Hola :D Gracias por esperar tanto, agradezco infinitamente sus hermosos comentarios, se que no tengo mucha oportunidad de responder pero quiero que sepan que en verdad los aprecio mucho.

Un agradecimiento especial a Hikari Takaishi Yagami, que me ayudo a revisa y corregir este capitulo :D :D :D

Cap. 21 En pie de guerra.

Kenny se quedó quieto mirando al joven varón frente a él, lo reconocía, estaba en el rango de 18 a 20 años. Los "adultos" más jóvenes de Paraíso. Daba igual, para él sigue siendo un mocoso imbécil que debió de haberse dejado llevar por promesas de poder.

–Floch Forster, eres de los del grupo de "tareas" ¿O me equivoco?

Cuestionó Kenny mirándolo con sus penetrantes ojos grises. Floch apretó el arma en sus manos sin dejar de apuntarle.

–¡Qué extraño que identifique a alguien que no es de su grupo predilecto! – Contestó Floch con claro resentimiento.

Kenny alzó una ceja por lo obvio de las emociones del más joven.

–¿Grupo predilecto? ¿Te refieres al grupo de Eren y sus amigos idiotas? Por favor se la pasan haciendo tonterías, ¿Cómo no tenerlos ubicados sí Uri tiene que castigarlos con frecuencia? Eren quiere cogerse a mi sobrina, Jean y Connie se la pasan molestando a Eren, éste pelea a golpes con Jean, Mikasa trata de separarlos, Sasha trata de calmar a Mikasa, todo termina en un escándalo… Y Armin junto a Nikolo siempre son víctimas secundarias de ese desorden, y también terminan siendo castigados.

Floch sólo endureció la expresión, dejando de lado lo estúpido que se mostraba por decir "grupo predilecto", cuando en realidad él también sabía que Eren y los demás sí estaban en la situación descrita por Kenny.

–No me interesa, igual no veo cómo podrían recordar a toda la gente del pueblo. – respondió con enojo.

–Será porque es un pueblo y mi memoria es buena. – Fue la respuesta de Kenny con un claro aire de sarcasmo, dejando en claro que consideraba al menor como un ser poco inteligente.

El pelirrojo sabía que hablando no se amedrenta a Kenny. Es más, ni siquiera se hubiera atrevido a hablarle de esa manera si no fuera porque estaban rodeados de abismales que lo cubrían.

–Será mejor que no siga intentando hacer como si tuviera el control o su rey morirá.– Amenazó apuntando a Uri nuevamente mientras éste se estaba incorporando lentamente mostrando que la bala había perforado uno de sus hombros.

Kenny camino hacia Uri, preocupado por su estado. Mientras Floch le gritó que no se moviera, aún así Kenny no dudó y ayudó a Uri a levantarse para posteriormente ver nuevamente a Floch, esta vez mostrando sus afilados colmillos.

–Solo eres un imbécil, tu "valor" está sustentado en tener un arma en las mano y amenazar con un rehén. ¿Acaso te enfrentarías a uno de nosotros si no estuvieran siendo cubierto por estos monstruos? ¡Por favor! Hasta Moblit, que es un pulpo de carácter todo suave, es más temible que tú– Se burló del más joven quien apuntó el arma con el dedo en el gatillo.

Kenny le continuó mirando con gesto amenazante mientras calculaba su movimiento, está rodeado de abismales, Floch tenía un arma y Uri estaba herido. La respuesta era simple para él y como se lo había enseñado años atrás a Levi, – "Cuándo te acorralen y varios atacantes estén sobre ti, simplemente… Grita, nuestra voz no sirve para embrujar marinos como la de las sirenas, la nuestra está hecha para destrozarles la cabeza. –

Recordó claramente aquella explicación que una vez le dio a su sobrino. Mandaría a todos al suelo con los oídos destrozados y con la ventaja de que a Uri no le afectaría.

Kenny separó los labios y de su garganta se ejecutó el desgarrador grito, como lo hiciera Levi antes. Los abismales retrocedieron mientras otros caían al suelo sangrando por los oídos y ojos.

Floch retrocedió un par de pasos aturdido pero apuntó disparando hacia Kenny quien se cubrió por inercia. La bala rebotó contra las garras de su mano causándole dolor pero no daño, mientras miraba sin encontrar el motivo por el cual el pelirrojo no estaba en el suelo como los demás.

