándose la mejilla.

-Profesor Snape -dijo Draco entrando a la enfermería, había escuchado en los pasillos del colegio que el hombre había sido herido en los pasillos del colegio, le había extrañado que algo como eso hubiera pasado. Severus era el hombre más precavido que conocía, siempre mirando a todos lados, siempre en guardia, siempre preparado, pero ahora, en esa camilla inconsciente. Algo tenía que haber paso, algo importante como para que estuviera en ese estado.

Entonces el hombre en la cama empezó a removerse.

-¿Hidra…? -dijo abriendo los ojos y enfocando apenas al muchacho rubio.

Draco vio que no hubiera nadie alrededor y cerró las puertas de la enfermería, lo bueno es que nadie se dio cuenta del descuido del profesor. Se acercó presuroso a la camilla.

-Soy Draco, profesor.

Severus abrió y cerró los ojos hasta poder enfocar bien. entonces el rostro dulce que antes le miraba se transformó al del preocupado joven que le miraba ahora.

-Demonios, Draco, lo lamento -dijo sosteniéndose la cabeza, le dolía como si se le hubiera partido por la mitad.

-No importa, nadie lo escuchó -dijo aliviado- ¿Qué fue lo que le pasó?

Severus aun estaba tratando de concentrarse en todo lo que había pasado, demonios, desde la última conversación casual que había tenido con Lucius sobre el Diario de Riddle que no le había tomado atención, hasta que la menor de los Weasley que había entrado ese año a estudiar comenzó a comportarse de manera extraña y llevaba un viejo libro entre sus cosas. Lo había estado investigando con Dumbledore hasta que llamaron a la niña a la oficina y le preguntaron directamente de donde había sacado ese diario. Obviamente la niña se puso nerviosa y terminó enseñándoselos y horrorizados se dieron cuenta del peligro al que estuvo sometido la niña. Fue entonces que decidieron tomar cartas al asunto, pero al tratar de destruirlo sin los medios correctos, un fuerte ataque se había dirigido a la menor y sólo los agiles reflejos de Severus pudieron ponerla a salvo, pero terminó por recibir todo el daño. Tres días en la enfermería habían sido el resultado de su "acto de heroísmo" como irónicamente le había dicho Dumbledore luego de que despertara, pero aun así le dijo que debía mantenerse en reposo. Dumbledore le dijo entonces que el diario había sido escondido por el momento, lejos de la vista de cualquiera de los alumnos, evitando así que algo como lo ocurrido vuelva a suceder. Por lo menos hasta descubrir qué demonios era esa cosa.

-Nada de qué preocuparse, Draco -dijo incorporándose nuevamente evitando moverse demasiado para que el dolor de cabeza no terminara por enviarlo a la cama nuevamente.

-Pues para no ser nada llevas aquí casi una semana.

-No es nada, de verdad, no quiero que te preocupes por eso -dijo para mirarlo a los ojos fijamente- y que mi hijo no se entere de esto.

-No sé porque me dices eso.

-Claro que lo sabes -dijo suspirando nuevamente- se cuentan todo y estando Harry en otro colegio se podría preocupar aún más.

-Si Harry se entera y además sabe que no le dije, se molestara mucho conmigo.

-Harry nunca se molestaría contigo y, si se llegara a enterar en el futuro, tienes mi autorización para echarme la culpa.

Draco obviamente le echaría la culpa, no tenía que autorizarlo para eso.

-Tu padre no me dejó avisarte sobre nada, además ya está bien -dijo sosteniéndolo de la mano- así que quita esa mueca de preocupación, que nada está pasando.

-Draco… gracias -dijo soltando el aire que tenía retenido por tanto tiempo.

El director caminaba más adelante y escuchó todo y sonrió para él mismo, al parecer dos palabras del joven Malfoy habían logrado tranquilizar a Harry al instante.

-Bien, Harry, esta es la enfermería, creo que el señor Malfoy puede llevarlo con su padre.

-Gracias, director -dijo caminando junto a Draco adentro. Pero en cuanto cruzó la puerta corrió a la camilla donde su padre estaba sentado y la enfermera estaba junto a él- ¡Papá, me preocupaste!

-¿Harry? ¿Qué haces aquí? -preguntó recibiéndolo entre los brazos y viendo al rubio junto a su hijo. Sí, lo estaba fusilando con los ojos.

-No me mires así, que yo no le dije nada.

-Es verdad, papá -dijo el lindo muchacho- ¿Por qué no me dijiste nada?

-No quería que te preocuparas, no fue nada.

-Estas en la enfermería…

-Su padre solo tuvo un pequeño inconveniente con una poción, joven Snape -dijo la enfermera, tratando de calmar l niño y salvando a su compañero de trabajo de un drama juvenil que obviamente estaba tratando de evitar.

-Ya vez, hijo, estoy bien.

-De hecho, está tan bien que ya puede dejar la enfermería.

-Gracias -dijo el hombre mirándola, la enfermera entendió que no sólo era por darle el alta médica, si no que por su aporte en la tranquilidad de Harry-¿Podrían esperar afuera mientras me alisto?

-Claro, profesor -dijo Draco sosteniendo la mano de Harry para sacarlo de la enfermería, cuando salieron pudo ver que los ojos de Harry estaban brillantes-¿Qué sucede?

-Yo… yo nunca vi a mi padre enfermo -dijo casi sin aire-. Estaba tan preocupado.

Draco se sorprendió al ver como una lagrima caía por el costado de los ojos claros de Harry y le limpio la lagrima para luego abrazarlo, no le dijo nada, Harry necesitaba desahogarse ahora antes de que su padre saliera de la enfermería.

