- ¡Prometiste que estaría a la cabeza de 5 mil hombres! - Gritó Dominique sin importarle que su madre se espante por la conducta "poco femenina" - ¿Ahora quieres mandarme a Beauxbatons?
- El duque podría dar un paso atrás - Intervino Louis, quien había hablado personalmente con tan difícil hombre - Quiere hacer una apuesta segura, y la alianza entre Karkarov y Malfoy no juega a nuestro favor… Si perdemos la ayuda del duque no podremos enfrentar al rey.
Dominique levantó la barbilla, desafiando las palabras de su hermano. Tal vez tenía un punto, pero aun así no aceptaría vivir en país extranjero con un hombre a quien no conocía.
- Es hora de que cumplas tu deber - Insistió Fleur a su hija. Ignoró las palabras de su madre y observó a su padre, suplicándole clemencia.
- Prometí darte un ejército - Aceptó su padre - Roxane está muerta y es solo cuestión de tiempo para que Albus reclame sus derechos sobre esas tierras…
- ¿Me dejarás reclamarlas a tu nombre? - Preguntó Dominique con esperanza.
- Pelearás contra los hombres que Albus lleve, ganarás las tierras de Roxane y cuando obtengas su lealtad para mí, te irás a Beauxbatons - Ordenó Bill y luego miró a su hijo como si el tema estuviera zanjado - Tú irás a reclamar el valle de Gryffindor; sin Albus y Lily somos los parientes vivos más cercanos de Harry y Ginebra Potter, los lores del valle nos apoyarán.
- ¿Cómo puedes estar tan seguro de que será tan sencillo? - Preguntó Fleur, preocupada porque sus hijos vayan a la batalla - Los Malfoy son una enfermedad, se esparcieron en el valle. Seguramente ya tienen un plan para las tierras de Roxane. La visita de Igor Karkarov no se limita a celebrar una justa, te lo puedo asegurar.
Bill dibujó una leve sonrisa, y negó lentamente con la cabeza.
- Tienen demasiadas distracciones por el momento; Astoria Malfoy fue asesinada y la boda del príncipe será en una semana. El Papa llegará para oficiar el matrimonio, dudo mucho que arriesguen todo antes de su visita…
- Si los Malfoy tienen el favor del Papa estamos en peligro - Intervino Louis frunciendo el ceño - El pueblo jamás se opondría a quien tenga al representante de Dios en la tierra de su lado. Si intentamos algo, seríamos vistos como el diablo atentando con la fe.
- Es cierto - Concordó Bill - Es por eso que debemos actuar cuanto antes. ¿Querían pelear en una batalla? Ahí lo tienen. Estarán en lugares diferentes, así que su rivalidad fraternal impedirá que se distraigan del objetivo. Tienen una semana para reclamar las tierras de Roxane y Albus a nuestro nombre. Si fallan, los Malfoy nos aplastarán como hormigas; si tienen éxito, tendremos un ejército que no se atreverán a atacar.
- Si tenemos éxito… - Intervino Dominique - Tendré que ir a…
- Le informaré al duque que llegarás en 15 días - Cortó su padre - Las guerras no se ganan solo con soldados, también se necesita oro para alimentarlos, pagarles y comprar armas. Eso es algo que el duque Millefeuille tiene en exceso. Si perdemos su promesa, perdemos la guerra.
La palabra de Bill era inamovible, y por mucho que su esposa o hijos tuvieran ciertos desacuerdos con todo el plan, obedecerían sus órdenes a consciencia.
Al día siguiente tanto Louis como Dominique se prepararon para viajar a reclamar las tierras de sus primos. Mientras preparaban sus caballos, ambos rubios se despidieron como sólo ellos lo harían.
- ¿Te llevarás a Dearborn? - Preguntó Louis refiriéndose a su maestro de armas - Supongo que papá quiere proteger a su niña. Necesitarás más ayuda que yo… Aunque yo tenga la tarea más peligrosa.
- ¿Más peligrosa que reclamar una tierra que los Malfoy desean y convencer a lores que no nos conocen de unirse a nuestra causa? Seguro que sí… Persuadir a los hombres que odian a Albus Potter de no serle fiel, suena a una misión muy difícil. Espero que tus habilidades te lo permitan, en serio.
- Ja, ja, muy graciosa. No respondiste mi pregunta ¿te llevarás a Dearborn?
- Si preguntas si el maestro de armas prefiere luchar bajo mi comando, sí. Es exactamente lo que pasa.
Dominique terminó con su caballo y dirigió toda su atención a su hermano. No lo admitiría jamás, pero estaba nerviosa. Eran la última esperanza de su familia, los últimos Weasley que no se habían aliado a los Malfoy… Y las probabilidades de perecer en dichas expediciones eran más altas de lo que le gustaría.
- Sí, es por tu habilidad militar que Dearborn quiere estar a tu lado - Se burló Louis. Una vez que él también terminó con su caballo, miró a su hermana quien lo miraba seriamente, con preocupación en su mirada - Todavía puedes dar marcha atrás y viajar a Baeuxbatons. Estarás a salvo allí y nada haría más feliz a nuestra madre.
No lo decía para humillarla o insinuar que por ser mujer no sabría ganar la batalla. Lo decía porque la amaba y quería mantenerla a salvo.
- ¿Y decepcionar a 5 mil hombres? - Se burló ella - Jamás podría ser tan cruel.
Se sonrieron mutuamente, y subieron a los caballos. Cabalgaron juntos hacia la entrada de la Madriguera, donde los hombres que se les unirían a batalla los esperaban, al igual que Bill y Fleur.
Fleur fue mucho más afectuosa al despedirse de su hijo, pues no aprobaba que su hija fuera a batalla. En cambio, su esposo, fue más equitativo al despedirse de ambos.
- Que Dios les dé fuerzas - Dijo el señor de la Madriguera a ambos - Regresen a salvo.
Ambos rubios asintieron con la cabeza y, sin decir nada más, se despidieron de su hogar y sus progenitores.
- Intenta que los Malfoy no ganen - Dijo Dominique una vez que llegó el momento de separar caminos.
Los hermanos se dedicaron una profunda mirada desde sus caballos. Podrían pelear y molestarse con frecuencia, pero se amaban y confiaban más en el otro que en sí mismos.
- Le prometí al duque que mi hermosa hermana se casaría con él y me gusta ser un hombre de palabra - Contestó Louis - Intenta que no te maten.
- ¿Cómo es él?
- Un cretino… Se llevarán bien.
Ambos sonrieron y pronto borraron la sonrisa. Se despidieron con una inclinación de cabeza y cabalgaron en direcciones opuestas.