Floch parecía aturdido pero sólo eso. Mantuvo el arma apuntando y habló.

–Rod dijo que usarían ese maldito grito sin dudar… pero no contaban con que se volvería inútil.– Habló buscando ocultar que sus oídos zumbaban apenas resguardados por una protección auditiva en forma de pequeños discos de goma dentro de sus oídos, pero que inconscientemente señaló, haciéndolos notar para Kenny.

Éste le miró y gruñó ante aquello, ciertamente había aditamentos que podían bloquear el efecto del grito pero no pensó en que el idiota de Rod lo pensaría también.

Su mirada recorrió alrededor, más de los monstruos se agrupaban alrededor, él podría gritar nuevamente pero si no sabía cuantos más llegarían no podría repetir el mismo tono por demasiadas ocasiones, debido a que la fuerte vibración agotaba rápidamente sus cuerdas vocales.

–Creo que debería rendirse ahora sr. Ackerman. No me importaría matarlo o que ellos lo destrocen, solo necesito llevar al rey. – Amenazó Floch con la ventaja numérica que crecía alrededor mientras hablaba.

Kenny respondería pero Uri lo detuvo.

–No Kenny, son demasiados ni siquiera tú podrás contra todos… Y bien Floch ¿Qué se supone que quieres de mí? ¿Qué te ordenó mi hermano?

Floch observó a Uri y se sintió victorioso. El rey se estaba rindiendo.

–Solo camine, Rod lo está esperando fuera de la iglesia.

Kenny miró a Uri esperando una orden, algo, no la rendición. Pero éste solo le miró y susurro. – El mar es rojo. –

Kenny levantó la vista sin centrarse en las aguas sin embargo pudo notar aquello que Uri dijo, el mar en la costa era rojo, aún bajo la pálida luz de la luna. Él sabía que todo el grupo de sirénidos había salido para la festividad y sólo quedaban Isabel y Farlan. Y aunque los hubieran destrozado el mar no se pintaría de rojo con dos cuerpos. Era claro lo que podía interpretar.

Levi debía de haber llegado ahí y siendo Levi su mayor orgullo y haberle enseñado todo lo que sabe, estaba seguro que aquella imagen rojiza debía de haber sido creada por él y solo era cuestión de tiempo.

Necesitaba reunirse con los demás. Levi, Mikasa, Moblit, su padre y él. Pero en aquel momento necesitaba ganar tiempo y conocer el terreno.

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En la iglesia.

Dentro de la gran edificación la gente se arremolinaba entre las bancas y la parte baja, asustados, temblando y llenos de expectación. Las enormes ventanas del lugar eran golpeadas y rasguñadas sin cesar por los abismales y éstas no cedían sólo por el hecho de que no estaban hechas de vidrio sino de placas de cuarzo transparente de varios centímetros de espesor, por lo que las criaturas golpeaban directamente sobre roca que no cedería.

Sin embargo sabían bien que aquellos seres no se detendrían hasta sacarlos de su refugio.

Mikasa miraba por una de las ventanas mientras tras ella varias personas lloraban por sus pérdidas o por simple terror. Ella colocó una mano sobre el frío cuarzo mientras las sombras de los abismales se proyectaban sobre éste.

–Debo salir… – murmuró siendo escuchada por Eren.

–¿Estás loca? Allá afuera está lleno de esas cosas. Debemos de planear algo para atacar.

–Levi, mi tío, Uri y otros aún están afuera.– Dijo Mikasa con preocupación.

–¿Crees que siguen vivos?– preguntó una voz tras ella, la cual pertenecía a Sasha, quien estaba acompañada por Nicolo.

–Claro que están vivos.– añadió esta vez otra voz. El padre de Mikasa se había acercado a donde ellos. –Kenny es demasiado duro para dejarse asesinar por esas cosas, además Uri está afuera también. Sin mencionar que Levi no es un blanco que puedan fácilmente abatir.

–Debemos pelear. – Remarcó una voz femenina, esta vez se trataba de la madre de Mikasa, una hermosa mujer de negros cabellos y rasgos orientales.

–Cariño se que quieres hacer algo pero sin Uri no podemos cambiar de forma parcial y si regresamos a nuestra forma real estaremos indefensos en tierra.