-¿Sabía que Oxford tiene un programa para menores de edad con buenas calificaciones que piensan postular a esta universidad?

Ares estaba seguro de que Ari, su amigo come libros, era el más entusiasmado con esta visita a Oxford.

Sus padres no habían estado muy a favor de que fuera, pero luego de que él mismo descargara la información sobre la maya curricular de la universidad y todo el prestigio que tenía la institución académica que su padre estuvo de acuerdo en que fueran, estaba seguro, de hecho, que si no fuera porque cada uno estudia en diferentes universidades, Hidra y Quimera seguramente también estudiarían con él en Oxford.

Había muchos jóvenes viendo los pasillos de la universidad, si bien estaban ahí por el museo, pudieron inscribirse en un recorrido guiado por las instalaciones de la universidad, había sido una suerte y ahora un lujo.

Nada podía salir mal.

-¿Draco Malfoy?

Ares sintió como la sangre se le congelaba, esto no podía estar pasándole a él. Porque la niña frente a él obviamente conocía a su hermano mayor y eso sólo podía significar una cosa. Era una bruja.

-No, te confundes – dijo Ari, casi riendo por la confusión-. Él es Ares Milfoy -dijo apuntado a su amigo con el dedo-. ¿Tienes algún primo parecido a ti?

-No, espera, ¿Qué es esto? -dijo la niña confundida.

-Ari… yo hablaré con ella, puedes ir adelante mientras -dijo tratando de mantenerse tranquilo

Demonios, lo primero que había hecho al salir de las protecciones que le daba su colegio y una bruja lo reconocía. Bien, no a él, a su hermano Draco… ¿Qué es lo que tenía que hacer en este caso?

-Draco no tiene primos… ¿Milfoy dijo el otro chico? -dijo la joven recordando- es acaso algún tipo de truco.

-No -Ares camino lejos del tumulto de gente, estaba tratando de hacer tiempo, pero… ¿Cómo lo haría? ¿Hacerse pasar por Draco es la única forma?, pero… como demonios actuaría Draco con esta niña. Se volteó para mirarla, pero ya tenía una varita apuntando a su cara

-¿Quién eres?

-Wow, baja el arma -dijo divertido levantando las manos en son de paz.

-Hice una pregunta… quiero respuestas.

-Y yo que dejes de atentar contra mi integridad.

-No eres Draco Malfoy. Él hubiera atacado al momento. Así que dime ahora miso porque estas ocupando un hechizo para parecerte a él.

-¿Por diversión? -dijo tratando de hacer tiempo.

-Diversión… no lo creo -dijo achicando los ojos y pensando-. Oh, poción multijugo -dijo casi emocionada.

-Eh, sí, eso… eh, ¿Tu nombre?

-Hermione. Hermione Granger.

-Mucho gusto, Hermione.

-Dirá lo mismo si supiera quién eres.

-Eh… Ares…

-Sí, claro -dijo Hermione-. Mientes con tu apariencia, quien dice que no lo haces con tu nombre también.

-No lo hago… además esta apariencia no se ni de quien es…

-Mientes nuevamente, porqué reaccionaste al nombre de Draco Malfoy

-Bien, lo confundí con mi apellido.

-¿Por qué sigues tratando de engañarme?

-No lo hago, tranquila -dijo tratando de alejar esa maldita varita, pero la chica se veía decidida, así que en un segundo de duda la desarmó quitándole la varita.

-¡Oye! ¡Devuélvemela! -dijo tratando de quitárselo.

-Sólo la tomé para que no intentaras atacarme.

-No es como si no te pudieras defender -dijo apretando los dientes. Se sentía humillada, este chico la desarmó completamente.

-Bien, te la devolveré, pero por favor, guárdala -le dijo extendiéndosela.

Hermione la tomó con reticencia y con la misma la guardó, entonces un sonido los hizo saltar a ambos.

Ares sintió como el sonido provenía de él y recordó el celular de su bolso. Sin dejar de mirar a la chica lo sacó y vio el nombre de Ari en la pantalla.

-Voy a contestar, no me mates mientras tanto -dijo sonriendo de lado.

Hermione lo veía impresionado, el parecido con Draco Malfoy era increíble, la poción era magnifica, pero el tono de voz no era el mismo, era algo diferente, entonces supo que había algo más, el chico era educado, pero tenía ese aire esnob que el mismo Draco Malfoy tenía. Es verdad que nunca más volvió a meterse con ella luego de su primer y único enfrentamiento, pero nunca se imaginó que Draco Malfoy podría tener acceso a un teléfono celular, ella mismo tenía uno, el cual utilizaba solamente cuando estaba en su casa y con este se comunicaba con las pocas amigas que hizo a lo largo de su vida.

-¿Por qué un mago tendría algo como un celular… que no puede ocupar en el mundo mágico? -dijo Hermione y se dio cuenta de cómo los ojos del chico de abrían demasiado mientras seguía al teléfono y como la piel de este tornó de un tono enfermizo. ¿Qué tendría que ocultar? Que sería tanto como para tener la apariencia de Draco Malfoy, pero en el mundo muggle… entonces ¿Y si no era una poción?- ¿Un Malfoy que no está en el mundo mágico? Tecnológico y no me atacaste. No usaste magia… no tienes ¿Un gemelo Squid de Draco Malfoy?

Eso fue suficiente para que el pobre Ares perdiera hasta la fuerza de sostener su celular. ¿Quién demonios era esta chica y como descubrió su más grande secreto en dos minutos?

.

.

Continuará...

.

.

N/A: Hermonio ya esta descubrindo el secreto!

Harry se enfrentara al basilisco ahora que fue a visitar a su padre?