–Tarde o temprano tendremos que hacer algo, las llaves de agua dentro de la iglesia solo corren agua salada, el paso de la tubería debió haber sido cerrado. Y no podemos pasar mucho tiempo, hay mucha gente aquí.– Llamó la atención esta vez Armin mirando como el padre de Moblit trataba de tranquilizar a la gente.

–Por favor, todos guarden silencio.– hablaba el hombre. –Esta situación es horrenda y lo sabemos bien, pero el pánico no ayudará en nada. Bien, ahora debemos trazar un plan y empecemos por resguardar a los más vulnerables. Mujeres embarazadas, y con niños pequeños por favor vayan al fondo de la iglesia y entren en el área del adoratorio, es fría pero su puerta es resistente en el peor caso. Mujeres y adolescentes por favor suban al área de documentos. Las familias que se quieran mantener juntas por favor bajen al piso inferior de la iglesia. Y el resto de las personas manténganse en la parte posterior, todos alejense de las ventanas.– ordenó el ministro siendo la principal autoridad en ese momento.

La gente se movió sin replicar o bien el miedo les hacía seguir la voz de uno de los pocos que podría luchar en caso de que la puerta cayera.

Repentinamente una voz se escuchó desde afuera.

–¡Hey!, ¡Ministro de 8 patas! Será mejor que abra la puerta ahora mismo o de lo contrario la derribamos y todos morirán. Si aprecia la vida de toda esa gente obedezca.– se escuchó fuerte y claro desde el exterior en voz de Rod.

El ministro frunció el ceño y caminó hacia la puerta dando una mirada rápida a todos los presentes para que se movieran lejos de ésta.

– Maldición… no soy el mejor para un enfrentamiento… y los Ackerman aquí no pueden cambiar… – Murmuró para sí mismo mientras el sudor comenzaba a colocarse en su frente.

Sus pasos hacia la puerta dudaron por unos segundos pero enseguida avanzó. Miró un momento sobre su hombro. Las miradas de las personas que esperaban que él pudiera hacer algo, después de todo era el único que podía cambiar ahí.

El hombre pasó saliva, lo cierto era que tenía miedo, se sintió avergonzado por un momento ante el hecho que incluso su hijo no había dudado en pelear un solo segundo cuándo la puerta se cerró dejándolo fuera ante aquella marea de enemigos.

Entonces una mano se posó sobre su hombro.

–No hay nada de qué avergonzarse – Escucho de una voz baja pero firme, viendo al abuelo Ackerman a su lado. –Eres un pacifista, tal como lo fue tu madre. En cambio tu hijo tuvo una enseñanza para el combate, y es claro que todos tenemos miedo.

–Señor Ackerman… No soy un cazador como su especie pero no quiero perder a nadie más.

–Entonces luchemos– habló el abuelo mostrando en su palma abierta una fina pulsera tejida en cáñamo y sedal de pesca que sujetaba un pequeño rectángulo de 2cm x 1cm, hecho de lo que parecía hueso.

– ¿Eso es un amuleto de cambio? Pensé que Uri solo había creado dos, el que tiene Levi y el que se usa en el carguero.

El abuelo sonrió, mirando aquella desgastada pulsera.

–Es porque éste no lo creo Uri, éste lo creó su padre y me dejó conservarlo. Aún funciona.

–Sr. Ackerman, no quiero ofenderlo, pero usted ya no está en edad de pelear.– Respondió el padre de Moblit, a lo que él mayor se hizo aún lado, dejando ver a Mikasa a quien le pasó la pulsera.

–Yo solo me ocuparé de que la gente se mantenga lejos de la puerta.– Señaló él.

Y tras ello la joven de cabellos negros cambió parte de sus rasgos. Sus ojos se tornaron en negro y sus dedos se transformaron en garras. Junto a ella, su padre y madre tocaron los hombros de la joven, él asumiendo las mismas características de su especie, ella mostrando un cambio distinto del hecho que las sirenas de río también poseían una forma distinta para la cacería, con unas largas y finas garras como hojas de afeitar, además de dos líneas abultadas a lo largo de sus mejilla que les permitían escupir una forma distinta de veneno.

El padre de Moblit les observó.

– Aún con ello, un enfrentamiento directo sería muy peligroso.– repitió, pero su voz fue interrumpida por un fuerte golpe que hizo cimbrar la puerta.

–¡Abran ahora! ¿Acaso creen que no tengo los medios para derribar esto?– se escuchó fuerte y claro.

–¡MIERDA! – gritó un chico que estaba encaramado sobre una de las bancas próximas mirando por la ventana. Aquel era Jean, quien saltó al piso para llegar al frente. –La draga… La draga mecánica de la manufacturera, está afuera. Esas cosas debieron estar golpeando todo el tiempo, para poder avanzar. La han puesto al frente y con la pala están golpeando la puerta.

–¿QUÉ?– fue la respuesta de los demás.

–Necesitamos un plan. – habló ahora Armin quién también se había acercado.

–¿Y qué podemos hacer?– cuestionó el Sr. Berner mirando sintiendo cómo el suelo vibraba, era claro que aquella maquinaria ahora estaba subiendo los escalones de la iglesia mientras los hacía pedazos.

–Creo que debemos abrir la puerta– dijo Armin, dejando en confusión a todos. – Sí, sé que suena terrible pero el hermano del Sr. Uri quiere que nos rindamos, es probable que eso nos dé tiempo y por el momento evitar más muertes. O bien podemos abrir y crear una barrera temporal, incluso intentar matarlo… sin un líder los abismales podrían replegarse lo suficiente para tomar control de la maquinaria. Aunque es probable que haya otros humanos ayudándolos, todo bajo las órdenes de Rod.

Las miradas se posaron en Armin hasta que el Sr. Berner habló.

–Bien Armin ¿Cómo se te ocurre que podemos eliminar a Rod.

Armin miró la puerta un momento y después alrededor buscando mientras se preguntaba ¿dónde se encontraría Erwin? al cual perdió de vista cuando comenzó el caos. Deseando poder verlo y que fuera él quien pudiera pulir aquel plan que acababa de concebir.

Sin embargo, Erwin no parecía ni siquiera estar entre la gente dentro de la iglesia. Por lo que el joven rubio tomó aire y habló nuevamente mientras veía llegar al punto a Eren, Connie y Nikolo que traían con ellos un gran rollo de sedal para pesca, cubetas llenas de anzuelo y una fuerte cuerda de barco.

Todo extraído de la bodega que alberga parte del sótano bajo la iglesia.

–Con la cuerda tendremos una red de sedal sobre el arco de la puerta. Después abriremos y seguramente Rod estará al frente. Si conseguimos que entre bajo la cuerda podemos hacer que caiga en la red, esta tendrá varios anzuelos en ella, lo que lo cortará.

–Eso solo provocará que haga atacar a los abismales– Respondió el mayor, pero Armin aún no terminaba.

–Lo sé, pero no tendrá tiempo, sr. Berner. Necesitamos que usted empape la red con veneno, sabemos que el que usted produce puede matar rápidamente por su concentración. Si la red cae sobre Rod los anzuelos lo cortarán y la cantidad de tetrodotoxina que toque las heridas, e incluso la piel, lo mataran rápidamente. Su sistema respiratorio se paralizará en segundos, ni siquiera podrá ordenar atacar.

La puerta se agitó nuevamente. Esta vez uno de los paneles se agrietó, seguido por la voz demandante de Rod.

–Es su última oportunidad, la siguiente haré caer la puerta y todos morirán.

El grupo se miró sabiendo que no tenían más tiempo para pulir el plan. El Sr. Berner se movió al frente buscando espacio y cambió frente a todos. Su imagen, igual a la que tenía Moblit.

Eren y Jean se apresuraron a poner el sedal entre tejido en una cubeta la cual el Sr. Berner tomó entre sus manos, abriendo la boca desde la cual se apreció cómo la toxina brotaba líquida a través de una pequeña glándula bajo la lengua.

Y tras varios segundos consiguió cubrir la mayor parte del sedal, bajó la cubeta y se limpió la boca de forma rápida. Ahora tenía una apariencia un tanto cansada por haber producido aquello de forma tan apresurada.

El sonido de un motor resonó y con ello otra voz que se escuchó contrariada y provocó el shock en los que estaban dentro de la iglesia incluso haciendo que Connie y Nikolo se detuvieran en su tarea de subir la red a lo alto del arco de la puerta.

–¿QUÉ TE PROPONES CON ESTO ROD?, ESAS PERSONAS SON INOCENTES – Se escuchó en un grito producido por la voz de Uri.

El Sr. Berner se acercó a la puerta, colocando las manos en los grandes postigos de la puerta bajando el seguro al escuchar la voz de su rey. Y abrió las hojas dejándose ver.

Sus ojos contemplaron la imagen de abismales abriendo paso a un grupo que llegaba con Kenny y Uri a modo de prisioneros, ambos encañonados por dos humanos, uno era Flock y el otro uno de los chicos que trabajaba en la procesadora.

Uri sangraba mientras uno de sus brazos permanecía inerte sostenido por el otro. Y Kenny era rodeado por varios abismales.

–Esto no… no puede ser.– pronunció el Sr. Berner ante la impactante imagen.

Rod por su parte se mostró a un lado de la pesada maquinaria.

–Bien Berner, será mejor que usted y su gente se rindan. Su rey está en mis manos y sus fuerzas no son capaces de enfrentarse a esto. –habló con sorna extendiendo las manos para mostrar que el lugar estaba rodeado de abismales, algunos visibles, otros en la sombras de la negra noche.

–Déjalos, Rod.– ordenó Uri mirando con furia a su hermano. Pero este se acercó a él extendiendo su mano mostrando en ella una piedra de tono verdoso translúcido.

Los ojos de Uri se posaron en aquello y supo lo que era, un cristal de hielo cuarzo, aquello lo había inhabilitado antes. Y no sólo eso, la mano de Rod tenía un aspecto ennegrecido, su piel se notaba densa y sus uñas se afilaban en garras grises.

–Tú… – Habló Uri pero su hermano lo interrumpió.

–Silencio, ahora yo soy el rey, arrodíllate ante tu nuevo gobernante.

La mirada de Uri se tornó llena de rechazo hacia su hermano. Rod le observó con desdén y después miró hacia la iglesia donde él Sr. Berner continuaba parado en el umbral de la puerta mirando aquello.

– Esto también va para ti, alguien como tú me sería útil solo por tu mezcla de sangre, realmente deberías estar muerto pero perdonaré tu vida si te arrodillas frente a mí y me juras lealtad.

Uri mantuvo la mirada en su hermano, Kenny observó alrededor buscando saber la cantidad real de abismales que había, ¿100, 200 ... 1000? Era imposible saberlo en las condiciones actuales.

–Bien ¿Entonces qué decides? Uri?– habló Rod colocando doce abismales frente a este. – Tengo el control total, no puedes hacer nada, ni tú ni tus sirénidos salvajes. Arrodíllate o todos mueren. –

–Púdrete, maldito cerdo– Gruñó Kenny tras Uri.

Rod lo observó con gesto de disgusto.

– Maten a todos los niños del pueblo.– ordenó con lo que varios de los monstruos avanzaron hacia la puerta.

El Sr. Berner se colocó en postura de ataque y tras él Mikasa, su padre y madre, todos listos junto con Eren y los demás dispuestos a caer luchando.

Los abismales se detuvieron un par de metros, ante los elevados tentáculos que exponían sus afilados ganchos húmedos de la letal toxina.

Rod gruñó de molestia ante el hecho que los abismales dudaban debido a que el toque del octópodo era una muerte segura.

El Sr. Berner avanzó ligeramente y susurró.

–Cubran la entrada. Si logró llegar donde ese maldito… – explicó antes que el sonido de una detonación resonara.

Un largo fogonazo aturdió a todos por breves segundos y frente al Sr. Berner un arpón de acero yacía clavado en suelo después de ser disparado por un lanzador portátil en manos de uno de aquellos seres, el que fungía como chófer de Rod, y ahora estaba vestido con las mismas prendas, se veía de pie sobre una de las casas.

La reacción tardó apenas un segundo. El afilado arpón había cortado cerca de 20 centímetros de uno de los tentáculos del Sr. Berner mientras él retrocedía con un movimiento espasmódico ante el seccionamiento de uno de sus apéndices. La sangre brotó inmediatamente y él se retorció.

La afilada punta de acero se mostró clavada en el suelo mientras fijaba la sección de carne mutilada y aun con la sangre cubriéndolo se podía notar cómo los lados de la lanceta habían sido afilados profusamente como navajas.

Los padres de Mikasa se apresuraron a auxiliarlo tomándolo de los brazos para que no cayera al suelo, la madre tomó el extremo del tentáculos cortado y lo amarró rápidamente en un torniquete con una cinta que arrancó del vestido que usaba.

Ambos sin dudar en sus acciones siendo que tenían inmunidad a la toxina mezclada con la misma sangre que brotaba.

–Hora de morir– habló Rod satisfecho por el rumbo que tomaba las cosas cuando Uri dio un paso al frente.

–Alto, ¡NO LOS DAÑES! – gritó haciendo que su hermano le mirara y un momento después Uri bajó la cabeza y colocó sus rodillas en el suelo, cumpliendo el deseo de su hermano.

Rod sonrió pero Uri solo pensó en una cosa. – ¿Dónde estarán Levi, Moblit Erwin y Zeke? – se cuestionó en silencio.

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Procesadora.

Levi sujetaba la reja entre las oscuras aguas para que pasaran Isabel y Farlan, así una vez dentro del lugar nadaron hasta el frío puerto de concreto. Levi subió primero tomando forma humana, y extrajo su ropa del saco donde la había guardado, colocándose estando aún mojada.

Miró a sus amigos y les ordenó esperar mientras él fue directamente a una gambeta, al fondo del área, donde pudo conseguir ropa para ellos. Eran uniformes del área que permanecían ahí para los trabajadores cada cambio de turno.

Y una vez listos tanto con la ropa como en la forma, los tres caminaron hacia el interior del lugar.

Cuando llegaron al área del almacén de grano Levi se detuvo de golpe al percibir el olor de sangre y humedad en el área, los abismales habían entrado y su preocupación se disparó por Hanji, Nanaba y Mike.

Sus pasos se apresuraron, con Farlan e Isabel tras él, hasta llegar a la zona de descanso donde los trabajadores solían comer y realizar alguna actividad como descansar entre turnos o buscar algún medicamento en la enfermería.

El olor a sangre era más intenso y su preocupación de igual forma. Cuando una voz se escuchó.

–Estaré bien, no tienes que preocuparte. – fue audible en la voz de Nanaba.

Levi se acercó con premura, tomando a ambos por sorpresa.

–¡Levi!– dijeron al unísono los rubios que estaban sentados en los sillones del lugar.

–¿Qué sucedió? – Interrogó Levi notando cómo ambos estaban vendados.

–Fuimos atacados pero Moblit apenas llegó a tiempo. – explicó Nanaba apenas notando a Isabel y Farlan.

–¿Dónde está Hanji?– quiso saber Levi buscándola con la mirada.

–En la parte de camas, dijo que necesitaba encontrar algunas cosas útiles, Moblit la acompañó.

El Tritón miró en dirección de la puerta que daba a aquella sección, la cual albergaba unas cuantas camas hospitalarias usadas en algunos casos para personal que enfermaba dentro del horario laboral. Sus pasos se dirigieron al lugar en búsqueda de la castaña casi ansioso de corroborar que estuviera a salvo.

Cuando entró al lugar pudo ver al fondo un biombo corrido en el cual se dibujaban dos siluetas, una frente a la otra. Distinguió claramente la de Hanji ligeramente inclinada sosteniendo algo entre sus manos.

El ceño de Levi se frunció ante la imagen que interpretaba. Moblit estaba sentado, Hanji inclinada frente a él mientras sus manos sostenían algo aparentemente fálico.

La sangre de Levi hirvió en segundos sin poder dejar de imaginar lo peor. Su preocupación desapareció siendo sustituida por el deseo de cortar los apéndices del octópodo.

Sus pasos firmes hicieron girar a Hanji en su dirección al momento que él tomaba el biombo con fuerza tirándolo a un lado y descubriendo que efectivamente Moblit estaba centrado en una de las camas.

Pero Hanji no estaba inclinada frente a él si no sentada en un banco junto a la cama usando un par de guantes de látex mientras sostenía la punta de uno de los tentáculos con una lámpara de piso enfocada hacia ella como iluminación extra lo que provocaba aquella apariencia en las sombras sobre el ahora caído biombo que hizo mal pensar a Levi.

–¡Levi!– sonrió Hanji levantándose mientras se quitaba los guantes, fue hacia el varón y lo abrazó sin darle importancia a la ropa mojada que lo cubría.

Levi se quedó estático ante el abrazo, pero unos segundos después también abrazó a la castaña notando que Moblit le observaba con expresión juiciosa, él si había notado lo que Levi había malinterpretado hace un momento.

El Tritón sólo frunció el ceño, después de todo, aquella emoción había sido real. Hanji le causaba un deseo de tenerla a su lado y lejos de otros especímenes masculinos.

–¿Qué fue lo que sucedió?– preguntó la castaña, soltando su abrazo. Y veía entrar a Nanaba, Mike y dos personas más que no conocía.

–El pueblo está totalmente invadido por abismales.– respondió Levi para después ver a los demás. –Ellos son Farlan, es un Tritón de la misma especie de Nanaba y mi amigo más cercano, ella es Isabel misma especie y mi hermana pequeña. –

Hanji saludó alegre pero Isabel se acercó bastante a ella.

–¿Tú eres Hanji Zoe? Te vi de lejos los días anteriores. – afirmó Isabel caminando alrededor de la castaña. –Eres más alta que mi hermano… ¿Te gusta él? ¿Puedes hacerlo feliz? ¿Guardarás el secreto de Paraíso? ¿Cuántos bebés tendrás con él? Muchas chicas querían ser su esposa, pero él no quiso a nadie. Tío Kenny estaba molesto por eso.– le dijo Isabel hasta que Levi le llamó con tono de regaño.

–¡Isabel basta! ¡No molestes a Hanji! ¡No es el momento para esas cosas!– regaño él para después retomar la palabra. –La gente está resguardada en la iglesia pero es claro que Rod intentará sacarlos de ahí a cualquier precio. Kenny y Uri están en el pueblo debemos encontrarlos.

–Necesitamos un plan. – Interrumpió Hanji – Y yo tengo uno. Pero debemos saber qué medios hay a nuestra disposición.

–Disponemos de veneno para las sirenas de mar profundo.– habló Moblit. – La cueva de Uri tiene magia, es decir magia real, y genera algunos elementos para defensa. Los muros segregan una sustancia negra que Levi y su familia pueden poner en sus garras y aletas, es tan efectiva como mi toxina. – Explicó el rubio.

–¡No!– atajo Levi. –Es arriesgado y no dejaré a Hanji sola de nuevo. Además, esas aberraciones han entrado aquí, tenía pensado que tú y yo saliéramos pero veo que este lugar no es seguro.

–¿Y si bajamos todos? – sugirió Nanaba. –Hay unos trajes de buzo en el almacén del puerto.

Moblit negó esta vez.

–Imposible, la cueva está a 70 metros de profundidad, los cuerpos de Hanji y Mike no soportan la presión y perderían la consciencia aún teniendo "el beso de la sirena". Sus pulmones no lograrían tener el oxígeno necesario.

–Bien, entonces Mike y yo esperaremos a unos 40 metros de profundidad mientras ustedes bajan por lo que necesitan. Podemos llevar una red y hacernos pasar por una rugosidad en alguna de las rocas.– opinó Hanji. –Pero lo que en verdad quiero saber es ¿cuánto hay de ese veneno que dicen?

–Todo el que podrías querer, se segregara mientras haya peligro. Pero ¿Para qué lo quieres tú, Hanji?– interrogó Moblit.

Todos miraron a la castaña expectantes, ella acomodó sus lentes que destellaron por la blanca luz del lugar.

–Podemos hacer que todas esas cosas vayan al carguero y ahí tenderles una trampa. Pero además necesitaremos otras cosas como alambre, cuerda, sedal. Los haremos caer en la cámara de la banda de corte frente al casco. Si lo logramos la maquinaria los eliminará por nosotros.

–¿Y qué pasa si lo que estás planeando falla?– preguntó de la nada Farlan, mirando con desconfianza a la castaña.

Hanji miró al rubio y respondió con otra pregunta.

–Ni a ti ni a Isabel los había visto en el pueblo ¿Llegaron en el barco? Y si es así entonces debes saber si existen estas cosas ahí o en las bodegas. Petróleo crudo para las máquinas, azufre, cal viva y salitre.–

Farlan parpadeó mirando a Hanji con una creciente inquietud. ¿Qué clase de mujer era la que iban a emparejar con Levi? Se preguntó mientras el interés de Hanji al mirarlo le causó un extraño escalofrío.

–Hay... petróleo crudo en los depósitos. Los usan para "limpiar" el casco del barco y no se le pege nada, azufre en la cámara de quema de la maquinaria, cal viva en el depósito de suministros y es para desinfectar los tanques donde se almacena el pescado procesado... Salitre... pues creo que debe haber en la bodega debajo de donde está el grano, lo han usado para sustituir el fertilizante a base de urea… ¿Puedo saber para qué quieres esas cosas? No le veo sentido.– Interrogó Farlan

Y Levi miró a Hanji esperando una explicación.

–Fuego griego… Hanji eso es muy peligroso. Quiero los detalles de tu plan ahora, no dejaré que el pueblo se convierta en una hoguera.– Intervino Mike mirando con seriedad a su amiga haciendo que los demás observen con inquietud a Hanji.

La cual solo sonrió con seguridad de sí misma levantando sus lentes.

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Faro.

La puerta se abrió ante la persistencia del empuje. Los abismales entraron con paso lento olfateando el aire, y tras ellos los pasos de otra persona.

–Creo que es claro que no está aquí.– habló aquel que no era otro que Zeke.

Sus pasos le llevaron a la sala mientras miraba como los abismales rondaban por el área, sus ojos se concentraron en la escalera que llevaba a un camino hacia arriba. Aquellos seres miraron el mismo punto subiendo las escaleras mientras el rubio prefirió caminar hacia las otras escaleras que bajaban.

Llegó hasta la parte de la piscina interior completamente oscura. Mirando su reflejo en tanto tras él se escuchaba a los abismales recorriendo la parte de arriba del lugar.

Zeke gruñó entre labios. No podía hacer nada además de continuar con la apariencia de estar bajo las órdenes de Rod o de lo contrario no se podría mover por el pueblo sin ser masacrado por los monstruos que le servían.

Nuevamente miró el agua quieta de la piscina con apariencia casi como tinta debido a la falta de luz, por un momento le pareció ver algo moverse bajo la superficie pero no parecía ser nada ahora.

Soltó un corto suspiro mientras pensaba qué debía hacer ahora. Se giró nuevamente hacia la escalera pero permaneció junto a la piscina, en aquel momento un chapoteo fue claro, pero para cuando Zeke se giró solo pudo ver la silueta de un Tritón que lo sujetó de forma violenta mientras le cubría la boca y lo arrastraba a la profundidad de las oscuras aguas.

Ante el ruido algunos abismales bajaron pero sólo se encontraron con el agua agitada en la piscina y ni un solo rastro de Zeke.

Por debajo la corriente golpeó el rostro de Zeke con fuerza, sabía que no se ahogaría pero la sensación del líquido entrando en su cuerpo era incómoda incluso dolorosa por la baja temperatura de esta.

Pasó casi un minuto antes de que volviera a sentir el aire golpearle la cara junto con el impacto de su espalda en una roca mientras dos fuertes manos le sujetaban por el cuello de su ropa.

–Bien Zeke, será mejor que no hagas esto difícil, en verdad no quisiera tener que dañar al otro puente, pero estoy seguro que Uri lo comprenderá. Ahora quiero saber qué es lo que está pasando exactamente y NO me refiero a esos monstruos destruyendo Paraíso.

Zeke apenas pudo abrir los ojos ante el duro trato, pudiendo distinguir a Erwin con su forma de tritón que le miraba con sus afilados ojos azules y fríos como el mar ártico.

–Erwin... Las cosas no son como estas pensando que son...

–Bueno, en verdad estoy deseoso de escuchar cómo son.– respondió Erwin, manteniendo su semblante serio. Mientras sostenía una afilada hoja de metal sobre el cuello de Zeke.

Gracias por leer :D

¿Dudas, comentarios? :D Gracias por leer :D

Comentarios:

Guest: Levi demostrando su fuerza y habilidad :D, si Rod tiene complices pero aun pasaran varias cosas. :D Me alegra que estos Fics te gusten y alegren. Gracias por seguir leyendo.

Rosemery19: Hola :D pronto, ;D pronto veremos que pasara con esto :D.

Bird 05: :D Trato de no tardar demasiado, pero una cosa y otra pasa, aun que lo importante es que ya hubo nuevo capitulo y pronto el siguietne :D. Y tambien pronto veremos que sucede con la ceremonia.